Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

DIA 2i. OCTUBRE, 279
Tobías, postrados y pegando su roslro contra el suelo, estuvieron
tres horas alabando á Dios, y al levantarse contaron
las maravillas que en su familia habia Dios obnulo.
Grande es y universal la devoción que tiene á san Rafael
la Iglesia de España , cuyo culto parece que empezó á generalizarse
después de las visibles pruebas que dió el santo
arcángel á la ciudad de Córdoba en la pesie que la afligió
durante el ano de 1280.
LOS SANTOS FÉLIX , OBISPO, AOAUTO Y GENAUO, PBESBÍ-
TEttOS, FOUTUXATO Y SÉPTIMO, LECTORES, TODOS MÁRT1UES. —•
Al principio de la persecución de Diocleciano bubo en la
Iglesia una porción de cristianos que, por sustraerse al furor
de los Uranos, entregaron los libros santos á los inlieles.
Félix, obispo de Thibara, en la provincia proconsular
de África, y los demás santos que celebramos, sacerdotes
y lectores de la misma Iglesia, se mostraron inexorables á
la exigencia de los paganos y guardaron con fidelidad el
sagrado depósito. Magdeliano, magistrado de la misma ciudad
, los puso presos y les mandó formalmente que le entregasen
las santas Escrituras; pero ellos contestaron que
ánics se dejarían abrasar vivos, que incurrir en semejante
falta. Viendo su constancia, el gobernador los remitió al
procónsul que estaba en Cartago, y éste, después de algunos
días detenerlos en ia cárcel, los envió cargados de cadenas
á Italia para que fuesen presentados al emperador.
Duran'e la travesía sufrieron los santos muchos ultrajes, y
esluvieron cuatro dias sin tomar ningun alimento , hasta
que llegaron á Agrigento, en Sicilia. Condujéronlos después
á Venosa, en la Pulla, duide á fuerza de tormentos
les obligaron á declarar que efectivamente ellos hablan escondido
los libros santos, pero al mismo tiempo añadieron
que jamás los entregarían. Desesperando el prefecto de
poder vencer su constancia, los condenó á perder la vida,
el año 303. El santo ohispo Félix tenia entonces cincuenta
y seis años, y al morir declaró que Dios le habia hecho la
gracia de conservar su virginidad , y de predicar siempre
con zelo las verdades enseñadas por Jesucristo.
SAN AUETAS, Y TRESCIENTOS COMPASEROS, MÁRTIRES.—
En tiempo del emperador Jusliuo y del judio Dunaan, tirano
de la Arabia, fueron estos santos sacrificados á causa
de su fé en Jesucristo. Después de su martirio fué quemada
una mujtir cristiana; y un hijo suyo, de edad de cinco
años, que tartamudeando confesaba á Jesucristo, se arrojó
al fuego donde estaba ardiendo su madre, sin que pudiesen
impedírselo las caricias ni las amenazas de los circunstantes.
Sucedió este martirio en Nagtan, ciudad de los houieritas,
en la Arabia, el año «23.
SAN PROCLO, OBISPO Y CONFESOR. —Nació en Gonstautinopla,
y siendo aun muy jóven fué ordenado lector de
aquella Iglesia, y sirvió de secretario á san Juan Crisóstomo.
Elevado al sacerdocio, brilló por la pureza de su doctrina
y por su zelo contra las herejías. El año m fué consagrado
obispo deCicica, en el Delesponto, del cual no tomó
posesión; y el año 427 fué elegido patriarca de Constantmopla,
pero su elección fué turbada por Nestorio y sus
parüdanos , que teman al sanio como á su principal enemigo.
Por fin, después de muchos trabajos y fatigas en la
defensa de la verdad , fué Proclo puesto en posesión de su
silla patriarcal el año 434. El principal distintivo de carácter
era la suavidad y la dulzura unidas á un amor profundo
á las verdades católicas y un zelo incansable por defenderlas.
Señalóse pnrlicularmcnte en la defensa de las
prerogativas de la santísima Virgen contra lo que afirmaban
los neslorianos , y recibió sin duda por esta razón favores
muy especiales de la Madre de Dios. San Proclo es
el autor del sagrado Trisagio , el cual se empezó á cantar
en ocasión en que sufría Constanlinopla grandes temblores
de tierra, durante el pontificado de este santo. Dicesc que
san Proclo tuvo una visión en que se le aparecieron algunos
coros de ángeles que entonaban aquel sagrado cántico.
Lo cierto es que desde entonces está en uso en la Iglesia,
y sirve para implorar la misericordia de Dios en todas
las necesidades. Este santo estuvo íntimamente relacionado
con todos los papas de su tiempo , y después de Imher
trabajado sin descanso en los intereses de la Iglesia , y de
haber dado á sus ovejas el ejemplo de todas las virtudes,
murió santamente el día 24 de octubre del año 447.
SAN MAGLORIO , OBISPO. — Nació en Bretaña á fines del
siglo V. Era primo hermano de san Sansón , y con él fué
puesto bajo la dirección de un santo abad que tuvo gran
cuidado en formar su espíritu y su corazón. Cuando los
dos llegaron á la edad de tomar estado, Sansón se retiró
á un monasterio , y Maglorio volvió á la casa de sus
padres. Algún tiempo después, este último dió cuanto poseía
á los pobres , y tomó el hábito monástico. Elevado á
las sagradas órdenes, fué elegido abad del monasterio de
Dole , y después consagrado obispo regionario para ir á
predicar el Evangelio á los infieles. Sus trabajos apostólicos
absol vieron desde entonces toda su atención, sin
que por esto dejase el santo su primitivo tenor de vida
, que era la penitencia y mortificación. Su zelo y caridad
no le dejaban un momento de descanso, y con frecuencia
se pasaban dos dias sin que lomase algún alimento. Pasados
tres años del mas fervoroso apostolado, formó la resolución
de ir á vivir en la soledad, y se retiró enteramente
del mundo. En su soledad fué continuamente visitado por
personas piadosas, muchas de las cuales se quedaron en
su compañía , y el santo fundó el monasterio de su nombre
en la ida de Gersey , cuyas tierras le habia donado el
conde Loiescon. Su vida fué siempre ejemplar y santa, y
favorecido con .muchos milagros y con el don de profecía,
y acabó sus dias en el mismo monasterio, el dia 24 de octubre
del año li75. Sus últimas palabras fueron aquellas
del rey salmista : «Una sola cosa pido al Señor, y es descansar
en su santa casa todos los dias de mi vida.« Vivió
cerca de ochenta años, y sus reliquias se guardan con gran
devoción en París, en la iglesia que lleva su nombre.
SAN EVEBGISTO, OBISPO Y MÁRTIR. — Floreció siendo ohiípo
de Colonia durante los primeros siglos del cristianismo.
Por defender la verdad cristiana y para dar ejemplo de
valor y constancia á sus ovejas, derramó su sangre y alcanzó
la gloria del martirio. Créese que murió en tiempo
del emperador Decio. 9
Sxk MARTIN, ABAD. —Nació en Nanles, en Bretaña , el
año S27. Consagróse al estado eclesiástico ; fué ordenado
diácono y encargado de predicar el Evangelio á los idólatras
de Uervadilla , ciudad infiel, que no quiso oir la voz
del santo misionero. Apesadumbrado Martin por la pérdida
de lautas almas, temió que no se habia portado como
debia, y resolvió entregarse á la mas severa penitencia.
Desterróse voluntariamente de su patria, y después de
haber hecho algunos viajes por Europa para visitar los
principales monasterios y santuarios , se retiró á una ermita
en la misma Bretaña, donde se reunieron algunas