Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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declinasen do la justicia , ó que queriendo hacer bien á
una parte, tal vez haría mal á otra. Para eximirse do la
instancia ó importunidad de la gente, y poder mas libremente
respirar y gozar algunos ratos de Dios, lo deparó
cerca de Valladolid en la villa de Simancas una casa, á la
cual se acogia todas las veces que se podia escapar de la
córte, y recreaba su espíritu y cobraba nuevas fuerzas con
sus oraciones y penitencias, que hacia allí mas largas y
mas rigurosas.
Aquí también instituyó una casa de probación (y fué la
primera que hubo en Castilla de la Compañía), para píobar
los muchos novicios que Dios le enviaba de las universidades
de Alcalá y de Salamanca y de otras pai tes, y
amoldarlos al in-titulo de la Compañía, como quien tan
bien sabia que P1 fundamento de las religiones es la Iniena
instrucción de los novicios. Para esta casa hizo labrar un
edificio semejante al de Oñate, y muy conforme al espíritu
de su santa pobreza. Era de adobes de sierra y de madera
tosca; y él mismo llevaba con los novicios la tierra y los
otros materiales, y con unas esteras atajaban los aposentillos;
y al talle de esto era lo demás. Acabada la casa,
puso el padre su noviciado, y en él buen número de novicios,
mozos ilustres y de muy raras habilidades, y hombres
de grandes prendas y ya graduados, y aun algunos
escogidos letrados y muy eslimados en el mundo, los cuales
vivían entre sí con mucha paz, perfecta obediencia,
extremada oración, mortificación y menoprecio de si y de
todas las cosas de la tierra; y el mismo padre Francisco
iba delante y los animaba con su ejemplo, siendo el primero
en el trabajo, en la cocina, y en el pedir limosna y
en lodos las obras de humildad, con lanta alegría que ponía
espanto. Mas habiendo fallecido á los 11 de junio del
año 1557 el serenísimo rey de Portugal don Juan el III; el
emperador mandó llamar á Yusteal padre Francisco, para
enviarle á Portugal á tratar un negocio de grande" importancia.
Fué, y tuvo en Evora una recia enfermedad, y
aunque los médicos juzgaron que moriría de ella , él les
dijo que se asegurasen; porque de allí á cuatro dias se
partiría para Lisboa, como se partió, y trató con la reina
doña Catalina el negocio á que iba, y visitó (aunque de
paso) las casas y colegios que pudo, de la Compañía; y
volviendo á Yuste, dio razón al emperador de lo que habia
hecho en lo que le habia mandado: y tornando otra vez á
Yuste, después de pocos meses, también llamado de su
majestad, hablaron los dos de cosas de espíritu, y de la
oración y obras satisfactorias, en las cuales deseada el emperador
ejercitarse, aparejándose cada dia mas para ta
cuenta que en breve había de dar al supremo y divino
Emperador, como sucedió; porque pocos dias después que
el padre llegó de Yuste á Valladolid, falleció el emperador
á los 21 de setiembre, dia de san Maleo, apóstol, del año
de 1558. Dejó entre otros por testamentario al padre
Francisco: el cual predicó en sus honras en Valladolid,
con gran senlimienlo y lermira suya, y admiración y edificación
de los oyentes.
Aunque el padre Francisco habia ido dos veces á Portugal
, y servido á la Compañía en lo que se le habia ofrecido;
todavía como habia sido de paso, determinó irla
tercera vez mas despacio, para visitar y consolar los colegios
de aquel reino que estaban á su cargo, especialmente
porque el infante cardenal, y arzobispo de Évora,
habia fundado una insigne universidad en aquella ciudad,
y le pedia con encarecimiento que le diese algunos buenos
maestros de la Compañía, que leyesen en ella , y el
mismo viniese á verle. El padre le envió dos maestros,
que leyeron muchos años con gran loa en aquella universidad,
y después fué á ella , para cumplir en todo la
voluntad y mandato de tan grande y ejemplar príncipe, y
tan devoto y señalado protector de la Compañía. De Évora
pasó á Coimbra, donde consoló y edificó mucho á lodos
los padres y hermanos de nuestro colegio con sus pláticas
espirituales y ejemplo, y á los de fuera con sus sermones
y santa conversación. Ayudó asimismo á la fundación del
colegio de Braga , que el padre Fr. Bartolomé de los Mártires
, religioso de la orden de Santo Domingo y arzobispo
de aquella ciudad, con gran caridad fundó y doló. Y porque
se hallaba fatigado el padre de graves y trabajosas
enfermedades, y acosado y casi oprimido de negocios de
las personas mas principales del reino, se retiró á la ciudadede
Porto, para tener alguna mas quietad y descanso.
Allí fué recibido como mi ángel del cielo, y comenzó
el colegio de Porto con gran contento y alegría de toda la
ciudad y de la reina doña Catalina, que fiivoreció la fundación.
Aquí, olvidado de su edad y enfermedüdes , comenzó
á ejercitar los ministerios de la Compañía con tanto
fervor, como si fuera mozo sano y robusto. Predicaba de
ordinario, y daba el santísimo Sacramento á los que querían
comulgar (cpie eran muchos), haciéndoles unas pláticas
devotísimas. Iba los dias de fiesta con la campanilla
por las calles y plazas , llamando los niños á la doctrina
, y ocupábase en los otros ejercios de humildad y abnegación.
Pero esl;.ndo el padre con gran gusto en aquella quietud
y soledad , le llegó un breve de la santidad del papa
Pió IV, en que le mandaba que fuese á Boma ; porque lo
quería tener cabe sí para cosas muy importantes al divino
servicio: y el padre, aunque estaba flaco y con miulms
achaques, como hijo de obediencia , se puso luego en camino
en lo recio del verano del año de 15G1 : y pasando
por Francia , y visitando en llalla la santa casa tle Loreto,
llegó á Roma á los 1 de setiembre del mismo año, con
extraordinario consuelo de lodos los padres y hermanos
de la Compañía que en ella habia. Poco después , por estar
el padre maestro Diego Lainez (que era prepósito general)
ausente, primero en Francia, y después en el concilio
; el mismo padre general le nombró por vicario general
suyo en Roma: y cuando murió el dicho padre general
, que fué á los 19 del mes de enero del año 1565 ,
los padres de la Compañía , que estaban en Roma, nombraron
al padre Francisco la segunda vez por vicario general
de toda la Compañía, y él lo fué hasta los 2 do junio
del mismo a fio , en que , en la congregación general
que se celebró en Boma , fué elegido por prepósito general,
con grande repugnancia y sentimiento suyo, y no
menor alegría y contento de los que le elegían y del resto
déla Compañía , y satisfacción de toda la córte romana,
y especialmente del papa Pío IV, que en aquel dia dijo á
toda la congregación , cuando fué á besar el pié á su santidad
, que no podía haber hecho mas acertada elección
para el servicio de Dios y para el acrecenlamiento de su
religión, ni de mayor satisfacción suya; y que así lo
mostraría enlodas las cosas que para bien de la Compañía
se ofreciesen.
Cuando se hubo acabado la congregación , el padre