Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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dan mas salas tlehomus negar que alribuir: ú la manera
'ine san Dionisio , j aim el filósofo Platón, hablando tic las
[toi lecciones divinas , dicen que Dios no eslmeno sino sobre
Ijneno , que no es poderoso, sino sobre poderoso,
que no es sabio, sino sobre sabio ; á este modo nosotros,
cuando por las cosas bermosas que vemos , se levantare
micsíro corazón á contemplar la hermosura de la corle
del cielo entendamos que no es hermosa, sino sobre hermosa
, qnc no es resplaiKieciente , sn.o sobro resplandecietile;
y lo mismo debemos hacer en todas las cosas en
que nos deleitamos, para hacer diferencia del gusto del
cielo al de la tierra. Y para resumir en pocas palabras á
nuestro modo de entender la gloria de los símtos, hagamos
cuenla que nn hombre de muy lindo enlendimienío,
y de afecto cempuesto y moderado se pusiese atentamente
á trazar una vida quieta, sosegada, apacible, deleitable
y llena de lodos ios bienes que se pueden desear , y
exenla de todos los males que- la pueden inquietar y turbar
: si al paso qne esic homhre va trazando esta vida
bienavenlurada , ella se fuese haciendo, y Dios se la fuese
dando sin fallar punto de lo qne ét va imaginando y
desea, especialrnenlc si supiese que aquella vida para
siempre le h.i dp doiaren nn mismo tenor, sin alleracion
RÍ disminución , ni mengua , ni temor de perderla; ¡ qué
felicidad tendría este hombre , qnégozo, (piédeleite, (pie
alegría ! Pues infmilamenle. es mayor que este bien, el qne
llene cada uno de los santos en el cielo : porque la traza de
este bien y de su gloria , no la hizo hombre mortal, frágil
y íinito, que en su dibujo y modelo se puede engañar,
sino el mismo Dios, qne es sabiduría infalible \ y el objeto
do stl bienavenliiranza , y el que la ordenó ante lodos
los siglos , y quiso ser el donador y el don, el galardonadory
el ííalardon, el (pie corona y la coiona de todos
sus eseoííklos • j i como dice san Anselmo , el que mereciere
reinar con Dios, todo loque quisiere, será en el
cielo y en la tierra j y lodo lo qne no quisiere \ no será en
la tierra, ni en el cielo; porque la gloria no es otra cusa,
sino un perfectisimo cumplimienlo de la voluntad del justo
, y un gozo de todos los gozos, y un gnslo de lodos los
gustos, y un bien de lodos los bienes sin mezcla de algún
nal, y con seguridad qnc durará por toda la elc nidad ;
V esla seguridad es la cuarta cosa que arriba dijimos