Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

170 LA LEYENDA DE ORO. DIA 7.
Anxerre, cuya Iglesia gobernú. por espacio de tres anos.
Los Lotanílislas son tic parecer que floreció este santo en
el siglo V,Í aunque no inserían'ningún documento que lo
apoye ni que haga creer lo contrario. El Martirologio romano
y casi todos los demás le suponen anterior á dicho
siglo, y le dan el título de mártir.
SAN MAGNO, OBISPO V CONFESOR.—Nació en Allino, de la
noble familia de Frigcri, que habiéndose refugiado en Yenecia,
íuiyéndo de la inundación de los bárbaros del Norte,
educó allí al jóven Maguo en el temor de Dios y en las
ciencias sagradas y profana?. Su amor al retiro lo Icnia
casi siempre encerrado en nua cacara y pequeña cueva,
que se enseña aun en el dia, y que llaman la cueva de San
Magno. Consagrado obispo de Uderzo, fué admirable en
santidad y en portentos, y murió en el Señor, el año C60.
LÁ CONMEMORACIÓN DE LOS MÁRTIHFS DE TRÉVIÍUIS.—En
csia ciudad, durante el reinado del impío Diocleciauo y
siendo presidente Iticciovaro, fueron sacrificada una multitud
casi innumerable de cristianos, por quererse mantener
constantes en la confesión de su fé. Un autor antiguo
dice, que seria espantoso leer la relación de los inaudilos
tormentos, que se pusieron entonces en juego para hacer
MilVir á aquellos fieles. La Iglesia lea consagra hoy una
memoria particular.
DÍA 1.
SAN MARCOS, VAI'A TCONI ESOR.—Por la muerte de! sumo
ponliíice Silvestre, fué elegido en su lugar, y puesto en la
silla de san Pedro, san Marcos, naliual de Hoina, hijo de
Prisco: el cual fué dotado de grandes virtudes^ y aunque
vivió poco tiempo con la paz que con el favor del emperador
Constantino túvola Iglesia, pudo ocuparse en resistir
á tos herejes arrianos que se iban multiplicando, y en ordenar
todo lo que para el buen gobierno parecia necesario.
Edilicó san Marcos dos templos : el uno en la via Ardealina,
tres millas de Roma, y el otro dentro deja misma
ciudad, que se llama de su nombre; dolólos de muchas
póé&iones y adornólos de vasos de oro y piala. Concedió
al obispo de Ostia que usase de, palio, por el antiguo piiyilégio
que tiene de consagrar al sumo pontífice. Dui óle el
poalilicado, según san Gerónimo, ocho meses. Kl cardenal
Baronio dice que se sentó «n la silla apostólica á los
1 í de febrero, y qué murió á 1 de octubre, que son !o*s
ocho meses menos ocho dias. Fué sepultado en el cementerio
de lJalbina, cri la misma iglesia que en la via Ardeatina
él había edificado. Murió á 7 de octubre, en que (a
Iglesia celebra tu fiesta, que fué el aíio de! Señor de 336,
imperando Constantino Magno. Escribieron de san Marcos
los autores que escriben las vidas de los sumos pontífices,
y hacen mención de él los Martirologios, romano, de Bcda,
Usuardo y Adon.
Los SANTOS SEUC;IO v BACO, MÁRTIRES.—El martirio de los
iluslres mártires san ScrgioyBaco, escribió Simeón Melafraste,
y resumiéndole brevemente fué de esta manera.
Tueron san Sergio y Baco , caballeros romanos, muy nobles
y principales criados del emperador Maximiano; porque
Sergio era su primicerio , que quiere decir el principal
y cabeza de todos los escribanos, que era gran dignidad
y no se daba sino después de grandes servicios y acabada
la milicia ; Baco era secundicerio y el que tenia el
Begundo lugar en aquel oficio; y á ina§ del lugar que tcnian
con el emperador, eran de él muy amados y honrados
por sus virtudes , aunque no sabia que eran-cristianos.
Vino á entender que lo eran; y queriendo certificarse
mas de la verdad,estando en la provincia de la Siria inferior,
que llaman Eufrastesia , en la ciudad de Augusta,
los mandó llamar para que le acompañasen á un templo
adonde iba á hacei'sacrificio á sus vanos dioses. Fueron
con él; mas entrando el emperador en el templo, ellos se
quedaron fuera : y como Maximiano , al tiempo de hacer
el sat rificiono los viese, mandólos buscar, y halláronlos á
la puerta del templo puestos en oración, l'reguulóles el
emperador la causa por qué no habiau entrado con el á
sacrificar al gran Júpiter; y ellos libremeule respondieron
que por ser cristianos ; y porque á solo Dios , criador del
cielo y déla tierra , se debe sacrificio..Mandó Maximiano
con gran saña que les quitasen luego los collares de oro
que Iraian al cuello, y los vestidos ricos y de caballejos,
y que los vistiesen de mujeres y cargadns de cadenas fuesen
sacados é la vergüenza por la ciudad } después echados
en la cárcel. Tentólos algunas veces el emperador, ya
con halagos y blanduras, ya con amenazas y espantos, para
reducirlos á su voluntad, y persuadirles que no se apartasen
de la religión antigua de sus antepasados, y que sacrificasen
á los dioses, que eran fundadores, conservadores
y amplificadores de su imperio : y como la fuerza y
maña y todas las máquinas del emperador no pudiesen
hacer mella en aquellos pechos fuertes y esforzados de los
santos mártires, determinó enviarlos á Antíoco , prefecto
de Oriente, para que los hiciese adorar á los dioses , Ó
morir con extpiisitos tormentos. Tomó esla resolución el
emperador., para que en aquel largo camino padeciesen
mas los sanios mártires, yendo cargados de prisiones y
cadenas, y porque Antioco era hombre feroz y bárbaro,
y confiaba de su natural fiereza, que ejecularia en ellos
su braveza y furor; y también porque habia sido como
criado de Sergio, y por favor de él habia alcanzado la dignidad
de prefecto que tenia, y juzgaba que no podia dejar
Sergio detener por gran afrenta y menoscabo suyo el
ser presentado y juzgado de quien le era tan inferior, y
tantos beneficios habia recibido de su mano. Escribió Maximiano
una carta á Antíoco , en (pie le declaba su voluntad.
Fueron llevados los santos adonde él estaba ; y él los
mandó poner en la cárcel, donde estuvieron orando y pidiendo
favor al Señor para aquella dura batalla que espeperaban;
y el Señor les envió un ángel que los consoló y
animó, y les dijo que no temiesen.; porque Dios era m defensor
y estaba con ellos, y les daria victoria. Tomó Antioco
lodos los medios que le fueron posibles para aprn tar
á los santos mártires de la confesión de Jesucristo; y como
todos saliesen vanos, hizo a-zolar á Baco con nervios
de bueyes duRsimos por cuatro hombres robustos y bravos:
los cuales lo dieron tantos golpes y tan crueles heridas,
que le despedazaron las carnes; y así en aquel tormento
, oyendo una voz -del cielo que le llamaba, dió su
espiritual Señor. Apareció después san Baco, lleno de
gloria y resplandor ásan Sergio, que estaba en la cárcel
y mostróle la inestimable corona que por aquellos temporales
tormentos habia alcanzado, y animóle píira que padeciese
él los que le estaban aparejando; porque siendo
compañeros en las penas, lo fuesen también en la victoria
y triunfo. Deseó mucho Antioco ablandar á Sergio y
reducirle a su opinión; mas nunca pudo: y siguiendo su