Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

DIA 21.
camello á su criado y enlrar en ella con la espada desenvainada,
aguaidandu el á la entrada para lomar venganza
por sus manos de los esclavos fugitivos. Entró el criado
por la cueva adentro, sin ver á los que dejaba ásus espaldas,
por enfrar de lo claro en lo oscuro, y comenzó á
dar voces y á decir: Salid acá, desventurados hijos de la
muerte: mirad que vuestro señor os espera. Retumbaba la
voz por las cavernas de aquella cueva, á cuyo ruido salió de
lo interior una leona y echó sus garras al criado á vista de
los dos que estaban escondidos, y ahogólo, y entróse con él
dentro, de donde habia salido. Como el amo vió que su
criado se tardaba; pensando que los dos resistían á uno,
entró con su espada en la mano, furioso y lleno de ira, dando
voces y reprendiendo la tardanza del criado: masía leona,
que por voluntad del Señor habia lomado á su cargo la
defensa de Maleo y su compañera, acometió al amo y lo
dejó allí muerto, como lo habia hecho con el criado. ¿Qué
sentirian en este casólos dos esclavos fugitivos, viendo de
una parte las espadas resplandecientes de los hombres furiosos
y bravos contra sí; y de otra la ferocidad de la leona,
y no sabiendo á cuyas manos hablan de morir? Estaban quedos;
encomendábanse á Dios, esperando la muerte, y temiendo
menos la fiereza de la leona que la ira del hombre.
Pero el Señor los libró por su misericordia de la una
muerte y de la otra; porque la leona, temiendo que habia
sidodescubierla y que no estaba en aquel lugar segura,
lomando en su boca unos pequeños leoncillos, sus hijos,
se fué y dejó la cueva desembarazada. De allí á un
ralo, pasado ya el temor y sosegado el espíritu, salieron
los dos de la cueva y subieron en los camellos, que por su
Sran velocidad son llamados dromedarios, y sustentándose
con la provisión quetraian, á los diez dias llegaron á
tien a dd romano imperio; y dándole cuenta al capitán de
Mesopotüima, limado Sabino, recibieron de él el justo
precio de los camellos i con que Maleo volvió á su monasterio
{ aunque halló muerto al abad que habia dejado), y
se entregó á los monges y comenzó á hacer de nuevo
vida de monge. A la r.iujer puso en otro monasterio de
monjfis, y después, andando el tiempo, siendo ya viejos,
los conoció san Gerónimo (como habernos dicho), y supo
de Maleo todo lo que aquí queda referido. Al cabo de esta
vida dice este santo doctor estas palabras: «Esto me contó
el viejo Maleo siendo yo mozo, y esto cuento yo viejo á
los casios por ser historia de castidad, y exhorto á las donceftss
(pie siempre la guarden. Vosotros contadlo á vuesli'o.s
sucesores, para que todos sepan que la castidad en
ios desiertos, y entre las espadas y bestias, no puede es-
'ar cautiva : y qu^ el hombre que se entregó á Cristo, bien
puede morir, pero que no puede ser vencido. » Esto es de
san Gerónimo. El Martirologio romano pone eldia de este
santo monge e|1 2 l de y á ]0 que se saca do]
misHio san Gerónimo, debia de ser cerca de los años de
Cristo de 370 aperando Valenliniano. Simeón Metafraste
esenbióla vida do Maleo, mongo, y dice que la sacó de
otro monge, por el cual entiende á san Gerónimo, refirién.
do|;u.on sus mismas palabras; y Utiass esta vida en el
óptimo tomo del obispo Lipomano.
I'ues ¿quien no ve en el discurso de esta vida el peligro
"«tienen los religiosos que, habiendo salido del incendio
ammi vuelven los ojos atrás y se convierten en eslat'
de sal como la mujer do Lol? ¿ Y cuántas veces se ensañan,
ios qU0 so (.0i0|. pj(iclnd y ^ tmt* ¿, S(ls deuf]os
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y padres, ó do hacer algún bien, so apartan del puerto
seguro de la religión y vuelven al golfo turbulento y peligroso
del siglo? ¿Quién no eslimará la preciosa joya de
la castidad, y por no perderla perderá cualquiera cosa de
la tierra, considerando el peligro de perderla que tuvo Maleo,
y lo que hizo por no perderla? ¡ Cuan bueno y cuán
dulce padre es el Señor; pues después de haber probado
y castigado al monge fugitivo, le consoló y le libró de los
dientes de las fieras y de las manos de los hombres, y lomó
por instrumento á la misma fiera para usar de la justicia
con los infieles, y de misericordia con los inocentes!
Él sea bendito por lo que hace, y nos dé gracia para servirle
como debemos.
* SAN ASTERIO, PRESBÍTERO Y MÁRTIR.—El papa san Calixto
lo ordenó de sacerdote, y ejercía su ministerio en
Koma y en otros lugares de Dalia, dando en todas partes
muestras de su gran celo y piedad. El sumo pontifice
san Calixto murió marlirízado en defensa de la religión
cristiana, y Asterio dió honorífica sepultura á su cuerpo; y
como fuese sorprendido por unos paganos al tiempo de
ocuparse en ello, fué conducido delante eljuez y denegándose
á dar culto á los ídolos, fué echado al Tíber, en donde
murió ahogado, alcanzando así la palma del martirio.
Murió en tiempo del emperador Alejandro.
Los SANTOS DASIO, ZOTICO, CAYO Y OTROS HOCE COMPAÑE­
ROS, MÁRTIRES.—Perlenecian estos santos á una legión romana
acantonada en Micomedia durante los últimos años
del siglo III. Un dia que se celebraba gran fiesta á los
dioses, y que se habia reunido considerable mullitnd do
pueblo, se encendieron de repente aquellos soldados en
santo celo, y atravesando por en medio del concurso, llegaron
hasta donde estaban colocados los ídolos y los hicieron
pedazos. Cargáronlos en seguida de cadenas y los
condujeron á la presencia del juez. Fué aquella una de las
ocasiones en que el furor y la rabia de los paganos excogitó
mas abundancia de recursos contra los cristianos. Azotes,
fuego, cruces, caballete, tortura, descoyunlacion de
miembros, todo se puso en juego, y lodo Unieron que sufrirlo
aquellos esforzados atletas, hasta que viendo el juez
que no solo no se amenguaban sus fuerzas, sino que cada
vez acusaban con mas valor de falsos á los dioses y de
ciegos álos que los adorabnn, mandóqueácada uno le a!asen
una gran piedra al cuello y que los arrojasen al mar,
donde todos quince consumaron el combale del martirio y
alcanzaron la victoria.
SANTA CIUMA.—Üuller, en las Vidas de los padres, dice
que nació esta sania en la ciudad de Meaux, en Francia,
y que fué educada en las máximas de la piedad. Hallábase
ya en edad núbil, y estaba prometida á un jóven paisano
suyo, cuando, mudando de repente de resolución, tomó
el velo de religiosa y se puso bajo la dirección de santa
Genoveva, que habia curado á una criada suya en una enfermedad
muy peligrosa. Anade el mismo autor, que la
sania vivió siempre on absoluta castidad y que murió á
fines del siglo V. El Martirologio romano, el cardenal Baronio
y Galesinio, dicen que floreció en Lyon y que fué
madre de san Remigio, obispo de Rheims, Sin embargo,
esta üllima opinión se apoya solo en las adiciones al
antiguo Martirologio que lleva el nombre de san Gerónimo,
y la de Hutlcr está fundada en la relación de los antiguos
historiadores de la Iglesia de Meaux, y en una vida qne
trae Surioen su tomo V,copiado de nn niamiscrito inédito.