You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DIA 8.<br />
Escocia y que fué á Francia á predicar el Evangelio á mw<br />
diados <strong>de</strong>l siglo VI. Después se retiró con oíros niucbos<br />
compañeros en un lugar solitario, <strong>de</strong>l cual no salían mas<br />
que para distribuir el pasto espiritual á los nuevoscoüverlidcs.<br />
Aquel retiro se convirtió <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> poco en un monasterio<br />
que fué famoso en todo el territorio <strong>de</strong> Hheims,<br />
siendo san Elano una <strong>de</strong> sus mas distinguidas anforclias,<br />
hasta que siendo ya <strong>de</strong> edad muy avanzada murió el siervo<br />
<strong>de</strong> Dios, por los años <strong>de</strong> Ü96.<br />
DIA 8.<br />
SANTA PEUGIA, PENITENTE.—Celebrándose en la ciudad<br />
<strong>de</strong> Aiitioquía un concilio <strong>de</strong> ocbo obispos en la iglesia <strong>de</strong><br />
San Julián mártir, y estando predicando Nono , obispo <strong>de</strong><br />
E<strong>de</strong>sa, que era uno <strong>de</strong> ellos, varón perfectísimo y <strong>de</strong> admirable<br />
santidad, pasó á <strong>de</strong>shora <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong> la<br />
iglesia don<strong>de</strong> estaban sentados los obispos , una famosa<br />
ramera llamada l'elagia, con gran ruido y aparato. Iba<br />
sobre un jumento al uso <strong>de</strong> la tierra, acompañada <strong>de</strong> gran<br />
número <strong>de</strong> criados y criadas, y ella tan compuesta y ataviada,<br />
que no solamente las ropas que llevaba encima,<br />
eran galanas y ricas y cubiertas <strong>de</strong> oro, sino que el locado<br />
y el calzado iban sembrados <strong>de</strong> perlas y piedras <strong>de</strong><br />
gran valor. Llevaba <strong>de</strong>scubierta la cabeza y los pechos, y<br />
al cuello ricos collares <strong>de</strong> oro : volvía los ojos lascivos mirando<br />
á una parle y á otra : su hennosnra era tan gran<strong>de</strong>,<br />
que los hombres carnales no se hartaban <strong>de</strong> verla; iba<br />
llena <strong>de</strong> olores , que cuando llegó cerca <strong>de</strong> la puerta<br />
<strong>de</strong> la iglesia todos los- que allí estaban sintieron una<br />
fragancia y olor suavísimo. Ofendió este espectáculo sobremanera<br />
á los obispos que estaban en el concilio : los<br />
cuales dando algunos gemidosdulorosos, volvieron su rostro<br />
por no ver á lu que con latí gramlo <strong>de</strong>seivvoltura y<br />
<strong>de</strong>svergüenza se les presentaba : solo Nono lijó los ojos en<br />
la triste mujer y la miró atentamente , y no <strong>de</strong>jó <strong>de</strong><br />
mirarla lodo el liempo que la pudo ver; y <strong>de</strong>spués que<br />
pasó, volviéndose á los obispos con muchas lágrimas y<br />
suspiros, les preguntó si se hablan <strong>de</strong>leitado en ver aquella<br />
mujer: y callando ellos, él dijo : l'ues á mí gran<strong>de</strong>menle<br />
me <strong>de</strong>leitó, porque creo que Dios ha <strong>de</strong> tomar á esla<br />
mujer en el dia <strong>de</strong> su tremendo juicio , por medio para<br />
juzgarnos á nosotros y pedirnos cuenta <strong>de</strong> nuestro oíkio<br />
y ministerio : y fué <strong>de</strong>clarando la solicitud y cuidado y<br />
tiempo que ponía aquella mujer en afeitarse, engalanarse,<br />
componerse por agradará los ojos <strong>de</strong> los hombres, que hoy<br />
son y mañana nó ; y el <strong>de</strong>scuido con que nosotros vivimos<br />
sin limpiar y adornar nuestras almas , para que parezcan<br />
bien á aquel Señor , que es Rey <strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra,<br />
y paga con galardón eterno á todos los que le sirven.<br />
Acabado su razonamiento , se fué á su aposento y se<br />
<strong>de</strong>rribó en el suelo dándose golpes en los pechos, y <strong>de</strong>rramando<br />
muchas lágrimas, pedia perdón á Dios <strong>de</strong> sus pecados<br />
y <strong>de</strong> la negligencia con que le servia siendo sacerdote<br />
y obispo , y participando cada dia <strong>de</strong> sus divinos<br />
misterios, y estando obligado á dar ejemplo á los <strong>de</strong>más,<br />
Y viendo que el trabajo que un solo dia tomaba en a<strong>de</strong>rezarse<br />
aquella <strong>de</strong>sventurada pecadora , excedía al que en<br />
toda la vida él tomaba en componer su alma : y no se bai <br />
laba <strong>de</strong> llorar ni <strong>de</strong> lamentarse <strong>de</strong> sí mismo , cotejando<br />
por uaa parte, quién era aquella miijer,y quiénes eran los<br />
hombres, y lo que hacia por parccerlos bien; y por otra.<br />
OCTIME.<br />
173<br />
quien era el y quien es Dios , y lo poco que baria por<br />
agradarle. Vino el domingo : y estando lodos los obispos<br />
en la iglesia, acabado <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir el santo Evangelio , el pariarca<br />
<strong>de</strong> Antioquía dió el libro á ISono , rogándole que<br />
predicase al pueblo. Él lo hizo <strong>de</strong>scubriendo el tesoro escondido<br />
<strong>de</strong> sabiduría y espíritu divino que el Señor había<br />
encerrado en su pecho. Usaba <strong>de</strong> palabras nó pulidas ni<br />
elegantes, ni <strong>de</strong> razones sutiles y filosóficas, ni <strong>de</strong> arle <strong>de</strong><br />
retórica y elocuencia , sino <strong>de</strong> unas sentencias macizas y<br />
verda<strong>de</strong>ras , cnvuell;is con el espíritu <strong>de</strong> Dios , agudas y<br />
eficaces para quebrantar y ablandar los corazones endurecidos.<br />
Comenzó á repren<strong>de</strong>rlos vicios, y á poner <strong>de</strong>lante ú<br />
tremendo juicio <strong>de</strong> Dios, el castigo <strong>de</strong> los malos y el premio<br />
<strong>de</strong> los buenos, con lanío fervor , que oyendo las palabras<br />
<strong>de</strong>l santo obispo , lodo el auditorio se movió y compungió<br />
y lloró muchas lágrimas. Hallóse presente á este<br />
sermón aquella mujer pecadora y profana que dijimos<br />
arriba : la cual aunque no era cristiana , ni solia oír sermones<br />
, ni tener cuenta con su conciencia , ni venir á la<br />
iglesia ; mas aquella vez vino por or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> Dios, que<br />
por este medio la quería salvar. Fué tanto lo que las palabras<br />
<strong>de</strong> Nono obraron en ella , y lo que el Señor enterneció<br />
su corazón , que <strong>de</strong>spidiendo <strong>de</strong>sús ojos muchas lágrimas,<br />
acabado el sermón, y sabiendo que el predicadorestaba<br />
en su celda, le envió con dos criados suyos una caria<br />
en que <strong>de</strong>cía estas palabras : «Al santo discípulo <strong>de</strong> Cristo,<br />
la pecadora ydiscípula <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio. Oidohe<strong>de</strong>tti Dios, que<br />
<strong>de</strong>scendió <strong>de</strong> los cíelos á ia tierra por la salud <strong>de</strong> los hombres,<br />
y que aquél , á quien los querubines no osan mirar,<br />
conversó con publícanos y pecadores, y no se <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñó<br />
<strong>de</strong> hablar con una mujer samaritana y pecadora. l'ues^skndo<br />
tú discípulo <strong>de</strong> esle Señor, no es justo que menosprecies<br />
á una pecadora como yo, negándome lu habla, por medio<br />
<strong>de</strong> la cual <strong>de</strong>seo ver á Jesucristo.» Turbóse con esta carta<br />
san Nono, temiendo que el <strong>de</strong>monio no le quisiese armar<br />
algún lazo por medio <strong>de</strong> aquella <strong>de</strong>shonesta y atrevida mujer<br />
; y respondióle que bien sabia Jesucristo , quién ella<br />
cía y la intención que tenia, que no le tentase; porque<br />
era hombre y pecador, y que en ninguna manera consentiría<br />
que le hablase sino <strong>de</strong>lante do los otros obispos. Ella<br />
se contentó con esla respuesta, y con gran<strong>de</strong> alegría se<br />
fué ála iglesia <strong>de</strong>l bienaventurado mártir San Julián, don<strong>de</strong><br />
estaba san Nono <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los otros obispes, y se postró<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ellos en el suelo, y abrazándose con los piés<br />
<strong>de</strong> Nono, con lo? ojos cómodos fuentes <strong>de</strong>-lágrimas, le<br />
comenzó á suplicar que imitase á su maestro Jesucrislo, y<br />
la bautizase é hiciese crísliana; porque era un piélago <strong>de</strong><br />
torpezas y un abismo <strong>de</strong> malda<strong>de</strong>s. Y como el santo obispo<br />
le dijese, que los sagrados cánones yodaban bautizar á<br />
ninguna mujer públicamente mala, si no daba fianzas <strong>de</strong><br />
no volverá aü mal estado; ella con gran fervor le replicé,<br />
<strong>de</strong>shaciéndose en lágrimas y lavando con ellas los piés <strong>de</strong>l<br />
obispo, que míraselo que hacia; porque él habia do dar<br />
cuenla á Dios <strong>de</strong> su alma y <strong>de</strong> todos sus pecados, y que<br />
Dios so la pediría, si dilatase el bautizarla y limpiar su<br />
alma <strong>de</strong> las manchas <strong>de</strong> ellos : y que rogaba á Dios, que<br />
no tuviese parte en él con sus santos, y que fuese juzgado<br />
como si le negase, si aquel dia no la hiciese esposa do<br />
Cristo, y no la ofreciese pura y sin mácula en su presencia.<br />
A todos los obispos convencieron las palabras tau ardientes<br />
y fervorosas, y mas los sollozos y lági imns <strong>de</strong><br />
aquella publica pecadora, y dieren aviso al patriarcado