Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

Di A 1 I .
ííollado, y su sagrado cuorpo echado al faogo para SIT
quemado: mas luéi'! SiTior servido (jno algunos Iiomlires
piadosos se dieron tan Imena maña y diligencia, que pndieron
recoger del fuego algunas de sus preciosas reli-
([iiias. y envolverlas en lienzos limpies y unguenl os olorosos,
y llevarlas á su palria y colocarlas honorílicamenle,
coálO c! mismo santo áules qne muriese se les babia mandado.
Fué el marlirio de san Menna á los 11 do noviembre
por los años de Cristo de 'l'JG, imperando los ya nomljrados
DiochTiano y Maximiano. Hizo Dios muebos y nuiy
grandes milagros después de su nmeile por esle glorioso
márlir, los cuales refiere Timoteo, arzobispo alejandrino, y
los traen Metafraslc, Lipomano y Laurencio Surio. Uno
íué yendo un caballero á Alejandría á visitar algunas reliquias
del santo márlir, que se hablan trasladado á un
templo suntuoso que allí se le habia edificado, y llegando
á un pueblo llamado Lojonera, entró en un mesón y fué
jiiuerto del mismo menseneropara hm larlc el dinero que
llevaba. Pero luego apareció san Menna, y resucitó al
niuerlo y conviiiió ú penitencia al matador; yconestemilagro
muclíosgenliles recibieron la lumbre del santo Kvangelio,
yolros herejes se redujeron á la le católica. Otro
loé de un hombr e rico y devoto, llamado Eutropio: el cual
habiendo determinado ofrecer al santo un vaso de piala
muy rico y gracioso, después se arrepintió y resolvió de
darle otro del mismo peso no de tan linda hechura ¡ mas
llevando á lavar «n esclavo suyo el vaso de plata á una laguna,
cayó en ella el vaso y ei esclavo que le llevaba; y el
sanio le socorrió de manera que libró al mozo delasaguas
con el vaso en la mano: y el amo, reconociendo su culpay
que habia lioclio mal en trocarla voluntad que ¡míes habia
tenido de dar el vaso mas hermoso, al sanio, le ofreció los
dos que tenia y el esclavo que san Menna habia librado de
aquel peligro, para que le sirviese perpetuameule en su
templo. También cuenta Timoteo otro milagrode una mujer
virtuosa, rica y honrada que se determinó ofrecer parle
de su hacienda al santo márlir para tener hijos: y habiéndose
puesto en camino sola con este miento y devoción ca-
}ú eu manos de un hombre perdido que quiso hacer fuerza
á su castidad: y como ella no consinliese y aquel lazo
del demonio perseverase en su mal intento, san Mentía á
caballo se puso delanledelos dos, y tomando sobre su caballo
á la pobre mujer, que con muchas lágrimas le invocaba,
la llevó hasta su templo, y arrastró á aquel soldado
y hombre facineroso que la queria afrentar: y de esta manera
la mujer quedó libre y ei hombre abrió los ojos y reconoció
su culpa, y pidió perdón al santo y perseveró toda
su vida en oración y penitencia. También fué insigne milagro
el qne obró Dios con un judío por intercesión de este
santo mártir; porque habiendo un judío dado á un cristiano,
grande amigo suyo, mía bolsa de dineros sellada para
que se la guardase; después el cristiano ciego con la codicaselanego
Tomaron por partido para averiguarla
verdad, que el cr.st.ano jurase sobre las reliquias de san
Meuna, si había recibido aquel dinero ónó, é hízolo el cristiano
creyendo neciamente que no pecaba por ser el otro
judio y uó cristiano. Pero el santo por una manera extraña
restiluyó al judio su bolsa cerrada, y él se conviriiócón
toda su casa y familia á nuestra religión, y el cristiano lloró
su pecado y ofreció al santo la mitad de su haeieud;, y
se dedicó al servicio de su templo y perseveró en el llorando
sus pecados y haciendo penitencia toda su vida He
S Q v i f K n r c L 359
san Menna escriben lodos los Martirologios, el romano el
de Beda, üsuardo y Adün,y los griegos en su Menologio,
y Metafraslc, y los demás que escriben vidas de santos,
porque (como dijimos) san Menna fué muy ilustre y muy
celebrado en el Oriente. Tero adviértase que hay otro Menna,
márlir, que murió en Alejandría en tiempo del emperador
Maximiano, con otros sus santos compañeros, cuya
fiesta se celebra á los 10 de diciembre. Kl cuerpo de este
Menna alejandrino se trasladó á Consíanlinopla, donde el
emperador Jusliniano le ediíicó un templo, y algunos autores
los confunden, y de dos Mennas hacen uno.
* Los SAMOS VALENTÍN , FELICIANO Y VICTOIUNO , SI.UTI-
ÉBS.—Según Ferrario en la relación de los santos de Italia
dice, fueron de Ravena, en cuya ciudad derramaron
su sangre durante el imperio do Diocleciano.
SAN ATENODOKO, MÁUTIU.—Floreció en Mesopolamia, duranle
el mismo reinado de Diocleciano. Kl gobernador
Kleusio lo mandó prender por ser cristiano, y no habiendo
podido lograr que snei iticase á los ídolos , lo hizo azotar;
después lo metieron en una hoguera, de la cual lo sacaron
al momenlo para hacerle sufrir otros tormentos, y por fin
fué condenado á ser degollado. Cuando iban á ejecutar la
sentencia, el verdugo se cayó desmayado, como impelido
de una fuerza sobrenatural: nadie se atrevió ni quiso hacer
el oficio de verdugo, y entonces, poniéndose el santo en
oración , entregó su espíritu á Dios. Según el padre Pagi,
sucedió esto el ano fOfci
SAN VKIUNO, OBISPO * CONFESOU. — Desdo su infancia
moslró este santo que el Señor tenia sobre el grandes designios.
Era tan devoto de san Privado, que quiso una vez
pasar en oración toda la noche que precede á la fiesta de
aquel santo. Ala maíiana siguiente Verano fué á arrojarse
á los pies del obispo, pidiéndole la tonsura clerical, y cuando
la hubo recibido, dejó su patria y fuése á oruliar en un
lugar, cerca de Cavaillou. Su santidad y milagros no le
permilieron estar mucho tiempo escondido. Entonces emprendió
un viaje á Italia para visitar el sepulcro de los santos
apóstoles, y alguu tiempo después volvió á IVancia. El
rey Sigeberlo quiso verle , y lo hizo consagrar obispo de
Cavaillon. Verano asistió al concilio 11 de Macón, el año
583, y tuvo mucha parle en los sabios reglamentos que en
é¡ se publicaron. Fué uno de tos obispos enviados á Paris
para quejarse al rey Glotario H del asesinato del obispo san
Pretéxtalo. Childeberto II le estimó mucho, y quiso que
fuese padrino de su hijo Tierri, que heredó después la corona.
De la estimación de los príncipes y de la veneración
en que le tenia el pueblo, se aprovechó el sanio para promover
los intereses de ta religión, y murió gloriosamente,
por los últimos años del siglo VI.
SAN BARTOLOMÉ, ABAD.—Floreció durante el siglo XI en
e] terrilorio deFrascali. Su humildad, su penitencia y su
oración fueron pasmosas; y á estas virtudes uniauna instrucción
y una prudencia en los consejos, que muchísimas
personas se pusieron bajo su dirección para andar por los
caminos déla santidad y conocer sus deberes. Murió en el
monasterio de Grotaferrata el afío lOi í, y de su sepulcro
salió virtud para curar toda clase de enfermedades. Dejó
escrila para edificación délos solitarios la vida de san Nüo
su compañero.
SAN KVODIO, OBISPO Y CONFESOB. —Fué obispo de Puy á
cuya Iglesia dió grande esplendor no solo por sus virtudes
apostólicas, sino por la nueva catedral que edificó, enri-