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80 LA LEYENDA M ORO<br />
quiso lener en su casa indias que le sirviesen, mirando por<br />
el recalo y buena fama lan necesaria en un predicador, ni<br />
indios (aunqueuno y olio le ofrecian), diciendo, que era<br />
un pobre religioso, y no ie con venia lener familia <strong>de</strong> criados<br />
y criadas: solo consinliy que dos nifios le asistiesen en<br />
lo necesario.<br />
Habiendo oslado siete anos en las Indias, y convertido<br />
muchos millares <strong>de</strong> gentiles, no pudiendo sufrir su mucha<br />
caridad y zelo, la crueldad é impiedad <strong>de</strong> algunos ministros<br />
que oprimían <strong>de</strong>masiado á los indios, y embarazaban<br />
la predicación <strong>de</strong>l Evangelio; con licencia <strong>de</strong> su general, y<br />
aun <strong>de</strong>l mismo Dios (como el sanio confesó á un caballero),<br />
se volvió á Espaíia. En el viaje pa<strong>de</strong>ció la nave en<br />
que venia el santo, una brava tormenta, pero sosegóse<br />
con su oración y la señal <strong>de</strong> la cruz. Llegó á España á 18<br />
<strong>de</strong> oc'.ubre <strong>de</strong> 1STD, y luego sin <strong>de</strong>scansar se puso en camino<br />
para Valencia, don<strong>de</strong> fué recibido <strong>de</strong> sus frailes, con<br />
gozo igual á la pena que hablan tenido en su partida. Dijo<br />
que quería empezar á servir á Dios, y Iralarse como novicio;<br />
y así lo hizo en el fervor y observancia religiosa.<br />
El año siguiente <strong>de</strong> 1580, fué hecho prior <strong>de</strong>l convento <strong>de</strong><br />
San Onofre, muy contra su voluntad, y 1c a<strong>de</strong>lantó mucho<br />
en lo espiritual y temporal; porque hallando el convenio<br />
muy alcanzado, y á los religiosos sin alguna provisión.<br />
Dios le ayudó <strong>de</strong> manera, que fuera <strong>de</strong> pagar las<br />
(leudas, y proveer abundaulcmcnle á los religiosos, le a<strong>de</strong>lantó<br />
mucho en el edificio: y recibía generalmente á todos<br />
los huéspe<strong>de</strong>s <strong>de</strong> otras religiones, y daba muchas limosnas,<br />
asi en la portería, á cuantos venian á pedir, como<br />
á personas vergonzanlos; y cuando acabó su oficio <strong>de</strong>jó la<br />
casa bien proveída <strong>de</strong> trigo y lodo lo mas necesario. Pero<br />
es maravilloso esto; porque, como el mismo santo confesó<br />
á Fr. Vicente <strong>de</strong> Vera, hallaba algunas veces en su celda<br />
dínerq que él no había piuislo, oí sabia cómo habia venido<br />
á ella. Sucedióle en esta materia un suceso muy particular<br />
con un librero llamado Vicente Garriga, que le habia<br />
dabo algunos libros fiados. Entró un dia en su celda; y en<br />
Viéndole, dijole el santo: Perdóneme, hermano ; que he<br />
olvidado <strong>de</strong> enviar por dinero para pagarle: pero siéntese<br />
en esla silla, que Dios proveerá. Respondió el librero que<br />
no venia sino á verle. Trabaron plática, y á lo mejor <strong>de</strong><br />
ella, alargó el santo la mano á la mesa, y dió al librero<br />
puntualmente el dinero que le <strong>de</strong>bia. Quedó espantado el<br />
librero, por no haber en la mesa dineros cuando él entró,<br />
y quedóse por <strong>de</strong>voción con la mitad, dando la otra mitad<br />
á un letrado amigo suyo, que se la trocó por otra moneda<br />
para guardarla por reliquia.<br />
El zelo que lenia <strong>de</strong> la salvación <strong>de</strong> las almas no le <strong>de</strong>jaba<br />
estar mucho tiempo en su celda y convenio: salíase<br />
muchas veces á predicar por aquellos pueblos; y por no<br />
hacer falla á su oficio, se volvía ordinariamente á su convento<br />
el mismo dia. Hacia muy do ordinario sus viajes á<br />
pié, aunque estaba achacoso y lenia una pierna llagada:<br />
y por con<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r con los ruegos <strong>de</strong> sus frailes, salia <strong>de</strong><br />
casa á caballo, y en saliendo al campo so. apeaba y lo<br />
lo mismo hacia á la vuelta. Un viernes santo salió á caballo<br />
para predicar en Moneada, y luego se apeó y <strong>de</strong>scalzó;<br />
y lo mismo hizo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber predicado, volviendo á<br />
Valencia. Predicando en Liria un dia <strong>de</strong> Navidad, y estando<br />
aposentado en casa <strong>de</strong>l rector Ó cura <strong>de</strong>l pueblo, se recogió<br />
á su aposento á dormir, y en parecióndole que estaban<br />
recogidos lodos, se bajó al establo, y en reverencia<br />
DIA 10.<br />
<strong>de</strong>l ¡Niño recien nacido pasó gran parle <strong>de</strong> la noche en<br />
oración.<br />
Acabado su priorato, volvió el santo á Valencia, y luego<br />
le hicieron maestro <strong>de</strong> novicios, y <strong>de</strong>spués prior <strong>de</strong>l mismo<br />
convenio <strong>de</strong> Valencia, con gran<strong>de</strong> gusto <strong>de</strong> lodos los<br />
religiosos y no menor sentimiento suyo. Pero hallándose<br />
<strong>de</strong>sconsolado por esta elección, se fué á la celda que habia<br />
sido <strong>de</strong> san Vicente Ferrer, don<strong>de</strong> eslá una imagen suya<br />
<strong>de</strong> bulto; é hincado <strong>de</strong> rodillas, hizo con gran<strong>de</strong> fervor<br />
esla oración : Padre san Vicente, á mí me han hecho prior<br />
<strong>de</strong> esta casa, sin tener parles para este cargo; yo renuncio<br />
en vos el priorato: vos seréis el prior y yo ejecutaré<br />
vuestras ór<strong>de</strong>nes. Inclinóse luego para besarle el pié, y<br />
la imagen <strong>de</strong> san Vicente se inclinó, y le abrazó y levanto<br />
<strong>de</strong> la tierra, como el mismo santo lo contó á dos religiosos<br />
en su última enfermedad: aunque añadió: Mas ¿qué<br />
importa eso? También habló Dios por el asna <strong>de</strong> Balaan,<br />
sin tener ella merecimientos para ello. En el principio <strong>de</strong><br />
su priorato puso en su celda un letrero, que <strong>de</strong>cia aquellas<br />
palabras <strong>de</strong> san Pablo á los gálalas: Si homiiúbusplacerem,<br />
Chrisli servus non essem: Si yo procurase agradar á los<br />
hombres, no fuera siervo <strong>de</strong> disto: y guardóle tan al pié<br />
<strong>de</strong> la letra, que por mucha amistad que tuviese con algún<br />
religioso, jamás le disimuló <strong>de</strong>fecto alguno, aun <strong>de</strong> los que<br />
tienen sus constituciones por lijcros: y solia <strong>de</strong>cir, que no<br />
se queria ir al infierno ni al purgatorio por sus amigos.<br />
Puso muy gran cuidado en que los frailes so aplicasen al<br />
esludio, y queria que estuviesen siempre ocupados, para<br />
evitar el ocio que trae consigo todos los males. Deseaba<br />
que se aficionasen al retiro, y era muy dificultoso en dar<br />
licencia para salir <strong>de</strong> casa, sino es con precisa necesidad.<br />
Si oia que en el convento habia algún disgusto entre los<br />
hermanos, procuraba que se atajase luego, porque no pasase<br />
a<strong>de</strong>lante cosa tan perniciosa para una comunidad.<br />
Cuidaba mucho que no hubiese en sus subditos embarazo<br />
alguno para la pureza <strong>de</strong> conciencia; y por eso era muy<br />
limitado en reservar casos, y muy liberal en dar licencia<br />
paja elegir confesor; y solia <strong>de</strong>cir, que mas queria ser<br />
en esto largo, que dar ocasión para que se hiciese alguna<br />
mala confesión, Favorecía mucho á los religiosos que veia<br />
observantes y <strong>de</strong>seosos <strong>de</strong> la perfección, y los alentaba y<br />
ayudaba euanlo podía para que la alcanzasen. Así como<br />
ponía cuidado en la guarda <strong>de</strong> sus reglas , así le ponia en<br />
que los frailes fuesen bien asistidos en la comida y vestido,<br />
y en todo lo <strong>de</strong>más necesario, especialmente en el tiempo<br />
<strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s; <strong>de</strong> manera, que no echaban ménos<br />
el regalo que podían tener en sus casas. Era para lodos<br />
benigno y afable, y aun cuando castigaba las fallas,<br />
era mas como padre, que como juez; porque mezclaba la<br />
blandura con el rigor, para que conociesen sus subditos<br />
que nacia el castigar, <strong>de</strong> <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> su bien y no <strong>de</strong> mala<br />
voluntad. Todos los viernes exhortaba á sus religiosos en<br />
el capítulo al ejercicio <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s, particularmente á<br />
la obediencia; porque siempre hizo mucho aprecio <strong>de</strong> esta<br />
virtud ; y solia <strong>de</strong>cir, que la pobreza que Dios nuestro Señor<br />
mas estima en un religioso, es la <strong>de</strong>sestimación <strong>de</strong> la<br />
propia voluntad. Aumentó mucho las limosnas <strong>de</strong>l convento,<br />
aunque le halló con muchas <strong>de</strong>udas^ pero Dios lo<br />
volvía ciento por uno, y con las limosnas que le daban,<br />
sustentó á los religiosos con abundancia, é hizo otros gastos<br />
que se le ofrecieron.<br />
Ofreciéronsclc muchos trabajos á san Luis en su prio-