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ͻIA<br />
í),<br />
dioses, sino oliras ile sus manos; ¿con cuánla mas razón<br />
el pueltlo crisliano y escogido do Dios ha <strong>de</strong> tener iglesias<br />
y teinptos para adorar aquel Señor, que es verda<strong>de</strong>ro y<br />
solo Dios y monarca <strong>de</strong> todo lo triado? Y si en cada ciudad,<br />
bien or<strong>de</strong>nada, hay lugares públicos señalados para<br />
difercnles oficios, y en las casas principales varias oficinas<br />
para diversos servicios: ¿cómo en la república <strong>de</strong> la<br />
Iglesia, que con admirable disposición es gobernada <strong>de</strong><br />
aquel arlifice soberano, han <strong>de</strong> faltar lugares diputados y<br />
propios para (ra!ar con él y recibir los santos sacramentos,<br />
que son las fuentes <strong>de</strong> su misericordia y bondad? Y si<br />
David con tan gran<strong>de</strong> estudio y aféelo <strong>de</strong>seó edificar templo<br />
á Dios y colocar en él el arca <strong>de</strong>l Testamento, y <strong>de</strong>jó<br />
al rey Salomón, su hijo, tanta copia <strong>de</strong> oro y plata y do<br />
otros metales, para que lo labrase, y Salomón lo hizo con<br />
lan gran<strong>de</strong> magnificencia y suntuosidad, y lo <strong>de</strong>dicó con<br />
incrcible concurso <strong>de</strong> genle, número <strong>de</strong> sacrificios, suavidad<br />
<strong>de</strong> música, y admirable pompa y singular majestad<br />
(no siendo aquel templo mas qne una sombra y figura <strong>de</strong><br />
los templos que tenemos los cristianos), mny justo es que<br />
en la Iglesia católica baya templos consagrados á Dios, y<br />
que .sean muchos y suntuosos, y que so <strong>de</strong>diquen con<br />
gran<strong>de</strong> aparato , ceremonia y <strong>de</strong>voción , y sean acatados<br />
con aquella reverencia y veneración que á tan alta Majestad<br />
se <strong>de</strong>be.<br />
Eslos templos ha tenido siempre la santa Iglesia <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el tiempo <strong>de</strong> los apóstoles, y les da diferentes nombres,<br />
conforme á los fines para que se instituyeron. Llámalos<br />
«templos;» porque en ellos se ofrece sacrilicio á Diosen<br />
la sacrosanta misa, $ se representa ai eterno Padre aquel<br />
sacrificio sangriento y suavísimo que su Hijo bendhisimo<br />
le ofreció en la cruz por nuestros pecados: llámalos «oratorios<br />
ó casa <strong>de</strong> oración; » porque á etía vienen los fieles á<br />
orar y á abrir sus corazones al Señor, y poner <strong>de</strong>laníe <strong>de</strong><br />
él sus <strong>de</strong>seos, necesida<strong>de</strong>s y miserias, y suplicarle que las<br />
remedie, como padre y universal proveedor <strong>de</strong> todas sus<br />
criaturas: llámalos «basílicas, memorias ó martirios;»<br />
porque no menos sirven los templos para colocar y honrar<br />
en ellos las reliquias <strong>de</strong> los mártires y <strong>de</strong> los otros santos,<br />
y acudir á ellos con nuestros trabajos y tomarlos por nuestros<br />
abogados é intercesores, y ampararnos <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> su<br />
sombra y protección: llámalos «iglesias, concilios y conventos;<br />
« porque en ellos se junta el pueblo á oir la palabra<br />
<strong>de</strong> Dios, para ser enseñado y apacentado con los abundosos<br />
y saludables pastos <strong>de</strong> la doctrina evangélica; y así<br />
dijo el real profeta que Dios era glorificado en el concilio<br />
<strong>de</strong> los santo*. A mas <strong>de</strong> estos nombres, san Cipriano llama<br />
al templo «casa <strong>de</strong> Dios,» y lo mismo el concilio laodiceno;<br />
porque en él, como en su casa, resido Dios, y está no<br />
solamente por esencia, presencia y potencia, como en las<br />
otras parles, smo por un modo especial y divino, y como<br />
Rey soberano, que eslá sontadoen su Irono, dando audiencia<br />
y <strong>de</strong>spachando los negocios <strong>de</strong> todos los que vienen á<br />
él; y por otra manera mas sublime y admirable, qne es<br />
por su real y verda<strong>de</strong>ra presencia en el sacrosanto Sacramento<br />
<strong>de</strong>l altar, para compañía y consuelo <strong>de</strong> todos los fieles,<br />
y para que allí le recibamos y nos sustentemos con<br />
aquel pan celestial, y tengamos vida con nuestra vida y<br />
salud y fuerzas espirituales con los otros sacramcntos'que<br />
en esta casa <strong>de</strong>l Señor se nos administran. Mas porque en<br />
la primitiva Iglesia, con las persecuciones <strong>de</strong> los tiranos,<br />
no iwdian los rrblianos alzar cabeza ni salir al público, ni<br />
NOVIEMBRE.<br />
3il<br />
profesar seguramente su religión; érales necesario celebrar<br />
é santo sacrificio <strong>de</strong> la misa en casas particulares ó<br />
en cementerios <strong>de</strong> los mártires y en cuevas <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> tierra:<br />
y aunque tuvieron iglesias, eran pocas, y los emperadores,<br />
enemigos <strong>de</strong> Jesucristo y <strong>de</strong> toda religión, en sus<br />
edictos, y el pueblo pagano con su furor se las quemaban,<br />
asolaban y <strong>de</strong>struian: hasta que, queriendo el Señor dar<br />
paz á su Iglesia , convirtió milagrosamente al emperador<br />
Constantino, el cual se bautizó y recibió la fé <strong>de</strong> Ciisto por<br />
manos <strong>de</strong> san Silvestre, y quedó sano <strong>de</strong> la lepra que le<br />
atormentaba y afeaba, y tan trocado en el corazón, que en<br />
agra<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong> tan gran merced como Dios le habia hecho,<br />
no solamente dió licencia para que se le edificasen<br />
templos por todo su imperio, en los cuales Cristo fuese glorificado,<br />
sino que él mismo en su imperial palacio lalerano<br />
(qne era magnificentísimo) mandó labrar un templo suntuoso<br />
á nuestro Salvador, que hasta hoy se llama San Juan <strong>de</strong><br />
Letran, por la capilla que también allí se edificó á san Juan<br />
Bautista, en el lugar don<strong>de</strong> Constantino fué bautizado. Esto<br />
templo mandó labrar, y lo enriqueció <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s dones y<br />
vasos riquísimos <strong>de</strong> oro y plata , y lo adornó con imperial<br />
magnificencia, y en una pared do él se apareció una imagen<br />
que representaba muy al vivo al Salvador. Consagró<br />
esta iglesia el papa san Silvestre, y fué la primera que se<br />
consagró entre cristianoí. En ella puso el altar en que el<br />
apóstol san Pedro <strong>de</strong>cía misa, que era <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, á la manera<br />
<strong>de</strong> una arca hueca; y mandó que solos los romanos<br />
pontífices dijesen misa en él, y que los <strong>de</strong>más la dijesen<br />
sobre aliar <strong>de</strong> piedra y consagrada, y en memoria <strong>de</strong> este<br />
beneficio tan gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Señor, or<strong>de</strong>no que lodos los años<br />
se celebrase la <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> este templo, y es la que so<br />
celebra esto dia á 9 <strong>de</strong> noviembre. Y fué muy convenienle<br />
que esto se hiciese en toda la universal Iglesia; porque la<br />
iglt sia <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> Letran es madre y cabeza <strong>de</strong> todas<br />
las iglesias, <strong>de</strong> la cual dice san Pedro Damián estas palabras.<br />
«La iglesia <strong>de</strong> San Juan <strong>de</strong> Letran, así como tiene<br />
nombre <strong>de</strong>l Salvador, que es cabeza <strong>de</strong> lodos los escogidos,<br />
así es madre, cabeza y corona do todas las iglesias que hay<br />
en el mundo; es la cumbre <strong>de</strong> loda la religión cristiana, y<br />
en cierta manera iglesia <strong>de</strong> las iglesias y sanctus sanclorum.»<br />
Esto es <strong>de</strong>l car<strong>de</strong>nal Pedro Damián. Pues si cuando<br />
Moisés <strong>de</strong>dicó su tabernáculo hizo lan gran fiesta, y<br />
los príncipes <strong>de</strong> las tribus <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> Israel ofrecieron<br />
lautos y lan preciosos dones; y si todas tres veces que se<br />
<strong>de</strong>dicó el templo <strong>de</strong> Jerusalen, por Salomón, por Esdras<br />
y por los Macabeos, hubo tanto regocijo y se instituyó<br />
tiesta para celebrar cada año la memoria <strong>de</strong> su <strong>de</strong>dreacion,<br />
y nuestro Salvador no se <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñó <strong>de</strong> venir & ella;<br />
¡ con cuánto mayor cuidado <strong>de</strong>bemos los cristianos solemnizar<br />
la <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> nuestros templos, que son tanto mas<br />
excelentes que el <strong>de</strong>l Viejo Teslamenlo, cuanto va dol<br />
cuerpo á la sombra, <strong>de</strong> lo figurado á la figura, <strong>de</strong>l dia á la<br />
noche y <strong>de</strong> lo vivo á lo pintado? Y si la <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> algunas<br />
iglesias particulares tienen sus particulares fiestas y<br />
se celebran en aquellos lugares don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>dicaron; ¿con<br />
cuánta mas razón se <strong>de</strong>be celebrar en toda la Iglesia la<br />
<strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> aquel templo, que es templo <strong>de</strong> los templos,<br />
y el primero que tuvieron los cristianos, para ejercer públicamenle<br />
y sin temor ni recelo los oficios y misterios divinos,<br />
y que fué <strong>de</strong>dicado al Salvador <strong>de</strong>l mundo por un<br />
emperador lan po<strong>de</strong>roso y religioso, como fué Constantino,<br />
y consagrado por el papa san Silvestre, y dado por