27.08.2017 Views

Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

302 LA LEYENDA DE ORO.<br />

vueslros pobrecilos siervos y miserables hermanos; y <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

vuestro triunfal palacio, mirad este triste valle <strong>de</strong> lágrimas<br />

en que vivimos. Peleado habéis y sufrido gran<strong>de</strong>s<br />

batallas, y salido <strong>de</strong> ella&con victoria ; pues ayudad á los<br />

que ahora peleamos, para ser con vosotros vencedores. IR<br />

el puerto estáis; no <strong>de</strong>samparéis á los que al presente nos<br />

hallamos en las tonnenlas y peligros en que vosotros muchas<br />

veces os hallasteis. Estáis en la patria y gozáis <strong>de</strong><br />

Dios : socorred á los que todavía estamos <strong>de</strong>sterrados y vamos<br />

peregrinando, para llegar á esa eterna morada. Ya<br />

tenéis vuestra cosecha llena, colmada y abundante: favoreced<br />

á los que ahora siembran con lágrimas, para recoger<br />

con alegría. Carne nuestra sois y huesos <strong>de</strong> nuestros<br />

huesos: probado habéis nuestra flaqueza, y el po<strong>de</strong>r, astucia<br />

y braveza <strong>de</strong>l común enemigo; pues apiadaos <strong>de</strong> nosotros,<br />

y suplicad al común Señor que nos dé gracia para<br />

pelear con él <strong>de</strong> tal manera, que merezcamos llegar á ese<br />

puerto <strong>de</strong> tranquilidad y dulcísima patria nuestra, y recibir<br />

la corona y el copiosísimo fruto <strong>de</strong> nuestros pequeños<br />

trabajos. De la <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> esta fiesta <strong>de</strong> Todos los Santos,<br />

hacen mención el Martirologio romano y lodos los<br />

<strong>de</strong>más, y <strong>de</strong> ella hay algunos sermones, con nombre <strong>de</strong><br />

san líernardo, y <strong>de</strong> Pedro Damián. De la gloria <strong>de</strong> los<br />

santos , escriben muchos autores, y especialmente el<br />

P. Fr. Luis <strong>de</strong> Granada en diversos lugares <strong>de</strong> sus obras,<br />

y trata esta materia con el espíritu, doctrina y elocuencia<br />

que suele las <strong>de</strong>más.<br />

* <strong>Los</strong> SANTOS CESARIO T JI'UAN, MÁRTIBES.—La barbarie<br />

habia inlroducido en Terracina ciudad <strong>de</strong> Italia, la impía<br />

costumbre <strong>de</strong> sacrificar á Apolo, divinidad tutelar <strong>de</strong><br />

aquella ciudad un jóven que hacia voluntariamente el sacriflcio<br />

<strong>de</strong> su vida. Algún tiempo antes los conciudadanos<br />

le obsequiaban mucho, y adornado <strong>de</strong>spués con magnificencia,<br />

hacia <strong>de</strong> csle modo un sacrificio al Dios, precipitándose<br />

<strong>de</strong>spués al mar don<strong>de</strong> era tragado por las olas.<br />

En ocasión en que se celebraba una <strong>de</strong> estas ceremonias<br />

tan horrorosas, llegó Cesario <strong>de</strong> África en Terracina y lleno<br />

<strong>de</strong> fé y celo, con<strong>de</strong>nó abierlamcnle una tan abominable<br />

supersiicion. Luego fué mandado pren<strong>de</strong>r por el sacerdote<br />

<strong>de</strong>l ídolo , y entregado al gobernador. Muchos<br />

dias estuvo en la cárcel, y <strong>de</strong>spués metido en un saco<br />

junto con el presbítero Julián, fueron arrojados al mar. El<br />

afio 300 y reinando Diocleciano se ejecutó la mencionada<br />

sentencia.<br />

S VN BENIGNO, MÁRTIR.—Fué discípulo <strong>de</strong> san Policarpo,<br />

obispo <strong>de</strong> Esmirna, quien lo envió á las Gallas á predicar<br />

el Evangelio. Primeramente ejercitó su zelo en Aulun,<br />

don<strong>de</strong> bautizó á Fausto, padre <strong>de</strong> san Sinforiano; daspues<br />

pasó á Langres y <strong>de</strong> aquí se dirigió á Dijon. Parece que<br />

san Policarpo le habia conferido antes el sacerdocio. Sus<br />

trabajos apostólicos produjeron en todas partes excelentes<br />

resultados; pero le costaron también el sacr ificio <strong>de</strong> su vida.<br />

Dícese que fué <strong>de</strong>scoyuntado por medio <strong>de</strong> poleas;<br />

azotado con látigos; sus uñas taladradas con lesnas; le<br />

sellaron los piés con plomo <strong>de</strong>rretido; y que al fin lo encerraron<br />

con unos perros rabiosos, don<strong>de</strong> golpeándole el<br />

cuello con unas barras <strong>de</strong> hierro, y atravesándole con una<br />

lanza, entregó su espíritu á Dios. Su martirio sucedió en<br />

el siglo H.<br />

SANTA MARÍA, MÁRTIR.—Era esclava <strong>de</strong> un tal Tertulio,<br />

senador romano. Des<strong>de</strong> su infancia era cristiana, siendo<br />

la única en la casa, que conocía el Evangelio. <strong>Los</strong> dias<br />

DIA I .<br />

que consagraban-los paganos á sus tiestas, los santificaba<br />

principalmenter con el ayuno. Sus prácticas <strong>de</strong>volas lo<br />

acarrearon: la aversión <strong>de</strong> su señora ; pero su exactitud y<br />

fi<strong>de</strong>lidad en cumplir con sus <strong>de</strong>beres hicieron que su dueño<br />

la <strong>de</strong>fendiese y la quisiese. La persecución <strong>de</strong> Diocleciano<br />

estaba entonces en lodo su auge. Tertulio procuró<br />

por medios suaves hacer conocer á María el peligro quo<br />

corria sino obe<strong>de</strong>cía al mandato <strong>de</strong> adorar á los dioses; y<br />

viendo que nada a<strong>de</strong>lantaba con sus amenazas , la hizo<br />

azotar cruelmente para ver si <strong>de</strong> este modo se evitaba el<br />

que su esclava fuese <strong>de</strong>latada al prefecto y perdida. Después<br />

<strong>de</strong> esto la hizo encerrar en una oscura cárcel, don<strong>de</strong><br />

permaneció treinta dias sin lomar mas alimento que el<br />

preciso para no morir <strong>de</strong> hambre. Entre tanto llegó á noticia<br />

<strong>de</strong>l juez esta ocurrencia, y llamó á su tribunal á María.<br />

En el interrogatorio contestó la santa con mo<strong>de</strong>stia,<br />

pero con entereza ; y el pueblo que se hallaba presente,<br />

pidió su sangre. El juez mandó entonces que fuese entregada<br />

á los verdugos, los cuales la atormentaron tan inhumanamente,<br />

que el mismo pueblo que poco ánles exigía<br />

su muerte, no pudo contemplar aquel horrible espectáculo,<br />

y pidió á gran<strong>de</strong>s gritos quo se le pusiese término.<br />

Suspendióse la tortura, y María quedó bajo la custodia do<br />

un soldado; pero alarmada luego su pureza con aquel peligro,<br />

procuró escaparse, y fué á escon<strong>de</strong>rse entre unas<br />

rocas, don<strong>de</strong> <strong>de</strong>spués acabó su vida el año 302.<br />

SAN DACIO, SAN CESÁREO Y CINCO COMPAÑEROS, MÁRTIRES.<br />

—Eran <strong>de</strong> Damasco, en cuya ciudad <strong>de</strong>rramaron su sangre<br />

por te fé con un glorioso martirio, durante la persecución<br />

<strong>de</strong>l emperador Dccio, á mediados <strong>de</strong>l siglo 111.<br />

<strong>Los</strong> SANTOS JUAN Y SANTIAGO, MÁRTIRES.—Juan era obispo,<br />

y Santiago presbítero <strong>de</strong> una ciudad <strong>de</strong> Persia, y por<br />

haber apartado á muchos <strong>de</strong> la supersticiosa adoración<br />

<strong>de</strong>l Sol con sus predicaciones y santos ejemplos, fueron<br />

presos por ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l rey Sapor, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> sufrir varios<br />

tormentos, los <strong>de</strong>gollaron. Su martirio fué en el siglo<br />

W.<br />

SANTA CIRENIA Y SANTA JULIANA, MÁRTIRES.—Durante la<br />

persecución <strong>de</strong> Maximiano, fué Cirenia presa por ór<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong>l prefecto <strong>de</strong> Cilicia, y no habiendo querido renunciar<br />

á su religión y adorar los dioses <strong>de</strong>l paganismo, le rasuraron<br />

la cabeza y la montaron en un asno. En esta humillante<br />

posición la pasearon por toda la ciudad <strong>de</strong> Tarsis,<br />

seguida <strong>de</strong> una turba <strong>de</strong> muchachos que la insultaban y<br />

golpeaban, y <strong>de</strong> algunos bufones y soldados qqe se mofaban<br />

<strong>de</strong> ella. Habiéndola <strong>de</strong>snudado en medio déla plaza,<br />

sepusoen oración, y el Señor cubrió milagrosamente su<br />

<strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z. Después <strong>de</strong> haberla hecho sufrir tantas indignida<strong>de</strong>s,<br />

la echaron en un horno encendido en compañía<br />

<strong>de</strong> Juliana, piadosa y santa mujer <strong>de</strong> la misma ciudad J y<br />

ambas consiguieron en la hoguera la gloriosa palma <strong>de</strong>l<br />

martirio.<br />

SA\ AUSTREMONIO, OBISPO.—Fué uno <strong>de</strong> los ilustres misioneros<br />

que llegaron á las Gallas á mediados <strong>de</strong>l siglo 111.<br />

Fundó y fué el primer obispo» <strong>de</strong> Auvernia', cuya silla<br />

se trasladó <strong>de</strong>spués á Glermonl. <strong>Los</strong> pormenores <strong>de</strong> su vida<br />

nos son <strong>de</strong>sconocidos, y Galesiniosolamente, dice quo<br />

fué mártir. San Gregorio <strong>de</strong> Tours habla <strong>de</strong> él en su libro<br />

De gloria confessorum.<br />

SAN MARCELO, OBISPO.—Nació en París, <strong>de</strong> mediana condición.<br />

Las virtu<strong>de</strong>s que ya le caracterizaron en su infancia<br />

fueron la pureza, la mo<strong>de</strong>stia, la dulzura, la caridad y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!