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Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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m<br />

LA LEYKNDA ÜE ORO.<br />

Señor, y san Willi'bronio, ¡n /obispo, y san Suviberlo, obispo<br />

en la ciudad <strong>de</strong> Uíreclit, consiigraron la iglesia tatcdral<br />

en honra <strong>de</strong> san Marlin; sanGregoi io Turonensi; ilice<br />

<strong>de</strong> él: «O Im-navenlnrado varón en cuyofránsilo cantan<br />

los sanios, y ios ángeles se alegran, y loda la córtc<br />

celestial le salea recibir y el <strong>de</strong>monio se confun<strong>de</strong> y la<br />

Iglesia toma fuerzas y los sacerdotes tienen revelación <strong>de</strong><br />

su gloria. San Miguel con los ángeles le recibió y la Virgen<br />

sacratísima con un coro <strong>de</strong> innumerables vírgenes y lodo<br />

el paraíso le tiene gozoso en compañía <strong>de</strong> los bienaveiilurados.<br />

Pero ¿(pié po<strong>de</strong>mos nosotros <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> él? La alabanza<br />

<strong>de</strong> Martin es aquel Señor, á quien él nunca ceso <strong>de</strong><br />

alabar.» San Bernardo dice <strong>de</strong> él, que fué mucbas veces<br />

mártir con el afecto <strong>de</strong> una voluntad <strong>de</strong>votísima y ensalza<br />

sus virtu<strong>de</strong>s en gran manera. El beato Pedro Damián le<br />

llama noble confesor, gloria <strong>de</strong> los sacerdotes, perla preciosa<br />

<strong>de</strong> los obispos, regla <strong>de</strong> los clérigos y lumbre y ornamento<br />

<strong>de</strong> tos monges: <strong>de</strong> cuya fama eslá lleno el mundo,<br />

y creció tanto su virtud que parece que llegó á igualar<br />

con la <strong>de</strong> los apóstoles: «Por toda la redon<strong>de</strong>z dé la<br />

tierra (dice) se lia extendido la memoria <strong>de</strong> tan gran ponlüice,<br />

y do quiera que resuena la fé <strong>de</strong> Cristo suena también<br />

la vida <strong>de</strong> Marlin. El emperador es glorificado en su<br />

soldado; y el soldado es alabado en el emperador: y la<br />

Iglesia <strong>de</strong> Tours, por tener e! cuerpo <strong>de</strong> Marlin, ha sidoenriquecida<br />

<strong>de</strong> los reyes y adornada <strong>de</strong> los príncipes, y sublimada<br />

con prerogativas y privilegios <strong>de</strong> los romanos<br />

ponlílices:)) y aña<strong>de</strong>, que algunas iglesias catedrales se<br />

han fundado á honra y nomlre <strong>de</strong> san Martin. Pero no solame<br />

¡te se han fundado muchas iglesias en nombre <strong>de</strong> san<br />

Marlin, sino también muchos pueblos han lomado esle<br />

nombre por <strong>de</strong>voción y honra <strong>de</strong> este santo. Odón, primer<br />

abad cluniacense, escribió un tratado délas alabanzas <strong>de</strong><br />

san Marlin, cuyo título es: Qaódbealissimus Mariinus pardicitur<br />

aposlolis: Que el beatísimo Marlin se dice que es<br />

igual á los apostóles : y valo probando por la santidad <strong>de</strong><br />

la vida, por la dignidad <strong>de</strong> obispo, por el zelo <strong>de</strong> las almas,<br />

y por las innumerables que convirlió, y por la muchedumbre<br />

<strong>de</strong> milagros que hizo : guardando siempre el respeto<br />

á la cumbre y majestad apostólica, á la cual reconocen lodos<br />

los santos. I'iiialmenle, todas las naciones, provincias y<br />

reinos han sido ilustrados con la vida esclarecida <strong>de</strong> este<br />

santi-imo ponlíüce y favorecidos con sus milagros; y los<br />

príncipes en la paz y en la guerra han experimentado<br />

cuánio vale <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Dios su intercesión: y especialmente<br />

ios reyes <strong>de</strong> Francia, que cuando sallan á la guerra llevaban<br />

consigo el mánto <strong>de</strong> san Marlin, pareciéndoles (pie<br />

con tal prenda y <strong>de</strong>fensor estaban seguros <strong>de</strong> la vicloria.<br />

De san Martin, á mas <strong>de</strong> los autores arriba referidos ^escribe<br />

el car<strong>de</strong>nal Baronio en sus anotaciones <strong>de</strong>l Marlbologio<br />

romano, y en el m, iv, v, vi, VÜ y WU tomo <strong>de</strong> sus<br />

Anales.<br />

SAN KsinfJf, SOLDADO Y MÁRTIH. —Fué san Menna egipcio<br />

<strong>de</strong> nación, soldado éiluslrisimo mártir: el cual hallándose<br />

<strong>de</strong> guarnición en una ciudad <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Frigia, o<br />

Asia Menor, llamada Cólico, y hoyólo que dicen, Cute, entendiendo<br />

(pie se publicaba un edicto <strong>de</strong> los emperadores<br />

Diocleciano y Maximiano, muy riguroso coniia los cristianos;<br />

<strong>de</strong>jando el cinto y dignidad militar y el servicio <strong>de</strong><br />

los emperadores se ictiró á nn <strong>de</strong>sierto don<strong>de</strong> estuvo cinco<br />

años, haciendo vida solitaria y <strong>de</strong> gran<strong>de</strong> aspereza<br />

como ensayándose con ayunos, oraciones y penitencias,<br />

DIA i I .<br />

para entrar en la batalla (pie esperaba y dar su s&tgrti<br />

por el Señor. Pasados los cinco años, inspirado por Dios,<br />

volvió á la ciudad un dia en que se celebraban Gestas y lodo<br />

el pueblo oslaba junio en el teatro para ver ciertosejercicios<br />

militares como j islas ó lorneos.<br />

Entró Menna en medio <strong>de</strong> esle espectáculo con vestido<br />

roloy vil, y como nn hombre <strong>de</strong>spreciado: y con voz alia<br />

y rostro alegre y grave, comenzó á <strong>de</strong>cir aquellas palabras<br />

<strong>de</strong> Isaías: « He sido hallado <strong>de</strong> ios que no me buscan,<br />

y manifestado á los que no me pregunlan;') para dar á enten<strong>de</strong>r<br />

que no venia forzado sino <strong>de</strong> grado y por sn volnnlad<br />

seofrecia al marlirio. Todos los circunstantes pusieron<br />

Juego los ojos en Menna, maravillados <strong>de</strong> su Iraje, osadía y<br />

libertad. Echaron mano <strong>de</strong> él: lleváronle á Pirro presi<strong>de</strong>nte,<br />

y confesando que antes habia sido soldado <strong>de</strong> los emperadores<br />

y que era crisliano, le mandó llevará la cárcel,<br />

y por no interrumpir las fiestas que se hacían, que el dia<br />

siguienle le presentasen <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> su Irihunal; Procuró ei<br />

juez con blanduras y palabras halagüeñas, ofrecimientos y<br />

promesas tentar el pecho <strong>de</strong>l sanio márlir y atraerle á qne<br />

negando á Jesucristo, adorase á sus falsos dioses: y como<br />

no le aprovechasen (odas sus arles y mafias, y el santo<br />

mártir le respondiese con gran brio y libertad, convirtió<br />

toda aquella falsa blanduraen crueldad y mandóle ten<strong>de</strong>r<br />

en el suelo y azotar con nervios crudos; hasta que obe<strong>de</strong>ciese<br />

á los mandatos <strong>de</strong> los emperadores. Hiriéronle nmy<br />

crudamente, y saüan <strong>de</strong> sus heridas rios <strong>de</strong> sangre (pie<br />

regaban el lugar en que le atormentaban. Levantáronle en<br />

el ecúleo: rasgaron con uñas <strong>de</strong> hierro sus carnes: quemaron<br />

con hachas encendidas sus costados: fregaron con<br />

nn cilicio áspero sus llagas, arraslraron su ccerpo por tt<br />

suelo sembrado <strong>de</strong> abrojos : quebrantáronle <strong>de</strong> nuevo con<br />

varas y con plomadas: diéronle gran<strong>de</strong>spufindas y golpes<br />

en su rostro; y el valeroso caballero <strong>de</strong> Crislo estaba con<br />

un cora/on esforzado y quieto, con un semblante sereno,<br />

con una teca llena <strong>de</strong> risa (como si no fuera él, sino otro<br />

el que pa<strong>de</strong>cía) haciendo burla <strong>de</strong> sus tormentos y pidiendo<br />

álos impíos ministros que se los acrecentasen; porque<br />

<strong>de</strong>cia que era poco todo loque habia sufrido y lodo loque<br />

podia sufrir para lo que Dios merece y él <strong>de</strong>seaba sufrir<br />

por él; <strong>de</strong> manera que el juez y sus ministros y los mismos<br />

alormentadores estaban alónilos <strong>de</strong> verían exlrcmada<br />

constancia y tanta alegría en lan graves penas, (juisieroo<br />

algunos antiguos amigos suyos persuadirle que <strong>de</strong>jase<br />

aquella queellos llamiiban obslinacion y locura, y que no<br />

perdiese la vida que es lan <strong>de</strong>seable y las comodida<strong>de</strong>s,<br />

honras y regalos que podia tener: y él, como si fueran<br />

silbos <strong>de</strong> una venenosa serpiente, así tapó sus oidosá 1; s<br />

palabras que le <strong>de</strong>cian teniendo por enemigos capitales á<br />

lodos los que con la esperanza <strong>de</strong> esta vida frágil y transitoria<br />

lepielendian apartar <strong>de</strong> la perdurable y elerna<br />

Finalmenle el presi<strong>de</strong>nte, vista la constancia <strong>de</strong>l soldadodcl<br />

Señor, pronunció sentencia <strong>de</strong> muerte contra él, mandando<br />

que fuese <strong>de</strong>gollado y quemado. Lleváronlo á nn lugar<br />

llamado Polemia : concm rió mucha gente á aquel especlácu'o;<br />

y él con su vestido pobre como persona que lenia en<br />

poco lo <strong>de</strong> acá, levantando los ojos al cielo y puesto su corazón<br />

cu Dios, hizo oración y suplicó con gran<strong>de</strong> alec o al<br />

Señor, que en aquella hora le favoreciese y le diese vicuña<br />

por Jesucristo, su Hijo, para que libre <strong>de</strong> las miserias<br />

<strong>de</strong> esta vida le pudiese ver y adorar, y gozar para siempre<br />

<strong>de</strong> su gloriosa presencia. Acabada esla oración fué <strong>de</strong>-

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