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DESI ÜES Dlí PJÍNTEGOSTKS.<br />
swlfi fi)r¡s;iica, en el grado do los que se llaman proponenlt-s<br />
on la secta protestante, candidatos ó estudiantes, y<br />
tales era menester que fuesen, á lin <strong>de</strong> que pareciese que<br />
la pregunla que hacian no era mas que para instruirse.<br />
I*or lo que hace á los herodianos, algunos inlérpretes creen<br />
que eran déla córte <strong>de</strong> Ilero<strong>de</strong>s, porque como la pregunta<br />
que<strong>de</strong>liia hacerse al Salvador miraba al principe, era muy<br />
á propósilo el tener genle <strong>de</strong> la córlc por testigos. Sin embargo<br />
es mas probable que estos herodianos eran ciertos<br />
sectarios, que según Josefo no se diferenciaban <strong>de</strong> los fariseos<br />
sino por su preocupación escesiva por la libertad.<br />
Créese que esta secta nacida en el reinado <strong>de</strong> Ilero<strong>de</strong>s,<br />
apellidado eltiran<strong>de</strong>, habia tenido porgefe á Judas el Gaulonita<br />
ó el Galileo. llablaseles dado el nombre do herodianos,<br />
porque habiendo creído <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego que Ilero<strong>de</strong>s el<br />
Gran<strong>de</strong> era el Mesías, sobrepujaban todavía á todos los errores<br />
<strong>de</strong> los fariseos, lo cual según san Marcos obligó á<br />
<strong>de</strong>cir al Salvador: «Guardaos <strong>de</strong> la levadura <strong>de</strong> Here<strong>de</strong>s.»<br />
Diferian <strong>de</strong> los fariseos en cuanto álos tríbulos que se pagaban<br />
á los romanos; los fariseos los pagaban, mas con<br />
mucha repugnancia; los herodianos al contrario sostenían<br />
que estos tributos eran indispensables. El <strong>de</strong>signio <strong>de</strong> los<br />
enemigos <strong>de</strong>l Salvador ora hacerlo <strong>de</strong>cir alguna cosa que<br />
pudiese servir <strong>de</strong> protesto para acusarle como reo <strong>de</strong> estado,<br />
y que fuese como tal castigado con el último suplicio..<br />
El lazo estaba bien concertado. Toda la intriga consislia en<br />
embarazarle por una pregunta capciosa, preguntándole si<br />
los judíos podían en conciencia pagar el tribulo al emperador.<br />
Esperaban ellos que suce<strong>de</strong>ría una <strong>de</strong> dos cosas. O<br />
<strong>de</strong>clarará á los judíos tributarios <strong>de</strong>l emperador, <strong>de</strong>cían<br />
ellos, y con oslo ofen<strong>de</strong>rá á toda la nación, haciendo ver<br />
que no pue<strong>de</strong> ser el Mesias, puesto que hace esclavo al<br />
pueblo judío; ó <strong>de</strong>clarará al pueblo exento <strong>de</strong> todo tributo,<br />
y en esto caso los berodianos le acusarán á los romanos<br />
como un sedicioso, rebel<strong>de</strong> ai César y convencido <strong>de</strong> rebelión.<br />
Para disfrazar mejor su perversidad, le saludaron al<br />
pi incipío con respeto, y comenzaron por alabar su sinceridad<br />
y su rccíiUid. Maestro, le dijeron, sabemos que dices<br />
siempre verdad, y que eiisoñas el camino <strong>de</strong> Dios en<br />
espíritu <strong>de</strong> verdad, sin respeto humano y sin consi<strong>de</strong>ración<br />
por ninguno, sea el que sea, porque no haces acepción <strong>de</strong><br />
personas; nos dirigimos, pues, á tí para (píenos instruyas<br />
sobre un punto, sobre el cual ios ánimos están divididos,<br />
y en el que parece interesarse la gloria <strong>de</strong> Dios. Dínossincoramenle<br />
lo que te parece <strong>de</strong> esto: «¿os permitido pagar<br />
el tributo al César, ó nó?» Era este tributo la capitación<br />
que los romanos colectaban en la Ju<strong>de</strong>a, <strong>de</strong>sdo que<br />
esta provincia se habia hecho tributaria dol imperio.<br />
Josucrislo quiso hacerles ver que conocía poi foctamente<br />
todo lo que abrigaban <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su corazón, y que bajo <strong>de</strong><br />
la máscara <strong>de</strong> su eslerior seduclivo <strong>de</strong>scubría su malignidad<br />
y su hipocresía. «Uipócrilas, los dijo, ¿por qué traíais<br />
do sorpren<strong>de</strong>rme? Moslradme la moneda con quo pagáis<br />
el tríbulo;» y le presentaron un <strong>de</strong>nario rocano.<br />
Era osla una moneda eslranjera, marcada con el soilo <strong>de</strong>l<br />
emperador, y que llevaba su sobrescrílo. Como queria<br />
convencerles por sí mismos: « ¿De quién es esta figura, les<br />
dijo, y el nombre escrito al re<strong>de</strong>dor?-Del César, le respondieron.—Si,<br />
pues, es <strong>de</strong>l César, repuso el Salvador,<br />
dad al César lo que pertenece al César; pero no olvidéis<br />
el dar á Dios lo que <strong>de</strong>béis á Dios,» vuestro Criador, vues-<br />
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tro Señor soberano y vuestro Padre. Palabras misteriosas,<br />
que fueron una ¿HMJ lección para los fariseos y para lo.s<br />
herodianos, dando á enton<strong>de</strong>r á aquellos por el sobrescrito<br />
do César que llevaba la moneda <strong>de</strong> piala que le presentaban,<br />
que eran muy necios en lisonjearse <strong>de</strong> que oí an libres,<br />
cuando la moneda que corría en el país <strong>de</strong>claraba<br />
bastante que estaban sujetos y que eran Iributarios: y diciendo<br />
á estos que la obligación que tenían <strong>de</strong> pagar el<br />
tribulo al príncipe, no los dispensaba <strong>de</strong> dar á Dios lo que<br />
le <strong>de</strong>bían como á su Seílor soberano. Vosolros <strong>de</strong>béis á César<br />
un tribulo <strong>de</strong> dinero, y á Dios un tríbulo <strong>de</strong> adoración,<br />
<strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> respeto, <strong>de</strong> sumisión y <strong>de</strong> alabanza. Dios os<br />
manda que paguéis al príncipe el tributo que le <strong>de</strong>béis;<br />
pero ¿estáis por esto menos obligados á cumplir con vuestros<br />
<strong>de</strong>beres <strong>de</strong> religión para con Dios, amarle con lodo<br />
vuestro corazón, guardar sus mandamientos con fi<strong>de</strong>lidad,<br />
servirle con fervor y creer su palabra ? Satisfaced, pues, á<br />
esta doblo obligación/ <strong>Los</strong> príncipes lienen <strong>de</strong>rechos que<br />
Dios les ba dado; pero Dios tiene <strong>de</strong>rechos que se ha reservado,<br />
y que no se le pue<strong>de</strong>n negar: la verda<strong>de</strong>ra piedad<br />
sabe conciliar los unos y los otros, y es innegable<br />
que los príncipes no líenen vasallos mas fieles ni mas sumidos<br />
que aquellos á quienes una piedad sincera hace líeles<br />
y sumisos á Dios. Aña<strong>de</strong> el Evangelio que los fariseos<br />
y los berodianos admiraron su respuesta, y <strong>de</strong>jándole se<br />
retiraron. Vana admiración que nada produceen el corazón.<br />
Esto mismo suce<strong>de</strong> aun lodos los dias entre los cristianos.<br />
Admírase lo que se lee, sorpren<strong>de</strong> un predicador, alábanse<br />
los sanios, aprécianse las máximas <strong>de</strong>l Evangelio, y h oslo<br />
se reduce lodo. ¿Somos sino, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto, mas virtuosos,<br />
mas religiosos, mas <strong>de</strong>votos? paga el entendimiento,<br />
por <strong>de</strong>cirlo así, el tríbulo; pero el corazón permanece on<br />
sus estravíos y en su rebelión. El entendimiento es cristiano,<br />
y pagano el corazoo.<br />
La oración <strong>de</strong> ta misa <strong>de</strong> estedia escomo sigue:<br />
Dens refugium nostrum<br />
el virlus : a<strong>de</strong>sto pus Ecclesiw<br />
lúa: preeibus, awctor<br />
ipse pietniis, et prcasía<br />
; ul quod fidcliter peü~<br />
MÍMS, cfficaciier consequamur.<br />
l'er Dominurn...<br />
O Dios, refugio y forlaléza<br />
nuestra, dignaos oír los piadosos<br />
ruegos <strong>de</strong> vuestra Iglesia,<br />
y ya que la haboís dado<br />
la misma piedad que la inclina<br />
á pediros, haced por vuestra<br />
misericordia que obíongamos<br />
lo que os pedimos con una<br />
buena fé. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo etc.<br />
La Epislolaestá tomada <strong>de</strong> la <strong>de</strong> §an Pablo d los Filipcnses,<br />
cap. i.<br />
Fraires: Conftdiimts in<br />
Dninitio Jesu* qnia quiewpil<br />
in vobis opus bomm,<br />
perfiviet usque in diem<br />
Ckristi Jesu. Sicut estmihijuslum<br />
hoc sentiré pro<br />
ómnibus vobis : eo qmd<br />
habeam vos in car<strong>de</strong>, el in<br />
vinculis wcis, el w <strong>de</strong>fensione,<br />
el confirmaúone<br />
Evangcdi, socios gaudii<br />
normanos míos: Yo conGo<br />
que aquel que ha comenzado<br />
en vosolros una obra tan buena,<br />
la perfeccionará hasta el<br />
dia <strong>de</strong> Jesucristo. Así <strong>de</strong>bo \o<br />
pensar <strong>de</strong> todos vosolros, en<br />
razón <strong>de</strong> que os tengo on el<br />
corazón por la parle (pie lodos<br />
lomáis en mi gozo, mientras<br />
que estoy en ca<strong>de</strong>nas, que <strong>de</strong>fiendo<br />
y eslublczco el Evan-