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Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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D'A 25-<br />

jaiuás dosculinr. Y quorieiido seguir con resolución simi-<br />

[)re consíanle el camino <strong>de</strong>!a cruz y <strong>de</strong>l espíritu, Ira lo <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

luego <strong>de</strong> buscar y solicitar liallar con lodas veras uu<br />

sugelo , cu quien pudiese confiar sus aciertos y caminar<br />

con pru<strong>de</strong>nte satisfriccion por ios ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> su conduela.<br />

Acudió con vivas iustoncias á Dios: pidióle repetidamente<br />

á su divina Majestad, duplicando entretanto sus peuileucias<br />

y ejercicios, le hiciese este gran<strong>de</strong> favor <strong>de</strong>parándole<br />

<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> su provi<strong>de</strong>ncia un varen en quien<br />

resplan<strong>de</strong>ciesen iguales el espíritu y la dignidad <strong>de</strong> ininLstro<br />

suyo; cuyos consejos, cuya doctrina y cuyos ejemplos<br />

la condujesen al puerto que <strong>de</strong>seaba; y mostrando<br />

hacer su santísima voluntad la enseftase á buir perfeclamenle<br />

<strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> sí misma.<br />

Florecía á la sazón en el real convento <strong>de</strong> Santa Eulalia<br />

<strong>de</strong> líarceloua con singular opinión <strong>de</strong> doctrina y ejemplo,<br />

el venerable P. Fr. Bernardo <strong>de</strong> Corbera. Movida<br />

pues <strong>de</strong> esla estimación , <strong>de</strong>seó comunicarle <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sagrado<br />

fuero <strong>de</strong> lu conciencia, y á pocas veces, asegurada<br />

<strong>de</strong> superior inspiración, fácilmeiue acabó <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r que<br />

estaban oidos sus ruegos y que aquel era sin duda el sugeto<br />

que Dios la señalaba para guia,<strong>de</strong> su camino: por lo<br />

cual resuelta ya <strong>de</strong> no buscar otro; y agra<strong>de</strong>ciendo profundamente<br />

á Dios este, gran beneficio, Iraló <strong>de</strong> entregarse<br />

toda en sus' manos y lo ejecutó así. Siendo tales sus elevadas<br />

prendas y tempranas virtu<strong>de</strong>s que empezaron á ser<br />

ya notorias no solo entro sus <strong>de</strong>udos, sino en la ciudad toda<br />

<strong>de</strong> Barcelona y principado <strong>de</strong> Gatalufía, excitaron y movieron<br />

la fama <strong>de</strong> ellas sobre modo los ánimos <strong>de</strong> muchos<br />

<strong>de</strong> los nobles para aspirar con toda la atención y el <strong>de</strong>seo<br />

á la honesta pretensión <strong>de</strong> sus bodas, haciendo para esto<br />

repelidas instancias á los padres y <strong>de</strong>udos <strong>de</strong> la santa; pero<br />

ellos que conociendo y viendo mas <strong>de</strong> cerca el modo<br />

<strong>de</strong> vivir <strong>de</strong> su hija , le miraban con un afecto <strong>de</strong> admiración,<br />

no se atrevían por no disgustarla á hacerla esta proposición<br />

: con que consultada esta materia se resolvió comeler<br />

la empresaá.su lio don Grau ó Gerardo Alemnny<br />

<strong>de</strong> Gervellon, Encargado, pues , con las mas vivas espresiones<br />

don Grau <strong>de</strong> este intento , fué una lar<strong>de</strong> á casa <strong>de</strong><br />

la sania , y diciendo que la queria hablar á solas, eligiendo<br />

para mas <strong>de</strong>cencia y dignidad <strong>de</strong> la plática el<br />

oralorio, se entró coft ella, don<strong>de</strong> sentados vn conformidad<br />

uno y otro, le propuso el Uo el matrimonio : y habiéndola<br />

santa oído á su tio estando con mo<strong>de</strong>stia y compostura<br />

Virgiftal, los brazos recogidos, los ojos inclinados al<br />

suelo y con tal especio y circunspeooion, que por la serenidad<br />

y constancia <strong>de</strong>l rostro, como por fácil velo se <strong>de</strong>jaba<br />

ver la liruiííza y la tranqnidad <strong>de</strong>l espíritu j le respondió<br />

así; Tio y señor, yo estimo y aprecio, como <strong>de</strong>ho-, la merced<br />

que me hacéis: reconozco el afecto y cuidado que os <strong>de</strong>ben<br />

los puntos <strong>de</strong> mi conveniencia ; y venero sobre modo<br />

la pru<strong>de</strong>ncia con que me aconsejáis : pero el intento que<br />

os habéis servido <strong>de</strong> proponerme es <strong>de</strong> mucho peso para<br />

que yo b' Sfe <strong>de</strong> mi resolución : ni yola he<strong>de</strong> lomar en él<br />

hasta procurar enten<strong>de</strong>r la voluntad <strong>de</strong> nuestro Señor, en<br />

cuya provi<strong>de</strong>ncia y disposición lengo sin rcseiva alguna<br />

resignadasiodas mis cosas. Yo coulieso que mis íucrüas<br />

son muy débiles para llevar a<strong>de</strong>lanto este camino; [¡ero<br />

yo confio únicamente en las q«e Dios me. puedo dar ; y así<br />

no he hecho cómputo <strong>de</strong> mis fuerzas. El misma Señor cuyos<br />

me parecen ser estos impulsos, tomará a su cuidado<br />

el conducirlos basta su perfección : y pues >ti divina la><br />

SETIEMBRE. 103<br />

jestad da los <strong>de</strong>seos; también dará para la perseverancia<br />

el aliento. Yo lo encomemiaré no obstante con mayores veras<br />

, pues lo pi<strong>de</strong> esla materia , á nuestro Sefior, <strong>de</strong> cuya<br />

misericordia espero dispondrá <strong>de</strong> mí lo que fuese mas<br />

agradable á sus divinos ojos. Mi volunlad y resolución comunicaré<br />

á mis padres en la ocasión en que fuese preciso<br />

<strong>de</strong>cirla; cntretanlo suplicóos, señor, no se trate conrniga<br />

mas <strong>de</strong> esla materia: pues aun los ralos breves que en<br />

ella se gastan, me parecen años perdidos en pláticas tan<br />

ajenas <strong>de</strong> mi inclinación y propósitos. Esto digo, señor, en<br />

medio <strong>de</strong>l respeto gran<strong>de</strong> que <strong>de</strong>bo y profeso á vuestra<br />

presencia , asegurando que este tratado solo tiene <strong>de</strong> respelahle<br />

para mí el haberos servido <strong>de</strong> introducirle vos , á<br />

cuya persona mis padres y yo reconocemos siempre las<br />

mayores obiigaciones.<br />

Admirado y casi enternecido quedó el tio <strong>de</strong> oir la respuesta<br />

<strong>de</strong> su sobrina : y reconociendo como pru<strong>de</strong>nte y<br />

cristiano que era obra <strong>de</strong> Dios, noquiso empeñarse á porfía<br />

contra los <strong>de</strong>cretos <strong>de</strong>l cielo: y así <strong>de</strong>spidióse benignamente<br />

<strong>de</strong> su sobrina , <strong>de</strong>jándola en el mismo oratorio,<br />

y <strong>de</strong>sengañandoá sus <strong>de</strong>udos <strong>de</strong> su constancia. Con la victoria<br />

<strong>de</strong> este combale creció en nuestra sania el fervor <strong>de</strong><br />

sos primeros ejercicios. Ocupaba con exacta distribución<br />

y severidad todas las horas <strong>de</strong>l dia y <strong>de</strong> la noche en varias<br />

obras <strong>de</strong> piedad y <strong>de</strong> espíritu , siendo pocas y precisas<br />

las que <strong>de</strong>dicaba al <strong>de</strong>scanso é indispensable reparo<br />

<strong>de</strong>l sueño. En la comida guardó notable parsimonia y mo<strong>de</strong>ración,<br />

ajustándose siempre cuanto pudo á las regias <strong>de</strong><br />

penitente y mol lificada. La misma medida y reparo guardaba<br />

en las palabras, conteniendo y refrenando su lengua<br />

, aun <strong>de</strong>ntro do los términos <strong>de</strong> lo lícito. En la caridad<br />

y benignidad con los <strong>de</strong> su casa era eximia. El criado<br />

ó criada <strong>de</strong> mas baja esfera hallaban en ella siempreeii<br />

sus aflicciones consuelo, en sus <strong>de</strong>fectos compasión . y en<br />

lodos sus males alivio: pero en don<strong>de</strong> mas lo experimentaron<br />

todo era en sus enfermeda<strong>de</strong>s : entonces era cuando<br />

mostraba esta mas largamente los efectos <strong>de</strong> su compasiva<br />

piedad, permutando con gran consuelo suyo la autoridad<br />

<strong>de</strong> señora en los oficios <strong>de</strong> criatla <strong>de</strong> cada uno;<br />

guisábales y dábales por sus propias mynos la comida :<br />

hacíales las,camas: barríales los aposentos;no hnliiendo<br />

ministerio á que no se abatiese. Mas no podían conlenorse<br />

en la esfera <strong>de</strong> su propia casa las influencias <strong>de</strong> esla caridad;<br />

conliniiaba aquella admirable frecuencia <strong>de</strong> los hospitales<br />

que ya dijimos: y un dia <strong>de</strong>dicándose a lavar,<br />

piH'sla.<strong>de</strong> rodillas, las manos á una enferma que fuera <strong>de</strong><br />

la pobrera, lo vehemente y asqueroso <strong>de</strong>l mal se las tenia<br />

llenas <strong>de</strong> horror, rebosando cierta abundancia espiritual<br />

y consuelo <strong>de</strong> espíritu, no pudo cunlencr este dulce<br />

íínpctu sin manifestarle á su madre , diciendo : Ahora,<br />

madre mía, que soy toda <strong>de</strong> Jesús, ahora sí que toda puedo<br />

ser para los pohres.<br />

Apenas había empezado á gozar el consuelo <strong>de</strong> verso<br />

reducida ásu amada y <strong>de</strong>seada quietud, cuando le asaltó<br />

nuevo combate y tribulación. El enemigo común, corrido<br />

<strong>de</strong> ver lan maduros progresos en una doncella <strong>de</strong> florida<br />

edad, empezó á ejercitarla y molestarla con balerías ínleriores<br />

muy continuas. Traíale á la memoria las comodida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l siglo que perdia, lo brillante <strong>de</strong> las ocasiones<br />

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