Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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OCTUBRE. 585
por espacio de una tara sin hacerle mas dafiü que espantarle
y darle lugar para que el judio hiciese lo que al íin
hizo; porque, entendido que. no era acaso lo que hacia la
serpiente, sino que era movida de aquel Señor, á quien todas
las erialuras obedecen , v que Jesucristo era verdadero
Dios, pues hasta las serpientes daban teslimonio de
su divinidad y grandeza, alzó los ojos al cielo y dijo: Jesiu'iislo,
guardador de lussiervos, líbrame de esta feroz
bestia; que yo te prometo de creer en tí, y recibir tu fé,
y enterrar los cuerpo? de tus amigos honradamente. Luego
que acabó de decir estas palabras, la serpiente le soltó,
como quien ya habia cumplido con su ministerio, y se fué
sin ser mas vista. El jmlío, volviendo en si, y considerando
lo que le habia smedido, se bautizó , y con algunos cristianos
enterró los santos, y edificó un templo sobre su sepnllura.
Pues ¿quién no admira y alaba al Señor por los modos
que tiene en honrar á sus santos y atraer á su conocimiento
y lé á sus enemigos? Una serpiente espantosa y horrible
defendió los cuerpos de esos gloriosos mártires: y la que
¡'mies daba muerte á los vivos y se cebaba en sus cuerpos,
ahora honra á los cuerpos muertos y los ampara para que
las fieras y aves de rapiiía no se apacienten de elloa, y
abraza y aprieta á un judío para que escupa el veneno de
la infidelidad y se abrace con Cristo, i O potencia del Crucificado
! ¡ O inmensa bondad del Seflor! ¿Qué hombre habrá
lan loco y ciego que no le glorifique, sirva y ame?
VA marlirio de estos gloriosos mártires fué á los 27 de octubre,
por los años del Señor de 303, imperando Dioclccianoy
Maximiano. Sucedieron en diversos liempos grandes
milagros, á los (pie juraban por el sepulcro de san Vicenlc
de Avila ; y por esta causa, y por la veneración en
que leuian á esle, santo, los católicos reyes don Femando
dió la libertad on prueba de estimación, y encargó á la
reina, que debia gobernar el estado en calidad de regenta,
que lomase siempre consejo de Frumencio y que se confiase
en todos los negocios á su capacidad. Entonces concibió
el santo aprovecharse del favor de que gozaba para
hacer conocer á los etíopes la religión de Jesucristo, y á
este efecto empezó protegiendo á lodos los mercaderes
cristianos que iban á aquellos países, suplicándoles que se
quedasen en él. Bluy pronto el cristianismo se hizo respetable
álos infieles, y entonces Frumencio se dirigió á Alejandría,
y suplicó ásanAtanasio que le enviase un obispo
para emprender la conversión ya tan bien dispuesta de
aquellos naturales. San Atanasio convocó un sínodo, y todos
los obispos que lo componían decidieron que nadie era
mas á propósito que el mismo Frumencio para consumar
la buena obra que habia empezado, en cuya consecuencia
Frumencio fué consagrado en la misma ciudad de Alejandría.
Bevestido ya del carácter episcopal se volvió á Axuma,
donde sus predicaciones y milagros obraron gran número
de conversiones, de modo que al cabo de poco tiempo
toda la nación habia abrazado con entusiasmo la nueva
religión. Baulizó á loda la familia real de Etiopía, y habiendo
regularizado la nueva Iglesia, que le reconoce por
su apóstol, murió en la paz de Dios en la misma ciudad de
Axuma durante el siglo IV.
SAN ELESBAAN, REY V CONFESOR.— La nación que habia
converlido á la fé el santo anterior, tuvo la dicha de poseer
después de algunos años al príncipe san Elesbaan, rey piadoso
y valiente, que hizo siempre servir sus armas en favor
de la Iglesia y del estado. Después de haber gobernado la
Kliopía con gloria, y extendido en murbos paises la gloria
del nombre cristiano, el famoso rey abdicó el trono en favor
de su hijo, y enviando su diadema real á Jerusalen
y dona Isabel, de esclarecida memoria, en las leyes de
como un presente hecho al sepulcro del Salvador, lomó el
Toro vedaron este juramento so graves penas. En el monaslerio
de San Isidoro de León se afirma que tienen
el cuerpo de este santo mártir: en Avila dicen que está
allí: en el monasterio de San Pedro Je Arlanza, cerca de
Burgos, y en Palencia dicen asimismo que tienen el cuerpo
hábito monástico en un convenio situado en una montaña
desierta. Elesbaan fué allí modelo de penitentes, comiendo
solo pan y algunas yerbas, siendo el primero en todos los
actos de comunidad , y haciendo completo divorcio con el
mundo; y murió á mediados del siglo VI.
de santa Cristefa: puede ser que en todos estos luga­
SAN FLORENCIO, MÁRTIR.— Nació en Tille-le-Chatoau, en
res haya alguna reliquia y parte de los cuerpos de estos
sanios, y que teniendo una parte se diga {como mu-
B ¡rgoña, cuyo pais ilustró con una vida santa, y después
con su gloriosa muerte, que fue derramando su sangre por
thns veces se dice de otros) que los tienen culeros.
lafé.
De san Vicente, Sabina y Cristela hacen mención los
Martirologios romano, de Beda y Usuai do, y el cardenal
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Baronio en sus anotaciones, y los autores que escriben vidas
do santos.
Los SANTOS SIMÓN Y JUDAS, APÓSTOLES.—Los santos apóstoles
Simón y Judas fueron hijos de María Cleofc, hermana
LAS SANTAS CAPITOUNA YEKOTEIIU, MÁRTIRES.— Esta
nllima era sirvienta de la primera, y ambas profesaban la
•"eligion cristiana, ocupándose en obras de piedad y dedicadas
al ejercicio santo de la oración. Puhlicados los edictos
del emperador Diocleciano, á fines del siglo cuarto, se
resistieron á dar culto á los ídolos, por cuyo motivo acabaron
sus vidas, cifiendo así la corona del marlirio.
SAN FRUMENCIO, OBISPO.—Nació en Tiro, de padres crislíanos,
en cuya religión fué instruido. Tenia aun muy poc
»s años cuando fué con un lio suyo á Etiopía, donde cayó
esclavo de los bárbaros. Siendo presentado al rey en Axuma,
mandó este que so cultivasen las felices disposiciones
que creía descubrir en el tierno niño, y mas adelante le
ó prima de la Madre de Dios nuestra Sonora , y hermana
de Santiago, el menor. Simón se llamó Cananeo, y por esto
san Lucas le llamó Zelotes en lengua griega ; porque Caná
en hebreo es lo mismo que Zelo en griego : y lomó osle
sobrenomlire porque nació en Caná de Galilea, y para diferenciarle
de san Pedro, que asimismo se llamó Simón :
y también Judas lomó sobrenombre de Tadeo ó Lcdco,
para distinguirse de Judas Iscariote. No hallamos cuándo
ó cómo fueron llamados estos bienaventurados santos al
apostolado : tatamente se hace mención de ellos cuando so
nombran los doce apóstoles por sus nombres en el sacro
Evangelio, y se dice en él que el Salvador los escogió y
llamó apóstoles. También en el sermón de la Cena, diciendo
nombró su tesorero y secretario de estado, honrándole
Cristo nuestro Seflor: El que me ama será amado
ademas con su aíútm confianza. Cuando el rey murió, le de mi Padré, y yo le amare y manifestarme he á él; pre-