Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

DJA 10. OCTUBRE. 197
via en el refeclom á los padres y hermanos : hincábase
de rodillas delante de ellos: pedíales perdón de las fallas que
tenia on servirlos: hesábalcslos piés de uno en uno, rogándoles
con extraña devoción y humildad queconsus oraciones le
alcanzasen gracia de nuestro Señor para ser de veras suyo.
Salía con unas alforjas al hombro para pedir limosna de
puerta en puerta, y otras veces á enseñar la doctrina
ci isüana á los niños de aquellas pueblos, llevando la campanilla
en la mano para llamarlos ; y de esta manera anduvo
por toda aquella {¡erra enseñando y edificando á lodos
con sus palabras y ejemplo : el cual dio tan grande
estallid) por todos los reinos de España, que muchos mancebos
ilustres y de grandes ingenios y esperanzas, y otros
eminentes varones y singulares letrados, y algunos viejos,
por sus canas y prudencia venerables , vinieron á buscar
al padre Francisco á la ermita de Oñale para vivir en su
obediencia y compañía, y otros muchos dieron de mano á
las vanas esperanzas del mundo, y le menospreciaron y
se entraron en otras religiones.
También vinieron á visitarle, en aquel rincón donde estaba'
algunos grandes señores, y otros le enviaban á visitar
; y no pocos le rogaron é ¡mporlunaron que los viese,
por no poder ellos salir de su casa á buscarle. Uno de
estos fué don Bernardino de Cárdenas, duque de Maqueda,
que á la sazón era virey de Navarra , á cuya insiancia el
padre fué á Pamplona , y predicó diversas veces en la
iglesia catedral, con extraordinario concurso yadmiracion,
e hizo obras de mucha caridad ; y dejando bien enseñado
y consolado al virey , que en el tiempo que estuvo en
^mplona no se a paila ha de su lado, se volvió á su er-
""la de Oiiate , por la provincia de Alava , prodicando
w lodas partes con notable frulo y edificación.
D i Portugal, á donde habia llegado la fama de sn vida
ojcmpiiir, 1c escribió el infante don Luis, hermano del rey
donjuán el Illy déla emperatriz doña Isabel M quien había
servido el padre Francisco) carias ospiriluales y recaladas,
y de grande favor: en las cuales, á mas de decirle
que habia hecho su casa mucho mas ilustre con dejarla, y
que era bienaventurado porque en tiempo de tan grandes
perturbaciones habia sabido hallar la paz del hombre interior
; le pide con grande cncarecimionlo tenga memoria
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