27.08.2017 Views

Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

230 LA LEYiíiNDA DE ORO.<br />

DÍA vm<br />

calza hugnn niuclio ruido, ciiando se hayan do caer el sumidaenel abismo <strong>de</strong>su nada, y tan enterada <strong>de</strong> las muchas<br />

ofensas que habia hecho á Dios, y <strong>de</strong>l gran castigo<br />

dia <strong>de</strong>l juieio.<br />

AiiiiK'nlab;! al espíritu <strong>de</strong> pohreza el gran amor y estima que nicrecia, que por ella ninguna cosa se la ofrecía <strong>de</strong><br />

que hizo <strong>de</strong> la penileneia y l igor. Con estar cargada <strong>de</strong> ti abajo ni <strong>de</strong> menosprecio, por gran<strong>de</strong> que fuese, que llegase<br />

á lo que ella senlia <strong>de</strong> sí: y así, estaba tan baja y<br />

cní\írmeda<strong>de</strong>s (porqno era mny molestada <strong>de</strong>l mal <strong>de</strong> corazón,<br />

<strong>de</strong>l dolor <strong>de</strong> ijada y <strong>de</strong> perlesía, y <strong>de</strong> otros achafjues,<br />

comparuM-os <strong>de</strong> tantos duelos; y sohre todo, pa<strong>de</strong>ció jurias, oprobios y menosprecios , no podían llegar al<br />

tan honda, (pie por mucho que cavasen en ella con las in­<br />

por espacio <strong>de</strong> cuarenta aflos graves enfermeda<strong>de</strong>s y continuos<br />

dolores, nacidos da tanto <strong>de</strong>sconcierío y <strong>de</strong>sproporcían,<br />

que era engañadora ó mala mujer, ú oíros tesli-<br />

profundo don<strong>de</strong> ella estaba su nida; porque si la <strong>de</strong>ción<br />

que tenia eri los humores), jamás volvió las espaldas monios semejantes (que<strong>de</strong> estos no la fallaron muchos);<br />

ai rigor y penitencia, ni perdonó al mal tratamiento <strong>de</strong> SU aunque ella por la bondad <strong>de</strong> Dios, echaba <strong>de</strong> ver que no<br />

carne; porque en lugar déla cama regalada (que era bien tenia oslas faltas, pero mirando sus pecados, la parecía<br />

que virtualmenle en haber ofendido á nuestro Se­<br />

necesaria para sus enfermeda<strong>de</strong>s) dormia en una poca <strong>de</strong><br />

paja; y esto, aunque la apretasen algunas <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s<br />

dichas, y si no era muy grave, apenas admilia colba<br />

( á su parecer ) en sí mucho mas mal, que el que la<br />

ñor, habia cometido toda maldad y pecado ; y así hallachón,<br />

ú otro regulo <strong>de</strong> lienzo. Por mucho tiempo trajo tan atribuían i y por esta razón ((pie era la que hacia á Ú sania<br />

tan humil<strong>de</strong>) la parecía que todos la tenían en cuanto<br />

áspero cilicio, que la causaba en la carne muy lastimosas<br />

llagas, y este pocas veces lo <strong>de</strong>jaba, cargada <strong>de</strong> aflos y mal podían imaginar y <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> ella, y buscaba otras mil<br />

<strong>de</strong> perlesía y otras enfermeda<strong>de</strong>s. Su túnica era siempre<br />

<strong>de</strong> lana: sus vigilias eran continuas, en las cuales se verdad lodo cuanto <strong>de</strong> ella <strong>de</strong>cían, y que tenían razón<br />

razones para disculparlos, y para dar á enleti<strong>de</strong>r que era<br />

la pasaba la mayor parte, o ca^i toda la noche en oración; en cualquier mallratamienlo que la hadan. Las honras la<br />

porque su sueño en tnu escaso, que el reposo que daba eran un dolor y carga intolerable ; y por esta causa senlia<br />

al cuerpo enfermo y cansado <strong>de</strong>, lautos negocios, y á veces<br />

en el alma escribir las merce<strong>de</strong>s y favores qué el Señor la<br />

<strong>de</strong> largos caminos, no excedía <strong>de</strong> tres horas, y á lo mas<br />

hacia, y mucho mas cuando sospechaba se habían <strong>de</strong> saber<br />

; y así dice en el fin <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> su vida , que sintió<br />

largo, <strong>de</strong> cuatro. Kn el ayuno y abstinencia era tan rigurosa,<br />

como en lo <strong>de</strong>más. Su comida ordinaria era un<br />

mucho roas escribir las merce<strong>de</strong>s que el Señor la hací;',<br />

que sus pecados. Y por no ser conocida , ni tenida por<br />

huevo ó sardina, algunas legumbres, y otras veces unas<br />

buena , pidió á nuestro Señor la quitase los arrobauiienlos<br />

puches: y cuando senlia alguna necesidad, su regalo era<br />

públicos, y costóla barias lágrimas y oraciones el alcanzarlo<br />

: y cuando se comenzó á tener alguna noticia y<br />

un poco <strong>de</strong> pan frito en aceite. No bebia jamás vino: no<br />

comia carne, sino con grave enfermedad, y esto liabia <strong>de</strong><br />

Cítima <strong>de</strong> su virtud , trató con gran<strong>de</strong>s veras <strong>de</strong> irse <strong>de</strong>l<br />

ser con eslrcvba obediencia <strong>de</strong> sus confesores; y entonces<br />

monasterio <strong>de</strong> la Encarnación á otra casa <strong>de</strong> su ór<strong>de</strong>n , la<br />

comia un poco <strong>de</strong> carne ; porque mas que esto la parecía<br />

mas remota y apartada (pie hubiese, don<strong>de</strong> no fuese conocida,<br />

ni nadie se acordase <strong>de</strong> ella ! pero sus confesores no<br />

gran e\cosoy regalo. Y así, purgándose un dia en Salamanca,<br />

la trajeron para comer <strong>de</strong> una gallina ! y aumpie<br />

se lo consintieron; porque Dios la tenia guardada para<br />

se lo rogaron mucho sus hijas, dici6ndola,que mas las edilicaria<br />

comiendo <strong>de</strong> ella, que nocon la abstinencia que ha­<br />

gran<strong>de</strong>s cosas. Llegó á lanío la pena que la daba sospechar<br />

que se podían venir á enten<strong>de</strong>r las merce<strong>de</strong>s que el<br />

cia ; no pudieron alcanzar <strong>de</strong> ella que la comiese, mas<br />

Señor la hacia, que escogeria antes que la encerraran viva,<br />

como ella escribe en su vida por estas palabras I<br />

que un poco do carnero cocido. Guardó estrechamente los<br />

ayunos <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n , que son casi ocho meses <strong>de</strong>l año:<br />

« Guando pensaba que eslas merce<strong>de</strong>s , que el Señor me<br />

pero <strong>de</strong> esto no me maravillo ; porque estaba tan absorta<br />

hace, se habían <strong>de</strong> venir á saber en público, era tan excesivo<br />

el tormento, que me inquietaba mucho el alma. Vino<br />

<strong>de</strong> Dios, que no habia pena, ni trabajo alguno, que así Io<br />

hiciese per<strong>de</strong>r los estribos, como el baber <strong>de</strong> esforzarse<br />

á términos que consi<strong>de</strong>rándolo, <strong>de</strong> mejor ^ina ine parece<br />

á COITUM- alguna cosa: y lo que mas admira, es, que eslando<br />

acostada en la cama, cargada <strong>de</strong> dolores y enfer­<br />

me <strong>de</strong>terminara á que me enterraranj viva: y así cuando<br />

me comenzaron estos gran<strong>de</strong>s recogimientos ó arrobamientos<br />

á no po<strong>de</strong>r mas resistirlos en público, quedaba ya <strong>de</strong>smeda<strong>de</strong>s,<br />

la vieron muchas veces, en tiempo que la comunidad<br />

estaba en disciplina, levantarse secretamente y hacer<br />

ella otro tanto en su celda. Tratábase <strong>de</strong> ordinario, nó<br />

pués lan corrida, que no quisiera parecer en don<strong>de</strong> nadie<br />

me viera. Estando una vez muy fatigada <strong>de</strong> eslo , me dijo<br />

como monja, sino como ermitaña: nó como enferma, sino<br />

el Señor, que ¿qué temia? que en esto no podia haber sino<br />

dos cosas, ó que murmurasen <strong>de</strong> mí, ó (pie alabasen á<br />

como robusta y sana: nó como inocente y pura (que lo<br />

habia sido su alma <strong>de</strong> toda culpa grave, como lo dijo el el : dando á enten<strong>de</strong>r que los que lo creían , lo alabarían;<br />

gurao pontífice que la canonizó, en la bula <strong>de</strong> su canonización,<br />

y en las relaciones <strong>de</strong> la sagrada Rota), sino como cosas era ganancia para mí , que no me fatigase. Mucho<br />

y los que nó , era con<strong>de</strong>narme sin culpa : y que ambas<br />

si hubiera sido la mujer mas profana y pecadora <strong>de</strong>l mundo;<br />

y así, en ninguna cosa perdonaba el mal tratamiento Yino á términos la tentación , que me quería ir <strong>de</strong> este lu­<br />

me sosegó esto , y me consuela cuando se me acuerda<br />

<strong>de</strong> su cuerpo. Decia muchas veces la santa, quedaba Dios gar, y morar en otro monasterio muy mas encerrado (pie<br />

gran gloria en premio <strong>de</strong> la penitencia que acá se hace; y el en que yo <strong>de</strong> prcsenle estaba, que había oído <strong>de</strong>cir<br />

que aunque no la hiciéramos, sino por imitar á Jesucristo,<br />

que no tuvo hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso en esta vida, no la ha­<br />

lejos; que esto es lo que á mi me consolara, estar en don­<br />

muchos extremos <strong>de</strong> él. Kra también <strong>de</strong> mi ór<strong>de</strong>n y muy<br />

bíanles <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar.<br />

<strong>de</strong> no me conocieran , y nunca me <strong>de</strong>jó mi confesor.» Llegó<br />

á tenor tanto gusto en el propio <strong>de</strong>sprecio, que <strong>de</strong>cia,<br />

Ts'acia este rigor tan raro <strong>de</strong> un gran<strong>de</strong> aborrecimiento<br />

que <strong>de</strong> si tenia, fundado en un vivo conocimiento <strong>de</strong> sus no habia para ella música mas concertada y agradable,<br />

pecados y s)rofimd¡sima humildad ; porque estaba toda

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!