Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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DIA i . SETIEMBRE. 17 30ptar. Ni uno solo quedó con vida del ejércilo de Faraón: inspirados. U Iglesia católica le ha colocado entre sus eI ^»ripío quedó asolado y humillado con aquel temblé seceso, y Moisés desde el otro lado del mar entonó aquel admirable y célebre cántico de acción do gracias que em- P'^a: Cantcmm Domim, y que se halla en el capítulo 1"J «kl citado libro del Exodo. Diísde entonces caminó el pueblo hebreo por el desierto Cl1 paz y libertad, y dirigiéndose hacia el monte Sinaí, "egó á MaiT, donde no encontrando mas que aguas amarfi^s, santos y celebra en este dia su memoria. S vx M UICKLO, MÁttTiu.—Cuando en tiempo del emperador Antonino Pió tuvo lugar la horrible matanza de los cristianos de Lyon y Yíena, estaba en la primera de estas ciudades el ilustre san Marcelo, que tuvo itempo para escaparse, marchándose á predicar el KvangtíKoiWíos países vecinos. Después de dos años, el 119 de Jesiici4slo, hallándose Marcelo en Chalons de Erancia, fué arrestado Moisés las endulzó por un prodigio para que se hi­ por órden del gobernador Prisco, que quiso obligarle á ciesen potables. En Knphidin, que fué la decimasexta jornada, faltó el agua; pero el divino libertador la hizo salir de una roca de Iloreb golpeándola con su vara. El Señor se indignó en aquella ocasión contra Moisés, por la e5pec¡c de desconfianza ó falta de fé que habia mostrado golpeando dos veces seguidas la roca y empleando lamiwgrosa vara, en lugar de mandar sencillamente que saliese el agua conforme á la urden que se le habia dado. Entonces y en aquel mismo sitio llegaron los amalecitas para pelear contra Israel, y mientras Josué los rechazaba Y los vencia, Moisés, colocado en la eminencia de un collado, tenia las manos levantadas al cielo y se las soslelian.Varon y Ilur. Los amalecitas quedaron completamente derrotados , y los hebreos siguiendo su camino llegaron por ün á la falda del monte Stnaí el dia tercero del noveno mes después de su salida de Egipto. Moisés subió á la cumbre, y en medio de rayos y truenos recibid la ley que habia de dar al pueblo y concluj ó la famosa alianza entre ol Señor y los hijos de Israel. Mientras esto pasaba en la montaiia, aquel pueblo desagradecido que se entregaba á la murmuración con tanta frecuencia, pidió á Aaron un Dios visible, y fabricó el becerro de oro al cual erigió un altar. Cuando Moisés bajó de la montaña con las tablas de la ley, y vió á los israelilas entregados á tan infame idolatría, se llenó de justo horror, rompió las tablas de la ley, y mandó pasará cuchillo veinte y tres mil de los prevaricadores. Después subió otra vez á la montaña, y habiendo alcanzado cl perdón de Dios para su pueblo, trajo oirás dos labias como las primeras, en las cuales estaba escrita la ley. Cuando bajó esta vez, la cara de Moisés despedía tayos de luz tan viva, fiuc el pueblo no podía mirarle y fué preciso que se cubriese con un velo. Empezó entonces á fabricar el tabernácuIo comer manjares ofrecidos á los ídolos. El santo se negó de tal modo, que reprendió libremente al gobernador y á todos los que estaban presentes, después de lo cual le hicieron sufrir lodo género de crueldades las mas inauditas, y ai lin lo sepultaron vivo hasta la cintura, y después de estar así por espacio de ires días, murió al lin quemado, y entregó su alma á Dios. S&NTA ROSALÍA, VÍHC.EN.—Nació en la ciudad de Palermo, en Sicilia, y fué hija de un señor principal, llamado Sinibaldo, descendiente de la familia imperial de Cario Magno. Desde su primera juventud despreció tan de corazón todas las vanidades del mundo, que dejando el principado de su padre, la córle y toda su familia, se retiró á una gruta en el monte Pelegrino, á tres millas do Palcrmo. En esta soledad hizo la santa virgen cl sacrificio de su corazón por las austeridades de la penitencia, por el trabajo de su manos, por una oración continua y por la comimícacíon no interrumpida de su alma con Dios. Rosalía murió el dia í de setiembre del año 1160, y postcrionnenle fueron descubiertas sus reliquias, que obraron muchos milagros, atribuyendo la Sicilia á su protección la cesación de una horrible peste que habia causado grandes estragos en todo el pais. SAN MARÍN Ó MARINO, mÁcoNO.—Dícese que trabajó de albañil en la constiuccion de las murallas de Rimini, que se cree fué su patria. Su santidad fué tan eminente, que habiéndola manifestado Dios por algunos milagros, Marín fué ordenado diácono por san Gaudencio, obispo de Rrescia. Después de esto, el santo se retiró á una pequeña cabaña que él mismo construyó en medio de unos bosques á diez millas de Rimini. Aquí vivió por espacio de muchos años, santificándose con ios ejercicios de la mas austera penitencia, y murió en paz á fines del siglo IV. En aquel según el diseño que el mismo Dios le habia indi- mismo sitio edificóse una población que tomó el nombre de cado, hizo su dedicación, consagró á su hermano Aaron y ^ sus hijos para ser sus sacerdotes y destinó á los levitas Para su servicio. Escribió asimismo todo lo concerniente Oculto divino y al gobierno político del pueblo; y después de haber arreglado todas estas cosas, condujo los ls''aelilas á los conünes del pais de Canaan al pié del monte ^ebo. Entonces le mandó el Señor que subiese á la cúspide de esta misma montaña, desde donde le,, mostró la 'ierra prometida en la cual no podría entrar. Efectivamente, Moisés murió allí á la edad de ciento y veinte años, cl liíii ántes de Jesucristo, dejando á su pueblo y á los siglos futuros do todo el universo la idea de un hombre extraordinariamente favorecido de Dios y conducido por sus caminos, de un genio elevado y vasto, y de un legislador ilustrado y profundo. Moisés es incontestablemente cl autor de los cinco primeros libros del Antiguo Testamento, conocidos con el nombre de Penlateuco, que los jQdíos y todas las Iglesias cristianas han reconocido por «San Marino,» y fué la tan conocida república del mismo nombre, que ha conservado por tanto tiempo su primitiva organización. Los SANTOS TEODORO, OCÉANO, AMIANO Y JUMAN, SIÁUTI- RES.—Eran griegos de nación, y en tiempo del emparador Maximiano, acusados por ser cristianos y no queriendo renegar d'J sus creencias, les cortaron lospiés y los echaron dentro de unas calderas de aceite hirviendo, de cuyo marlrío salieron sin lesión y se escaparon. Marcharon á la soledad; pero pasados algunos dias, fueron también presos allí, y después de haberles abierto una porción de rajas en todo el cuerpo, y rolo las piernas, los echaron en una hoguera, donde cantando divinas alabanzas, entregaron á Dios su espíritu. SANTA CÁNDIDA, VIÜDA.—Cuando el apóstol san Pedro se dirigia á Roma á fundar allí la primera silla de la cristiandad, pasó por Ñipóles y permaneció en esta ciudad por espacio de algunos dias. Uospcdóse en casa de una TOMO III. 3-

18 LA LEYKXDA Dlí OÍU). DIA i) viuda Ikuwaila Cándida, que ctesde luego qne oyó al apóstol se convirtió á la fé y i^icibió de sus manoí el banlismo, y cu el tiempo qno recüna el agua santa, se siniió lihi e do un fuerte dolor de cabeza que de muchos años padecía. Animada masy mas en su fé y caridad con este prodigio, fuese á ver á un amigo suyo llamado Aspren, insigue en bondad, y que estaba sepultado en cama hacia largo tiempo. Encargóle que pusiese su confianza en el DÉ)S de Pedro, y ella misma rogó encarecidamente a! príncipe de los Apóstoles que se dignase curar á aquel pobre enfermo. Pedro lo entregó su báculo (queaim se conserva enlS'ápoles) diciéndole: Entrega á Aspren este báculo, dile que tenga fé en Jesucristo y su enfermedad desaparecerá. El milagro coronó La predicción, y Aspren recibió lambienel bautismo. Cándida siguió propagando por la ciudad las nuevas del Evaugelio, obró muchas conversiones, vivió en continuo ayuno y oración, y á mediados del siglo I murió on el Señor en la misma casa que san Pedro br.bia consogrado con su presencia y con la celebración de los divinos misterios. SANTA CÁNDIDA LA JOVEN.—Celebra la Iglesia en este dia dos santas del mismo nombre y ambas de la ciudad de Nápoles. La presente nació de la antigua y noble familia de Brancatia, y aunque estuvo casada, su vida fué pura, santa y resplandeciente en las mas elevadas virtudes. El continuo objeto de sus oraciones eran su marido y su hijo, por enya salvación rogaba incesantemente. Susdeseosfueron dignamente coronados, porque el Señor concedió á aquellas dos personas, por quienes tanto se, interesaba la santa, abundancia de bienes espirituales. Cándida murió en la ñor do su edad como una sania, el dia 2 de setiembre del año 086 , y cu su sepulcro manó por mucho tiempo un aceite que curaba toda clase de enfermedades. SAN MARCFXO, omsro v MÁRTIK.—-Sucedió á san Avitocn la silla arzobispal de Tréveris, cuando estaba mas enfurecida la persecución contra los cristianos. Con sus trabajos y ejemplos confundió á los paganos y esforzó á los fieles; pero bien pronlo fué purpurado en la gloria del marlirio. Floreció en el siglo III. Los SANTOS RUFINO, SILVANO Y VITAUO, MÁUTIRES.—Eran tres niños de Ancira que murieron martirizados en el siglo 1 de la Iglesia. Los SANTOS MAGNO, CASTO Y MÁXIMO, MÁUTIUES.—Salazar cree con bastante fundamento que fueron discípulos del apóstol Santiago el mayor, y que predicaron el Evangelio en Andalucía. Dexlro no duda que murieron mártires en Espafia por los años de 66, después de haber fundado varias iglesias con su predicación y sus milagros. SAN TAMEL Y SUS COMPASEROS, MÁRTIRES.—El santo de quien hablamos habia sido sacerdote de los ídolos, y fué convertido á la fé de Jesucristo por un santo obispo que dió su sangre en confirmación de las verdades que predicaba. Tamel se encendió también en deseos de dar su vida por la religión que acababa de conocer, y presentándose espontáneamente a los tiranos en tiempo del emperador Adriano, y confesando su nueva religión, logró ser inmolado con otros muchos fieles al fnror de los paganos. LOS SANTOS MA.BCF.LO Y VALERIANO , MÁRTIRES. — La horrorosa carnicería de los mártires de León y Viena sucedió por los años de 1"". Marcelo y Valeriano predicaron á pesar de la persecución el Evangelio, y fueron coronados con el martirio el año de JTO, dando su alma á Dios en medio de los mas aíroces tormentes. LA TRASLACIÓN OK SAN CLTURERTO.—Celébranla los católicos de Inglaterra en este dia, ílolivaron dicha traslación les piratas daneses que infestaban algunas de las provincias de aquel reino. Sumjk IrA, vici)A,—Su padre fué un conde mny amigo de Cario Magno, Éste casó á Ida con uno de sus favoritos, llamado tlegberlo, y la dotó con muchos estados. Hégberts murió muy jóv en, y desde entonces vivió Ida en el retiro y murió en olor de santidad. SAN ULTANO, OBISFO.—Fué primer obispo de Ardbraccam, en Mealh de Irlanda. Fué muy alabado porsn caridad para con los huérfanos irlandeses: murió en 6116. • DA 6. SAN VICTORINO, CRISPO Y SIÁRTIR.—La ciudad deAmilerno, hoy llamada de Aquila, está en aquella parte de Italia que llaman Campania, en el reino de Nápoles. De esta ciudad, pues, fué natural san Victorino. Muertos sus padres que eran ricos y nobles, quedaron abundantes de posesiones Victorino y Severino hermanos; pero aspirando á la cumbre de la perfección cristiana, vendieron el rico patrimonio, y repartieron á pobres cuanto haber pudieron. Quedaron tanto mas ricos en bienes espirituales, cuanto mas pobres de los de este mundo. Una voluntad sola gobernaba á los dos hermanos: nada les faltaba; porque todo lo hablan dejado y dado por Cristo Ellos eran señores uno del otro, y criados también; pues en cuanto se ofrecía-, servia el uno al otro. Victorino bien estaba con servir á su hermano Severino; mas no le agradaba ser de él servido; y así resolvió irse al desierto como lo hizo. Entróse eti lo mas oculto y retirado, donde ni pudiese ver ni ser visto de las gentes, y solo pudiese gozar de la conversación de los ángeles. Fabricó una celda tan estrecha, que solo él podia estar de rodillas ó en pie orando, y si alguna otra persona estaba dentro, hablan de estar por fuer-. za en pié los dos; que de otra suerte era imposible. Vivia nueslro santo en la gloria, vacando solo á Dios, con oracioii, abstinencia, disciplinas y penitencias. Pero como nuestro enemigo común no duerme, envidioso de ver la paz y quietud de ánimo con que Victorino vivia, trató de contrastarla. Tomó forma de una hermosa doncella, y siendo ya noche, se llegó á la puerta de la celda llorando y pidiendo favor, y diciendo que iba perdida, y que temia las fieras de aquel desierto; que por amor de Dios la hospedase por aquella noche; que en amaneciéndose iria. Tan bien supo fingir la tragedia, tanto supo llorar y tan Instimosasjalegarias supo hacer, que movido el corazón de Victorino á misericordia y piedad cristiana, abrió la puerta y dió entrada á su enemigo. Luego que hubo entrado, se fingió santa como el santo la doncella, y así se puso como él en oración, pero perseveró poco; porque tocando con uno desús piés uno de los del santo, le encendió en,un fuego tal, que olvidóse de sí y de Dios, sin poderse valer ni reprimir: tanto efecto hizo el vil engaño de aquella sierpe enemiga. Apenas le \ióea¡do en la culpa, cuando el demonio, burlándose de e!, le dijo: ¿Qué haces, varón santísimo? Tú, que te has

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viuda Ikuwaila Cándida, que ctes<strong>de</strong> luego qne oyó al apóstol<br />

se convirtió á la fé y i^icibió <strong>de</strong> sus manoí el banlismo,<br />

y cu el tiempo qno recüna el agua santa, se siniió lihi e do<br />

un fuerte dolor <strong>de</strong> cabeza que <strong>de</strong> muchos años pa<strong>de</strong>cía.<br />

Animada masy mas en su fé y caridad con este prodigio,<br />

fuese á ver á un amigo suyo llamado Aspren, insigue en<br />

bondad, y que estaba sepultado en cama hacia largo tiempo.<br />

Encargóle que pusiese su confianza en el DÉ)S <strong>de</strong> Pedro,<br />

y ella misma rogó encarecidamente a! príncipe <strong>de</strong> los<br />

Apóstoles que se dignase curar á aquel pobre enfermo.<br />

Pedro lo entregó su báculo (queaim se conserva enlS'ápoles)<br />

diciéndole: Entrega á Aspren este báculo, dile que<br />

tenga fé en Jesucristo y su enfermedad <strong>de</strong>saparecerá. El<br />

milagro coronó La predicción, y Aspren recibió lambienel<br />

bautismo. Cándida siguió propagando por la ciudad las<br />

nuevas <strong>de</strong>l Evaugelio, obró muchas conversiones, vivió<br />

en continuo ayuno y oración, y á mediados <strong>de</strong>l siglo I<br />

murió on el Señor en la misma casa que san Pedro br.bia<br />

consogrado con su presencia y con la celebración <strong>de</strong> los divinos<br />

misterios.<br />

SANTA CÁNDIDA LA JOVEN.—Celebra la Iglesia en este dia<br />

dos santas <strong>de</strong>l mismo nombre y ambas <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong><br />

Nápoles. La presente nació <strong>de</strong> la antigua y noble familia <strong>de</strong><br />

Brancatia, y aunque estuvo casada, su vida fué pura, santa<br />

y resplan<strong>de</strong>ciente en las mas elevadas virtu<strong>de</strong>s. El<br />

continuo objeto <strong>de</strong> sus oraciones eran su marido y su hijo,<br />

por enya salvación rogaba incesantemente. Sus<strong>de</strong>seosfueron<br />

dignamente coronados, porque el Señor concedió á<br />

aquellas dos personas, por quienes tanto se, interesaba la<br />

santa, abundancia <strong>de</strong> bienes espirituales. Cándida murió<br />

en la ñor do su edad como una sania, el dia 2 <strong>de</strong> setiembre<br />

<strong>de</strong>l año 086 , y cu su sepulcro manó por mucho<br />

tiempo un aceite que curaba toda clase <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s.<br />

SAN MARCFXO, omsro v MÁRTIK.—-Sucedió á san Avitocn<br />

la silla arzobispal <strong>de</strong> Tréveris, cuando estaba mas enfurecida<br />

la persecución contra los cristianos. Con sus trabajos<br />

y ejemplos confundió á los paganos y esforzó á los fieles;<br />

pero bien pronlo fué purpurado en la gloria <strong>de</strong>l marlirio.<br />

Floreció en el siglo III.<br />

<strong>Los</strong> SANTOS RUFINO, SILVANO Y VITAUO, MÁUTIRES.—Eran<br />

tres niños <strong>de</strong> Ancira que murieron martirizados en el siglo<br />

1 <strong>de</strong> la Iglesia.<br />

<strong>Los</strong> SANTOS MAGNO, CASTO Y MÁXIMO, MÁUTIUES.—Salazar<br />

cree con bastante fundamento que fueron discípulos<br />

<strong>de</strong>l apóstol Santiago el mayor, y que predicaron el<br />

Evangelio en Andalucía. Dexlro no duda que murieron<br />

mártires en Espafia por los años <strong>de</strong> 66, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber<br />

fundado varias iglesias con su predicación y sus milagros.<br />

SAN TAMEL Y SUS COMPASEROS, MÁRTIRES.—El santo <strong>de</strong><br />

quien hablamos habia sido sacerdote <strong>de</strong> los ídolos, y fué<br />

convertido á la fé <strong>de</strong> Jesucristo por un santo obispo que<br />

dió su sangre en confirmación <strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s que predicaba.<br />

Tamel se encendió también en <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> dar su vida<br />

por la religión que acababa <strong>de</strong> conocer, y presentándose<br />

espontáneamente a los tiranos en tiempo <strong>de</strong>l emperador<br />

Adriano, y confesando su nueva religión, logró<br />

ser inmolado con otros muchos fieles al fnror <strong>de</strong> los<br />

paganos.<br />

LOS SANTOS MA.BCF.LO Y VALERIANO , MÁRTIRES. — La<br />

horrorosa carnicería <strong>de</strong> los mártires <strong>de</strong> León y Viena sucedió<br />

por los años <strong>de</strong> 1"". Marcelo y Valeriano predicaron<br />

á pesar <strong>de</strong> la persecución el Evangelio, y fueron coronados<br />

con el martirio el año <strong>de</strong> JTO, dando su alma á Dios en medio<br />

<strong>de</strong> los mas aíroces tormentes.<br />

LA TRASLACIÓN OK SAN CLTURERTO.—Celébranla los católicos<br />

<strong>de</strong> Inglaterra en este dia, ílolivaron dicha traslación<br />

les piratas daneses que infestaban algunas <strong>de</strong> las provincias<br />

<strong>de</strong> aquel reino.<br />

Sumjk IrA, vici)A,—Su padre fué un con<strong>de</strong> mny amigo<br />

<strong>de</strong> Cario Magno, Éste casó á Ida con uno <strong>de</strong> sus favoritos,<br />

llamado tlegberlo, y la dotó con muchos estados. Hégberts<br />

murió muy jóv en, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces vivió Ida en el retiro y<br />

murió en olor <strong>de</strong> santidad.<br />

SAN ULTANO, OBISFO.—Fué primer obispo <strong>de</strong> Ardbraccam,<br />

en Mealh <strong>de</strong> Irlanda. Fué muy alabado porsn caridad<br />

para con los huérfanos irlan<strong>de</strong>ses: murió en 6116.<br />

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DA 6.<br />

SAN VICTORINO, CRISPO Y SIÁRTIR.—La ciudad <strong>de</strong>Amilerno,<br />

hoy llamada <strong>de</strong> Aquila, está en aquella parte <strong>de</strong> Italia<br />

que llaman Campania, en el reino <strong>de</strong> Nápoles. De esta<br />

ciudad, pues, fué natural san Victorino. Muertos sus padres<br />

que eran ricos y nobles, quedaron abundantes <strong>de</strong> posesiones<br />

Victorino y Severino hermanos; pero aspirando á<br />

la cumbre <strong>de</strong> la perfección cristiana, vendieron el rico patrimonio,<br />

y repartieron á pobres cuanto haber pudieron.<br />

Quedaron tanto mas ricos en bienes espirituales, cuanto<br />

mas pobres <strong>de</strong> los <strong>de</strong> este mundo. Una voluntad sola gobernaba<br />

á los dos hermanos: nada les faltaba; porque<br />

todo lo hablan <strong>de</strong>jado y dado por Cristo Ellos eran señores<br />

uno <strong>de</strong>l otro, y criados también; pues en cuanto se<br />

ofrecía-, servia el uno al otro. Victorino bien estaba con<br />

servir á su hermano Severino; mas no le agradaba ser <strong>de</strong><br />

él servido; y así resolvió irse al <strong>de</strong>sierto como lo hizo. Entróse<br />

eti lo mas oculto y retirado, don<strong>de</strong> ni pudiese ver ni<br />

ser visto <strong>de</strong> las gentes, y solo pudiese gozar <strong>de</strong> la conversación<br />

<strong>de</strong> los ángeles. Fabricó una celda tan estrecha,<br />

que solo él podia estar <strong>de</strong> rodillas ó en pie orando, y si alguna<br />

otra persona estaba <strong>de</strong>ntro, hablan <strong>de</strong> estar por fuer-.<br />

za en pié los dos; que <strong>de</strong> otra suerte era imposible. Vivia<br />

nueslro santo en la gloria, vacando solo á Dios, con oracioii,<br />

abstinencia, disciplinas y penitencias. Pero como<br />

nuestro enemigo común no duerme, envidioso <strong>de</strong> ver la<br />

paz y quietud <strong>de</strong> ánimo con que Victorino vivia, trató <strong>de</strong><br />

contrastarla. Tomó forma <strong>de</strong> una hermosa doncella, y<br />

siendo ya noche, se llegó á la puerta <strong>de</strong> la celda llorando<br />

y pidiendo favor, y diciendo que iba perdida, y que temia<br />

las fieras <strong>de</strong> aquel <strong>de</strong>sierto; que por amor <strong>de</strong> Dios la hospedase<br />

por aquella noche; que en amaneciéndose iria.<br />

Tan bien supo fingir la tragedia, tanto supo llorar y tan<br />

Instimosasjalegarias supo hacer, que movido el corazón<br />

<strong>de</strong> Victorino á misericordia y piedad cristiana, abrió la<br />

puerta y dió entrada á su enemigo.<br />

Luego que hubo entrado, se fingió santa como el santo<br />

la doncella, y así se puso como él en oración, pero perseveró<br />

poco; porque tocando con uno <strong>de</strong>sús piés uno <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>l santo, le encendió en,un fuego tal, que olvidóse <strong>de</strong><br />

sí y <strong>de</strong> Dios, sin po<strong>de</strong>rse valer ni reprimir: tanto efecto<br />

hizo el vil engaño <strong>de</strong> aquella sierpe enemiga. Apenas le<br />

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