Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

27.08.2017 Views

m,v 30. SKTÍEMIiRK ÍII sangre preciosa en un vaso de burro... Seguidlos pasos car para ella un maestro que sea hombre de virtud y de osle buen obispo, y de oíros simios, á quienes su dignidad lia liedlo mas pobres y mas bumüdes. Si queréis de enseñarla ios primeros rudimeulos , como hizo Aristó­ ciencia : ponpie ningún grande estudiante se desdeñará alcanzar un estado mas perfecto, salid de vuestra patria, teles con Alejandro el Magno. Esto no puede omitirse, eomo hizo Abrahan, dejad vuestros parientes: si tenéis pues sin ello nada apreciable puede aprenderse. El mismo bienes, vendedios, y distribuidlos á los pobres. Despojaos sonido de las letras y los primeros documentos son muy de todas las cosas para seguir á Cristo solamente: Nudum diferentes cu las bocas de un maestro sabio y de un im-- Christum nudus sequerc. Es cosa dura, lo confieso , es ardua, es difícil, pero la recompensa es iníinila.» Sobre las amas mimosas á pronunciar las palabras á medias ; ni á perito. Es necesario cuidar de que no aprenda con las reglas que osle santo prescribió cá las vírgenes, véase la jugar con oro y púrpura; lo primero corromperá su lengua , lo segundo su corazón. Gran cuidado es monesler vida de santa Eustoquia. Sus cartas á las viudas, por lo geneialconlienen fuertes exhortaciones á la vida retirada, para que no aprenda, lo que habrá do querer después no penitencial y devota, á que les convida particularmente su haber aprendido. La elocuencia de los Gracos derivó su estado. Habla con mucho ardor contra los segundos matrimonios; aunque concede que son lícitos y no pecami­ madre: y la de Ilorlensio fué formada en el pecho de su perfección de la elegancia y pureza del lenguaje de la nosos. padre. Lo que bebe una mente tierna jamás lo olvida; y Entre las cartas espirituales de este Padre, acaso no hay todos están mas dispuestos á imitar los defectos y vicios, otra de tanto mérito y utilidad como la que escribió á Lela, que las virtudes y buenas calidades. Alejandro el conquistador del mundo , no pudo jamás corregir sus defectos mujer de Toxotio, hijo de santa Paula. Contiene las reglas de educación para Paula la menor, hija suya, á quien su en su porte y costumbres, como que las habia aprendido desde niño de su maestro Leónides. Es necesario que abuela había resuelto destinar á la vida religiosa, llevándola consigo á Itelen. Su abuelo paterno era sacerdote de no tenga ama de cabeza lijera, habladora, ó de poco seso. Júpiter, pero los demás de su familia eran cristianos. San Cuando vea á su abuelo el pagano, cuando se recueste Gerónimo les exhorta á convertir á aquél con la regularidad de la conducta de ellos, modoslia y porte virtuoso: en su pecho, se cuelgue de su cuello, cante á sus oidos la Aleluya. Sea amable con todos, pero es necesario, armas á que no resiste la malicia misma. «Yo estoy persuadido, la dice, que Júpiter mismo hubiera creído en Je­ que desde muy luego sepa que ha de ser esposa de Cristo: no toque su rostro la pintura, no componga su cabello que sucristo, si hubiera teñid ) una familia come vosotros.« lodo esto pi'onoslica y aviva las llamas del infierno.» San Gerónimo hace presente á Leta, que ella habia tenido * S\N LEOPARDO, MÁUTIR.—Descendía de una familiaÍÍUÍH de Dios aquella hija, en los sepulcros de los mártires, solo tre de Poma, en cuya ciudad habia nacido, y era muy instruido en las arles liberales. Su hermosa figura, bello ca­ porque ia e[||1casepai.a g^!^!,,^. y cn cuanto á su educación, establece las siguientes reglas: «Sea criada como lo rácter y brillante educación, cautivaron al enquM-ador Juliano el Apóstata, quien quiso entrara en su palacio, dándolo fué Samuel e» el templo, y el «áulica en el desierto, en una onlera ignorancia di'l vicio y la vanidad. No oiga, un destino cerca de su persona. Admitió Leopardo el destino que le ofreciera el emperador, pero la Providencia aprenda, ni hable de cosa que no sea conduct-nle al temor de Dios. No escuche jamás malas palabras, ni aprenda permitió que allí mismo viniera en conocimienlo del Evangelio, y fuese bautizado, perdiendo la gracia del empera­ profanos cantos, sino en cuanto pueda pronunciar lome de memoria algo de los salmos. No dejar queso aproximen á dor, que le hizo degollar en la misma ciudad de Roma. ella muchachos rudos; ni aun muchachas, sino aquellas Su cuerpo fué trasladado á Aqnisgran, do donde es patrón. (pie no conozcan las máximas y conversación del mundo. Los SALTOS YicToii Y Uas», HÍRTUIES.—PerlCM/ícíau osle: Désela un alfabeto de letras pequeñas hachas de boj ó dos santos á la gloriosa legión lehana, y en tiempo del marlil con los nombres de todas las que pueda conocer, emperador Maximiano fueron primeramente atormentados para que el juego mismo le sirva de ftíslrnccion. Cuando con crueles castigos; pero, habiéndose librado por una luz sea algo mayor, llévesela de una letra á otra con el índice celestial, que resplandeciendo sobre ellos hizo caer en tierra á los verdugos, fueron metidos cn el fuego, y habiendo 0 dedo suyo, guiado por otra mano; y convídesela con presentes y promesas convenientes á su edad, para que también salido sia lesión, los degollaron. Véase la Vida do víiya con este interés juntando sílabas; y escriba los nombres de los patriarcas desde Adán acá. Tenga compañeras mes. san Mauricio y compañeros, en el dia ti de este mismo para aprender con ellas, y poder adelantar con la emularon, y oír las alabanzas de las otras. No debe ser intimi­ dos anteriores, y se celebra de él memoria particular á SAN ANTONIXOJMÁRTIII.—Era de la misma legión que los dada, ni castigada sin tiempo, si es algo perezosa, sino instancia de la Iglesia de Nasencia, que posee su sagrado cuerpo. Puede verso también la vida,de san Mau­ animada con buenos modos, para que pueda regocijarse en exceder, ó entristecerse on verse despreciada y debajo de otras, no envidiando sus progresos, sino ale­ SAN CRRCORIO, OBisro Y CONFESOR..—rFué llamado el «Iluriciográndose de ellos , al mismo tiempo que se baldone á minador,» y nació en la Armenia Mayor, déla iluslrísima familia de los Arsacidas. En su juventud lo llevaron si misma por los pocos que ha hecho. Debe tenerse gran cuidado en que no conciba aversión á los esludios, porque á Cesárea para aprender las ciencias: allí conoció la religión cristiana y recibió el baulismo. Enardecido por la sa­ este sinsabor no le quede en anos mas maduros. Las paladas que aprenda sean santas y escogidas, como los nombres de los apóstoles y de los profetas. Hágasela conocer infieles, y se volvió á Armenia, de cuyo pais se puede delud de las almas, resolvió ir á predicar el Evangelio á los 'a genealogía de estos desde Adán, para que desde esta cirque fué elapóslol. Sus discursos ó instrucciones, acompañados de una vida sin mancha, obraron edad prepare para después su memoria. Es necesario bus- innumerables 1 :ifJ

LA LEYENDA DE ORO. t)lA I . conversiones, y ademús Dios conlinnó con milagros la de Yorclv. E! nuevo arzobispo lrab;ijó con un celo ínfaligable, y luvo el consuelo de ver aumenlarse de dia en día et verdad áa la doctrina epie su stM'vidor anunciaba. Al principio de su misión tuvo que sufrir mucho por pnrte de TÍridates, rey del país ; pero este mismo principe abrió por pueblo iban siempre acompañadas del estímulo de! propio reino de Jesuerislo en aquellos países. Sus inslrucdoncs al lin los ojos á la luz y recibió el baulismo. A la visla de sus ejemplo, y las ovejas, para ser enleramenle perfectas, no trabajos apostólicos y del copioso frulo rpio daban á la tenían que hacer mas sino seguir en un lodo las pisadas Iglesia, Leoncio, obispo de Cesárea, le consagró olibpo,y de su venerable pastor. Este acabó saniamente el curso de desde entonces su misión y su celo no se limitaron ya á la sus (lias el 30 de setiembre del ano GiJÜ, después de un Armenia, blevó la antorcha de la fé á otras naciones bárbaras y penetró ha*ta el monte Cáucaso. Después de tan­ SANTA SOFÍA, VIUDA.—Esta santa, célebre principalmen­ ponliticado de veinte y tres aflos. tas fatigas, que no habían tenido oíro objeto que la gloria te en la Iglesia de Oriente, fué madre de las tres vírgenes de Dios, se retiró el santo á un desíerlo de la Alfa Armenia, Fé, Esperanza y Caridad, nombres que dió á sus tres hijas donde murió en paz, y fué á gozar del premio que había en el bautismo por respeto y amorá esas virtudes. En tiempo del emperador Adriano las tres hermanas fueron presas merecido. Su muerte sucedió al principio del reinado del gran Constantino. y atormentadas por no habiM' querido tributar adoración á S.VN IIoNOiuo, OBISPO Y CONFESOR.—Nació en Roma, y on los dioses del paganismo ; y Sofía, que las había inslruido la misma ciudad abrazó el estado monástico. El papa san en la religión y que les había inspirado h virtud, las exhortó á confesar generosamente á Jesucristo y las viócon Gregorio ol Grande, que conocía la extensión de sus conocimientos y la solidez de sus virtudes, le asoció á los alegría derramar su sangre por la causa de. la religión. misioneros que había enviado á Inglaterra para la conversión de sus habitantes. Habiendo muerto en el año (!30 obras de misericordia y castigando su cuerpo con rigu­ Sofía continuó viviendo en el estado de viudez, practicando san Justo, arzobispo de Canlorbery, san Honorio fué elegido para succderle, y le consagró san Paulino, arzobispo por ¡os años de rosas penitencias hasta que Dios la llamó á sí, muriendo 130. OCTUBRE. DIA í. NUESTRA SESORA DEL ROSARIO (-1).—Enlre las devociones de la Virgen, ¡a mas celebrada es la del Rosarío,-ó Salterio, llamado asi porque consta de ciento cincuenta Ave Marías que corresponden al Salliírio de los ciento y cincuenta salmos do David. Esta devoción, dicen graves autores que es tan antigua como la Iglesia; porque empezó con ella, y fué el primer breviario y las primeras horas canónicas que la Iglesia usó, y que los apóstoles rezaron el rosario por órden de la Virgen, y los fieles que tuvieron el primitivo espíritu y las primicias de la devoción , por órden de los apóstoles, antes que san Ignacio, mártir, introdujese en Antioquía el Salterio de David, que recibió después toda la Iglesia católica para cantar las alabanzas á Dios. El rosario se derivó de Igs primeros fieles á los anacoretas de Egipto y Nilria; y de los desiertos le recibieron en las ciudades san Agustín, san Gerónimo, san Ambrosio y otros Padres: y resfriándose después de algunos anos el fervor de esta devoción , le avivó y encendió en Inglaterra el venerable Reda ; porque los ingleses confesaban haber recibido esta devoción desús antepasados, como herencia de padres á hijos , debida á la enseñanza de este venerable Padre. De esta opinión es el beato Alano de Rupe, fraile de la órden de Santo Domingo , y de grande autoridad en esta materia, por haber sido elegido milagrosamente de la Reina de los ángeles por predicador de su rosario, casi olvidado ca muchas partes. Particularmente [t] Gorrosiionde á la priaiora dominica esto mes. reíiere Paladio , Sozomcno y Casiotloro, de un mongo llamado Paulo , varón excelente c i sanlidad, que tenia por costumbre rezar cada dia trescientas oraciones; y por no defraudar nada á su devoción, escondía otras tantas píedrecitas en el pecho, y á cada oración arrojaba una piedra , con que, al acabarse las piedras conocía haber acabo sus oraciones, y cumplido aquella piadosa tarea, Ayberto, monje, que floreció en tiempo del papa Pascasio 11, por los años de 1099, cuenta Surio, que cien veces al día hincado de rodillas , y cincuenta veces de noche postrado on tierra, rezaba la salutación angélica. Algunos retratos de la Virgen* de mas de ochocientos aflos de antigüedad en que están pintados rosarios, como ahora se usan, muestran ser muy antigua en la Iglesia esta devoción; y siendo de tanto agrado de Dios y de su Madre, como después veremos, es creíble que no se ocultó á aquellos primeros líeles, que, como mas fervorosos en el amolde Dios, eran también mas diligentes en el servicio de la Madre de Dios. Pero dejando esta cucslion á otros; pues las devociones no se acreditan lanío por la antigüedad de los afios que tienen , cuanto por la gloria que se sigue de ellas á Dios, y provecho que sacan los que las usan ; no hay duda quo merece con mucha razqn santo Domingo de Guzman el título que le dan muchos de inventor y primer predicador del rosario de nuestra Señora; porque este esclarecidísimo patriarca, fué el primero que lo enseñó , y predicó con el método y órden admirable de meditar los mislerios de nuestra fé, repartidos en tres clases de gozosos, dolorosos y gloriosos , que él aprendió do nuestra Señora, y de él lo recibió la Iglesia, como cosa venida del cielo pa-

LA LEYENDA DE ORO. t)lA I .<br />

conversiones, y a<strong>de</strong>mús Dios conlinnó con milagros la <strong>de</strong> Yorclv. E! nuevo arzobispo lrab;ijó con un celo ínfaligable,<br />

y luvo el consuelo <strong>de</strong> ver aumenlarse <strong>de</strong> dia en día et<br />

verdad áa la doctrina epie su stM'vidor anunciaba. Al principio<br />

<strong>de</strong> su misión tuvo que sufrir mucho por pnrte <strong>de</strong> TÍridates,<br />

rey <strong>de</strong>l país ; pero este mismo principe abrió por pueblo iban siempre acompañadas <strong>de</strong>l estímulo <strong>de</strong>! propio<br />

reino <strong>de</strong> Jesuerislo en aquellos países. Sus inslrucdoncs al<br />

lin los ojos á la luz y recibió el baulismo. A la visla <strong>de</strong> sus ejemplo, y las ovejas, para ser enleramenle perfectas, no<br />

trabajos apostólicos y <strong>de</strong>l copioso frulo rpio daban á la tenían que hacer mas sino seguir en un lodo las pisadas<br />

Iglesia, Leoncio, obispo <strong>de</strong> Cesárea, le consagró olibpo,y <strong>de</strong> su venerable pastor. Este acabó saniamente el curso <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces su misión y su celo no se limitaron ya á la sus (lias el 30 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong>l ano GiJÜ, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un<br />

Armenia, blevó la antorcha <strong>de</strong> la fé á otras naciones bárbaras<br />

y penetró ha*ta el monte Cáucaso. Después <strong>de</strong> tan­<br />

SANTA SOFÍA, VIUDA.—Esta santa, célebre principalmen­<br />

ponliticado <strong>de</strong> veinte y tres aflos.<br />

tas fatigas, que no habían tenido oíro objeto que la gloria te en la Iglesia <strong>de</strong> Oriente, fué madre <strong>de</strong> las tres vírgenes<br />

<strong>de</strong> Dios, se retiró el santo á un <strong>de</strong>síerlo <strong>de</strong> la Alfa Armenia, Fé, Esperanza y Caridad, nombres que dió á sus tres hijas<br />

don<strong>de</strong> murió en paz, y fué á gozar <strong>de</strong>l premio que había en el bautismo por respeto y amorá esas virtu<strong>de</strong>s. En tiempo<br />

<strong>de</strong>l emperador Adriano las tres hermanas fueron presas<br />

merecido. Su muerte sucedió al principio <strong>de</strong>l reinado <strong>de</strong>l<br />

gran Constantino.<br />

y atormentadas por no habiM' querido tributar adoración á<br />

S.VN IIoNOiuo, OBISPO Y CONFESOR.—Nació en Roma, y on los dioses <strong>de</strong>l paganismo ; y Sofía, que las había inslruido<br />

la misma ciudad abrazó el estado monástico. El papa san en la religión y que les había inspirado h virtud, las exhortó<br />

á confesar generosamente á Jesucristo y las viócon<br />

Gregorio ol Gran<strong>de</strong>, que conocía la extensión <strong>de</strong> sus conocimientos<br />

y la soli<strong>de</strong>z <strong>de</strong> sus virtu<strong>de</strong>s, le asoció á los alegría <strong>de</strong>rramar su sangre por la causa <strong>de</strong>. la religión.<br />

misioneros que había enviado á Inglaterra para la conversión<br />

<strong>de</strong> sus habitantes. Habiendo muerto en el año (!30 obras <strong>de</strong> misericordia y castigando su cuerpo con rigu­<br />

Sofía continuó viviendo en el estado <strong>de</strong> viu<strong>de</strong>z, practicando<br />

san Justo, arzobispo <strong>de</strong> Canlorbery, san Honorio fué elegido<br />

para succ<strong>de</strong>rle, y le consagró san Paulino, arzobispo por ¡os años <strong>de</strong><br />

rosas penitencias hasta que Dios la llamó á sí, muriendo<br />

130.<br />

OCTUBRE.<br />

DIA í.<br />

NUESTRA SESORA DEL ROSARIO (-1).—Enlre las <strong>de</strong>vociones<br />

<strong>de</strong> la Virgen, ¡a mas celebrada es la <strong>de</strong>l Rosarío,-ó Salterio,<br />

llamado asi porque consta <strong>de</strong> ciento cincuenta Ave Marías<br />

que correspon<strong>de</strong>n al Salliírio <strong>de</strong> los ciento y cincuenta salmos<br />

do David. Esta <strong>de</strong>voción, dicen graves autores que<br />

es tan antigua como la Iglesia; porque empezó con ella, y<br />

fué el primer breviario y las primeras horas canónicas<br />

que la Iglesia usó, y que los apóstoles rezaron el rosario<br />

por ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la Virgen, y los fieles que tuvieron el primitivo<br />

espíritu y las primicias <strong>de</strong> la <strong>de</strong>voción , por ór<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong> los apóstoles, antes que san Ignacio, mártir, introdujese<br />

en Antioquía el Salterio <strong>de</strong> David, que recibió <strong>de</strong>spués<br />

toda la Iglesia católica para cantar las alabanzas á Dios.<br />

El rosario se <strong>de</strong>rivó <strong>de</strong> Igs primeros fieles á los anacoretas<br />

<strong>de</strong> Egipto y Nilria; y <strong>de</strong> los <strong>de</strong>siertos le recibieron en las<br />

ciuda<strong>de</strong>s san Agustín, san Gerónimo, san Ambrosio y<br />

otros Padres: y resfriándose <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> algunos anos el<br />

fervor <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>voción , le avivó y encendió en Inglaterra<br />

el venerable Reda ; porque los ingleses confesaban haber<br />

recibido esta <strong>de</strong>voción <strong>de</strong>sús antepasados, como herencia<br />

<strong>de</strong> padres á hijos , <strong>de</strong>bida á la enseñanza <strong>de</strong> este<br />

venerable Padre. De esta opinión es el beato Alano <strong>de</strong> Rupe,<br />

fraile <strong>de</strong> la ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Santo Domingo , y <strong>de</strong> gran<strong>de</strong><br />

autoridad en esta materia, por haber sido elegido milagrosamente<br />

<strong>de</strong> la Reina <strong>de</strong> los ángeles por predicador <strong>de</strong> su<br />

rosario, casi olvidado ca muchas partes. Particularmente<br />

[t] Gorrosiion<strong>de</strong> á la priaiora dominica esto mes.<br />

reíiere Paladio , Sozomcno y Casiotloro, <strong>de</strong> un mongo llamado<br />

Paulo , varón excelente c i sanlidad, que tenia por<br />

costumbre rezar cada dia trescientas oraciones; y por no<br />

<strong>de</strong>fraudar nada á su <strong>de</strong>voción, escondía otras tantas píedrecitas<br />

en el pecho, y á cada oración arrojaba una piedra<br />

, con que, al acabarse las piedras conocía haber acabo<br />

sus oraciones, y cumplido aquella piadosa tarea, Ayberto,<br />

monje, que floreció en tiempo <strong>de</strong>l papa Pascasio 11,<br />

por los años <strong>de</strong> 1099, cuenta Surio, que cien veces al<br />

día hincado <strong>de</strong> rodillas , y cincuenta veces <strong>de</strong> noche postrado<br />

on tierra, rezaba la salutación angélica. Algunos retratos<br />

<strong>de</strong> la Virgen* <strong>de</strong> mas <strong>de</strong> ochocientos aflos <strong>de</strong> antigüedad<br />

en que están pintados rosarios, como ahora se<br />

usan, muestran ser muy antigua en la Iglesia esta <strong>de</strong>voción;<br />

y siendo <strong>de</strong> tanto agrado <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> su Madre,<br />

como <strong>de</strong>spués veremos, es creíble que no se ocultó á aquellos<br />

primeros líeles, que, como mas fervorosos en el amol<strong>de</strong><br />

Dios, eran también mas diligentes en el servicio <strong>de</strong> la<br />

Madre <strong>de</strong> Dios.<br />

Pero <strong>de</strong>jando esta cucslion á otros; pues las <strong>de</strong>vociones<br />

no se acreditan lanío por la antigüedad <strong>de</strong> los afios que<br />

tienen , cuanto por la gloria que se sigue <strong>de</strong> ellas á Dios,<br />

y provecho que sacan los que las usan ; no hay duda quo<br />

merece con mucha razqn santo Domingo <strong>de</strong> Guzman el<br />

título que le dan muchos <strong>de</strong> inventor y primer predicador<br />

<strong>de</strong>l rosario <strong>de</strong> nuestra Señora; porque este esclarecidísimo<br />

patriarca, fué el primero que lo enseñó , y predicó<br />

con el método y ór<strong>de</strong>n admirable <strong>de</strong> meditar los mislerios<br />

<strong>de</strong> nuestra fé, repartidos en tres clases <strong>de</strong> gozosos, dolorosos<br />

y gloriosos , que él aprendió do nuestra Señora, y<br />

<strong>de</strong> él lo recibió la Iglesia, como cosa venida <strong>de</strong>l cielo pa-

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