Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-
DIA 1 . HÜbd v conver«ar con ellos como con coiupafieros, como (•on lu'nnanos, con amigos y miembi-os unidos de un mismo cuerpo con tan estrecha cal idad? ¿Qué será gozar de los mas altos espíritus y mas allegados á Dios, que son los serafines, y de la caridad de su contemplación, y del ardor ferventísimo de su amor? ¿Qué de los querubines donde están encerrados los tesoros de la sabiduría de Dios? ¿Quede los tronos y dominaciones, y de todos los oíros coros de los ángeles? ¿Qué de los sanios palriarcas? ¿Qué de los profetas ? ¿Qué del colegio de los doce apóstoles, que son los doce fundamentos y las doce puertas de aquella sania ciudad? ¿Qué de aquel ejército glorioso de los mártires, vestidos de ropas blancas, con sus palmas en las manos y con las insignias de sus victorias y triunfos? ¿Qué de aquella escuela de sapientísimos doctores, de perfectísimos prelados, de humildes y penitentes confesores, y de aquel coro mas blanco que la nieve de vírgenes purísisimas, y de la bienavenlurada compañía de las viudas y casadas y continentes? ¿Y finalmente de toda aquella muchedumbre de todas las almas escogidas de Dios, que desde el principio hasta el fmdel mundo en cualquier estado, condición y edad ha habido? Pues ¿qué será ver en su trono á la serenísima Reina de los ángeles, que solo ella hace coro por sí; porque no tiene par ni semejante? ¿Qué ver la santísima humanidad de Jesucristo, que preside so-- bre todos como rey y cabeza, y príncipe universal de todos los sanios, y está sentado á la diestra de la majestad de Dios culas alturas? ¿Qué será sobre todo eso ver las fiestas y triunfos que cada dia se celebran con los nuevos hermanos, que vencido ya el mundo y acabado el curso de su peregrinacion,eritrau á ser coronados con ellos? ¡O qué gozo se recibe de ver restaurarse aquellas sillas y edificarse aquella ciudad, y repararse los muros de aquella noble Jerusalen!' ¡Con cuátv alegres brazos los recibe toda aquella córle del cíelo, viéndolos venir cargados de los despojos del ene.nigo vencido! ¡Oh cuán dulcemente sabe entonces el fruto de la virtud, aunque en algún tiempo «margas sus raices! Dulce es la sombra después del resistero del medio dia: dulce la fuente al caminante cansado ; dulce el suefío y reposo al que mucho ha trabajado; pero mas dulce á los santos la paz después del peligro, y el descanso perdurable después de la fatiga de los trabajos de esta vida, como bien dice el P. Fr. Luis de Granada. Pero ¿ qué es todo esto que decimos, ó todo lo que podemos decir, con nuestra lengua de carne y tartamuda, de la gloria de los santos y de aquel sumo bien que solo los que le poseen le conocen? El cual mas es para ser considerado y contemplado con atenta y continua meditación, que no escrito; porque á las almas nobles y generosas nmguna cosa las enciende mas al menosprecio de la tierra y al aprecio y deseo del cielo, que la consideración de lo que hay eo él, y Dios ha aparejado para los que de veras le aman. 1 Para rastrear algo de esto , se puede tomar uno de tres caminos. U primero considerando la grandeza , el poder ex.stenca y riquezas infinitas del Rey soberano y oue aquella es su córte y palacio real, fabricado para manifestar su gloria en él, y honrar á lodos sus escogidos y ga ardonar los serv.cios que de ellos ha recibido porque si la medida de la grandeza y majestad de los reyes debe ser el resplandor de su gloria y de su córle; siendo Dios NOVÍEMBRE. . fS» todopoderoso, y el que con sola una palabra crió esta máquina tan admirable del mundo, ycouolra sola la puede destruir ; ¿qué tan grande pensamos que será la fiesta y el convite que tiene aparejado para manifestar su grandeza? ¿Qué tal será la obra en que concurren la omnipotencia del Padre, la sabiduría del Hijo , y la bondad dol Espíritu santo ? ¿ Donde la bondad quiere , U sabiduría ordena y la omnipotencia puede lodo aquello que quiere la infinita bondad, y ordena el infinito saber, aunque lodo esto sea uno en todas las divinas personas? Si la casa y la córte del rey Salamon de tal manera admiró y robó M corazón de la reina Sabá, que casi la sacó de sí , y la hizo perder los pulsos; ¿ qué será el palacio y corto del verdadero y pacífico Salamon, en'cuyo muslo está escrito: « Rey de los reyes y Sefior de los señores ? » Y si el rey Asuero celebró aquel solemnísimo convite en la ciudad de Susa con tanta opulencia y grandeza para descubrir por este medio á lodos sus reinos, SBS riquezas , tesoros y poder ; ¿ cuánto mas aventajado será aquel banquete real y divino que nuestro Dios , nó por espacio de cienlo y ochenta dias , como Asuero , sino de toda la e:ernidad, hace , para manifestar en él la inmensidad de sus riquezas , de su largueza , de su sabiduría , de su bondad, y juntamente para glorificar en el cielo á los que le honraron en la tierra?) Porque si aun acá en esta vida , que no es propiíi de galardón sino de trabajo, honra Dios tanto á sus sanios ; ¿ qué tai será la gloria que él tiene depulada para honrarlos y para ser honrado en ellos , y para pagar los servicios que le hicieron ? Porque Dios en todas las cosa&ha deserDios : Dios en honrará los santos : Dios en pagar ; y Dios en todo le demás;- y así la pnga que da, es el miímo Dios : porque no hgy otra que sea digna de los trabajos que con su gracia tomaron los sanios por su servicio. Y si la magnificencia del Señor es tan copiosa , que ha dado lanías diferencias de cosas indiferentemente á los justos é injustos ; ¿ qué bienes tendrá guardados para solo los justos ? Quien tan graciosamente dió á todos ta común posesión de este mundo sin deberlo ; ¿ qué tesoros dará á quien los tuviere debidos? Quien tan liberal es en hacer mercedes ; ¿ cuánto mas lo será en pagar servicios? Y si en esta'cárcel provee á todos con tanta abundancia ; ¿qué hará con sus escogidos en su palacio real ? Y si en este dia de lágrimas tanto nos consuela ; ¿ qué hará en el dia regocijado de las bodas? espirilualmenfe considerado lo que esta gloria cuesta al hombre, y mucho mas lo que cosió á Dios; porque al hombre le cuesta todo cuanto tiene : cuéstale llevar perpetuamente su crui, abnegar su voluntad, y mortificar los apetitos de su carne, hacer divorcio con todos los gustos y deleites contrarios á la ley de Dios , y ofrecérsele eo sacrificios y holocausto. Y con hacer el hombre de su parle todo cuanto puede, dice Dios, que le da la gloria de balde ; y así dice por san Juan : « Yo soy principio y fin de las cosas : yo daré al que tuviere sed á beber agua de vida de balde. » Pues ¿qué bien será aquel, por el cual tanto nos pide Dios , y después de lodo esto dado, dice, que nos lo da de balde? ¿Qué bien será el que compró san Juan Bautista con tan larga y áspera penitencia de toda la vida, y con su muerte, dando su cabeza por predicar la verdad? ¿El bien que compró san Pedro con su cruz , san Pablo con su langre,
3 JO o ¡iinanicriib't'i uiárlii es ( de há cuates unos fueron upedreados, oli os aserrados, otras asados , oíros desollados, y iodos eiiei.Miüainealc consumidos y acabados ) con exquisitos y atrocísimos géneros de lormenlos y mueties; si después de haln'r padecido lo (jue padecieron se les dió este bien de balde? Porque, mirando lo que nuestras ulnas por si valen, y KÓ por el valor que tienen por parte de la i;i'acia , no pueden llegar á merecerlo : y poi que es, tan grande y tan uunenso, que por muclio (pie se dé por él de mies'.ra parte, parece quQ el que lo compra lo llave de balde. I'eroaiia muclio mas si; ceba de ver la grandeza de la gloria do los sanios par e] [n ecio que , para dársela, quiso Dios, que es la sangre y muerte de su bendilo Hijo : de manera que por la muerte de Dios se da ; I hombre vida de Dios : por las tristezas de Dios, alegría de Dios ; y por buber estado Dios desnudo entre dos ladrones en una cruz, seda al hombre que esté vestido de gloria entre los coros de los ángeles. ¿ Pues qué bien será e| que se compró con un precio tan precioso é inrslimalilc? ¿Y qué gloria la que se compro con la ignominia de la cruz del unigénilo Hijo de Dios ? No hay cosa (pie así nos declare la grandeza de aquel sumo é infinito bien , como él precio inünito que por él se dio: por lo cual nneslias obras (que de su cosecha no tienen valor) le cobran y meiecen la vida eterna. Y esta es la primera manera de estimar su grandeza é inmensidad. Otra manera es por los males que en esta vida padecemos : los cuales y todos los oUus que se pueden imaginar, están deslerrados de aquella bienaventurada y gloriosa eternidad. Las miserias y ( alamidades de esta vida, frágil y mortal , son tan grandes y tan sin cuento , que ellas mismas nos predican la felicidad y la gloria de la otra que esperamos. í.a pobreza, la enfermedad, la Iri.-leza, la infamia, la muerte, el dolor, los agravios , injusticias, peligros, desastres, y linalmente el diluvio de desventuras y miserias que por todas partes nos cercan , no son sino unos despertadores, y como unas voces del cielo que nos avisan que no es esla nuestra patria, sino lugar de destierro, valle de lágrimas y cárcel oscura y penosa, en que vivimos ; ó por mejor decir , cada dia morimos basta que lleguemos á aquella verdadeia vida que, es vida vital: porque de esla vida presento dice el glorioso padre san Agus'in estas palabras : «Mucho me cansa, Señor, esta vida , y me angustia esta prolija y triste peregrinación. Mas ¿por (pié la llamo yo vida y no mueríe ; pues es vida falsa y muerle verdadera ? Esta vida es vida miserable, vida frágil, vida incierta, trabajosa, inmunda , señora de pecadores y reina de ios soberbios , llena de afanes y de engaños, y"que mas se puede llamar muelle que vida; pues cada momento morimos , y con los acaecimientos varios de esla nuestra mutabilidad cada hora nos acabarnos con diversos linajes de muerte. ¿ Cómo podemos llamar vida a esla que vivimos; pues los humores la alteran, los dolores la enflaquecen , ios calores la secan , el aire la inficiona , el aiánjar la corrompe , el ayuno la faliga, los placeres la traslornan, los pesares la consumen, el cuidado la ahoga, la seguridad la destruye, las riquezas la levantan, la pobreza la derriba , la juventud la desvanece, la vejez la allige, !a enfermedad la quebranta , la triste/;» la acaba, y á todas estos males sucede la muerte furiosa por remate y fin de todos Jos contentos de esta frágil y miserable vida ; de manera, que cuando se acaba , parece LA LMtWA UE OKO. DÍA 1. que no ha sido? Esta tal vida , nnierle viva se puede llamar, ó vida mortal. ¡ O vida que el Señor ha aparejado á los que le aman, vida vital, vida bienaveulurada , vida segura, vida tranquila, vida hermosa, vida limpia, vida casta, vida sania, vida que no sabe que es muerle ni tristeza, vida sin mancilla, sin dolor , sin congoja y corrupción, sin turbación , sin variedad y mudanzas , vida llena de lindeza y majestad : donde no hay enemigo que persiga, ni flaqueza de carne que ablando , sin algiiu temor, y un día eterno , y uno el espíritu de lodos : en donde Dios cara á cara se ve, y con esle suavísimo manjar de vida el alma se harta sin hastio I « Hasta üquí son palabras de san Aguslin. De suerte que todos los males y molestias de esla vida nos deben ser motivos y esiímulos para desearla otra, y anhelar áella como á puerto seguro, adonde no llegan las alteraciones y lormentas de esle mar lempesluoM), ni las miserias que en él lanío nos fatigan: y así los mismos males cuando los padecemos , nos deben consolar con la esperanza que se acabarán presto , y que sufridos con paciencia nos llevarán al lugar del descanso y alegría, donde no hay rastro ni memoria de aquellos ni de oíros algunos. Y no solamenle los males que sufrimos , sino también los bienes de que gozamos en esla vida nos pueden ser ÍUCCM'.ÍVO liara levantar el corazón á nuestra palria, y para conjeturar algo de la gloria y felicidad de los santos: y este es el tercer modo de que podemos usar , para considerarla y entender algo de ella : porque así como san Dionisio Arcopagita y los sagrados teólogos enseñan que hay dos maneras para conocer á Dios, una alirmaíiva que aliro.a y contiesa . (pie todas las perfecciones de ¡odas, las crialiii as están juntas con ¡nüiiila eminencia y ventaja en el Criador ; y otra negativa , que niega todas las perfecciones de Dios, y nó déla manera que uosolros las concebimos, y se las atribuimos, sino por otra manera mas alta, y muy diferente de lo que lodos los enlendimienlos pueden alcanzar; asi de la gloria de los bienaventurados, por una parle habemosdeapartar y negar lodo mal, y confesar quo no le hay ni lo puede haber eu ella; y por olí a atribuirla lodo el bien que se puede imaginar ó desear: y asi cuando el hombre esiá contento y se goza de tener vida, salud, fuerzas, hermosura , nobleza , cargos, estados , dignidades : cuando se deleita en la visia de cosas amenas y lindas, en oir músicas concertadas y de exceleuies voces, en oler cosas olorosas y suaves , en gustar las dulces y sabrosas, ea locar las blandas y delicadas : y mucho mas cuando el enleudimienlo se alegra por la especulación y conocimienlo de aquella serdad. y la voluntad por el amor y cumplimienlo de su deseo en alcanzar algún gran bien; de su mismo (onlenlo puede sacar el contento que tendrá en el cielo , donde lodos los contentos eslán juntos y amontonados en uno , y todas las cosas que acá nos lo dan , sin comparación y con infinitas venlajas allá son mas perteclas y mas excelentes y divinas : poique aquella vida es una vida sobre toda vida: una luz sobre toda luz , que no ven nuestro ojos: una hermosura sobre toda hermosura, que no alcanzan nuestros cnlcndiruí ules ; y una suavidad que sobrepuja loda suavidad , que, no alcim/.an nuestros sentidos: y por eslo todas las cosas que nosotros podemos entender, pensar ó imaginar de i.quella incomparable gloria ó bienav enturanza de los santos, son tan corvas y lan rateras y semejantes á las de acá, que con ver-
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o ¡iinanicriib't'i uiárlii es ( <strong>de</strong> há cuates unos fueron upedreados,<br />
oli os aserrados, otras asados , oíros <strong>de</strong>sollados,<br />
y iodos eiiei.Miüainealc consumidos y acabados ) con exquisitos<br />
y atrocísimos géneros <strong>de</strong> lormenlos y mueties; si<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haln'r pa<strong>de</strong>cido lo (jue pa<strong>de</strong>cieron se les dió<br />
este bien <strong>de</strong> bal<strong>de</strong>? Porque, mirando lo que nuestras<br />
ulnas por si valen, y KÓ por el valor que tienen por parte<br />
<strong>de</strong> la i;i'acia , no pue<strong>de</strong>n llegar á merecerlo : y poi que es,<br />
tan gran<strong>de</strong> y tan uunenso, que por muclio (pie se dé por<br />
él <strong>de</strong> mies'.ra parte, parece quQ el que lo compra lo llave<br />
<strong>de</strong> bal<strong>de</strong>. I'eroaiia muclio mas si; ceba <strong>de</strong> ver la gran<strong>de</strong>za<br />
<strong>de</strong> la gloria do los sanios par e] [n ecio que , para dársela,<br />
quiso Dios, que es la sangre y muerte <strong>de</strong> su bendilo<br />
Hijo : <strong>de</strong> manera que por la muerte <strong>de</strong> Dios se da ; I hombre<br />
vida <strong>de</strong> Dios : por las tristezas <strong>de</strong> Dios, alegría <strong>de</strong><br />
Dios ; y por buber estado Dios <strong>de</strong>snudo entre dos ladrones<br />
en una cruz, seda al hombre que esté vestido <strong>de</strong> gloria<br />
entre los coros <strong>de</strong> los ángeles. ¿ Pues qué bien será e|<br />
que se compró con un precio tan precioso é inrslimalilc?<br />
¿Y qué gloria la que se compro con la ignominia <strong>de</strong> la<br />
cruz <strong>de</strong>l unigénilo Hijo <strong>de</strong> Dios ? No hay cosa (pie así nos<br />
<strong>de</strong>clare la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> aquel sumo é infinito bien , como<br />
él precio inünito que por él se dio: por lo cual nneslias<br />
obras (que <strong>de</strong> su cosecha no tienen valor) le cobran y<br />
meiecen la vida eterna. Y esta es la primera manera <strong>de</strong><br />
estimar su gran<strong>de</strong>za é inmensidad.<br />
Otra manera es por los males que en esta vida pa<strong>de</strong>cemos<br />
: los cuales y todos los oUus que se pue<strong>de</strong>n imaginar,<br />
están <strong>de</strong>slerrados <strong>de</strong> aquella bienaventurada y gloriosa<br />
eternidad. Las miserias y ( alamida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> esta vida,<br />
frágil y mortal , son tan gran<strong>de</strong>s y tan sin cuento , que<br />
ellas mismas nos predican la felicidad y la gloria <strong>de</strong> la<br />
otra que esperamos. í.a pobreza, la enfermedad, la Iri.-leza,<br />
la infamia, la muerte, el dolor, los agravios , injusticias,<br />
peligros, <strong>de</strong>sastres, y linalmente el diluvio <strong>de</strong> <strong>de</strong>sventuras<br />
y miserias que por todas partes nos cercan , no<br />
son sino unos <strong>de</strong>spertadores, y como unas voces <strong>de</strong>l cielo<br />
que nos avisan que no es esla nuestra patria, sino lugar <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>stierro, valle <strong>de</strong> lágrimas y cárcel oscura y penosa, en<br />
que vivimos ; ó por mejor <strong>de</strong>cir , cada dia morimos basta<br />
que lleguemos á aquella verda<strong>de</strong>ia vida que, es vida vital:<br />
porque <strong>de</strong> esla vida presento dice el glorioso padre san<br />
Agus'in estas palabras : «Mucho me cansa, Señor, esta<br />
vida , y me angustia esta prolija y triste peregrinación.<br />
Mas ¿por (pié la llamo yo vida y no mueríe ; pues es vida<br />
falsa y muerle verda<strong>de</strong>ra ? Esta vida es vida miserable,<br />
vida frágil, vida incierta, trabajosa, inmunda , señora <strong>de</strong><br />
pecadores y reina <strong>de</strong> ios soberbios , llena <strong>de</strong> afanes y <strong>de</strong><br />
engaños, y"que mas se pue<strong>de</strong> llamar muelle que vida;<br />
pues cada momento morimos , y con los acaecimientos<br />
varios <strong>de</strong> esla nuestra mutabilidad cada hora nos acabarnos<br />
con diversos linajes <strong>de</strong> muerte. ¿ Cómo po<strong>de</strong>mos llamar<br />
vida a esla que vivimos; pues los humores la alteran,<br />
los dolores la enflaquecen , ios calores la secan , el aire la<br />
inficiona , el aiánjar la corrompe , el ayuno la faliga, los<br />
placeres la traslornan, los pesares la consumen, el cuidado<br />
la ahoga, la seguridad la <strong>de</strong>struye, las riquezas la levantan,<br />
la pobreza la <strong>de</strong>rriba , la juventud la <strong>de</strong>svanece,<br />
la vejez la allige, !a enfermedad la quebranta , la triste/;»<br />
la acaba, y á todas estos males suce<strong>de</strong> la muerte furiosa<br />
por remate y fin <strong>de</strong> todos Jos contentos <strong>de</strong> esta frágil y<br />
miserable vida ; <strong>de</strong> manera, que cuando se acaba , parece<br />
LA LMtWA UE OKO. DÍA 1.<br />
que no ha sido? Esta tal vida , nnierle viva se pue<strong>de</strong> llamar,<br />
ó vida mortal. ¡ O vida que el Señor ha aparejado<br />
á los que le aman, vida vital, vida bienaveulurada , vida<br />
segura, vida tranquila, vida hermosa, vida limpia, vida<br />
casta, vida sania, vida que no sabe que es muerle ni tristeza,<br />
vida sin mancilla, sin dolor , sin congoja y corrupción,<br />
sin turbación , sin variedad y mudanzas , vida llena<br />
<strong>de</strong> lin<strong>de</strong>za y majestad : don<strong>de</strong> no hay enemigo que persiga,<br />
ni flaqueza <strong>de</strong> carne que ablando , sin algiiu temor,<br />
y un día eterno , y uno el espíritu <strong>de</strong> lodos : en don<strong>de</strong><br />
Dios cara á cara se ve, y con esle suavísimo manjar <strong>de</strong><br />
vida el alma se harta sin hastio I « Hasta üquí son palabras<br />
<strong>de</strong> san Aguslin. De suerte que todos los males y molestias<br />
<strong>de</strong> esla vida nos <strong>de</strong>ben ser motivos y esiímulos para<br />
<strong>de</strong>searla otra, y anhelar áella como á puerto seguro,<br />
adon<strong>de</strong> no llegan las alteraciones y lormentas <strong>de</strong> esle mar<br />
lempesluoM), ni las miserias que en él lanío nos fatigan:<br />
y así los mismos males cuando los pa<strong>de</strong>cemos , nos <strong>de</strong>ben<br />
consolar con la esperanza que se acabarán presto , y que<br />
sufridos con paciencia nos llevarán al lugar <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scanso<br />
y alegría, don<strong>de</strong> no hay rastro ni memoria <strong>de</strong> aquellos ni<br />
<strong>de</strong> oíros algunos.<br />
Y no solamenle los males que sufrimos , sino también<br />
los bienes <strong>de</strong> que gozamos en esla vida nos pue<strong>de</strong>n ser<br />
ÍUCCM'.ÍVO liara levantar el corazón á nuestra palria, y para<br />
conjeturar algo <strong>de</strong> la gloria y felicidad <strong>de</strong> los santos:<br />
y este es el tercer modo <strong>de</strong> que po<strong>de</strong>mos usar , para consi<strong>de</strong>rarla<br />
y enten<strong>de</strong>r algo <strong>de</strong> ella : porque así como san<br />
Dionisio Arcopagita y los sagrados teólogos enseñan que<br />
hay dos maneras para conocer á Dios, una alirmaíiva que<br />
aliro.a y contiesa . (pie todas las perfecciones <strong>de</strong> ¡odas, las<br />
crialiii as están juntas con ¡nüiiila eminencia y ventaja en<br />
el Criador ; y otra negativa , que niega todas las perfecciones<br />
<strong>de</strong> Dios, y nó déla manera que uosolros las concebimos,<br />
y se las atribuimos, sino por otra manera mas alta, y<br />
muy diferente <strong>de</strong> lo que lodos los enlendimienlos pue<strong>de</strong>n alcanzar;<br />
asi <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong> los bienaventurados, por una<br />
parle habemos<strong>de</strong>apartar y negar lodo mal, y confesar quo<br />
no le hay ni lo pue<strong>de</strong> haber eu ella; y por olí a atribuirla lodo<br />
el bien que se pue<strong>de</strong> imaginar ó <strong>de</strong>sear: y asi cuando el<br />
hombre esiá contento y se goza <strong>de</strong> tener vida, salud, fuerzas,<br />
hermosura , nobleza , cargos, estados , dignida<strong>de</strong>s :<br />
cuando se <strong>de</strong>leita en la visia <strong>de</strong> cosas amenas y lindas, en<br />
oir músicas concertadas y <strong>de</strong> exceleuies voces, en oler<br />
cosas olorosas y suaves , en gustar las dulces y sabrosas,<br />
ea locar las blandas y <strong>de</strong>licadas : y mucho mas cuando el<br />
enleudimienlo se alegra por la especulación y conocimienlo<br />
<strong>de</strong> aquella serdad. y la voluntad por el amor y cumplimienlo<br />
<strong>de</strong> su <strong>de</strong>seo en alcanzar algún gran bien; <strong>de</strong> su<br />
mismo (onlenlo pue<strong>de</strong> sacar el contento que tendrá en el<br />
cielo , don<strong>de</strong> lodos los contentos eslán juntos y amontonados<br />
en uno , y todas las cosas que acá nos lo dan , sin<br />
comparación y con infinitas venlajas allá son mas perteclas<br />
y mas excelentes y divinas : poique aquella vida<br />
es una vida sobre toda vida: una luz sobre toda luz ,<br />
que no ven nuestro ojos: una hermosura sobre toda hermosura,<br />
que no alcanzan nuestros cnlcndiruí ules ; y una<br />
suavidad que sobrepuja loda suavidad , que, no alcim/.an<br />
nuestros sentidos: y por eslo todas las cosas que nosotros<br />
po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r, pensar ó imaginar <strong>de</strong> i.quella incomparable<br />
gloria ó bienav enturanza <strong>de</strong> los santos, son tan corvas<br />
y lan rateras y semejantes á las <strong>de</strong> acá, que con ver-