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310 LA LEYENDA DE ORO<br />
<strong>de</strong>l alma , á la que ánlos ni habin querido ver con los<br />
ojos <strong>de</strong>l cuerpo. Eílando una noche durmiendo, le pareció<br />
que un hombre le avisaba que su hermana estaba vestida<br />
<strong>de</strong> lulo fuera <strong>de</strong> la Iglesia, y que en treinta dias continuos<br />
no habia comido. Despertó luego san Malaquías: y acordándose<br />
que en aquellos treinta (lias no habia dicho misa<br />
por su licrmana, entendió que la hambre que la atormentaba<br />
no era corporal, sino espirilua!, y tornóá hacer por<br />
ella los sufragios que habia interrumpido, y poco <strong>de</strong>spués<br />
Ja difunta, que estaba en el umbral <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong>lalglcsia,<br />
se apareció vestida como <strong>de</strong> antes <strong>de</strong> negro, y que no<br />
la <strong>de</strong>jaban entrar. Mas perseverando el santo hermano en<br />
ayudarla, sin <strong>de</strong>jar pasar mañana ninguna queno ofreciese<br />
alguna misa por ella, le tornó á aparecer con hábito<br />
blanquecino, y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la iglesia; mas no la <strong>de</strong>jaban llegar<br />
al aliar. Finalmente, no <strong>de</strong>jó <strong>de</strong>celebrarpor su hermana<br />
hasía que le apareció <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la iglesia y junto al aliar,<br />
vestida <strong>de</strong> blanco entre un coro <strong>de</strong> espíritus bienaventurados,<br />
que con la blancura y claridad daban á enten<strong>de</strong>r<br />
que aquella alma estaba purificada y admitida á la compafiía<br />
<strong>de</strong> los cortesanos <strong>de</strong>l cielo. De don<strong>de</strong> claramente se ve<br />
cuan gran fuerza y valor tiene el sacrosanto sacrificio <strong>de</strong><br />
la misa para borrarlos pecados y librar <strong>de</strong> las penas <strong>de</strong>l<br />
purgatorio las almas que purgan sus culpas en él y llevarlas<br />
al cielo á gozar <strong>de</strong> Dios. Gran<strong>de</strong> alegría recibió san<br />
Malaquías,por saberque su hermana habia llegado á puerto<br />
<strong>de</strong> salvación; y no fué menor la que recibió por haber<br />
un lio suyo <strong>de</strong>terminado hacerse religioso. Tenia este lio<br />
una abadía rica, que habia sido <strong>de</strong> un monasterio, fundado<br />
en un lugar llamad© Doncor, y <strong>de</strong>struido el monasterio<br />
por los bárbaros, y muerto en él y martirizado novecientos<br />
monges, había quedado la renta en manos <strong>de</strong> seglares,<br />
y últimamente venido á las manos <strong>de</strong>l lio <strong>de</strong> Malaquías: el<br />
cual se resolvió á <strong>de</strong>jarse á sí y su abadía en manos <strong>de</strong><br />
Malaquías, para susleolo <strong>de</strong> los religiosos que tenia consigo,<br />
que eran muchos.<br />
DlA<br />
Minera<br />
<strong>de</strong> vivir no eran hombres; sino (quitando el bautismo)<br />
bestias indómitas: pero no por esto se espantó, ni <strong>de</strong>jó<br />
<strong>de</strong> avisarlos, como padre en público, ni <strong>de</strong> exhorlarlos<br />
con lágrimasá cada uno en particular para domesticarlos,<br />
y <strong>de</strong> lobos hacerlos ovejas. Usaba <strong>de</strong> blandura con unos y<br />
<strong>de</strong> severidad con olios: y cuando eslo no bastaba volvíase<br />
á Diosen la oración, y acompañábala con profunda hiimildad<br />
y con rigurosas penitencias. Iba á pié y con mucho<br />
trabajo por los pueblos y por las al<strong>de</strong>as, para apacentar y<br />
curar aquel ganado, pa<strong>de</strong>ciendo en la vista <strong>de</strong> su obispiu!o<br />
iníinitas tribulaciones, afrentas é injurias <strong>de</strong> aquellos malos<br />
hijos, hambre, sed, frió, <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z y otras mil incomodida<strong>de</strong>s,<br />
bendiciendo al que le n alriccia y resistiendo con<br />
la paciencia á los malos Irafamienlos, rogando á nuestro<br />
Señor por los mismos que le perseguían : y tanto perseveró<br />
en llamar á la puerta <strong>de</strong> la misericordia <strong>de</strong> Dios, que al lin<br />
se la abrió, y por virtud <strong>de</strong>l Todopo<strong>de</strong>roso se ablandaron<br />
las piedia«y la barbaridad se mitigó, y pocoá poco aquellos<br />
corazones rebel<strong>de</strong>s y emper<strong>de</strong>nitfos se rindieron, y<br />
comenzaron á recibir los rayos <strong>de</strong> luz, y ¡adoctrina evangélica<br />
que el santo Ies predicaba. Después sucedió, que los<br />
bárbaros aquilones entraron poraquelta fierra, y la ciudad<br />
<strong>de</strong>Conerefch engran parle quedó .irruinada; <strong>de</strong> manera,<br />
que san Malaquías con sus religiosos (que eran ciento y<br />
veinte) se partió para el reino <strong>de</strong> Momonia, don<strong>de</strong> hizo un<br />
lindo monasterio á costa <strong>de</strong>l rey Comarco, con el cual (habiendo<br />
sido echado <strong>de</strong> su reino) el santo habia tenido antes<br />
gran<strong>de</strong> amistad. En esle monasterio, siendo san Malaquías<br />
obispo y maestro, como era para dar ejemplo á los<br />
<strong>de</strong>más, era el primero y el que iba <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> lodos en el<br />
trabajo y en la observancia déla regla. Servia, cuando lo<br />
tocaba, en la cocina y en el refectorio: y en el corono<br />
(pieria privilegio alguno haciendo su parle en cantar las<br />
antífonas, lecciones y en las ceremonias, como el menor<br />
<strong>de</strong>l convento. Moslrábase fan fervoroso zelador <strong>de</strong> la pobreza<br />
volunlaria, que puesto caso que habia juzgado ser<br />
conveniente que el convento tuviese bienes en común para<br />
su sustento; no permitía que los particulares tuviesen cosa<br />
propia ni contraria ala santa pobreza. Mas oslando san<br />
Malaquías ocupado en las cosas quehasta aquíhabemosreferido,<br />
sucedió la muerte <strong>de</strong> Celso, que era arzobispo <strong>de</strong><br />
Ardamaca, madre <strong>de</strong> todas las Iglesias <strong>de</strong> üibernia, y la<br />
mas ilustre y reverenciada <strong>de</strong> todas en la cual estuvo ^au<br />
Patricio, primer apóstol y padre <strong>de</strong> todas aquellas naciones,<br />
á cuyos sucesores, no solamente el resto <strong>de</strong>l clero y<br />
pueblo obe<strong>de</strong>cía,sino lodoslosolrosscñores, hasta losmismos<br />
reyes. Pusieron los ojos en Malaquías, para encomendarle<br />
aquella Iglesia <strong>de</strong> tanta preeminencia y dignidad; y<br />
el mismo Celso en vida le nombro.senaló y or<strong>de</strong>nó qne fuese<br />
Malaquías su sucesor, para corlar el hilo <strong>de</strong> un abuso<br />
que se habia introducido doscientos años ántes, con que<br />
aquella suprema dignidad sedaba siempre á los hombres<br />
<strong>de</strong> una familia; y cuando en ella no habia persona eclesiástica<br />
que la mereciese, dábanla á hombre lego <strong>de</strong> la<br />
misma familia. Por eslo juzgó Celso, que para corlar <strong>de</strong>l<br />
todo aquella mala raíz, y arrancar cosa tan perjudicial <strong>de</strong><br />
la Iglesia, no habia otro remedio, sino que Malaquías se<br />
encargase <strong>de</strong> aquella Iglesia. El santo rehusó cuanto pudo<br />
aquella carga, y nunca la quiso aceptar, hasta que le prometieron<br />
que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber allanado las muchas y gravísimas<br />
dificulta<strong>de</strong>s que en aquel negocio se le ofrecian, le<br />
<strong>de</strong>jarían volver á su primera Iglesia, y renunciar esta otra<br />
Aceptó el santo varón al lio <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> su disciplina, y el<br />
sitio <strong>de</strong> la abadía, para edificar en él. Mascomo'era amigo<br />
déla pobreza <strong>de</strong> Cristo, y en aquella sazón así convenia<br />
para la ediíicacion <strong>de</strong> los Geles, no quiso aceptarlas posesiones<br />
y fierras, sino que el pueblo diputase otro que tuviese<br />
cargo <strong>de</strong> aquella hacienda. En este lugar comenzó Malaquías<br />
con diez religiosos y algunos oficiales á poner mano<br />
en la obra ; lo cual se continuó, dando el santo maravi-<br />
}|oso ejemplo á sus companeros, <strong>de</strong> toda virtud, y siendo<br />
en vida y coslumbres una perfecta regla y claro espejo y libro<br />
abierto <strong>de</strong> gloriosa conversación. No pudo sufrir esto<br />
el común enemigo, é incitó á un familiar <strong>de</strong> su casa por<br />
nombre Maleo, que estaba enfermo, para que entrando san<br />
Malaquías á visitarle (como solia), le atravesase uncuchillo<br />
por el cuerpo y le quitase la vida. Tuvo aviso <strong>de</strong> ello o!<br />
sanio padre, é hizo oración. Entró en el aposento <strong>de</strong>l enfermo^<br />
con la señal <strong>de</strong> la cruz le sanó déla enfermedad<br />
<strong>de</strong>l cuerpo, y <strong>de</strong> los malos pensamientos <strong>de</strong> su alma.<br />
Yacó la Iglesia <strong>de</strong> Conerelch, que estaba cerca <strong>de</strong>l monasterio<br />
<strong>de</strong> Doncor, y <strong>de</strong> común consentimiento eligieron á<br />
san Malaquías por obispo: y aunque él lo repugnó, é hizo<br />
cuanto pudo para no serlo, alcabo bajó la cabeza y obe<strong>de</strong>ció<br />
á sus legítimos superiores, Celso é Imario, que se lo<br />
mandaron siendo ya <strong>de</strong> casi treinta años. Comenzó á ejercitar<br />
el oficio pasloral con gran<strong>de</strong> espírilu, fervor y vigilancia;<br />
mas halló que aquellos hombres en súfralo y ma-