Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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LA LE Y EX!) A DE ORO. DÍA 25.
de un cisma , quo hxétóti corlados por el decrelo de un
concilio conlirmando la elección de Bonifacio. Duranle sn
pontificado se distinguió principalinenlc por su suavidad
y por su amor á la paz, sin dejar por esto de ser firme é
inexorable contra los orientales, que ya entonces querían
introducir en la Iglesia novedades peligrosas. Kn su tiempo
murió san Gerónimo y publicó gran parle de sus escritos
, y san Agustín le dedicó sus cnalro libros contra
los errores de l'elagio. El senío pontífice murió en paz, en
Roma, el día i de setiembre del ano 122, y fué enterrado
en el ccmenlerio de San Felicitas , en la via Salaría , el
cual había hecho decorar durante su vida.
SAN FRONTÓN, OBISPO Y CONFFSOII.—Fué discípulo de los
apóstoles , y san Pedro que lo envió á las Gallas á predicar
el Evangelio , le consagró obispo antes de su salida do
Roma. San Frontón fundó la Iglesia de Perígord en Francia
y fue su primer obispo. Trabajó sin descanso en la
propagación de las verdades cristianas por aquel pais,
en compañía de un presbítero llamado Jorge, y después
de haber convertido gran mullilud de gelitiles, esclarecido
en milagros murió en paz.
SAN GAUDENCIO, OBISPO Y CONFESOR —Educóse bajo la
•dirección de san Filaslro, obispo dcBrescia. Gozaba ya
de gran reputación cuando emprendió un viaje á Jerusalen
, ya para sustraerse al aplauso y á los honores del
inundo , ya también pava (pie con su ausencia se olvidasen
de él en su patria y pudiese vivir en paz; pero se engañó.
Hallándose en Cesárea de Capadocia, supo que san
Filastro había muerto, y que el pueblo y el clero reunidos
lo habían elegido obispo, y que todos habían jurado no
admitir otro obispo mas que á él. Confirmada la elección
por los obispos do la provincia y por san Ambrosio, su
metropolitano , estos escribieron á Gaudencio en Capadocia,
conjurándole á admitir el cargo ; pero fué preciso
para decidirle amenazarle con la excomunión. Por fin no
pudo negarse á tantas instancias y amenazas, y san Ambrosio
le consagró el año 387. Muy pronto conoció la Iglcglesia
de JJrescia el inestimable tesoro que poseía en su
nuevo pastor; pues reanimó muy pronto el espíritu de
piedad , se purificaron las costumbres y la disciplina eclesiáslica
apareció en todo su esplendor. Gaudencio no descansaba
un momento en el desempeño de su raimsterio.
El año 403 fué uno de los legados que el concilio dtí Uoma
envió á Arcadio emperador de Oriente, para defender la
causa de san Juan Crisóstomo, en cuya misión tuvo el
santo mucho que sufrir. Su sabiduría y su virtud están
impresas en todas las obras que de él nos han quedado, y
de ellas colegimos que murió por los anos de 420, en
o\ov de santidad.
SAN HILARIO, OBISPO Y CONTKSOU. — Gobernó la Iglesia
de Gevaudan en paz y santidad , y descansó tranquilo en
el Seflor, después de un laborioso episcopado de muchos
yfios.
SAN FRÜTOS , CONFESOR , PATRÓN DE SEGOYIA. —Nació
«ste santo en Segovia el ano C42 de Jesucristo. Sus padres,
que eran honrados y de alguna fortuna , le criaron
en ií temor de Dios y en el conocimiento de aquellas santas
máximas, que en edad madura constituyen la paz de
las familias y la felicidad de los individuos. Frutos era
apacible y benigno de condición, y tenia aun pocos años,
ruando ya resplandecían en sus modales aquella vejez
honrada y aquellas venerables canas que cría la virtud.
A los quince afios creyó que debia resolver sobro el género
de vida que debiera abrazar, y después de muchas
meditaciones y oración, se inclinó á vivir en la soledad, á
la cual marchó después de haber repartido su hacienda
entre los pobres. Al despedirse de sus hermanos, les habló
con tanta energía sobre la vanidad y futileza de los
bienes terrenos, y las dulzuras que se encuenlran en el
servicio de Dios, que aquellos se decidieron á seguirle.
Anduvieron los tres santos hermanos como nueve ó diez
leguas al norte de Segovia, y atravesando el rioDurafon,
tomaron su camino la ribera abajo, y á poco mas de medía
legua de donde se edificó después el monasterio de
Nuestro Señor de la Hoz , fijaren su morada asiento. En
esta soledad de peñas muy quebradas y casi inaccesibles
hallaron reposo y tranquilidad para darse del todo á la
contemplación de las cosas del cielo ; y después de construidas
sus chozas, edificaron en lo alto del monte «n
oratorio ó ermita á nuestra Señora, donde pudiesen juntarse
á hacer oración. Dícese que con el dedo tocó Frutos
en una peña, y de ella salió luego un manantial de agua,
que existe todavía y que se llama fia fuente de san Frutos.»
Aposentados, pues, en este destierro entablaron la
vida penitente y topeta á que los había Dios llamado,
teniendo repartidos el día y la noche en la lección de los
tibios santos, en la contemplación , la penitencia y la labor
de manos. El demonio les armó muchas veces asechanzas,
pero todas las vencieron con las armas de su
víi lud. Pasados ya muchos años que san Frutos y sus hermanos
vivían vida de ángeles en ñquel retiro , vino sobre
España el azote de la irrupción de. los moros. Afligidos con
esla calamidad, no cesaban de rogar al Señor que aliviase
los males de. su pueblo, cuando un día vió Frutos dirigirse
hácia su gruta una gran muchedumbre de moros,
y sin turbarse y poniendo su confianza en Dios, les salió
al encuentro decidido á morir por la fé. Cuando los bárbaros
se acercaban á él, hizo Frutos con su cayado una
raya en el suelo y les mandó que no pasasen de allí; al
punto se hendió la peña y se hizo en ella tan grande
abertura que no pudieron pasar adelante ; y aun hoy día
se mantiene dividida la peña , y llaman á aquel sitio «la
cuchillada de san Frutos.» Desde entonces se extendió por
todas partes la gloría del siervo de Dios : venerábanle los
cristianos,y los moros se espantaban con solo oirte nombrar.
Solo Frutos en su soledad lloraba las desgracias de la
España, y únicamente deseaba acabar una vida que le
separaba de sn divino amor : sus mas fervorosas plegarias
se dirigían á alcanzar del Señor que le sacase pronto
de un mundo, en que su santo nombre sufría tantos ultrajes,
y sus hermanos y su patria la mas triste cautividad.
El cíelo no se hizo sordo á los ruegos de su fiel confesor:
al poco tiempo su cuerpo, flaco y extenuado por las penitencias
, empezó á decaer lan visiblemente que el santo
sintió acerCam su fin, y después de haberse preparado
con los auxilios de la religión y con fervorosos actos de
fé y de caridad , espiró el día 2S de octubre del año 715,
álos setenta y tres de cu edad, sus hermanos Valentín
y Engracia , que se cree fueron después mártires y que
murieron en el Caballar, pueblo no distante de Segovia,
dieron sepultura á su sagrado cuerpo, cuyas reliquias
obraron muchos milagros, segnn refieren Colmenares en
su Historia de Segovia , el P. Oche en la vida del santo,
y el maestro Florez en su España sagrada.