Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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garfios de hierro: abrasaron sus costados con hachas encendidas
; y cuanto mas le alormentaban , tanto él mostraba
mayor alegría , y como si estuviera entre flores y
rosas, cantaba aquel verso de David, que dice ! «Alabaré
al Señor en todo tiempo ; siempre de mi boca saldrán sus
loores.» Los verdugos despedazaban las carnes del santo;
y él cantaba como si no fuera él, sino otro, el que padecia
aquellos fieros tormentos. Finalmente, fué condenado á ser
quemado ; hizo la seflal de la cruz en la frente, y en todo
su cuerpo, y con grande alegría y regocijo entró en el fuego.
Vio á un amigo suyo llamado Cleónico , que lloraba,y
díjole : Cleónico, yo te aguardo; date priesa y sigúeme j
y cercado por todas partes de las llamas , alabando á la
santísima Trinidad, dio su sanio espíritu en paza! que le
habia criado, y su alma fué vista subir al cielo, como una
luz resplandeciente. Su sagrado cuerpo tomó una devola
mujer llamada Eusebia , y con preciosos ungüentos lo envolvió
en una sábana y lo enterró en su casa lo mejor que
pudo, en la ciudad do Euchayta, que está debajo de Amasea,
su metrópoli. Fué el martirio de san Teodoro á los 9
de noviembre del afiodel Señor de 304. Fué esle glorioso
mártir muy célebre, y tenido en gran veneración en lodo
Oriente por las señaladas victorias que algunos emperadores
alcanzaron de los bárbaros por su intercesión. Por esto
edificaron templos, é iban los fieles en romería al cuerpo
de san Teodoro á la ciudad de Euchayta : y en Roma también
se le edificó iglesia, que hoy dura y es tllulodc cardenal
diácono. El martirio de san Teodoro escribió el .Metafrasle
y lo refiere Surio en el sexlotomo. Escribió Nectario,
arzobispo de Constanlinopla, una oración de san
Teodoro ; y otra san Gregorio HMMO , hermano del gran
Basilio, y en ella al cabo, hablando con el santo mártir, le
dice eslas palabras: « Aunque no sea posible que nuestros
ojos corporales te vean, pon los tuyos en nuestros sacrificios
y oraciones y ruega á Dios que nos oiga y que te oiga;
que mire por tn patria qne es la nuestra (porque la patria
del mártir es el lugar donde padece)pide al Sefior favor
para tus hermanos, parientes y amigos, que somos los
presentes ; y que nos defienda de nuestros enemigos, y
particularmente de los seilas bárbaros, que se arman contra
nosotros. Como soldado, pelea valerosamente en nuestro
favor; y como mártir, inlercede con libertad por nosotros
; porque, aunque estás en el puerto , bien sabps los
peligros de ios que navegan : alcánzanos que tengamos
paz para siempre, y que nos empleemos en servir al que
tú serviste, para que los enemigos fieros y bárbaros no
profanen los templos sagrados, y hagan caballerizas de los
altares. El haber gozado de quietud hasta aquí, conocemos
que no ha sido por nuestros merecimientos, sino por tus
oraciones; y por ellas mismas te suplicamos que nos guardes
en adelante.» Esto es de san Gregorio Niseno. Adviértase
que este santo mártir es llamado Tiro, que quiere decir
soldado bisoño, á diferencia de otro Teodoro también
mártir, que fué centurión ó capitán: llámase también Teodoro
Amaseno, porque murió en la ciudad de Amasca; y
Euchayta, por el lugar á donde fué trasladado su sagrado
cuerpo. En la ciudad de Venecia , dice el obispo Equilino,
que está el cuerpo de san Teodoro, mártir, en la iglesia
ileSan Salvador, que es de canónigos reglares; pero
no es el de este Teodoro, sino del otro centurión , que
murió en lleraclea y fué martirizado en tiempo de Licioio.
De san Teodoro, á mas de los autores que habe-
LA LEYKMU DE ÜUO.
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mos referido, hacen mención lodos los Martirologios.
SAN ORESTES, MÁam.—Fué natural de Capadocia, en
cuya ciudad , cuando la persecución de Diodeciano, sufrió
el martirio. Este fué del modo siguiente : habiéndole preso
los gentiles y denegádose á ofrecer incienso á los ídolos,
fue azotado de órden de Maximiano. Encerrado en una oscura
cárcel, no por esto desistió de su fé , por lo que lo
atravesaron los talones con unos clavos , y luego lo arrastraron
hasta á una disiancia de cuatro mil pasos de la ciudad
y allí espiró. Murió según Baronio el año 30i. San
Basilio el Grande profesaba una gran devoción á oste m;'rtir,
por manera que mandó edificar una iglesia en honor
suyo en la misma ciudad de Capadocia.
SAN ALEJANORO, MÁRTIR.—Era de Tesalónica, y vivía vn
la misma cuando estuvo en (lidia ciudad el emperador
Maximiano. Por disposición de éste quisieron obligarle á
inmolará los ídolos , á lo cual no solo se negó, sino que lo
execró como un gran crimen. Mas aun; habiéndole arrastrado
hasta donde se bailaba un altar de ídolos, se encendió
en santo zelo, y á pesar de hallarse presente el emperador,
pegó un puntapié al altar, y esle y los ídolos fueron
rodando por el suelo. Furiosamenle indignado Maximiano
con semejante acción , mandó que allí mismo fuese en seguida
degollado. Mas al levantar el verdugo la cucbilla
para herirle, se quedó parado y como aturdido. Reprendióle
el emperador por su torpeza , y él contestó que una
fuerza sobrenatural le impedia el uso de sus miembroü.
Alejandróse puso entonces en oración, y pasada una hora
fuéle cortada la cabeza, y voló su espíritu á Dios. Sucedió
esto el año 304.
SAN URSINO , CONFESOR.— Ignórase de dónde fué nalnral.
Según Galesinio , fué ordenado obispo de Bourgespor
el apóstol san Pedro y sucedió en el episcopado á sanAfrodisio.
El Martirologio romano dice, que fué ordenado en
Roma por los sucesores de los apóstoles, y enviado por
primer obispo de dicha ciudad. Fué esclarecido en virtudes,
y murió tranquilamente por los últimos años del siglo
l.
SANAGKIPINO, OBISPO v CONFESOR.—Gobernó la Iglesia
de Ñapóles en santidad. Sus milagros fueron tan numerosos,
que un contemporáneo suyo escribió todo un libro de
ello?, al cual se refiere muchas veces Fcrrario en su Catálogo
de los santos de Italia. El cardenal líarouio dico que
murió el año 200 de Jesucristo.
SAN BENIGNO, OBISPO T CONFESO».—Descendiente de una
familia distinguida de Irlanda, conoció la verdad de la religión
cuando el glorioso san Patricio fué á aquel pais, y
estuvo ho.-,pedado en casa de Benigno. Sintió éste luego
tanto aprecio y gratitud por el apóstol que le habia sacado
de las tinieblas del paganismo, que !e suplicó le permitiese
no separarse nunca de él. Desde entonces fué inseparable
de san Patricio en lodos sus trabajos apostólicos. Después
de la muerte de su santo maestro, y conforme á su predicción
i Benigno fué consagrado obispo de Armagh, cuj a
sede ocupó por espacio de diez años, muriendo en el siglo
V.
SANTA EUSTOLIA Y SANTA SOPATRA , VÍHOESES,—Eustolia
era una noble romana, que despreciando cuanto el mundo
tiene de mas seductor, hizo voto de castidad, y vivió religiosa
en Boma por espacio de algunos años. En el de o82
emprendió un viaje á Jerusalcn para visitar los lugares
santos. En ellos permaneció mucho tiempo arrobada en la