Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
UIA 4.<br />
ul y paslur universal du toda la Iglesia ; disputaba<br />
con los herejes sus perseguidores: interpretaba los sagrados<br />
lugares y textos <strong>de</strong> los sanios padres, profetas y<br />
evangelistas, <strong>de</strong>clarando las cosas mas dificultosas <strong>de</strong><br />
ellos con una doctrina celestial y tan profunda , que hacia<br />
quedar atónitos y confusos á cuantos la escuchaban : y<br />
tanto era mas digna <strong>de</strong> admiración su doctrina, cuanto<br />
sabian lodos que ni habla estudiado, ni sabia leer ni escribir,<br />
ni tenia edad ni posibilidad para haberlo aprendido:<br />
con que habían todos <strong>de</strong> confesar, como lo hacian,<br />
que era doctrina celestial infusa la suya. Su vida era un<br />
perpetuo ayuno y vigilia, y tanto, quedaba y causaba<br />
admiración á lodos, y parecía imposible que. naturalmente<br />
pudiese vivir con las abslinencias que hacia. En los ejercicios<br />
espirituales era incansable , y tan dada á las obras<br />
<strong>de</strong> misericordia , que no tenia reposo ni sosiego , cuando<br />
no se ejercitaba en ellas. Consolaba los aiflgidos, y los<br />
acompañaba en sus miserias. Visitaba conlimiamente los<br />
enfermos y encarcelados, procurando s;mar á unos, y librar<br />
á otros con sus penitencias y oraciones, sanando tullidos<br />
, dando visla á ciegos, oido ásordos, vida á difuu -<br />
los y haciendo otros innumerables prodigios.<br />
No es posible que criatura humana tenga palabras para<br />
pon<strong>de</strong>rar y explicar la caridad <strong>de</strong> esta santa y pura virgen;<br />
pues parecía díspensera <strong>de</strong>l cíelo para lodos los necesitados.<br />
Y así, cualquiera que se vela en alguna aflicción<br />
i <strong>de</strong> cualquiera cal¡d;id que fuese, recurría luego á<br />
Rosa, como en quien Dios tenia puesta la virtud <strong>de</strong> la<br />
caridad. V si bien nos acordamos, aun los pájaros volando<br />
se venían también á valer <strong>de</strong> este sagrado, y no con poco<br />
'mslerio recogían con sus picos las migajas que <strong>de</strong>sperdiciaba.<br />
Parecíale al padre <strong>de</strong> la bendita Rosa, que su<br />
hija era muy liberal en darlo que él sudaba y ganaba con<br />
tanto afán, y sentía fuese tariia su candad; y así muchas<br />
veces la reprendió, para que se abstuviese <strong>de</strong> aquel iiirendioamoroso,<br />
porla imiclia pobreza en que se bailaban. No<br />
le faltaron palabras ni disculpas á la santa niña inspirada<br />
<strong>de</strong>l Espíritu Sanio, para aquietar á su amado padre; pero<br />
habiéndola probibido no prosiguiese mas en dar lo que no<br />
trabajaba, ni adquiría, y siendo ella tan obediente y<br />
observante, humü<strong>de</strong>meute cedió a su volunlud, y escondiendo<br />
el poco pan que ella había <strong>de</strong> comer, lo guardaba<br />
P^ni los pobres, satisfaciendo su sania y piadosa inclina-<br />
Cl.on1 primero que su hambre : y siendo tan corla su por-<br />
) era bastante á satisfacer lodos los pobres que á ella<br />
Lniiin, que no eran pocos: pues así como Cristo Díen<br />
|lüeslro uuilliplicó los cinco panes en el <strong>de</strong>sierto ; así nues-<br />
'a bendita Rosa por virtud divina multiplicaba todos los<br />
la8 su corla porción <strong>de</strong> pan, y hacia que abundase para<br />
61 socorro <strong>de</strong> muchísimos necesilados. Afiadiéronse prodigios<br />
á prodigios : porque saliendo Ufl día apresurada con<br />
""os pedazos <strong>de</strong> pan en el seno, para socorrer la necesi-<br />
^'d <strong>de</strong> unos pobres que había oído pasar por la calle, la<br />
weontró su padre que venia <strong>de</strong> fuera : y viéndola ir tan<br />
(" esurosa, y que el bullo que mostraba era pan que llevíiba<br />
á los pobres, conlravinieiido al mandato que le habla<br />
pueslo; con rostro severo y voces impacientes lo dijo,<br />
M^c <strong>de</strong>scubriese el seno y mostrase lo que llevaba en él.<br />
Púsose Rosa como una ro^a, sonroseadas <strong>de</strong> su temor las<br />
"H-jillas; y obediente y humil<strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrió lo que llevaba.<br />
Mfiat, ió maravilloso Dios! en vez <strong>de</strong>l pan que habla escondido<br />
, <strong>de</strong>scubrió el seno lleno <strong>de</strong> hermosísimas y odo-<br />
SETIEMBRE.<br />
rlferas rosas <strong>de</strong> varios colores, siendo por el rigor <strong>de</strong>l<br />
invierno , cuando el hielo tiene todas las plantas consumidas.<br />
Atónito y confuso el padre <strong>de</strong> este milagro, conoció<br />
claramente que quien podía transformar el pan en rosas,<br />
sabría también mulllplicar y pagar lo que se daba á los pobres,<br />
aunque fuese quitándolo <strong>de</strong>l necesario sustento : y<br />
asi levantó el prccepl^á Rosa, <strong>de</strong>jándola libre en la operación<br />
<strong>de</strong> sus limosnas, y <strong>de</strong>más obras <strong>de</strong> misericordia<br />
espirituales y corporales.<br />
Hurtaron ála madre <strong>de</strong> Rosa una gallina que tenia <strong>de</strong><br />
varios colores, por lo cual era eslimada : y viendo la nina<br />
que pasaba á extremo el sentimiento que su madre<br />
hacia, llamó aparte á una mujer vecina, que con su espíritu<br />
profélico supo la habia hurtado, y díjole con caridad<br />
y humildad volviese á su madre la gallina, pues ella la ha<br />
bia llevado, y conocia el sentimiento gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> su madre<br />
La mujer, mas airada que compungida, comenzó á dar<br />
voces y á tratar mal con palabras á la sania niña; pero<br />
apenas acabó <strong>de</strong> negar la verdad, cuando le nacieron en<br />
el rostro una multitud <strong>de</strong> plumas <strong>de</strong>l mismo color, que las<br />
<strong>de</strong> la gallina, pareciendo ser las mismas, con asombro <strong>de</strong><br />
los que se hallaron presentes, que eran muchos los quo<br />
hablan concurrido á las voces que ella habia dado llamándolos<br />
para que viesen su afronta. Confusa y corrida la mujer<br />
, sacóla gallina <strong>de</strong> don<strong>de</strong> la tenia escondida, y la reslituyó,<br />
confesando á voces su culpa y pidiendo á Dios<br />
perdón <strong>de</strong> ella: lo cual visto por Rosa, hizo oración á<br />
su amante Jesos, para que suspendiese el cas' ígo <strong>de</strong> aquella<br />
miserable; pues merecía el perdón, por hallarse arrepenlida<br />
<strong>de</strong> su culpa. Apenas la nina hizo su petición, cuando<br />
la oyó aquel piadosísimo Señor, y libró á la mujer do<br />
aquella nota y fealdad, quedando su rostro como ántes, y<br />
su corazón compungido y enmendado, para no cometer<br />
en a<strong>de</strong>lante semejantes insultos.<br />
Siendo <strong>de</strong> siete años Rosa iba á la fuente con un cántaro<br />
<strong>de</strong> agua, sirviendo y obe<strong>de</strong>ciendo en esto, como en todo,<br />
á su madre; rompiósele á otra muchacha , que estaba junto<br />
á ella, el sin o: comenzó á llorar y <strong>de</strong>cir que Rosa se<br />
lo babia quebrado: acudió la madre ; y creyendo á su hija<br />
volvió como una fiera leona contra Rosa, diciéndolo<br />
mil injurias y baldones , y á gran<strong>de</strong>s voces chipaba á la<br />
madre <strong>de</strong> Rosa, diciendo que le consentia este y otros <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes,<br />
con capa <strong>de</strong> hipocresía, y que bija y madre<br />
eran unas embusteras. Gustosa sufría nuestra Kosa aquellas<br />
afrentas por su esposo Jesús ¡ mas viendo que no habia<br />
medio <strong>de</strong> aquietar á la mujer con humil<strong>de</strong>? disculpas,<br />
y que á sus voces se juntaban mil almas, escogió el mejor<br />
medio, para confundirla y avergonzarla, ya que sus disculpas<br />
no bastaron. Trató <strong>de</strong> volverle su cántaro entero como<br />
estaba ántes; y así recogiendo los pedazos <strong>de</strong> él, que<br />
eran innumerables y pequeños, alzó los ojos al cielo y al<br />
instante volvió y se vió el cántaro entero y sano en las<br />
manos <strong>de</strong> Rosa puras y santas, sin hallaise en él señal<br />
alguna <strong>de</strong> que hubiese sido roto, con que se le restituyó<br />
entero á la avara y soberbia mujer, que tanto habia ofendido<br />
y maltratado á aquella inocente y'pura Rosa. La mujer<br />
se fué corrida, j la mullitud<strong>de</strong>gi'tiíc no cesaba <strong>de</strong> dar<br />
gracias á Dios, que tal virtud había dado á su querida<br />
Rosa.<br />
Como sus <strong>de</strong>seos eran <strong>de</strong> ser religiosa , y en Vilerbo no<br />
habia por enlom es mas convento que el <strong>de</strong> Santa Mana <strong>de</strong><br />
las Rosas, <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> San Benito, don<strong>de</strong> (qiizá por<br />
M