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Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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350 LA LEYENDA DE ORO, DÍA<br />

sí su lierna edad no se lo estorbara ; mas con la voluntad<br />

siempre se inclinaba á las cosas <strong>de</strong> piedad y <strong>de</strong>voción,<br />

frecnenlando las iglesias y apartándose <strong>de</strong>l bidíicio<strong>de</strong>l siglo<br />

y conversando mas con Dios qne con los hombres. Sui<br />

IMIÍÚ que el emperador Constancio mandó que lodos los<br />

bijos <strong>de</strong> los soldados viejos se escribiesen y pusiesen en<br />

la lisia para la guerra. Y puesto caso que Martin se pretendió<br />

excusar, no le fué posible ; porque su mismo padre<br />

lo <strong>de</strong>scubrió, y así fué forzado á lomar las armas, é<br />

irá la guerra, llevando consigo un criadoá quien tralaba<br />

nó como á criado sino como á compañero , sirviéndole<br />

lanío como era servido <strong>de</strong> él, <strong>de</strong>scansándole y limpiándole<br />

los vestidos y dándole á comer en la mesa. Guardóse<br />

con gran cuidado <strong>de</strong> los vicios que comunmente acompañan<br />

á los soldados; el Iralamiento <strong>de</strong> su persona era<br />

llano y mo<strong>de</strong>rado, y mas parcela <strong>de</strong> monge que <strong>de</strong> soldado,<br />

era muy sufrido y muy caritativo, socorría las necesida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> cada uno como podia , consolaba con gran<br />

caridad y gracia á los afligidos, visitábalos enfermos,<br />

reparlia liberalmeníe lo que tenia á los pobres, y particularmente<br />

se enlernecia cuando vela alguno <strong>de</strong>sabrigado<br />

y <strong>de</strong>snudo, y en este género <strong>de</strong> piedad fué notable un<br />

ejemplo que nos <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> su gran misericordia ; y fué así,<br />

que estando un dia <strong>de</strong> invierno en compañía <strong>de</strong> otros soldados<br />

á la puerta <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Amiens (que es cabeza<br />

<strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Picardía en Trancia ), vino un<br />

pobrecito <strong>de</strong>snudo, temblando y tirilando <strong>de</strong> frió, pidiendo<br />

alguna limosna para abrigarse ; y como los <strong>de</strong>más soldados<br />

no le socorriesen , Martin , entendiendo que Dios le<br />

enviaba aquella ocasión para merecer ; no teniendo otra<br />

cosa que dar al pobre, sacó én espada <strong>de</strong> la vaina y cortó<br />

por medio la clámi<strong>de</strong> y vestidura militar que llevaba, y<br />

dió una pai te <strong>de</strong> ella al pobre, y con la otra parle lo mejor<br />

que pudo se cubi ló. D¡ó esíe becbo mucho que reir á<br />

los hombres livianos y vanos; y qne llorar y materia <strong>de</strong><br />

compungirse á los cuerdos y graves. Vióse también cuán<br />

agradable babia sido á Dios aquella obra ; porque la noche<br />

siguiente le apareció Cristo nuestro Señor cubierto con<br />

aquel pedazo <strong>de</strong> capa, diciéndole que mirase bien si<br />

aquella era la vestidura que él habla dado un dia ánles al<br />

pobre; y volviéndoso á una muchedumbre <strong>de</strong> ángeles<br />

que le acompañaban , con voz alia les dijo: Martin, siendo<br />

aun calccúim'no, me ha cubierto con osla vostidm a.<br />

Tanto estima el Señor lo que se hace con el pobre por<br />

su amor, y tan bien paga cualquier servicio que se le<br />

hace. No se <strong>de</strong>svaneció Martin con este favor <strong>de</strong>l Señor;<br />

antes reconociendo y magnificando masía gracia <strong>de</strong>l cielo,<br />

se <strong>de</strong>terminó á relirarsc á vida perfecta i y mientras<br />

que no podia romper las ca<strong>de</strong>nas que le tenían con el<br />

cuerpo en el siglo , vivir con el corazón y con el <strong>de</strong>seo<br />

en el cielo; y así lo hacia. Mostróse bien que Dios le<br />

guiaba y le tenia <strong>de</strong> su mano ; porque militando en el<br />

ejército <strong>de</strong> Juliano Apóstata , primo hermano <strong>de</strong> Constancio<br />

, emperador, y habiendo entrado los alemanes con un<br />

po<strong>de</strong>roso ejército en Francia , pidió Martin licencia para<br />

<strong>de</strong>jar las armas y recogerse: y atribuyendo esto Juliano<br />

á cobardía y al temor <strong>de</strong> la batalla que el dia siguiente<br />

se habla <strong>de</strong> dar á los enemigos; Martin con gran<strong>de</strong> ánimo<br />

le respondió que para que entendiese si el pedirle lice. cia<br />

nacia <strong>de</strong> <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> servir á Dios ó <strong>de</strong> temor, que el estaba<br />

ni otra arma alguna , sino <strong>de</strong> la señal <strong>de</strong> la santa cruz, y<br />

con ella armado entrar por medio <strong>de</strong>l escuadren <strong>de</strong> los<br />

enemigos. Enojado Juliano <strong>de</strong> estas palabras, y pnreciéndole<br />

que eran <strong>de</strong> soldado fanfarrón, It; mandó pren<strong>de</strong>r<br />

para el dia siguienle ponerle <strong>de</strong>sarmado al encuen'.ro <strong>de</strong><br />

los enemigos. Mas estando todos suspensos é interpretando<br />

cada uno según su afecto este hecho y aguardando el<br />

suceso,, luego á la mañana vinieron embajadoies <strong>de</strong> los<br />

alemanes pidiendo paz á Juliano , y sujetándose á su<br />

obediencia : lo cual se atribuyó á la sanlidad y á las oraciones<br />

<strong>de</strong> san Martin , que alcanzaron <strong>de</strong> Dios que li ocase<br />

los corazones <strong>de</strong> aquellos bárbaros, y diese una tan señalada<br />

victoria, sin sangre, á Juliano para librar suavemente<br />

á Martin <strong>de</strong>l peligro que pudiera tener entre las espadas<br />

y lanzas , aunque <strong>de</strong> ellas le podia librar con su<br />

brazo po<strong>de</strong>roso. Despidióse <strong>de</strong> ta guerra san Martin: y entendiendo<br />

que el bienaventurado san Hilario, obispo <strong>de</strong><br />

Poiliers, ílorecia en doctrina y sr.nlid!;d , se li;é á él y so<br />

le dió por discípulo, <strong>de</strong>seando ser guiado por su mano y<br />

llevado á la perfección. Quiso san Hilario or<strong>de</strong>narle <strong>de</strong><br />

diácono; y él nunca lo consinüó , teniéndose por indigno;<br />

y al fin le hizo exorcista, y san Martin lo acopló<br />

por ser oficio (aunque.eclesiástico) nó <strong>de</strong> tanta honra y<br />

estima. Estando en esto, tuvo revelación <strong>de</strong> Dics <strong>de</strong> volverá<br />

su palria, para ayudará sus padres que lodav.a<br />

eran idólatras ; y él por obe<strong>de</strong>cer al Señor bajó la cabeza,<br />

y lomando la bendición <strong>de</strong> san Hilario, con muchas lágrimas<br />

<strong>de</strong> ambos se <strong>de</strong>spidió <strong>de</strong> el y <strong>de</strong> los oíros compañeros<br />

, avisándoles que en aquella jornada había <strong>de</strong> teiKT<br />

gran<strong>de</strong>s trabajos y dilicnlla<strong>de</strong>s.<br />

No se engañó; porque al pasar los Alpes cayó en manos<br />

<strong>de</strong> ladrones, que le quisieron malar, y uno <strong>de</strong> ellos habiu<br />

ya alzado la espada para <strong>de</strong>scargarla en la cabeza <strong>de</strong>l sanio;<br />

pero fué <strong>de</strong>tenido, por voluntad <strong>de</strong>l Señor, <strong>de</strong> oleo qiiu<br />

no era tan inhumano; y en efecto, le prendieron y le alaron<br />

para <strong>de</strong>spojarle. Preguntado quién era y si tenia miedo;<br />

respondió que era cristiano y que nunca babia oslado<br />

mas seguro y con menor temor; porque sabia que en los<br />

mayores peligros está Dios mas presente para ayudar á los<br />

que confian en él. Pudo tanto el ejemplo <strong>de</strong> su constancia,<br />

y con las palabras que dijo á uno <strong>de</strong> aquellos salieadores,<br />

que se convirlió y st; hiz:) religioso, y fué el que<br />

contó lo que en aquel Irancc los había pasado con san<br />

Marlin.<br />

Siguiendo su camino y pasando á Milán, se le apareció<br />

el <strong>de</strong>monio en forma humana y le preguntó á dón<strong>de</strong> iba.<br />

El sanio le respondió que iba don<strong>de</strong> le llevaba Dios. Entonces<br />

el <strong>de</strong>monio le replicó: Do quiera que lú vayas y<br />

cualquiera cosa que tú emprendas, ten por cierto que el<br />

<strong>de</strong>monio te será conlrario. Aquí san Marlin dijoaquel verso<br />

<strong>de</strong>l Profeta: Dominus mihi udjulor: non timebo quid fucúil<br />

mihihomo: El Señor es mi ayudador, y por eso no temeré<br />

loque el hombre pueda hacer contra mí: y diciendo esl;;s<br />

palabras, el engañador súbitamente <strong>de</strong>sapareció. Llegado<br />

á su patria, procuró con gran<strong>de</strong> cuidado reducir á sus padres<br />

al conocimiento y amor <strong>de</strong> Dios verda<strong>de</strong>ro; y la madre<br />

se convirtió, y su padre se quedó en su ceguedad y<br />

dureza, con no poco senlimienlo <strong>de</strong>l sanio hijo, aunque<br />

Dios le consoló con otros muchos, que por sus exhortaciones<br />

y ejemplos entraron por las <strong>de</strong>rechas sendas <strong>de</strong> nuestra<br />

aparejado el dia siguiente <strong>de</strong> ponerse al punió <strong>de</strong> la<br />

santa religión.<br />

balaba <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la vanguardia , sin ro<strong>de</strong>la ni celada, También pa<strong>de</strong>ció mnebo en esta jornada por la <strong>de</strong>fensa

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