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DU 13.<br />
España la nücva <strong>de</strong>l marfirio y dicliosa suerte do osles religiosos.<br />
Del padre maestro fray Pedro Ibafíez, religioso<br />
déla ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Santo Domingo, y confesor que hahia sido<br />
mucho tiempo <strong>de</strong> la santa madre, con haber muet lo Ireinla<br />
y cinco leguas <strong>de</strong> don<strong>de</strong> la santa estaba, la reveió Dios<br />
luego su muerte, y como habia ido al ciclo sin pasar por<br />
el purgatorio.<br />
OCTUBRE<br />
Tuvo santa Teresa singular <strong>de</strong>voción con el sanlísimo<br />
Sacramento: la cual sé la pagaba bien nuestro Sefior en<br />
darla <strong>de</strong> ordinario al tiempo <strong>de</strong> la comunión gran<strong>de</strong>s raptos,<br />
y en ellos luz <strong>de</strong> muclias verda<strong>de</strong>s, revelaciones <strong>de</strong>.<br />
gran<strong>de</strong>s misterios y visiones muy subidas; porque <strong>de</strong> ordinario<br />
esperaba el Sefior osle tiempo para bacerla estas<br />
merce<strong>de</strong>s. Yió muchas veces en la hoslia consagrada al<br />
mismo Cristo, unas resucitado , otras puesto en cruz, y<br />
otras coronado <strong>de</strong> espinas y <strong>de</strong> otras maneras; pero siempre<br />
con tan gran<strong>de</strong> majestad, que la causaba temor y reverencia.<br />
Hacia este sacramento gran<strong>de</strong>s efectos en su alma<br />
: porque á la manera que saliendo el sol huyen las<br />
tinieblas y se <strong>de</strong>shacen los nublados; así, en llegando á<br />
comulgar cesaban las tentaciones y atlirclones, oscurida<strong>de</strong>s<br />
y aprietos que en el espíritu pa<strong>de</strong>cia. Entonces no pa •<br />
recia que la quedaba <strong>de</strong> mujer sino sola la figura <strong>de</strong> haberlo<br />
sido, porque el alma, las potencias, los <strong>de</strong>seos y<br />
afectos, y lodo lo que en ella hahia, parece se la arrancaban<br />
para unirse y transformarse en Dios, con que quedaba<br />
toda enajenada y absorta. Este era el tiempo cuando<br />
el cuerpo también en compañía <strong>de</strong>l alma se levantaba do<br />
ta tierra, y parece queria él también salir <strong>de</strong> osle mundo.<br />
Con Hogar á comulgar con un color <strong>de</strong> tierra en el rostro,<br />
como quien estaba tan enferma y era tan penitente; luego<br />
que recibia el santísimo Sacramento, como si la envistieran<br />
con algnn rayo gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> fuego y <strong>de</strong> luz, y ella fuera <strong>de</strong><br />
cnstal, sa la ponía el rostro hermosísimo, <strong>de</strong> color rosado<br />
que parecía transparente, y quedaba corr una gravedad y<br />
majestad tan gran<strong>de</strong>, que mostraba bien el huésped que<br />
tenia consigo. Quedaba con este bocado <strong>de</strong>l cielo, no solo<br />
el alma, sino también el cuerpo bueno <strong>de</strong> sus enfermeda<strong>de</strong>s.<br />
Comulgando im dia <strong>de</strong> Ramos, cuando tomó en la<br />
boca el santísimo Sacramento, antes que lo pasase, quedo<br />
con gran suspensión : do ta cual como volviese al cabo<br />
<strong>de</strong> un rato, la pareció verda<strong>de</strong>ramente tenia toda la boca<br />
llena <strong>de</strong> sangre, y asimismo que todo su rostro y toda ella<br />
estaba bañada en la misma sangre, y tan cállenle, como<br />
si entonces so acabara <strong>de</strong> <strong>de</strong>rramar. Era excesiva la suavidad<br />
que con este baño sentía, y dijola el Señor: Hija,<br />
yo quiero que mi sangre te aproveche; y no hayas miedo<br />
que te falte mi misericordia. Yo la <strong>de</strong>rramé con muchos<br />
dolores; y tú la gozas con gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>leite como ves. Otro<br />
dia, estando en Sevilla, acabando <strong>de</strong> comulgar, sintió por<br />
una manera <strong>de</strong> visión <strong>de</strong>licada, que su alma se hacia una<br />
misma cosa con el cuerpo <strong>de</strong>l Señor, á quien también vió<br />
entonces, y quedó <strong>de</strong> esta visión con gran<strong>de</strong>s efectos on su<br />
alma y gran<strong>de</strong> aprovechamiento en el amor y en las <strong>de</strong>más<br />
virtu<strong>de</strong>s. Estando la sania en la capilla <strong>de</strong> Santo Domingo<br />
<strong>de</strong>l convento do Santa Crnz <strong>de</strong> Segovia, don<strong>de</strong> el santo estuvo,<br />
vió al santo que la estaba acompañando á su lado, y<br />
<strong>de</strong>spués al tiempo <strong>de</strong> la comunión vió á Cristo nuestro Sefior<br />
á su mano <strong>de</strong>recha y á santo Domingo ála izquierda,<br />
como antes; y volviéndose la santa á hacer reverencia á<br />
nuestro Señor , la dijo i Huélgate con mi ami?0 ; y con<br />
esto <strong>de</strong>sapareció quedando en su compañía santo Domin-<br />
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go. Acabada la misa la dijo sn confesor que si queria gozar<br />
do aquella compañía , se fuese á tener oración á la<br />
capillita mas pequeña don<strong>de</strong> estaba-ún santo Domingo <strong>de</strong><br />
bulto. IIízolo así la santa madre , y <strong>de</strong>spués do haber estado<br />
allí postrada un cuarto <strong>de</strong> hora , so levantó, y dijo á<br />
su confesor como sanio Domingo feawa estado gran<strong>de</strong>rato<br />
con ella, y que la dijo : Gran gozo ha sido para<br />
mí que tú hayas venido á esta capilla , y tú no<br />
has perdido nada: y luego la comunicó los gran<strong>de</strong>s<br />
trabajos que en su vida pasó allí con los <strong>de</strong>monios, y<br />
las merce<strong>de</strong>s que <strong>de</strong> Dios habia allí recibido en la oración.<br />
Y preguntándole la santa por qué se le apareeia<br />
siempre á la mano izquierda ; respondió : Porque h mano<br />
<strong>de</strong>recha es <strong>de</strong> mi Sefior.<br />
Infundió también Dios á santa Teresa una sabiduría divina<br />
casi <strong>de</strong> repente; porque como ella antes fuese muy<br />
ruda é inhábil, no solo para <strong>de</strong>cir las cosas espiti'uales,<br />
sino también para enten<strong>de</strong>rlas ; en brevísimo tiempo la<br />
dió el Señor tan gran luz y tanta inteligencia <strong>de</strong> las cosas<br />
sobrenaturales y divinas, cual gran<strong>de</strong>s teólogos con muchos<br />
afios <strong>de</strong> estudio no pudieran alcanzar. Espantábase<br />
la santa madre <strong>de</strong> esta mudanza y admirábanse tambiciv.<br />
sus confesores, como que entonces no dcscubviaii los B-<br />
nes que Dios en esto tenia; poique como la habia escogido<br />
para maestra y doctora <strong>de</strong> espíritu, no era mucho se<br />
mostrase tan liberal y magnífico, no solamente en darla<br />
en tan subido grado esta penetración <strong>de</strong> misterios y conocimiento<br />
<strong>de</strong> cosas altísimas , sino también (por ventura<br />
era mayor gracia) palabras y estilo para <strong>de</strong>clararlo que<br />
dé suyo es, por su alteza c incomprensibilidad, tan secreto<br />
y oculto. Clara señal es <strong>de</strong> esta sabiduría infusa losadmírables<br />
libros que escribió por revelación cpie <strong>de</strong> ellos<br />
tuvo; pero esta no bastara: porque en cosa ninguna se<br />
guiaba por sola la revelación, si juntamente no se lo buhieran<br />
mandado sus confesores. De! libro <strong>de</strong> su Vida dice<br />
en el prólogo <strong>de</strong> él: «Yo hago esta relación que mis confesores<br />
me mandan : y aun el Señor sé yo lo quiere riíftf<br />
chos dias há, sino que yo no me ho alrevido.» Del libi o<br />
<strong>de</strong> las Fundaciones la mandó nuestro Señor expresamente<br />
que lo escribiese, como ella lo refiere en las adiciones do<br />
su Yida. El-<strong>de</strong> las Moradas escribió , dándola el Señor la<br />
materia, la traza y el nombre para el libro. Y como Dios<br />
la mandó que escribiese estos libros ; así parece, quiso<br />
mostrar ser el autor <strong>de</strong> ellos; porque el modo con que ta<br />
sania madre los escribió, muestra no ser ella mas quo un<br />
instrumento suyo y que no ponía <strong>de</strong> su casa mas que !a<br />
mano y pluma. Muchas veces estando escribiendo estos libros,<br />
se quedaba en arrobamiento; y cuando volvía do<br />
él, hallaba algunas cosas escritas <strong>de</strong> su letra, pero no<br />
por su mano. Estaba con la pluma en la mano, y con<br />
un resplandor en el rostro notable quo no parece sino<br />
que la luz <strong>de</strong>l alma so íransligtiraba en el cuerpo. Tenia<br />
el alma absorta en Dios, tanto, quo aunque hubiese<br />
mucho ruido en'' su celda , ni la perturbaim,<br />
ni lo senlia, Escribia, estando llena <strong>de</strong> ocupaciones y<br />
cuidados <strong>de</strong> tantas casas que gobernaba, acudiendo al<br />
coro con la puntualidad que las <strong>de</strong>más. Escribia con gran<br />
presteza y velocidad; pero ¡qué maravilla, pués (cerno<br />
David dice), su pluma era movida por aquel escribano<br />
velocísimo I No parecía sino que tenia un mol<strong>de</strong> en su entendimiento,<br />
<strong>de</strong> don<strong>de</strong> salían las palabras tan medidas y<br />
amoldadas, con lo que habia <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir, que con escribir