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DiiS^UES DE<br />
y lo que es nws consolante para mi y para vosotros, os que<br />
vuestra virlufl os ha dado tantos imitadores como admiradores.<br />
Por la cruz ha entrado Jesucristo en sugloria-por<br />
los trahajos han hecho los apóstoles triunfar el Evangelio;<br />
y por 1 us sufi imientosse perfeccionan los cristianos, y<br />
llegan á la felicidad que les está preparada. Ciertamente,<br />
nada contribuyó mas en los primeros tiempos al progreso<br />
<strong>de</strong>l Evangelio, que la vida pura, irreprensible, edificante<br />
<strong>de</strong> los primeros heles: nada cunlribuiria todavía hoy tan<br />
po<strong>de</strong>rosamente á la conversión <strong>de</strong>, los pecadores y do los<br />
herejes, que la pureza <strong>de</strong> las costumbres y la piedad <strong>de</strong><br />
los cristianos <strong>de</strong> nuestros dias. No se habla portodas partes<br />
mas, continúa, que <strong>de</strong> las maravillas que Dios ha hecho<br />
entre vosotros por nuestro ministerio; vuestra conversión<br />
maravillosa autoriza estraordinariamente nuestra doctrina;<br />
se publica por todas parles una mutacion<strong>de</strong> costumbres<br />
tan admirable, una conversión tan pasmosa, y do lodo<br />
esto que se admita en vosotros se concluye, <strong>de</strong>esainocencia<br />
que no se ha <strong>de</strong>smentido nunca, <strong>de</strong> esa mo<strong>de</strong>stia<br />
tan ejemplar, <strong>de</strong> esacaridad tan universal, <strong>de</strong>esa piedad,<br />
<strong>de</strong> esa hospitalidad, <strong>de</strong> esa tan benéfica cordialidad, que<br />
tanto honor hacen al cristianismo; se concluye, repito, <strong>de</strong><br />
todo esto que una religión que hace tantos prodigios, y<br />
que es tan eficaz y tan santa, no pue<strong>de</strong> mónos <strong>de</strong> ser la<br />
única verda<strong>de</strong>ra. Concluyamos también nosotros, que si<br />
todos ios fieles viviesen hoy como cristianos, muy pronto<br />
habria bien pocos herejes 6 infieles.<br />
El Evangelio <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este día es la continuación <strong>de</strong><br />
el <strong>de</strong>l domingo prece<strong>de</strong>nte, tomado <strong>de</strong>l capítulo 13 <strong>de</strong> san<br />
Maleo; don<strong>de</strong> el Salvador continuando en instruir a! pueblo,<br />
les propone dos parábolas familiares, muy á propósito<br />
para suavizarlos espíritus mas groseros, y hacerles espirituales.<br />
Acababa el Salvador <strong>de</strong> comparar la iglesia á un campo<br />
fértil y cultivado en don<strong>de</strong> el enemigo <strong>de</strong> la salud duranfe<br />
la noche habia sembrado ziznña entre el buen grano.<br />
Habia también comparado su doctrina con la semilla, que<br />
no pi<strong>de</strong> mas cultura, <strong>de</strong>spués que el labrador la ha echado<br />
en (ierra; ella brota, ella crece sin que él sepa <strong>de</strong> qué<br />
manera se hace esto, ni ponga en ella la mano. Esta última<br />
parábola era muy clara y no tenia necesidad <strong>de</strong> esplicaclon.<br />
Se <strong>de</strong>jaba ver bastante que el buen grano <strong>de</strong>signaba<br />
la buena doctrinaba cual recibida en una alma bien<br />
dispuesta, hace en ella efectos prodigiosos; pero <strong>de</strong> un<br />
modo tan dulce que apenas se percibe. Lo que habia que<br />
temer era, dice el sabio <strong>de</strong> Montereul, que los discípulos<br />
<strong>de</strong>l Salvador, viéndose en pequeño número y ro<strong>de</strong>ados<br />
^ •memigos, se <strong>de</strong>jasen poseer déla tristeza y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>caimiento.<br />
Quiso, pues, por tanto fortificarles, haciéndoles<br />
^ como su Iglesia, tan pequeña en su nacimiento, crearía<br />
<strong>de</strong> tal modo algun dia que llenarla toda la tierra.<br />
tflfé, les <strong>de</strong>cia, compararé yo el reino <strong>de</strong> Dios, y <strong>de</strong><br />
^Ue parábola me serviré para daros una verda<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>a<br />
e él? F¡tr,Iraos p01. Iina pj^.fp nn g,.nn0 ¿|e mostaza, y<br />
P'^ oí ra un poco <strong>de</strong> levadura. Este grano tan pequefio<br />
^ i*e las divt'rsas especies <strong>de</strong> granos, cuando se siembra,<br />
en nn huerto, ó en un campo bien cultivado; este grano,<br />
^1^,produce una plañía que crecehastauna alturatal,quc<br />
^ So?0 cnbrc todas las legumbres, sino que arroja jg/Wramas<br />
^ PUf><strong>de</strong> pasar por uti gran<strong>de</strong> árbol. Kn efeclo,<br />
' ' J^mas son tan estendidas, tan gruesas y tan fueries,<br />
e 'os pájaros cansados <strong>de</strong> volar, vienen á buscar en ellas<br />
LA EPIFANIA. 53<br />
la sombra, á reposar y aun á hacer sus nidos. Ué aquí una<br />
imagen bastante natural <strong>de</strong> mi Iglesia que <strong>de</strong>be esten<strong>de</strong>rse<br />
<strong>de</strong> un modo incomprensible á los sabios <strong>de</strong>l mundo y á lodo<br />
entendimiento humano.<br />
Kepresenlaos también, aña<strong>de</strong>, un poco <strong>de</strong> levadura que<br />
una mujer pone en tres medidas <strong>de</strong> harina, y que esparciéndose<br />
portodas, tiene bastante virtud para hacei-fermentar<br />
toda la masa. De este modo jnslruia el Salvador<br />
al pueblo, complaciéndose en tratar con los mas sencillos<br />
hasta familiarizarse con ellos; no diciéndoles nada que<br />
fuese superior á sus alcances; no proponiéndoles en sus<br />
parábolas sino cosas muy comunes y <strong>de</strong> un uso ordinario;<br />
y acomodándose al carácter <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> todos sus<br />
oyentes, por medio <strong>de</strong> esto lenguaje figurado tan común<br />
á las gentes <strong>de</strong>l pais. De este modo el Maestro <strong>de</strong> todos<br />
los doctores verificaba en su persona lo que en otro tiempo<br />
habia predicho <strong>de</strong> él un profeta : «Hablaré en parábolas,<br />
publicaré cosas que han estado ocultas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la creación<br />
<strong>de</strong>l mundo.»<br />
La religión cristiana, la predicación <strong>de</strong>l Evangelio, la<br />
Iglesia <strong>de</strong>signada aquí bajo el nombre <strong>de</strong> reino <strong>de</strong> los<br />
cielos, es semejante, dice el Salvador, á un grano <strong>de</strong> mostaza,<br />
oí mas pequeño <strong>de</strong> todas las semillas; porque esta<br />
Iglesia que no fué en su principio mas que un número pequefio<br />
<strong>de</strong> hombres sencillos y groseros, unidos á Jesucristo,<br />
se ha elevado en lo sucesivo sobre todas las falsas<br />
religiones <strong>de</strong>l mundo, y esto con una rapi<strong>de</strong>z tan gran<strong>de</strong>,<br />
que en pocos siglos ha borrado y hecho <strong>de</strong>saparecer UH<br />
das las <strong>de</strong>más religiones, á pesar <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, la estensiou y<br />
la antigüedad <strong>de</strong>l paganismo. <strong>Los</strong> pájaros <strong>de</strong>l aire han venido<br />
á posar sobre sus ramas; es <strong>de</strong>cir, que <strong>de</strong> tal manera<br />
se ha aumentado, que los gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l siglo, los entendimientos<br />
mas sublimes y mas distinguidos por su ciencia,<br />
no se han avergonzado <strong>de</strong> la simpliculad <strong>de</strong>l Evangelio<br />
y <strong>de</strong> la humildad <strong>de</strong> la cruz. Al parecer nada hay al<br />
principio en el corazón mas que ta primera semilla <strong>de</strong> la<br />
gracia; pero seamos fieles á ella y veremos lo que pue<strong>de</strong><br />
producir. En las obras <strong>de</strong> Dios no <strong>de</strong>be maravillarnos<br />
el ver lo débil <strong>de</strong> sus principios, es este su carácter<br />
propio.<br />
La levadura-<strong>de</strong> que habla aquí el Salvador, es la doctrina<br />
evangélica, que oculta al principio en un rincón <strong>de</strong><br />
la Ju<strong>de</strong>a, eslerulió en seguida y ha esparcido su virtud por<br />
loda la tierra; es la gracia en un corazón que la conserva<br />
en secreto, y que le da tiempo para obrar su mutación.<br />
Esta gracia es la que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>rramarse y comunicarse secretamente<br />
en todas nuestras acciones para hacerlas meritorias,<br />
lisia levadura es la que hace fermentar la masa:<br />
sin la gracia todas nuestras acciones son insípidas y no<br />
son agradables <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Dios. iDichosos los cristianos,<br />
porque han aprendido estas verda<strong>de</strong>s sublimes y estas<br />
máximas agradables 'que tantos siglos habían ignorado!<br />
pero <strong>de</strong>sgraciados también aquellos cristianos á quienes<br />
este conocimiento no hace mejpres, y que por consiguiente<br />
hace mas criminales. El Señor no nos habla ya por figuras<br />
y parábolas; eí Espíritu Santo ha hecho á los fieles<br />
capaces <strong>de</strong> estas verda<strong>de</strong>s sublimes; la fé ha disipado<br />
aquellas tinieblas tan espesas que impedían álos hombres<br />
el ver la verdad. Pero ¡qué <strong>de</strong>sgracia mas temible,<br />
que ol ver la verdad y no seguirla! ¡qué <strong>de</strong>sgracia<br />
el conocer el bien que se <strong>de</strong>be hacer y no practicarlo!