Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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DIA ^6. SETIEMBRE. 1 13 se uim-iese, le socorriese con sus artes poderosas y sobreliumanas; porque él se lo pagaría libei alíñenle, y queila- pasó á Roma para tratar asuntos eclesiásticos, y serian * SAN EtsEmo, PAPA.—Este santo, griego de nación, ria su perpetuo esclavo. Tomo Cipriano á su cargo el vejiccr á Justina y atraerla á la voluntad de Agladio. Convocó te del papa san Marcelo, fué elegido obispo de Roma, y muy recomendables sus circunstancias, porque por muer­ los demonios, mandóles lo que habian de hacer: fueron consagrado el dia 20 de mayo del afto 310. Entre otras de una, dos y tres veces a la sania : asaltáronla y combatiéronla, transíigurándose en mil formas y figuras; y después tica de las penitencias canónicas, especialmente con res­ las cosas, procuró mantener en todo su vigor la prác­ de haber usado contra ella todas sus arlesy embustes,quedaron vencidos y corridos: porque la santa doncella favo­ Muchos fueron los enemigos que le atrajo su zelo, en parpeto á los que habian lluqucado durante la persecución. recida de su dulce esposo Jesucristo, J armada de oración ticular un lal Ileraclio, hombre turbulento que le suscitó y ayuno, y especialmente de la señal de la santa cruz, toda especie de contradicciones, de las que triunfó Ensebio triunfo de ellos gloriosamente. Quedó Cipriano asombrado, con su paciencia. Poco después do su elección, fué desterrado por el tirano Maxencio á Sicilia, donde murió el dia por ver que sus artes lenian tan poca fuerza, y (pie los misinos demonios confesaban su llaqueza, y que no podian 26 dé setiembre del mismo año ulO. Si bien su pontificado no duró mas que cuatro meses y seis días, con todo prevalecer contra Justina, por ser cristiana, y estar armada con la virtud y poder de Cristo crucificado. De aquí entendió Cipriano que Jesucristo nuestro Salvador era Dios, disposiciones que dió. proporcionó días de júbilo á la Iglesia, por las acertadas y mas poderoso que todos los demonios, á quienes él tanto reverenciaba; y encendiéndose la luz del ciclo en su Sis CAi.isTa.vTO, Y sus COMPAÑF.HOS, MÁRTIRES.— San Calislralo era de liorna, y habiendo confesado piiblicamenlo corazón, determinó hacerse cristiano. YJuo á Aulimo, obispo, y le descubrió lo que pasaba ; y en efecto, quemando el nombre de Jesucristo en tiempo del emperador Diocleciano, le metieron en uft saco lleno de quijo y le arrojaron sus libros nigrománticos, y renunciando al demonio y á al mar. Por una providencia especia!, el saco sobrenadó y sus malas artes, se ban!i/ó, y después fué ordenado de permaneció largo tiempo sobre las aguas, y á vista do semejanle prodigio, cuarenta y nueve soldados romanos que diácono, y resijlandet'ió cou gran santidad, y muchos milagros que por él obró el Sefior. ^ porque él le habia hecho tan grandes mercedes por m&dio de la sania virgen presenciaban la ejecución del sanio, se convirtieron y abrazaron la religión (•risliana. Indignado el emperador con Justina, tuvo siempre gran cuenta de ayudarla, y de llevar adelante sus sanios propósitos, siendo ella abadesa y íiquel suceso, mandó que Calislralo y los cuarenta y nueve soldados fuesen todos juntos degollados, y así se ejecutó, alcanzando reunidos la palma del martirio. madre do un monasterio de doncellas, (pie con gran pui-eservían al Sefior. Floreciendo, pues, los santos de la SAN NILO, AUA».—Fué descendiente de una familia griega, y nació en la Calabria, en el año 910. Llamóse en el manera (pío hemos referido, un conde llamado Eutolmio, los mandó prender y atormentar á Cipriano, y rasgarle los bautismo Nicolás, cuyo nombre cambió después por el de costados con uñas aceradas, y á Justina, después de haberla dado muchas bofetadas, azotar con crudos nervios. Des­ Nilo. Hizo rápidos progresos en el esludio de las letras divinas y humanas, y contrajo matrimonio. En sus primeros pués pusieron á Cipriano en la cárcel y á Justina en casa años practicó todas las virtudes; pero poco á poco fué debilitándose su piedad, y llegó hasta á darse á los hábitos de una mujer honrada. De allí á pocos dias, traídos á su presencia, viendo la constancia y perseverancia que lenian viciosos. A la muerte de su esposa, se sintió Nilo tocado en la fé, los mandó echar en una caldera grande, encendida y llena de pez, sebo y resina. Entraron los santos de la gracia de Dios, y á fin de escapar á las tentaciones y peligros del mundo, se retiró á un monasterio, teniendo á mártires en la caldera, y salieron sin lesión alguna, por la sazón Ircinta años de edad. Consagróse solemnemenlB virtud de aquel Señor, á quien obedecen todas sus criaturas : y un sacerdote de los gentiles, llamado Atanasio, al Señor, y llevó á tan alto grado de perfección la obediencia, la humildad, la mortificación de los sentidos y la fué quemado del fuego que habia perdonado á los santos. contemplación de las cosas celestiales, (pie sus hermanos De alli fuéron llevados á ¡Nicomedia ; y después de haber le consideraban como otro san Pablo. Pasados algunos padecido otros tormentos con grande, ánimo y alegría, los años, sus superiores le concedieron el permiso que pedia degollaron, y dejaron seis días sus cuerpos sin sepultura, para irse á vivir en un bosque vecino, y lijar su residencia para que las fieras los comiesen ; mas quedaron enteros, junto á una pequeña capilla de San Miguel. Muy pronto se guardándolos Dios. Ciertos cristianos, una noche los tomahizo célebre sau Nilo por sus profecías y milagros: la reputación de su extraordinaria santidad, corrió por lodo el '"on y pusieron en un navio, y los pasaron á Roma, en donde primero fueron sepultados en una heredad de Rufina, noble matrona, y después trasladados á la iglesia de pais, y de todas parles se llegaban á consultarle. Los obispos, los príncipes, y hasta los mismos papas buscaron sus San Juan de Lelran, donde al presente están junto al baulisicrio. Celebra la Iglesia fiesta de estos dossanlos á los U consejos ó instrucciones. Con ocasión de visitarle, muchos, enamorados de su santidad, se quedaron á vivir junio á su de setiembre, que fué ^ ^ ¿c sa maitir¡o, imperando celda, formándose así una especie de comunidad, cuyos Diocleciano y Maximiano. Escribieron de estos santos los individuos vivían en cabañas separadas, y se reunían para Martirologios romano, el do Reda, Usuardo, Adon y Metafrasle. liase de advertir que algunos autores griegos con­ los ejercicios de piedad, bajo la dirección del santo, al cual habian nombrado su abad, sin que pudiesen conseguir que funden este santo Cipriano con saa Cipriano, que fué obispo de Gartago, e iluslrísimo mártir y elocuentísimo escri­ lomase nunca este título. Las incursiones de los sarracenos echaron después do allí á aquellos solitarios. Nilo se fué al tor, cuya fiesta celebra la Iglesia á los ic de este mes de monte Casino; después pasó diez años en el monasterio de setiembre; pero ellos fueron dos, y nó uno, y diferentes en Serperi, situado junto al mar, y al On se fijó con sus discípulos en Tasculum, donde fundó el monasterio de la patria, grado, profesión tiempo y lugar del martirio. Golafer- TOMO III. 15

M i LA LEYEX r;ila, doiiiic muriú el día i8 de seiiembre éei año 1005, á la edad de nóvenla y cinco afios. Sx's EÜSEBIO, omsi'ü Y CONVESOR.—Gobernó la Iglesia de Bolonia por muchos años, siendo insigne en doctrina y piedad. Asislió á varios concilios, trabajó incesanleniente unido con san Ambrosio de Miian, y murió en la paz de Dios por los últimos años del siglo IV. SAN VIÜILIO, OBISI-O.—Después de haber pasado por todos los grados inferiores de la clerecía, fué consagrado obispo de Brescia. Sus raras cualidades le hicieron amable á Dios y á sus ovejas; y el papa san León el Grande, que conocía todo su mérito, cultivó su amislad y le coníió varias comisiones imporlanies. Llenó sus deberes apostólicos con mucha exactitud, y murió saniamente cerca del siglo VI. SAN SENADOR, MÁUTIR.—A pesar de hallarse esíc santo en todos los Martirologios anliguos y modernos, ninguno trae mas que su nombre, y solo Pedro de .Natal, dice que sufrió martirio en Alhano, el dia 26 de setiembre. SAN AMANCIO, PIIESBÍTEKO Y CO.NFESOU —iNació y murió en Caslelo de Italia durante el siglo VI. Ordenóle de sacerdote san Florido en.Petugia, y desde entonces fué su fervoroso apóstol, convirliendo lodos los dias multitud de godos con sus exhortaciones, y principalmente con sus milagros. Fué muy eticazen el socorro de los pobres y de los cncajcelados, y de todos -cuanlos padecían necesidades espirituales y temporales, y habiendo anunciado con anlicipacion el dia y la hora de su muerte, descansó dulcemente en el Señor, el dia 2G de setiembre del año íi98. DIA 21. LOS SANTOS HERMANOS COSME Y DAMIAN MARTIRES. — LOS santos mártires Cosme y Damián, fueron hermanos y naturales deEgea, ciudad de Arabia, é hijos de padres cristianos. Siendo niños les falló su padre. La madre, que se llamaba Teodora, y era mujer de loables costumbres, y sierva de Dios, tuvo cuidado de criarlos en su sanio temor. Diéronse al estudio de las buenas letras, y especialmente á la medicina, y salieron excelentes médicos, y curaban y sanaban muchos enfermos que parecían incurables, mas por arle divina que humana. No tenían puestos los ojos en interés temporal, ni curaban por dineros, sino por misericordia y puro amor de Dios, en cuya virtud sanaban; y por esto los llamaban «los anarguirios» en griego, que es lo mismo que • los sin dinero;» poi que no lo tomaban: y así eran amados y respetados de todo el pueblo, por las buenas obras que de los santos hermanos recihia, y su fama volaba por todas partes. Estaba en la ciudad de Egea á esta sazón un procónsul, llamado Lisias, hombre cruelísimo, y por extremo enemigo de cristianos. Tuvo noticia de los dos santos hermanos: mandólos traer á su presencia ; y preguntóles de qué tierra eran, y cómo se llamaban. Respondieron, que eran de la misma provincia de. Arabia, y nacidos en la ciudad deEgea, y que so llamaban Cosme y Damián, y que tenían otros tres hermanos, cuyos nombres eran Antimo, Leonico y Euprepio, y que todos eran cristianos. Prendieron luego los otros hermanos, y procuró el procónsul con todo el artificio que pudo persuadirles que eacrificasen a sus dioses ; y viendo que perdía tiempo, los mandó atar de piés y manos, y azotar erudamenle, y atormentar con otros tormentos crueles y m m ORO. DÍA 27. penosos; y luego, así como estaban alados, echar en el mar. Envió el Señor un ángel en su defensa, el cual los desató y libro, y puso en la ribera. Supo esto Lisias, y atribuyéndolo nó á la virtud de Jesucristo (á quien el mar y la tierra obedecen ), sino á arle mágica, los mandó poner en la cárcel, y al otro dia encender una grande hoguera y echarlos en ella. Estaban los sanios en medio do las llamas sin ser quemados, puestos en oración, y alabando al Señor por la misericordia qjie con ellos usaba. Salieron de repente las llamas de aquel incendio, y quemaron á muchos de los paganos que allí estaban. Quedó espantado e! procónsul, aunque no rendido: mandólos colgar en el ecúleo, y descoyuntar sus sagrados miembros; mas el ángel del Señor los amparó, y salieron de aquel tormento sin lesión alguna, con gran paz y alegría. Estaba Lisias confuso, y no acababa de entender el poder de Dios, y la fuerza y virtud de la religión cristiana : y lleno de furor y enojo, mandó que. los atasen en dus cruces, y «pie allí los apedreasen. Pero ¿qué puédela fuerza del hombre (on- Ira el brazo de Dios? Tirábanles piedras, y ninguna llegaba á los mártires, y imu has caían sobre los mismos que las tiraban y sobre los que miraban este epectáculo, y salían descalabrados. El presidente, afirmando que todo esto era hechicería, les mandó asaetear, y las saetas se volvieron á los (pie las tiraban, sin que alguna llegase á los cuerpos de los santos. Pronunció el juez scnlencia de muerte, y que fuesen degollados ; y de esta manera los dos santos mártires, acabaron gloriosamente sus vidas, y con ellos los otros tres hermanos ; y sus cuerpos fueron sepultados por varones religiosos,, fuera de la ciudad de Egea. Su martirio celebra la Iglesia á il de setiembre, y fué el año del Señor de 28;i, imperando Diocleciano. Los cuerpos de san Cosme y san Damián se trajeron después á Roma, y fueron colocados en un solemne templo, que Félix, papa, bisabuelo de san Gregorio el Magno, les edificó, donde hoy dia son reverenciados con gran devoción: y como dice Gregorio Turonense, obraba Dios nuestro Señor muchos y grandes milagros por ellos: y los enfermos que venían á su sepultura, volvian sanos; y otras veces aparecían los sanios en sueños á los dolientes, y les decían lo que habían de hacer, y en haciéndolo, quedaban sanos. Entre los enfermos que por las oraciones de estos santos alcanzaron salud, fué uno el emperador Justiniano, que, en memoria del beneficio y salud que. habla m-ihido, les edificó dos templos magníficos y suntuosos. Solían lo? cristianos ir en romería á la Iglesia de San Cosme y San Damián que estaba en Palestina. La vida de estos santos escribió Nícetas, y la refieren Metafraste y el padre Surío, lom. v. Uacen mención de ellos los Martirologios romano, el de Beda y Usuardo, y mas copiosamente Adon ; y el cardenal Baronío en las anotaciones del Martirologio, y en el segundo tomo de sus Anales. Y en el concilio NicenO II, se refieren algunos milagros que hizo el Señor por la intercesión de estos santos, dando salud milagrosamente á los enfermos que les encomendaban. * SANTA ELTRODIS, VÍRGEN.—Era descendiente de nobles padres, pues era hija del conde Wiverto, gentilhombre del Poitou. Amante de su Dios, lo consagró su virginidad, despreciando cuantos acomodos le ofrecía su familia en el mundo, hasta llegar al extremo de escaparse de la casa de sus padres, para no contraer un matrimonio que se le proyectaba. El casamiento que para ella se proporcionaba,

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LA LEYEX<br />

r;ila, doiiiic muriú el día i8 <strong>de</strong> seiiembre éei año 1005, á<br />

la edad <strong>de</strong> nóvenla y cinco afios.<br />

Sx's EÜSEBIO, omsi'ü Y CONVESOR.—Gobernó la Iglesia <strong>de</strong><br />

Bolonia por muchos años, siendo insigne en doctrina y<br />

piedad. Asislió á varios concilios, trabajó incesanleniente<br />

unido con san Ambrosio <strong>de</strong> Miian, y murió en la paz <strong>de</strong><br />

Dios por los últimos años <strong>de</strong>l siglo IV.<br />

SAN VIÜILIO, OBISI-O.—Después <strong>de</strong> haber pasado por todos<br />

los grados inferiores <strong>de</strong> la clerecía, fué consagrado<br />

obispo <strong>de</strong> Brescia. Sus raras cualida<strong>de</strong>s le hicieron amable<br />

á Dios y á sus ovejas; y el papa san León el Gran<strong>de</strong>, que<br />

conocía todo su mérito, cultivó su amislad y le coníió varias<br />

comisiones imporlanies. Llenó sus <strong>de</strong>beres apostólicos<br />

con mucha exactitud, y murió saniamente cerca <strong>de</strong>l siglo<br />

VI.<br />

SAN SENADOR, MÁUTIR.—A pesar <strong>de</strong> hallarse esíc santo<br />

en todos los Martirologios anliguos y mo<strong>de</strong>rnos, ninguno<br />

trae mas que su nombre, y solo Pedro <strong>de</strong> .Natal, dice que<br />

sufrió martirio en Alhano, el dia 26 <strong>de</strong> setiembre.<br />

SAN AMANCIO, PIIESBÍTEKO Y CO.NFESOU —iNació y murió en<br />

Caslelo <strong>de</strong> Italia durante el siglo VI. Or<strong>de</strong>nóle <strong>de</strong> sacerdote<br />

san Florido en.Petugia, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces fué su fervoroso<br />

apóstol, convirliendo lodos los dias multitud <strong>de</strong> godos<br />

con sus exhortaciones, y principalmente con sus milagros.<br />

Fué muy eticazen el socorro <strong>de</strong> los pobres y <strong>de</strong> los cncajcelados,<br />

y <strong>de</strong> todos -cuanlos pa<strong>de</strong>cían necesida<strong>de</strong>s espirituales<br />

y temporales, y habiendo anunciado con anlicipacion<br />

el dia y la hora <strong>de</strong> su muerte, <strong>de</strong>scansó dulcemente<br />

en el Señor, el dia 2G <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong>l año íi98.<br />

DIA 21.<br />

LOS SANTOS HERMANOS COSME Y DAMIAN MARTIRES. — LOS<br />

santos mártires Cosme y Damián, fueron hermanos y naturales<br />

<strong>de</strong>Egea, ciudad <strong>de</strong> Arabia, é hijos <strong>de</strong> padres cristianos.<br />

Siendo niños les falló su padre. La madre, que se<br />

llamaba Teodora, y era mujer <strong>de</strong> loables costumbres, y<br />

sierva <strong>de</strong> Dios, tuvo cuidado <strong>de</strong> criarlos en su sanio temor.<br />

Diéronse al estudio <strong>de</strong> las buenas letras, y especialmente á<br />

la medicina, y salieron excelentes médicos, y curaban y<br />

sanaban muchos enfermos que parecían incurables, mas<br />

por arle divina que humana. No tenían puestos los ojos<br />

en interés temporal, ni curaban por dineros, sino por misericordia<br />

y puro amor <strong>de</strong> Dios, en cuya virtud sanaban;<br />

y por esto los llamaban «los anarguirios» en griego, que<br />

es lo mismo que • los sin dinero;» poi que no lo tomaban:<br />

y así eran amados y respetados <strong>de</strong> todo el pueblo, por las<br />

buenas obras que <strong>de</strong> los santos hermanos recihia, y su<br />

fama volaba por todas partes. Estaba en la ciudad <strong>de</strong> Egea<br />

á esta sazón un procónsul, llamado Lisias, hombre cruelísimo,<br />

y por extremo enemigo <strong>de</strong> cristianos. Tuvo noticia<br />

<strong>de</strong> los dos santos hermanos: mandólos traer á su presencia<br />

; y preguntóles <strong>de</strong> qué tierra eran, y cómo se llamaban.<br />

Respondieron, que eran <strong>de</strong> la misma provincia <strong>de</strong>.<br />

Arabia, y nacidos en la ciudad <strong>de</strong>Egea, y que so llamaban<br />

Cosme y Damián, y que tenían otros tres hermanos,<br />

cuyos nombres eran Antimo, Leonico y Euprepio, y que<br />

todos eran cristianos. Prendieron luego los otros hermanos,<br />

y procuró el procónsul con todo el artificio que pudo<br />

persuadirles que eacrificasen a sus dioses ; y viendo que<br />

perdía tiempo, los mandó atar <strong>de</strong> piés y manos, y azotar<br />

erudamenle, y atormentar con otros tormentos crueles y<br />

m m ORO. DÍA 27.<br />

penosos; y luego, así como estaban alados, echar en el<br />

mar. Envió el Señor un ángel en su <strong>de</strong>fensa, el cual los<br />

<strong>de</strong>sató y libro, y puso en la ribera. Supo esto Lisias, y<br />

atribuyéndolo nó á la virtud <strong>de</strong> Jesucristo (á quien el mar<br />

y la tierra obe<strong>de</strong>cen ), sino á arle mágica, los mandó poner<br />

en la cárcel, y al otro dia encen<strong>de</strong>r una gran<strong>de</strong> hoguera<br />

y echarlos en ella. Estaban los sanios en medio do<br />

las llamas sin ser quemados, puestos en oración, y alabando<br />

al Señor por la misericordia qjie con ellos usaba. Salieron<br />

<strong>de</strong> repente las llamas <strong>de</strong> aquel incendio, y quemaron<br />

á muchos <strong>de</strong> los paganos que allí estaban. Quedó espantado<br />

e! procónsul, aunque no rendido: mandólos colgar en<br />

el ecúleo, y <strong>de</strong>scoyuntar sus sagrados miembros; mas el<br />

ángel <strong>de</strong>l Señor los amparó, y salieron <strong>de</strong> aquel tormento<br />

sin lesión alguna, con gran paz y alegría. Estaba Lisias<br />

confuso, y no acababa <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios, y la<br />

fuerza y virtud <strong>de</strong> la religión cristiana : y lleno <strong>de</strong> furor y<br />

enojo, mandó que. los atasen en dus cruces, y «pie allí los<br />

apedreasen. Pero ¿qué pué<strong>de</strong>la fuerza <strong>de</strong>l hombre (on-<br />

Ira el brazo <strong>de</strong> Dios? Tirábanles piedras, y ninguna llegaba<br />

á los mártires, y imu has caían sobre los mismos que<br />

las tiraban y sobre los que miraban este epectáculo, y salían<br />

<strong>de</strong>scalabrados. El presi<strong>de</strong>nte, afirmando que todo esto<br />

era hechicería, les mandó asaetear, y las saetas se volvieron<br />

á los (pie las tiraban, sin que alguna llegase á los cuerpos<br />

<strong>de</strong> los santos. Pronunció el juez scnlencia <strong>de</strong> muerte,<br />

y que fuesen <strong>de</strong>gollados ; y <strong>de</strong> esta manera los dos santos<br />

mártires, acabaron gloriosamente sus vidas, y con ellos<br />

los otros tres hermanos ; y sus cuerpos fueron sepultados<br />

por varones religiosos,, fuera <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Egea. Su<br />

martirio celebra la Iglesia á il <strong>de</strong> setiembre, y fué el año<br />

<strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 28;i, imperando Diocleciano. <strong>Los</strong> cuerpos <strong>de</strong><br />

san Cosme y san Damián se trajeron <strong>de</strong>spués á Roma, y<br />

fueron colocados en un solemne templo, que Félix, papa,<br />

bisabuelo <strong>de</strong> san Gregorio el Magno, les edificó, don<strong>de</strong><br />

hoy dia son reverenciados con gran <strong>de</strong>voción: y como<br />

dice Gregorio Turonense, obraba Dios nuestro Señor muchos<br />

y gran<strong>de</strong>s milagros por ellos: y los enfermos que venían<br />

á su sepultura, volvian sanos; y otras veces aparecían<br />

los sanios en sueños á los dolientes, y les <strong>de</strong>cían lo<br />

que habían <strong>de</strong> hacer, y en haciéndolo, quedaban sanos.<br />

Entre los enfermos que por las oraciones <strong>de</strong> estos santos<br />

alcanzaron salud, fué uno el emperador Justiniano, que,<br />

en memoria <strong>de</strong>l beneficio y salud que. habla m-ihido, les<br />

edificó dos templos magníficos y suntuosos. Solían lo? cristianos<br />

ir en romería á la Iglesia <strong>de</strong> San Cosme y San Damián<br />

que estaba en Palestina. La vida <strong>de</strong> estos santos escribió<br />

Nícetas, y la refieren Metafraste y el padre Surío,<br />

lom. v. Uacen mención <strong>de</strong> ellos los Martirologios romano,<br />

el <strong>de</strong> Beda y Usuardo, y mas copiosamente Adon ; y el<br />

car<strong>de</strong>nal Baronío en las anotaciones <strong>de</strong>l Martirologio, y en<br />

el segundo tomo <strong>de</strong> sus Anales. Y en el concilio NicenO II,<br />

se refieren algunos milagros que hizo el Señor por la intercesión<br />

<strong>de</strong> estos santos, dando salud milagrosamente á<br />

los enfermos que les encomendaban.<br />

* SANTA ELTRODIS, VÍRGEN.—Era <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong> nobles<br />

padres, pues era hija <strong>de</strong>l con<strong>de</strong> Wiverto, gentilhombre <strong>de</strong>l<br />

Poitou. Amante <strong>de</strong> su Dios, lo consagró su virginidad, <strong>de</strong>spreciando<br />

cuantos acomodos le ofrecía su familia en el<br />

mundo, hasta llegar al extremo <strong>de</strong> escaparse <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong><br />

sus padres, para no contraer un matrimonio que se le<br />

proyectaba. El casamiento que para ella se proporcionaba,

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