Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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PIA 1. OGTUBUK. ra provecho de lodo H imnido , culto de la Madre do Dios y gloria del mismo Dios; porque ni esta nidísima devoción se eslalioinn y encadenan la oración uienlal y vocal, el valor : los turcos presnmian alistarse debajo desús han- superior en el número; el de los cristianos era mayor en para ipie el alma y e! cuerpo , el enletulimienlü y la lengua, la voluntad y ios labios alaben á Dios , celebren á la cristianos sabían que venia con ellos la justicia de la cauderas la fortuna , hinchados con repetidas victorias; los Madre do Dios, y tiQ baya parteen el hombre que no alabe al Criador y Redetilor del hombre, y á la Madre de su go, y en esperanzas la victoria y el triunfo; pero los infieles sa : ambas armadas miraban presente la batalla y el ries­ Oi.-ulur y líedentor; y juntamente pida y merezca los favores de qm necesita para su salvación, y obligue á quien esto, ya que se acercaba á tiro de canon, mandó su alteza le esperaban de su valor, y los fieles del favor divino. Por se los ha de concedci-, y á la tpie se los ha de alcanzar enarbolar uncrucilijo y muchas imágenes de nuestra Señora, y todos, puestos de rodillas hicieron oración á Dios, con su intcrci-sion. 1*01* eso los hijos de sanio Domingo, zelosísimos siempre de la salud de las almas, imilandola poniendo por intercesora la Virgen, suplicándole que no caridad y devoción de su incomparable padre, han extendido y dilatado esta devoción por Iodo el mundo, y el Se­ confesaban y llamaban arrepentidos de sus culpas. Luego, diese la victoria á sus enemigos por castigar á los que ñor la lia acreditado con innumerables milagros , y los habiendo esforzado los dos capitanes á sus soldados, y dado la señal de aceptar de ambas partes la batalla con dos sumos pon'ílices la han aprobado y conlirmado, y recomendado con mnclios privilegios, gracias é indulgencias, lirosde bombarda, se acometieron las naves con increíble que han concedido á los que rezan el rosario ó corona ímpetu, y se peleó por espacio de dos horas con extraño de nueslra Señora , que se compone de siete l'adre nues- valor, con diferentes sucesos, ya prósperos, ya adversos, 'ros y setenta y tres Ave Marías, ú ocho Padre nuestros, y como los lleva la guerra, sin saberse aun donde estaba la setenla y dos Ave Marías, por los años que vivió en la tierra la ileina del cielo , según las dos opiniones mas recibi­ fué declarando tanto por los cristianos, que en breve tiem­ victoria, hasta que se reconoció en nueslra armada, y se das acerca do los años que vivió con los hombres la Madre do Dios; de las cuales la mas vulgar es que fueron se- treinta mil con su bajá muerlos, diez mil cautivos, cíenlo po quedó desbaratada y deshecha la armada de los turcos, fenla y lies años ; y la que parece mas probable al eximio y ochenta naves presas, -noventa sumergidas, quince mil doctor Francisco Snarez, y tiene mucha autoridad, e- que crislianos rescatados, casi trescientos tiros de artillería cogidos, el despojo de dineros, joyas y armas ni tiene precio fueron selenfa y dos. ni número; y lo principal fué cobrar las armas católicas la Aunque ha sido muy célebre esla devoción del rosario reputación perdida, y perder las mahometanas la soberbia desde el tiempo de santo Domingo , se hizo mas célebre y la (Miifianza, ganadas en muchas victorias. Murieron de con ocasión de la famosa batalla naval de Lepanlo, (pie se nueslra parte seis mil hombres, y pocos do cuenta i por lo ganó pi;r iniercesioii de, nuestra Sefiora , y particularmentq W«!l!) devoción de sn santo rosario : la cual, siendo tan cual fué esla la batalla mas celebre (pie han corisegiíido en el mar los crislianos, y no sé si vió ñutes primera, ó ha •^'hida, r» hay para (pié referirla aquí de propósito : y visto después segunda en sus campañas el elemenlo del siendo muy propia de la fiesta de hoy no se puede callar agua. del todo; y por esodire la snina de ella. Dcspncs (pie Sebm II de este nombre, gran turco , rompió las paces con Debióse esta insigne victoria á las oraciones de san Pío V y de ta cristiandad, donde el santo pontílice las la república dcVcnecia; viéndose señor del mar por la mandó hacer: y fuera del valor de los soldados crislianos multitud de sus naves y soldados, se señoreó del reino de ayudó mucho la devoción y celo con que confesados y bien Chipre, y empezó á hacer hoslilidades y estragos en jos dispueslns, entraron en la batalla para morir defendiendo cristianos. El sanlisiino pontífice PioV, procuró unir todas la fé, si Dios por nuestras culpas diese á los infieles la victoria; y principalmente se debió á la intercesión de la sa­ 'as armas católicas coaira el enemigo común de lacrislian- ^¡,d, que deseaba dominarlo lodo con su poder;, y presumia eclipsar con sus lunas las luces clarísimas de nuescratísima Virgen María nueslra Señora , singular patrona de las batallas, á quien el sumo pontílice encomendó esta ^afé. Excusáronse los otros príncipes cristianos, y solajuentc el rey católico Felipe 11 se coligó con el papa y con empresa, y el general y capitanes hicieron diversos votos. Consiguióse esla victoria en el primer domingo de octubre Jl1 ''cpiibücn de Yenccia, para oponerse á tan formiclablc de 1571, día que la religión de Predicadores lenia consagrado (como todos los primeros domingos de cada rnes} al enemigo. Dispúsose una poderosa armada, de queiha por general don Juan de Austria, hijo del invicto emperador culto de nuestra Selora del Rosario; y en este cspedalmente encomendaba á Dios el buen suceso de las armas Carlos V, en quien parecía herencia el valor y patrimonio el vencer.' Buscó la armada católica á la turquesca que esperaba en el golfo do Lepanto. Los turcos conta- católicas, por mandado del sumo pontífice Pió V, el cual, en reconocimiento de tan señalada merced, como recibió bí,n doscientas y treinta galeras reales con otras muchas toda ta cristiandad de la Madre de Dios, consagró este día 6aleolasy vasos menores: los cristianos llevaban mas de á su culto, con Ululo do «Santa María de la Victoria;» y doscientas galeras, ochenta y una del rey de España, cien- Gregorio XII!, que le sucedió, mandó que se celebrase cada año, en el primer domingo de octubre, en todas las '0 y nueve de Venecia y doce del sumo pontífice, Ires de Malta y otras de caballeros particulares. Al llegar nuestra iglesias del orbe cristiano donde hubiese capilla ó altar de guiada á vista de la del enemigo, el viento, que para Nuestra Señora del Rosario, fiesta á nuestra Sefiora con los turcos era favorable y para los cristianos contrario, título del Rosario, por haberse alcanzado esta victoria por ''uiamó casi de repente, empezando ya á desfavorecerles su devoción. Confirmó esta tiesta Clemeule VIH, y últimamente nuestro santísimo padre Clemente X, á instancia de esle elemento, y el mar se sosegó, como si pretendiera ver con reposo los dos mas poderosos ejércitos del mundo disputar sobre la posesión de 61. El de los turcos era muy la reina nueslra señora dofía Mariana de Austria, ha mandado que en todos los reinos y señoríos de la monarquía m

143 LA LEYENDA DE ORO. DIA 1 católica se cek'brc fiesta de nueslra Seftora del Uosario, con oficio de doble mayor, por lodo el cclcsiáslico, secular y regular. Es muy digna de ser usada do todos, y muy agradable á nueslra Señora la devoción de su santísimo rosario, y muy segura: porque fuera de estar aprobada y recomendada por la Iglesia; este rosario ó salterio de nuestra Sefiora, se compone de la oración del Padre nuestro, y de la del Ave iMaría, que son las mejores oraciones que tiene la Iglesia, como dice santo Tomás, y las mejores que se pueden decir á la Virgen. V dejando la oración del Padre nuestro, que es compuesta por el mismo Cristo, y en esto lleva toda su recomendación ; la oración del Ave María se com|uiso de las palabras del arcángel san Gabriel, cuando saludó á María, y de las de sania Isabel, cuando María la saludó: aunque diremos mejor, que el mismo Dios compuso esta salutación y nos ensenó por boca de un ángel y de una mujer; para que tengan parte en esta salutación los hombros y los ángeles, alaben todos con ella á la Reina de los ángeles y de los bombres : porque san Gabriel, como advierte el beato Alberto Magno, no saludó á María en su nombre, sino en nombre de la santísima Trinidad, como su embajador; y dijo aquella salutación, nó como inventada por el, sino como enseñada de Dios: y santa Isabel, antes de saludar á María, fué llena del Espiritu Santo: el cual le hizo decir las palabras que no había pensado y profetizar lo que ánles no sabia, como advierte san Gregorio. A esta salutación anadió la Iglesia, gobernada y ensenada del mismo Espírtlu Sanio, las últimas palabras: «Santa María, Madre de Dios, etc.» El cardenal Buronio dice, que se anadió esta parte á la salutación angélica el ano de 431, con ocasión de la herejía de Neslorio, (pie no q•feria llamar á María Madre de Dios; porque, condenado este perverso heresiarca, que prelendia oscurecer la mayor gloria de María santísima, creció mas la gloria de esta soberana Scttora en toda la Iglesia j la cual empezó á invocarla y predicarla perpeluamenle con el nombre do Madre de Dios, muy usado de los santos Padres; y para que todos los fieles confesasen y celebrasen esta gloria de María, siempre que repitiesen la salutación angélica, anadió aquellas palabras: «Santa María, Madre de Dios, etc.» El doclisimo padre Pedro Canisio, de la Compañía de Jesús, dice, que desde el principio de la Iglesia los sirios, ensenados por los sagrados apóstoles, acababan el sacrificio de la misa con el Ave María, añadiendo á la salutación del ángel y de santa Isabel, estas palabras: «Santa María, Madre do Dios, ruega por nosotros pecadores. Amen.» Mas puédese componer esta diferencia, si decimos, que lo que usaban los sirios en la miáa desde el tiempo de los apóstoles, lo empezó á usar toda la Iglesia, siempre que reza el Ave María, desde el año 431. Es tan agradable la salutación angélica á la santísima Virgen, que, como dico san Atanasio, los ángeles en el cielo la saludan y ataban con las palabras del arcángel san Gabriel. Y de sania Matilde, hija muy regalada de la Madre de Dios, se escribe que, oyendo .un dia misa de nueslra Señora, al empezar el sacerdote á decir aquellas palabras: Sabe, sánela Parens, le vino un deseo muy entrañable de saludar también á la Virgen; y hablando con ella, le dijo: O Señora y Reina dulcísima, si yo hallase una salutación lamas excelente que humano enUndimicuto puede pensar, do muy buena gana os saludaria con ella. Luego fné arrebatada en espíritu, y vió á la gloi iosí.-ima Yíi gcn María, cercada de innumerables ángeles y de inmensos resplandores, que traia en el pecho escrita con letras de oro la salutación angélica, y dijo la santa : Nunca pudo llegar hombre á inventar semejante salutación, ni me puedes saludar con otra que mas me agrade, que esta; porque con ella me saludó la sanlísima Trinidad: tí Padre me confirmó con su omnipotetteia, para que fuese exenta de toda culpa : el Hijo me ilustró con su sabiduría, para (pie fuese como un astro refulgente del cielo y de la tierra ; y el Espíritu Santo con la dulcedumbre de su amor me llenó de toda gracia, y me bizo tan agradable á sí, que todos los que buscaren por mí la gracia, la hallarán: y dejando consoladísima á la santa virgen, desapareció la Virgen de las vírgenes y toda aquella maravillosa visión. Juan Lanspergio y el abad Ludovico Rlosio, en sus obras espirituales, cuentan haber sido revelado á algunos varones santos, de cuánta gloria sea para Dios, boma para la Virgen, agrado para los ángeles y bienaventurados, y provecho para los hombres, la devoción del sanio rosario t y particularmente refieren que un prior de la Carluja del monasterio de Tréveris, que por muclios años se habia ejercitado en la devoción del rosario, siendo en lina ocasión arrebatado en espíritu, como solia, y subido al tercer cielo, como san Pablo, ó abiértosele el cielo, como á san Estéban, vió con los ojos del alma, como toda te corte del cielo daba á Cristo y á su gloriosísima Madre, millares de bendiciones y alabanzas por los inefables misterios que se encierran en el rosario: que los coros de los ángeles y santos estaban con grande atención el tiempo que se rezaba el rosario; y que al pronunciar el nombre sanlísimo de Jesús, hincaron con profundísima humildad la rodilla, y al oír el nombre dulcísimo de María, inclinaban la cabeza con grandísima reverencia: y vió juntamente que lodos los celestiales espíritus y hombres bienaventurados, hacian oración á Dios, pidiendo favores y mercedes para todos aquellos que, rezando el rosario, se ocupaban en la tierra, en lo que ellos se ocupaban en el cielo, en alabar á Jesús y á María, y dar gracias á Dios pollos allos y soberanos misterios que con inefable y estupenda caridad obró por la salud de. los hombres, y por las grandes cosas que con inmensa liberalidad hizo en María el Todopoderoso. Vió también aparejadas en el cielo muchas coronas de gloria, hermosas y resplandecientes, para los que rezaban devotamente el rosario. Supo que cada vez que alguno decía un rosario, alcanzaba algún favor y merced, y alguna gracia y bendición particular en esta vida por medio déla sacratísima Virgen María, que oraba por los que rezaban su rosario. Finalmente entendió que en esta devoción estaba encerrado tal tesoro do gracias y bienes espirituales, que ninguno de los mortales lo podría comprender con el entendimiento y ménos explicar con las palabras. Todo esto fué revelado a aquel varón santo: y por no ser avariento del tesoro mayor, ni defraudar á los venideros de la noticia que tanto les podia oprovechar, dejó escrito lo que había visto, y descubrió esta mina, de que podían enriquecerse todos, de espirituales riquezas. No tienen número los favores que Dios hace á los devotos del rosario do María. Pero ¿qaé maravilla es que sean tan favorecidos y consigan tantas gracias, si ruegan por ellos los bienaventurados, si suplican los ángeles, si ínter-

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OGTUBUK.<br />

ra provecho <strong>de</strong> lodo H imnido , culto <strong>de</strong> la Madre do Dios<br />

y gloria <strong>de</strong>l mismo Dios; porque ni esta nidísima <strong>de</strong>voción<br />

se eslalioinn y enca<strong>de</strong>nan la oración uienlal y vocal, el valor : los turcos presnmian alistarse <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>sús han-<br />

superior en el número; el <strong>de</strong> los cristianos era mayor en<br />

para ipie el alma y e! cuerpo , el enletulimienlü y la lengua,<br />

la voluntad y ios labios alaben á Dios , celebren á la cristianos sabían que venia con ellos la justicia <strong>de</strong> la cau<strong>de</strong>ras<br />

la fortuna , hinchados con repetidas victorias; los<br />

Madre do Dios, y tiQ baya parteen el hombre que no alabe<br />

al Criador y Re<strong>de</strong>tilor <strong>de</strong>l hombre, y á la Madre <strong>de</strong> su go, y en esperanzas la victoria y el triunfo; pero los infieles<br />

sa : ambas armadas miraban presente la batalla y el ries­<br />

Oi.-ulur y líe<strong>de</strong>ntor; y juntamente pida y merezca los favores<br />

<strong>de</strong> qm necesita para su salvación, y obligue á quien esto, ya que se acercaba á tiro <strong>de</strong> canon, mandó su alteza<br />

le esperaban <strong>de</strong> su valor, y los fieles <strong>de</strong>l favor divino. Por<br />

se los ha <strong>de</strong> concedci-, y á la tpie se los ha <strong>de</strong> alcanzar enarbolar uncrucilijo y muchas imágenes <strong>de</strong> nuestra Señora,<br />

y todos, puestos <strong>de</strong> rodillas hicieron oración á Dios,<br />

con su intcrci-sion. 1*01* eso los hijos <strong>de</strong> sanio Domingo,<br />

zelosísimos siempre <strong>de</strong> la salud <strong>de</strong> las almas, imilandola poniendo por intercesora la Virgen, suplicándole que no<br />

caridad y <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> su incomparable padre, han extendido<br />

y dilatado esta <strong>de</strong>voción por Iodo el mundo, y el Se­<br />

confesaban y llamaban arrepentidos <strong>de</strong> sus culpas. Luego,<br />

diese la victoria á sus enemigos por castigar á los que<br />

ñor la lia acreditado con innumerables milagros , y los habiendo esforzado los dos capitanes á sus soldados, y dado<br />

la señal <strong>de</strong> aceptar <strong>de</strong> ambas partes la batalla con dos<br />

sumos pon'ílices la han aprobado y conlirmado, y recomendado<br />

con mnclios privilegios, gracias é indulgencias, liros<strong>de</strong> bombarda, se acometieron las naves con increíble<br />

que han concedido á los que rezan el rosario ó corona ímpetu, y se peleó por espacio <strong>de</strong> dos horas con extraño<br />

<strong>de</strong> nueslra Señora , que se compone <strong>de</strong> siete l'adre nues- valor, con diferentes sucesos, ya prósperos, ya adversos,<br />

'ros y setenta y tres Ave Marías, ú ocho Padre nuestros, y como los lleva la guerra, sin saberse aun don<strong>de</strong> estaba la<br />

setenla y dos Ave Marías, por los años que vivió en la tierra<br />

la ileina <strong>de</strong>l cielo , según las dos opiniones mas recibi­<br />

fué <strong>de</strong>clarando tanto por los cristianos, que en breve tiem­<br />

victoria, hasta que se reconoció en nueslra armada, y se<br />

das acerca do los años que vivió con los hombres la Madre<br />

do Dios; <strong>de</strong> las cuales la mas vulgar es que fueron se-<br />

treinta mil con su bajá muerlos, diez mil cautivos, cíenlo<br />

po quedó <strong>de</strong>sbaratada y <strong>de</strong>shecha la armada <strong>de</strong> los turcos,<br />

fenla y lies años ; y la que parece mas probable al eximio y ochenta naves presas, -noventa sumergidas, quince mil<br />

doctor Francisco Snarez, y tiene mucha autoridad, e- que crislianos rescatados, casi trescientos tiros <strong>de</strong> artillería cogidos,<br />

el <strong>de</strong>spojo <strong>de</strong> dineros, joyas y armas ni tiene precio<br />

fueron selenfa y dos.<br />

ni número; y lo principal fué cobrar las armas católicas la<br />

Aunque ha sido muy célebre esla <strong>de</strong>voción <strong>de</strong>l rosario<br />

reputación perdida, y per<strong>de</strong>r las mahometanas la soberbia<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el tiempo <strong>de</strong> santo Domingo , se hizo mas célebre<br />

y la (Miifianza, ganadas en muchas victorias. Murieron <strong>de</strong><br />

con ocasión <strong>de</strong> la famosa batalla naval <strong>de</strong> Lepanlo, (pie se<br />

nueslra parte seis mil hombres, y pocos do cuenta i por lo<br />

ganó pi;r iniercesioii <strong>de</strong>, nuestra Sefiora , y particularmentq<br />

W«!l!) <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> sn santo rosario : la cual, siendo tan<br />

cual fué esla la batalla mas celebre (pie han corisegiíido en<br />

el mar los crislianos, y no sé si vió ñutes primera, ó ha<br />

•^'hida, r» hay para (pié referirla aquí <strong>de</strong> propósito : y<br />

visto <strong>de</strong>spués segunda en sus campañas el elemenlo <strong>de</strong>l<br />

siendo muy propia <strong>de</strong> la fiesta <strong>de</strong> hoy no se pue<strong>de</strong> callar<br />

agua.<br />

<strong>de</strong>l todo; y por esodire la snina <strong>de</strong> ella. Dcspncs (pie Sebm<br />

II <strong>de</strong> este nombre, gran turco , rompió las paces con<br />

Debióse esta insigne victoria á las oraciones <strong>de</strong> san<br />

Pío V y <strong>de</strong> ta cristiandad, don<strong>de</strong> el santo pontílice las<br />

la república dcVcnecia; viéndose señor <strong>de</strong>l mar por la<br />

mandó hacer: y fuera <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> los soldados crislianos<br />

multitud <strong>de</strong> sus naves y soldados, se señoreó <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong><br />

ayudó mucho la <strong>de</strong>voción y celo con que confesados y bien<br />

Chipre, y empezó á hacer hoslilida<strong>de</strong>s y estragos en jos<br />

dispueslns, entraron en la batalla para morir <strong>de</strong>fendiendo<br />

cristianos. El sanlisiino pontífice PioV, procuró unir todas<br />

la fé, si Dios por nuestras culpas diese á los infieles la victoria;<br />

y principalmente se <strong>de</strong>bió á la intercesión <strong>de</strong> la sa­<br />

'as armas católicas coaira el enemigo común <strong>de</strong> lacrislian-<br />

^¡,d, que <strong>de</strong>seaba dominarlo lodo con su po<strong>de</strong>r;, y presumia<br />

eclipsar con sus lunas las luces clarísimas <strong>de</strong> nuescratísima<br />

Virgen María nueslra Señora , singular patrona<br />

<strong>de</strong> las batallas, á quien el sumo pontílice encomendó esta<br />

^afé. Excusáronse los otros príncipes cristianos, y solajuentc<br />

el rey católico Felipe 11 se coligó con el papa y con<br />

empresa, y el general y capitanes hicieron diversos votos.<br />

Consiguióse esla victoria en el primer domingo <strong>de</strong> octubre<br />

Jl1 ''cpiibücn <strong>de</strong> Yenccia, para oponerse á tan formiclablc<br />

<strong>de</strong> 1571, día que la religión <strong>de</strong> Predicadores lenia consagrado<br />

(como todos los primeros domingos <strong>de</strong> cada rnes} al<br />

enemigo. Dispúsose una po<strong>de</strong>rosa armada, <strong>de</strong> queiha por<br />

general don Juan <strong>de</strong> Austria, hijo <strong>de</strong>l invicto emperador<br />

culto <strong>de</strong> nuestra Selora <strong>de</strong>l Rosario; y en este cspedalmente<br />

encomendaba á Dios el buen suceso <strong>de</strong> las armas<br />

Carlos V, en quien parecía herencia el valor y patrimonio<br />

el vencer.' Buscó la armada católica á la turquesca<br />

que esperaba en el golfo do Lepanto. <strong>Los</strong> turcos conta-<br />

católicas, por mandado <strong>de</strong>l sumo pontífice Pió V, el cual,<br />

en reconocimiento <strong>de</strong> tan señalada merced, como recibió<br />

bí,n doscientas y treinta galeras reales con otras muchas<br />

toda ta cristiandad <strong>de</strong> la Madre <strong>de</strong> Dios, consagró este día<br />

6aleolasy vasos menores: los cristianos llevaban mas <strong>de</strong><br />

á su culto, con Ululo do «Santa María <strong>de</strong> la Victoria;» y<br />

doscientas galeras, ochenta y una <strong>de</strong>l rey <strong>de</strong> España, cien-<br />

Gregorio XII!, que le sucedió, mandó que se celebrase cada<br />

año, en el primer domingo <strong>de</strong> octubre, en todas las<br />

'0 y nueve <strong>de</strong> Venecia y doce <strong>de</strong>l sumo pontífice, Ires <strong>de</strong><br />

Malta y otras <strong>de</strong> caballeros particulares. Al llegar nuestra<br />

iglesias <strong>de</strong>l orbe cristiano don<strong>de</strong> hubiese capilla ó altar <strong>de</strong><br />

guiada á vista <strong>de</strong> la <strong>de</strong>l enemigo, el viento, que para<br />

Nuestra Señora <strong>de</strong>l Rosario, fiesta á nuestra Sefiora con<br />

los turcos era favorable y para los cristianos contrario,<br />

título <strong>de</strong>l Rosario, por haberse alcanzado esta victoria por<br />

''uiamó casi <strong>de</strong> repente, empezando ya á <strong>de</strong>sfavorecerles<br />

su <strong>de</strong>voción. Confirmó esta tiesta Clemeule VIH, y últimamente<br />

nuestro santísimo padre Clemente X, á instancia <strong>de</strong><br />

esle elemento, y el mar se sosegó, como si pretendiera ver<br />

con reposo los dos mas po<strong>de</strong>rosos ejércitos <strong>de</strong>l mundo disputar<br />

sobre la posesión <strong>de</strong> 61. El <strong>de</strong> los turcos era muy<br />

la reina nueslra señora dofía Mariana <strong>de</strong> Austria, ha mandado<br />

que en todos los reinos y señoríos <strong>de</strong> la monarquía<br />

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