Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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DIA
lo.
y mandaniionlos; que como las mujeres son muy fáciles y
(le pocoentendimienlo, fácilmente se engañan, y acudiendo
á los que no son letrados, ni tienen tanta prudencia
para poner las cosas en su punto, so pueden seguir muchos
inconvenientes; y que el premio que ella tenia en
el cielo, no se le habia dado por sus revelaciones, sino
por sus virtudes.
Son grandes las maravillas que ha obrado nuestro Sefior,
para honrar á su sierva; milagros perpetuos han
sido la incorrupción do su virginal cuerpo, y el olor suavísimo
que sale de él, y el óleo que de sí mana i el olor
están grande, que cuando la volvieron por mandato de
Sixto Y íi la villa de Alva, de donde la hablan llevado secretamente
á Avila; los labradores que estaban en los
campos, sin saber qué era, dejaban las haciendas y se
iban Irás aquella maravillosa fragancia que despedía de
si el santo cuerpo. Está con gran veneración- en Alva,
con mucho concurso de los que de todas partes acuden
á reverenciarle y pedir á nneslro Señor por medio
de su sierva alivio de sus enfermedades. Son muchos
y grandes los milagros que Dios ha hecho por su
intercesión: por los cuales, y por sus heroicas virtudes el
papa Gregorio XV, á los 12 dias de marzo del año do
1C22, la canonizó juntamente con san Isidro Labrador, san
Ignacio de loyola, fundador de la Compañía de Jesús, san
Francisco Javier, apóstol de la India, y san Felipe Neri,
fundador de la Congregación del oratorio. El mayor milagro
es haberla escogido Dios para fundar una órden tan
santa y de tanta perfección y ejemplo en su Iglesia, y no
solamente haber restituido la regla primera de Alberto,
patriarca, que guardaban antiguamente los carmelitas en
las partes oriéntalos; sino que también fué ella el principal
medio para que el instituto antiguo de ta vida eremítica
de aquellos padres de la órden, que vivian en Egipto y
Palestina (que se perdió y acabó en la Iglesia, cerca del
año de 630, por la crueldad de Ahumar y de otros principes
sarracenos), se haya restituido y puesto en práctica
entre los religiosos que ella reformó, con tanta puntualidad
de silencio y recogimiento, do oración y penitencia, como
antiguamenteílorecióentreaquellossagrados mongcs.Todo
esto es un cúmulo do milagros y pruebas grandes delasantidad
de la beata madre santa Teresa de Jesús, que exceden
á otras muchas que en particular se pudieran referir:
podránse ver en los autores que escribieron su vida, que
son el padre doctor Francisco de Ribera, de la Compañía
de Jesús, el P. Fr. Diego de Yepes, religioso de la orden de
San Gerónimo, obispo de Tarazona, y el P. Fr. Juan de
Jesús María, carmelita descalzo, y las relaciones que se
hicieron para su canonización.
* SAN BRCNO, OBISPO Y MÁRTIR.—Hijo de una noblefamilia
de Alemania, recibió una muy buena educación, por
manera que salió sabio y virtuoso. La modestia y pureza
de costumbres que brillaban en él desde sus primeros años
le granjearon la admiración de la corte de Otón tercero.
Cuando este príncipe murió en 1002, Bruno resolvió insiguiéndola
bondad de su corazón ocuparse en la salvación
de las almas. Recibió órdenes sagradas y luego consagrado
obispo, de orden del soberano pontífice, con destino á
predicar el Evangelio á los habitantes de la Prusia que
aun estaban sumidos en la harbarie é idolatría. Fué
mucho el fruto que reportó, pues convirtió innumerables
infieles á la religión de Jesucristo, penetrando hasta
lasfronteras de la Liluania. Mucho padeció en su apostóla'
do, y como cayera en las manos de los enemigos del
nombre cristiano, eslosle cortaron bárbaramente las manos
y los piés, degollándolo por último el dia catorce de
febrero del año 1008. También fueron martirizados con
él diez y ocho compañeros de apostolado, recibiendo
juntos el premio déla vida eterna. El príncipe de rolonia,
Boleslao, compró á los infieles los cuerpos de aquellos
santos mártires y les dio honrosa sepultura.
SANTA TECLA, AIUDESA.—Fué natural de Inglaterra, y
tomó el velo de religiosa en AVim'ourn, en el condüdo de
üorset. Después, habiendo pasado á Alemania á instancias
de san Bonifacio,
fué elegida abadesa de un monasterio
situado á tres leguas de \Vurlzburgo, cuya comunidad
edilicó con el admirable ejemplo de sus altas virtudes.
Distinguióse principalmente en ella el amor al retiro, á
la pureza y á ta humildad, y habiendo obrado muchos
milagros, murió santamente en el Suñor.
EL TRIÜNI-O DE TRESCIENTOS SANTOS MÁRTIHES.—Perlenecianá
la célebre legión lebana, y ss hallan continuados
en este dia en el Martirologio romano por conmemoración
particular que hace de ellos la • Iglesia de Colonia,
en Alemania, que posee sus sagradas reliquias. Murieron
en tiempo de Maximiano, juntamente con sus demás compañeros
de dicha legión, cuyo martirio hemos puesto en
el dia 22 de setiembre.
SAN SEVERO, OBISPO v CONFESOR.—Fué discípulo de san
Lupo y le sucedió en la silla episcopal de Tréveris. Estaba
dotado de tanta virtud y era tan ardieníe su piedad y
su znlo, que con solo su ejemplo obligalja á sus ovejas á
srg'úrle por el camino de la ley de Dios. Así es que toda
su diócesis floreció durante su pontificado en bm-nas obras
y santas costumbres, las cuales fomentó de continuo el
santo con su eficaz predicación y con los milagros quo
obraba por virtud divina. Cargado de años y de merecimientos,
después de haber anunciado con anticipación el
dia y la hora de su muerte, doscanzó pacíficamente en el
Señor, durante el reinado del emperador Vah'ntiniano .
SAN FORTUNATO, MÁRTIR.—Kra sacerdote de la Iglesia
de Roma y se ocupaba como otros muchos cristianos en
recoger y dar sepulUira álos cuerpos de los que hablan
sido martirizados. Reinaba en aquel tiempo el emperador
Claudio, y hubo una temporada en que sus órdenes contra
la Iglesia se llevaron á una crueldad excesivamente retinada.
Entonces fué preso san Fortunato y martirizado
basta perder la vida, siendo sepultado en el cementerio
de la via Aurelia en la misma ciudad de Roma. Su muerte
sucedió, según el abate Piazxa, el año 2T0.
SANAGILEO, MÁRTIR.—Nació en África y murió mártir
en Cartago durante la persecución del emperador Diocleciano.
San Agustín predicó en el dia de la conmemoración
de este santo un sermón al pueblo, y por él sabemos que
su constancia y admirable fortaleza le granjearon en la Iglesia
de Africa el título de mártir invicto y capitán de lo3
mártires...
SANANTIOCO, OBISPO YcoxrESOR.—Fué el XVII obispo de
Lyon,modelo de prelados poi'su zelo y calidad que usó
con los pohres. Su administración fuésanta y piadosa; tuvo
que sufrir muchas persecuciones departe de los herejes,
y murió dichosamente en el Señor, rodeado de MÉ
ovejas y de los coros de ángeles que asistieren á su feüz
tránsito.