Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

m
ángeles: la cual, aunque para e! Señor es finita y lasada,
para nosolros parece ínfinila : y por eslo dijo Job, ¿ÍVWÍ»-
quid esl numerus miiilum ejus? ¿Hay por vcnlui-a mitnoro
de sus soldados que se pueda conlar ? Lo cual nos declara
la gloriosa soberana majestad del mismo Señor que los
crió , y se sirve de eílos como de criados y soldados suyos:
pues es grande honra de un rey tener muchos nobles
y poderosos ministros, y una familia lucida de criados
que le acompañen y sirvan: que por esto dijo el Espíritu
Santo : « La dignidad y majeslad del Rey se conoce
en la imichedunibre de sus ministros; y el tener pocos vasallos
es afrenta del principo. » Mas es cosa de gran maravilla
que con ser tantos los ángeles, no hay ninguno de
ellos que no se diüera en especie de todos los otros , según
el sentir de santo Tomás : de manera , que así como
seria cosa hermosísima y maravillosa, si en un campo ó
prado lleno de infinitas flores, no hubiese entre todas ellas
dos que fuesen de la niisina espéGie , sino que cada flor
fuese de la suya y desemejante de todas las oirás; así(segun
este sentir) en aquel campo copiosísimo y abundantísimo
del cielo, donde hay innumerables ángeles, que como
flores herniosísimas y suavísimas lo hermosean y visten
, no hay dos de ellos que convengan en una misma
especie. Y ele aquí se puede colegir cuánta será la. excelencia
y perfección del ángel supremo , pues es tan grande
la del ínlimo y menor de todos. También se ha de considerar
que , con ser (como dijimos) un número innumerable
el de les ángeles, no por esto están desordenados, ni
confusos , sino con admirable concierto y orden , distinguidos
en iros jerarquías, suprema, media é ínfima , y
cada jerarquía dividida en tres coros ú órdenes, como se
saca do las dividas Letras y santos doctores. Y así hay
nueve coros de ángeles repartidos en tres jerarquías,
de esta manera: en la suprema jerarquía (que es la que
recibe inmediatamente los resplandores é ilustraciones de
Dios) hay tres órdenes, serafines , querubines y tronos :
los seraíines exceden á los demás en el fervor de la caridad:
los querubines on la plenitud de la ciencia ; y ios
tronos en ver á Dios, y conxmas perfección la razón de
sus divinas obras : en la segundad jerarquía hay tres coros
, dominaciones, virtudes y potestades : en la IciciM-a,
principados, arcángeles y ángeles; porque aunque este
nombro sea común á todos aquellos espíritus bienavcniiirados
, especialmente se atribuye al coro ínfimo de (odos
los nueve; porque ángel quiere decir propiamente nuncio,
y no es nombre de naturaleza sino de, oficio: y porque el
oficio de los espíritus inferiores de este coro es anunciar,
y ser embajadores de la voluntad de Dios; por esto se llaman
ángeles, tomando por propio el nombre que es común
á todos. Verdad es que el apóstol san Pablo dice, «que
todos los soberanos espíritus son ministros del Señor enviados
para bien de los que han de heredar la salud y
bienaventuranza eterna : » las cuales palabras del Apóstol,
san Dionisio , su discípulo y san Gregorio , san Damasceno
y santo Tomás las interpretan de manera, que se
entienda que los coros déla primera jerarquía no son enviados
á los hombres, sino á los ángeles de la segunda jerarquía,
y los de la segunda á los déla tercera, Pero san
Gregorio Nacianceno , san Cirilo y san Crisóstomo , san
Agustín , y muchos doctores eclesiásticos son de parecer,
que aunque es verdad que comumnoníe los ángeles superiores
no son enviados á los negocios de los hombres {por-
LA LEYENDA DE ORO.
D1A
que esto es propio délos ángeles de la ínfima jerarquía^;
pero que en algunos muy importantes algunas veces vienen
para nuestro bien , ni los falla humildad , ni caridad,
ni tienen por que desdeñarse , viendo al Hijo de Dios y
Rey suyo, humillado y hecho hombre por nosotros: y tales
dicen , que fueron el seralin que purificó los labios de
(saias, y los querubines que fueron enviados á Ezeqniel, y
san Rafael que fué enviado á Tobías, y mucho mas el arcángel
san Gabriel, que vino por embajador del Padre
eternoá la Virgen iMaría nuestra Señora: y san Miguel,
que, como principe de la Iglesia , muchas veces ha sido
enviado á ella para su amparo y defensa. La segunda jerarquía
es alumbrada y alumbra, espul gada y purga , es
perfeccionada y perfecciona (que eslos tres actos jerárquicos
pone san Dionisio Areopagita , habiendo aprendido
esta doctrina de su maestro san Pablo , después que estuvo
en el tercero cielo); pero en diferente manera: porque
es alumbrada, purgada y perfeccionada de la primera
y suprema jerai'quía, y alumbra , pinga y perfecciona
á la tercera: de suerte, que las tres jerarqníasse distinguen
en que la primera recibo inmediatamente de Dios todos estos
divinos dones, y los comunica á la segunda jerarquía;
y la segunda habiéndolos recibido mediatamente del Señor
, por medio de la primera, los difunde á la tercera : y
así la primera alumbra y no es alumbrada: la segunda es
alumbrada y alumbra ; y la tercera no alumbra y es alumbrada:
y esto se hace por una manera á nosotros oculia
é inefable, comunicándose los ángeles y comunicando sus
conceptos , y hablándose con aquella lengua que el apóstol
san Pablo llama lengua de ángeles, qoe es tal , que
para esplicarla bien, lengua do ángeles es menester. Y
aunque sean tantas y tan sublimas las excelencias y dones
naturales de los ángeles, como habernos dicho, y por ellos
debamos honrarlos con particular afecto y devoción ; pero
mucha mas honra se les debe por las gracias sobrenaturales,
que con tan larga mano Ies repartió el Señor; porqu.1,
si bien miramos, hallaremos que todos los ángeles
están vestidos de la estola de la gracia é inocencia, y quo
nunca la perdieron ni se vieron desnudos de ella, ni la
mancharon con ninguna culpa ; ántes perpetuamente han
conservado la gracia en que fueron criados , sin perderla
jamás y teniendo tan gran copia y excelencia de dones
naturales y sobrenaturales, lo que mas nos debe admirar
es la profundísima humildad ó indecible reverencia con
que asisten , ministran y sirven al Señor: de lo cual dicu
Job : Coram eo inourviinlur, ^íti porlant orbem; el enhmnw
cmlipavent in cons;íecíit e/'ws .* Los que mueven el ciclo
se encorvan y postran delante del Señor; y en su acatamiento
tiemblan las columnas del cielo: y están tan rendidos,
tan aparejados y prontos para ejecutar con suma diligencia
y clicacia lo que Dios les manda, que dice de ellos
el real profeta David estas palabras: «Alabad lodos los
ángeles al Señor, que sois poderosos y ejecutáis lo que él
os manda , obedeciendo como fieles ministros á la voz de
sus mandatos:» y es esto de manera, que no hay cosa
tan baja y humilde quo los simios ángeles no abracen y
cumplan con grandísima voluntad por obedecer al Señor
y aprovechar á los hombres. Esta es la primera causa, pollo
cual los debemos nosolros alabar, honrar y reverenciar,
mirándola naturaleza excelente de aquellos celestiales
espíritus y cortesanos del pabeio del Señor : la cual
aquí sumariamente habernos declarado, dejando las otras