Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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SETIEMBRE. 117
fiifra de su mismn madre y lierin;íno, que crnn los que
mas ie del)ian nmar y eslimar. Mas como en la religión y
las costnmltres eran lan deseiímjanles, no se puede creer
ia rabia que conlra el santo rey tenían, y lo que con sus
buenas obras y amor del pueblo, y estima y honra de los
prínciiics, como con im viento recio crecian las llamas
que á h.-aomira y Koleslao abrasaban contra él. Entendiólo
el sanio rey : y como de suyo era blando, manso y mcnospreciador
de todas las grandezas del siglo, tuvo deseo
de dejarlas y renunciar el ducado de Hobemia y hacerse
monge; y tratando él de esto, fué tanto lo que aquel gusano
de la envidia y odio royó las entrañas de su madre y
hermano, que determinaron no aguardar que cumpliese
ÍMJ dt'sco, sino luego darle la muerte y de una vez acabar
con él; porque no podian sufrir [siendo estos idólatras}
que AVenceslao sirviese á los sacerdotes en la misa, ni los
visitase en su casa y les proveyese de las cosas necesanas,
y q\u\ muchas noches se fuese descalzo al templo
para oir los mailines, y velar en oración; y mucho mé-
»os, que fuese tan grande su devoción para con el sacrosanto
Sacramento del altar, que él mismo sembraba, cogía
y (riHaba d trigo de qne se habían de hacer las hostias,
y las hacia por sus manos: que lodo era contrario á la
impiedad y torpeza con que ellos vivían. Para ejecutar,
pues, la maldad que babian tramado, lomaron esla ocasión.
Nació á «olcslao un hijo que había de suceder en los
estados de los dos hermanos: y queriéndole hacer hesla y
regocijar aquel nacimiento, conviilaron á Wenceslao, y
rogáronle que se fuéso á la provincia de Boleslavia donde
WRM eraban; y el santo mozo se confesó muy despacio
y comulgó, y después se puso en camino para ver á su
madre, y bermauo, nósin recelo de lo que le babin de suceder.
Salióle el hermano á recibir con gran corteja y
disimuiaeion: entró en la casa de su hermano : aparejóse
un solemne convite: sentáronse á la mesa la madre y los
dos hermanos: y como la cenase alargase mucho, levantóse
Wenceslao de la mesa muy de noche, y fuese al templo,
por guardar su buena costumbre y hacer su acosiumbrada
oración al Señor. La cruel madre se embraveció
con esto, y encendió mas á Bolcslao, para que luego matase
á su hermano. Fué armado de hierro y de impiedad
al templo con gente : halló á sti santo hermano desarmado
y orando, y allí le mató por su mano y le hizo mártir de
uueslro Señor Jesucristo. La misma noche el rey de Dinamarca,
estando tan lejos de Bohemia, tuvo en sueños una
'•''velación, en que le mandaba Dios que celebrase la menmría
de Wenceslao, duque de Bohemia, que había sido
warlirizado por manos de su hermano, y que le honrase
como á santo; y así lo hizo el rey de Dinamarca, mandando
edilicar un templo y dedicarle á san Wenceslao, por
el cual obro Dios nuestro Señor muchos y grandes milag'os;
y la d iste y desventurada Draomira, estando en la
parle de la eiudad, que llaman el Castillo de Praga, se
abrió la tierra y la tragó; y los que acompañamn a ta*
leslao en aquel maleílcio ó perdieron el seso, y furiosos y
fuera de sí so despenaron, ó se mataron con las mismas
espadas que habían desenvainado contra el santo: y la
pared de aquel templo, donde mataron á Wenceslao, mfei
dó bañada con su sangre, de tal manera, que nunca la
imdieron lavar. Roleslao ejerciló tiránicamente el señorío,
que liránicamente había usurpado, y comenzó á perseguir
á los cristianos y á lodos los que habían sido criados ó
amigos de Wenceslao; mas viendo qno á su sepulcro los
ciegos veían, los sordos oían, los cojos y mancos cobraban
piés y manos, se deshacía de rabia: y para quitar al
hermano, que él habia muerto, aquella honra, mandó quo
de noche secretamente se lleTase el cuerpo de Wenceslao
á Praga, y se colocase en el mismo sepulcro de san Vito,
sin que nadie lo entendiese, para que los milagros quo
allí Dios obrase, no se atribuyesen á Wenceslao, sino a
san Vilo. Pero ¿qué puede contra Dios y conlra la verdad
la malicia humana? Los caballos del coche que iba el santo
cuerpo, se pararon en un lugar, y se quedaron inmóbiles,
hasta que vino el día y se descubrió la maraña, y se
conoció la maldad y embuste de Boleslao: el cual murió
consumido de enfermedades.
La vida de san Wenceslao escribió Eneas Silvio , que
después fué papa Pío II, en la Historia de Bohemia, cap.
14 y 13; y mas largamente Juan Dubra, obispo de Olmutz,
en su Historia de Bohemia , lib. n y v , y se refiere
en el v tomo de Surío. También la describió antes Lorenzo
, monge de Monte Casino ; y el Martirologio romano
y el de Adon hacen mención de él á los 28 de setiembre,
y el breviario de Polonío y Wiltchindo, sajón , lib. m
EL BEATO SIMOX DEUOJAS, COXFKSOII.—El beato Simón
de Rojas, iluslre ornamento de la sagrada órden de la Santísima
Trinidad, nació en la ciudad de Valladolid, en Castilla
la Vieja á 28 de octubre de 1532. Sus padres fueron
Cregorío Ruiz de IS'abamuel, y Constanza de líojas, ambos
ilustres así por la nobleza de su sangre, como por
su singular piedad. No pronunció palabra alguna este bendito
niño hasta los catorce meses de nacido, y entonces
la? primeras palabras quo articuló fueron Ave María. Con
este extraordinario y maravilloso suceso parece que quiso
manifestar el cielo , que este santo niño era singularmente
elegido de Dios para excitan á los líeles á venerar y obsequiar
á María santísima, y para promover en la Iglesia
el culto de su dulcísimo nombre. En efecto tuvo el siervo
de Dios tan profundamente grabado en su corazón es!e santísimo
nombre de María, y fué tan tiernamente enamorado
de esta Reina celestial, que trabajó siempre con un zelo
incansable en promover su culto y veneración, y aquellas
palabras Ave María con que empezó á hablar, las repitió
con tanta frecuencia en todos sus discursos y conver"
saciones cu lodo el tiempo de su vida que jamás se le caian
de la boca.
Tuvieron sus padres mucho cuidado de criar este hijo
en la crisliaua piedad, y él correspondió tan bien á su Irabajo
que conservó bástala muerte pura y limpia la inocencia
y la gracia del santo bautismo, sin mancharla jamás
con ningún pecado grave. Cuando luvo la edad competente,
le enviaron á la escuela donde con su vivo ingenio
y constante aplicación, aprendió en poco tiempo á leer,
escribir, contar, la gramática y la retórica. Todos celebraban
el grande talento y singulares virtudes de esle boudilo
niño; pero él, menospreciando los aplausos y las lisonjas
de esle mundo, no pensó sino en abandonarle abrazando
el estado religioso. No tenia mas que unos doce á
trece años, cuando recibió el hábito do religioso Irinitario
en el convento que esla sagr ada religión tiene en la misma
ciudad de Valladollid, donde vivió con indecible contento
de su alma , y no menor ed/íícacion de los religiosos do
aquel monaslet io que quedaban admirados de las muchas
virtudes que advertían en el sanio novicio, y daban gra-