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tȒA 7. OCTUBRE. I7t<br />
natural fiorczn , y qucnendo dar salisfaccion al cmporador,<br />
1c mandó calzar unos sapatos sombrados <strong>de</strong> puntas <strong>de</strong><br />
clavos agudas, y que fuese <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> su coche corriendo<br />
; .y <strong>de</strong> esta manera le llevó tres leguas, con un- dolor<br />
acerbísimo <strong>de</strong>l sanio mártir, <strong>de</strong> cuyos piés salian arroyos<br />
<strong>de</strong> sangre ; rnas la noche siguiente vino un ángel que le<br />
rocreóy le <strong>de</strong>jólos piés tan sanos, como si ningnu mai hubiera<br />
pa<strong>de</strong>cido.<br />
Atribuyó el injusto juez la gracia du Dios A arle mágica<br />
, y endurecióse mas, y otra vez ie hizo pasar aquel<br />
mismo tormento; y íinalmcnle viendo que perdia el tiempo<br />
, y que por ningún camino podia rendir ni laraer a su<br />
voluntad al santo mártir , le mandó corlar la cabeza ; y<br />
así se hizo. Acompañaron á san Sergio al lugar <strong>de</strong>l suplicio<br />
gran número <strong>de</strong> hombres y mujeres , y aun <strong>de</strong> bestias<br />
lleras que iban Iras él, mansas como unas ovejas, haciéndole<br />
honra y reverencia. Hizo oración ánles que se ejecutase<br />
la sentencia, puesto <strong>de</strong> rodillas, suplicándole á nuestro<br />
Señor que aceptase aquel sacrificio <strong>de</strong> sn vida que él<br />
le ofrecía , y perdonase á los que se la quitaban y perseguian,<br />
y les diese el conocimienlo <strong>de</strong> su verda<strong>de</strong>ra luz y<br />
verdad. Oyó una voz que le convidaba al cielo, y ífe daba<br />
el parabién <strong>de</strong> la victoria ; y con esto tendió el cuello,<br />
y fué <strong>de</strong>gollado á los 7 <strong>de</strong> octubre , y <strong>de</strong>spués fué en!errado<br />
su sagrado cuerpo en un magnífico templo, que los<br />
cnslianos le edificaron. Fueron los milagros que Dios<br />
nuestro Sefior obró por san Sergio laníos y tan ilustres,<br />
que los fieles iban en romería á su sepulcro: y no solamenle<br />
los cristianos participaban <strong>de</strong> mnchos y gran<strong>de</strong>s beneficios<br />
por la intercesión <strong>de</strong> san Sergio , sino también los<br />
infieles, gentiles y paganos. Cosroas, rey <strong>de</strong> Persia, por<br />
naber tenido hijos <strong>de</strong> la reina Sira , su mujer, y haber sido<br />
librado <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s peligrosy calamida<strong>de</strong>s por las oraciones<br />
<strong>de</strong> san Sergio {á quien é! se encomendó), envió á<br />
su templo una cruz riquísima d« oro, con oíros dones muy<br />
preciosos: el emperador Justiniano le edificó dos templos<br />
magníficos, uno en Conslanlinopía y otro en Tolemaida:<br />
en Roma fué célebre la memoria <strong>de</strong> estos santos márliresj<br />
don<strong>de</strong> se les edificó iglesia, quo es tílulo <strong>de</strong> diácono car<strong>de</strong>nal<br />
: la cual el papa Gregorio III reparó y aereccnló: y<br />
la misma ciudad en que fué martirizado san Sergio, fué<br />
llamada <strong>de</strong> su nombre Sergiopoli. El martirio <strong>de</strong> estos santos<br />
fué el año <strong>de</strong> 309. Escriben <strong>de</strong> ellos los Marliiologios,<br />
Romano, el <strong>de</strong> Beda, Usuardo y Adon ; Nicéforo, lib. vu,<br />
cap. lí) lib. xv, cap. 26 y 27 , lib. xvm , cap. 21; y la<br />
segunda sínodo nicena , Adion l\; y el Prado Espiritual,<br />
cap. 180 ; y Teodoreto, Be Evanyel. verü., lib. vm; y<br />
Evagrio, lib. iv, cap. 27 , y lib. vi, cap. 20 ; y Gregorio<br />
Turonense, en la Historia <strong>de</strong> Francia , lib. viit<br />
cap. 31.<br />
Eós SANTOS MAUCFXO Y APULEYO, MÁRTIRES.—En esle mismo<br />
dia <strong>de</strong> los 7 <strong>de</strong> octubre hace conmemoración la santa<br />
Iglesia <strong>de</strong> san Marcelo y Apuleyo, márlires, los cuales<br />
fueron discípulo's <strong>de</strong> Simón Mago : y viendo las disputas<br />
que con él tuvo san Pedro, y como le habia vencido y<br />
rendido , y las obras maravillosas que hacia el glorioso<br />
npóstol; <strong>de</strong>jando á su engañoso maestro, le siguieron y<br />
so hicieron cristianos, y estuvieron en su compañía, hasla<br />
que murió; y finalmente merecieron <strong>de</strong>rramar la saugi'e<br />
por aquella fe y doctrina que habían aprendido <strong>de</strong>l<br />
santo apóslol. Fueron martirizados por un juez, llamado<br />
Aureliano, á los 7' <strong>de</strong> octubre , en el ario <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> í)0;<br />
y sus cuerpos fueron cnlerrados cerca <strong>de</strong> los muros <strong>de</strong><br />
Roma. Hacen mención <strong>de</strong> estos sanios los Martirologios-,<br />
Romano, el <strong>de</strong> Bfcda, Usuardo y Adon.<br />
SANTA OSITA , VÍIICEX y MAÍITUI.—Fué sania Osila inglesa<br />
<strong>de</strong> nación, é bija <strong>de</strong>l rey Erilevaldo y <strong>de</strong> Ynlrebcrga<br />
que. era bija <strong>de</strong> Penda, rey <strong>de</strong> los hercios. Des<strong>de</strong> niña<br />
fué muy bien inclinada á recogimiento , honestidad y ladas<br />
las obras <strong>de</strong> virtud. Habia en aquel tiempo dos señoras<br />
principalísimas y sanias vírgenes en Inglaterra ; Moduvena,<br />
aba<strong>de</strong>sa <strong>de</strong> cierto monasterio, don<strong>de</strong> vivian muchas<br />
doncellas con gran<strong>de</strong> recogimiento^ y Edita , hermana<br />
<strong>de</strong>l rey Mfrido» que asi mismo fué madre y maestra<br />
<strong>de</strong> otras doncellas que vivian apartadas <strong>de</strong> lodo líalo<br />
<strong>de</strong>l mundo. Fué enlregadá Osila á santa Moduvena , para ,<br />
que la criase; y ella la dió <strong>de</strong> su mano , y la encomendó,<br />
á Edila , pareciéndole que estaría mejor en su compañía,<br />
Acaeció que un día Edila envió á Osita con un libro á Moduvena<br />
, y al pasar por un puente <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra sobre un<br />
río, vino un viento lan recio que la arrebató y la arrojó<br />
en el rio, y las corrientes la llevaron tras sí, y se hundió y<br />
abogó en aquel rio. De allí á tres dias, estando orando Moduvena<br />
, le apareció un ángel , y le dijo que filóse apriesa •<br />
al rio. Fué y bailó á sania Edila , que buscaba á Osila ;.<br />
porque no habia vuelto á casa, <strong>de</strong>spués que le bábia enviado<br />
con el libro. Allí entendieron que Osita se habia abogado.<br />
Pusiéronse en. oración suplicándi) á nuestro Señor<br />
que se la restituyese y sacase <strong>de</strong>l profundo <strong>de</strong> aquel rio.<br />
Acabada la oración , Moduvena la llamó con voz clara y<br />
sonora tres veces, diciendo: Osita, Osita , Osila , en el<br />
nombre <strong>de</strong> la santísima Trinidad sal fuera <strong>de</strong>l rio : y Osila<br />
respondió : Héme aquí, sefiora, béme aquí, béme aquí<br />
y liiego salió <strong>de</strong> las aguas con su libro en la mano, sin<br />
lesión alguna. Murió sania Moduvena ; y Osila volvió á casa<br />
<strong>de</strong> sus padres, creciendo cada dia en virtud y loables<br />
costumbres. Cuando llegó á edad para po<strong>de</strong>rse casar , Si—<br />
gero , rey <strong>de</strong> los sajones orientales, la pidió á su¿ padres<br />
por mujer ; y por mas que ella lo. repugnó y contra jijó,<br />
porque tenia propósito do guardar su pureza virginal peípeluamente,<br />
como por fuerza la hicieron casar. Vino el<br />
dia <strong>de</strong> las bodas que sé hablan aparejado con aparato real:<br />
y la santa doncella con muchos gemidos y suspiros se encomendába<br />
<strong>de</strong> todo corazón al Señor, suplicándole que<br />
no permitiese que perdiese la joya lan preciosa dé la virginidad:<br />
<strong>de</strong>spués con varios achaques y excusas, procuraba<br />
conservarla y no consumar el matrimonio; hasta que<br />
un dia el rey la llamó y la hizo entrar en un aposento mas<br />
secreto, para gozar <strong>de</strong> su extremada hermosura y belleza<br />
: cosa que él tanto <strong>de</strong>seaba , y ella aborrecia. Mas en el<br />
mismo tiempo se levantó un gran ruido en el palacio real<br />
por un ciervo <strong>de</strong> extraordinaria gran<strong>de</strong>za que habia parecido<br />
á la puerta <strong>de</strong>l mismo palacio: y el rey <strong>de</strong>jando a Ja<br />
reina Osila, sin tocarla, salió á ver el ciervo; y viéndole,<br />
como era amigo <strong>de</strong> caza •, se <strong>de</strong>terminó á seguirle con sus<br />
cazadores basta cogerle. De esta manera quedó Osila libre<br />
esta vez, haciendo gracias á nuestro Señor que por aquel<br />
medio la habia librado : y para no verse en otra tal, llamó<br />
luego á algunos religiosos, siervos <strong>de</strong> Dios, y les <strong>de</strong>claró<br />
su inlenlo ; y ellos le cortaron el cabello, y le dieron<br />
ql hábito <strong>de</strong> religión y el velo, y la consagraron monja.<br />
Al cabo <strong>de</strong> algunos dias volvió el rey déla caza , y<br />
queriendo ver á su mujer, hallóla vestida <strong>de</strong> monja y supo<br />
que habia hecho voto <strong>de</strong> castidad, y lomado por espeso