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Tomo Cuatro Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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544 DOMINGO DECIMOSEPTIMO<br />

qneesta facilidad. 6.° En fin, mo<strong>de</strong>remos siempre el tono<br />

do nuestra voz; un tono <strong>de</strong>masiadamente elevado siempre<br />

es indicio <strong>de</strong> una hinchazón <strong>de</strong>l corazón que choca y <strong>de</strong>sagrada.<br />

DOMINGO DECiMOSÉl'TIMO DESPUES DE<br />

PENTECOSTÉS.<br />

E.sle domingo se ha cualificado hace mucho tiempo por<br />

el domingo «<strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Dios,» á causa <strong>de</strong>l asunto que<br />

la Iglesia ha elegido para la misa <strong>de</strong>l dia. La Epístola está<br />

lomada <strong>de</strong> la carta que san Pablo escribió á los efesinos;<br />

es una exhortación interesante que les hace, ¡nelinándoles<br />

á la dulzura, á la paciencia, á la paz, á la unión,<br />

á la caridad necesaria para sufrirse los unos á los otros ;<br />

á la unión que <strong>de</strong>be formar un solo espíritu en aquellos<br />

que son todos miembrus do un solo cuerpo ; que no tienen<br />

mas que un Señor, una fé, un bautismo, un Dios que<br />

resi<strong>de</strong> en lodos por su espíritu y que á lodos eslien<strong>de</strong> su<br />

provi<strong>de</strong>ncia. Todos los fieles que habia en los primeros<br />

dias <strong>de</strong> la Iglesia no formaban mas que un corazón y una<br />

alma, y áesla paz, á esta conformidad <strong>de</strong> sentimientos,<br />

áesla caridad mutua, carácter distintivo <strong>de</strong> todos los cristianos,<br />

es á lo que exhorta el santo Apóstol á los fieles <strong>de</strong><br />

Efeso.<br />

El inlroilo déla misa está tomado <strong>de</strong>l salmo 118, en el<br />

nial encuentra san Agustín tantas instrucciones como palabras,<br />

y al que san Amhrosio llama el alfabeto <strong>de</strong> los<br />

cristianos, porque en él hallamos los elementos y los principios<br />

<strong>de</strong> lodos nuestros <strong>de</strong>beres; y así como á los nifios<br />

seles hace apren<strong>de</strong>r el alfabeto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su juventud, así,<br />

dice san Hilario, seria bueno con tiempo meditar y esiudiar<br />

este salmo, y penetrar todo su senlido : lodo él es<br />

muy á propósito para inspirarnos el amor á la ley <strong>de</strong><br />

Dios y á todas las observancias religiosas, y esto es sin<br />

dud;i lo que ha movido á !a Iglesia á hacer <strong>de</strong> él su oración<br />

diaria, puesto que este salmo solocompone todas las<br />

horas menores.<br />

«Justo sois, ó Dios mío, y vuestros mandamientos están<br />

llenos <strong>de</strong> equidad.» Tratad á vuestro siervo según vuestra<br />

misericordia. Por mas atenciones y por mas fi<strong>de</strong>lidad que<br />

tengamos en cumplir nuestros <strong>de</strong>beres, y en satisfacer<br />

con puntualidad á nuestras obligaciones, mientras que<br />

vivimos pecamos todos en muchas ocasiones, y por lanío<br />

UMicmos <strong>de</strong> continuo necesidad <strong>de</strong> la misericordia <strong>de</strong>l Sefíor;<br />

y esto es lo que hace <strong>de</strong>cir en otra parte al mismo<br />

Profeta : « Señor, no entréis en juicio con vuestro siervo,<br />

porque no hay sóbrela tierra un solo hombreqnese atreva<br />

á lisonjearse <strong>de</strong> comparecer inocente en vueslra p?-esencia.<br />

Dichosos los que siempre están en los caminos <strong>de</strong><br />

la inocencia, y que marchan fielmente en la ley <strong>de</strong>l Señor.»<br />

Este salmo no es otra cosa que un tejido <strong>de</strong> senlimienlos<br />

<strong>de</strong> eslima y <strong>de</strong> afecto á la ley Dios. Como esla ley es el<br />

camino por don<strong>de</strong> se va á la bienaventuranza, David comienza<br />

esle cántico, tan lleno <strong>de</strong> unción, anunciándola á<br />

los que observen punlualmente esla ley. Todos quieren ser<br />

felices; este es el fin que se proponen los buenos y los<br />

malos, dice san Agustín. No es estraño que los buenos<br />

observen la ley y vivan bien para llegar á h bienaventuriinza,<br />

dice esle Padre ; pero sí lo es que los malos pretendan<br />

la misma felicidad viviendo mal y no guardando<br />

la ley, y que tan pocos pongin los medios para alcanzar<br />

lo que lodos <strong>de</strong>sean. Nadie <strong>de</strong>be esperar esla bienaventurada<br />

felicidad, á que lodos aspiramos, sino viviendo en<br />

la inocencia, y no hay tal inocencia sin la observancia-<strong>de</strong><br />

los mandamientos. Algunos creen que David compuso esle<br />

s.iimo en los <strong>de</strong>siertos, en don<strong>de</strong> le obligaba á vivir<br />

oculto la persecución <strong>de</strong> Saúl; lo que sí es cierto es, que<br />

ninguna cosa podía sostenerle mejor, ni endulzar sus ponas,<br />

que los sentimientos <strong>de</strong> que está lleno este salmo;<br />

ni tampoco la hay mas á propósito para consolarnos y<br />

sostenernos en esle lugar <strong>de</strong> <strong>de</strong>stierro, que los sentimientos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>voción que por todo él están esparcidos. Contiene<br />

cíenlo setenta y seis versículos, y no hay uno solo en<br />

que no se espresc la ley Dios, en diferentes términos,<br />

todos en el mismo sentido : íey, testimonio, camino, mandamiento,<br />

discursos, preceptos, juicios, or<strong>de</strong>nanzas, verdad,<br />

palabra, justicia; y todos estos diferentes términos<br />

no significan mas que la misma ley <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong> cuya exacta<br />

observancia <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> la bienavenlurada eternidad, quo<br />

es el objeto <strong>de</strong> los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> todos los hombres.<br />

La Epístola <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este dia eslá tomada <strong>de</strong>l capítulo<br />

cuarto <strong>de</strong> la <strong>de</strong> san Pablo á los efesinos. Exhórtales el<br />

santo Apóstol que no tengan todos mas que un mismo espíritu,<br />

así como lodos no hacen mas que un mismo cuerpo<br />

ni tienen mas que un mismo Señor, una misma fé y<br />

un solo bautismo.<br />

«Yo os ruego, yo que estoy preso por el Señor, que<br />

observéis una conducta digna <strong>de</strong> vuestra vocación.» Cualifícase<br />

san<br />

Pablo llamándose prisionero <strong>de</strong> Jesucristo<br />

nuestro Señor, gloriándose <strong>de</strong> sus prisiones, y mirando<br />

el honor que tenia en sufrir y estar en ca<strong>de</strong>nas por amor<br />

<strong>de</strong> Jesucristo, como la época mas gloriosa do su vida. En<br />

efecto, nada hay mas honorífico ni mas venlajoso que el<br />

pa<strong>de</strong>cer por los intereses y por la gloria <strong>de</strong> Dios. El santo<br />

Apóstol se presentador <strong>de</strong>cirlo así, cargado <strong>de</strong> hierro por<br />

Jesucristo á los efesinos, para moverlos, para obligarles<br />

á que reciban con mas docilidad sus instrucciones, y para<br />

animarlos con su ejemplo á la práctica <strong>de</strong> la virtud y<br />

al amor do los sufrimicn'os. Nada hay mas elocuente ni<br />

mas persuasivo que el ejemplo. San Pablo Indice todo en<br />

dos palabras, cuando exhorta á los efesinos á que observen<br />

una conducta digna <strong>de</strong> la escelencia y <strong>de</strong> la santidad<br />

<strong>de</strong>su vocación, «á fin,» les dice, «<strong>de</strong> que caminéis dignamente<br />

en la vocación á que sois llamados.» Ser llamado<br />

al cristianismo, es ser llamado á una santidad eminente:<br />

¿qué inocencia, qué pureza <strong>de</strong> costumbres, que regularidad<br />

<strong>de</strong> conducta no exige <strong>de</strong> lodos los fieles la augusta<br />

cualidad <strong>de</strong> cristianos? Sed sanios, como vuestro Padre<br />

celestial es sanio: la santidad <strong>de</strong> Dios mismo es el que so<br />

nos propone. ¡Quépureza mas perfecta! ella con<strong>de</strong>na hasla<br />

el menor <strong>de</strong>seo impuro, hasta el menor pensamiento<br />

criminal. No quiere ni aun que se sepa el nombre. ¡Qué<br />

mortificación tan constante <strong>de</strong> todos los sentidos! ¡qué mo<strong>de</strong>süa,<br />

qué circunspección, qué reserva! no hay vicio que<br />

no esté proscripto, no hay imperfección que no esté con<strong>de</strong>nada.<br />

¡Qué amor <strong>de</strong> Dios mas perfecto! ]qué caridad<br />

con el prójimo mas universal y mas sincera! ¿Se presentó<br />

jamás una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> perfección mas sublime que la<br />

que nos da nuestra religión en el Evangelio? No hay cristiano<br />

que por su vocación al cristianismo no esté obligado<br />

á caminar incesantemente á esta perfección. lié aquí el<br />

espíriln <strong>de</strong> la ley; héaquí el espíritu <strong>de</strong> Jesucristo ; ajustemos<br />

este espíritu con el <strong>de</strong>l mundo; ajustemos esla obligación<br />

<strong>de</strong> una vida tan sania , Con la vida blanda , con

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