Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
vms aiterm. Per Domi-<br />
mm mslrum...<br />
DKSPUES DE I] ENTECOSTES.<br />
mos <strong>de</strong> tal modo por los bienes<br />
lemporalesy perece<strong>de</strong>ros, que<br />
no perdmnos los eternos. Por<br />
nuestro Sefiur Jesucristo, etc.<br />
La Epístola está lomada <strong>de</strong> la primera carta <strong>de</strong>l apóstol<br />
San Pedro, cap, 5.<br />
Charissimi : Ilumilia-<br />
Mis amadísimos hermanos:<br />
nmú su6 poíenti mam Huiuillaos bajo <strong>de</strong> la mano po-<br />
ÍJCÍ, ul tos exullet m tem-<br />
porc visitulioms : omnem<br />
<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> Dios á fin <strong>de</strong> que os<br />
exalte en el tiempo <strong>de</strong> su visolicitudinem<br />
veslram silacion, <strong>de</strong>scargando en él<br />
projicienles in eum, quo-<br />
ninm ipsi cura est <strong>de</strong> vo-<br />
porque él mrsmo cuida <strong>de</strong> vobis.<br />
Sohrii estáte, elvigi-<br />
late : ^uía adversarius<br />
vester diabolas tamquam<br />
leo rugiens circuit, quw-<br />
rens quem <strong>de</strong>voret : cui<br />
lados buscando á quien <strong>de</strong>voresislile<br />
fortes in fi<strong>de</strong> :<br />
$cimtes eam<strong>de</strong>m passio-<br />
nem el, quce in mundo est,<br />
todo lo qui! pue<strong>de</strong> inquietaros<br />
solros. Sed sobrios, y velad;<br />
porque vuestro enemigo , el<br />
<strong>de</strong>monio, semejante á un león<br />
que ruge, da vueltas por todos<br />
rar. Resistidle afianzándoos en<br />
la fé, estando persuadidos que<br />
todos los <strong>de</strong>más hermanos esvestrw<br />
fralcrnilali fieri. partidos por e! mundo tienen<br />
l)eus aúlem omnis graliaí,<br />
que sufrir lo mismo que vosoqui<br />
vocavit nos in celcr-<br />
tros. Mas Dios , autor <strong>de</strong> toda<br />
mm suam gloriam in gracia , que nos ha llamado en<br />
Chnsto Jesu , modicum<br />
Jesucristo á su eterna gloria,<br />
passos ipse perfi<strong>de</strong>l, con- , él mismo nos hará perfectos,<br />
¡irmabit, solidabilque. Ipsi<br />
gloria, et imperium in se-<br />
cula seculormn. Amen.<br />
nos confirmará , y nos hará<br />
incontrastables, <strong>de</strong>spués que<br />
hubiéremos sufrido un poco.<br />
A él sea dada la gloria y el soberano<br />
po<strong>de</strong>r en los siglos <strong>de</strong><br />
ios siglos. Amen.<br />
Kstando el príncipe <strong>de</strong> los apóstoles san Pedro en Roma,<br />
en don<strong>de</strong> habfa establecido su silla corno centro <strong>de</strong> la religión,<br />
escribió en cualidad <strong>de</strong> cabeza do la Iglesia osla primera<br />
carta á las iglesias <strong>de</strong> Asia, <strong>de</strong>l Ponto¿ <strong>de</strong> Galacia y<br />
<strong>de</strong> Hilinia, que tenían mucho que sufrir <strong>de</strong> parle <strong>de</strong> los<br />
judíos obstinados y <strong>de</strong> los gentiles; anunciales que está<br />
próximo el dia <strong>de</strong>l Señor, lo cual <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> la<br />
ruina próxima <strong>de</strong> Jerusalen, que Jesucristo habia predicho<br />
tan claramente en castigo do la ceguera y <strong>de</strong> la obstinación<br />
<strong>de</strong> los judíos por ei <strong>de</strong>icidio que hablan cometido.<br />
REFLEXIONES.<br />
«Humillaosbajo <strong>de</strong> la mano po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> Dios.» Propiamente<br />
hablando jamás podrá el büinbi e humillarse, en razón<br />
<strong>de</strong> que por bajo que eslé, está siempre en su lugar; y<br />
no siendo por sí mismo otra cosa que nada, para humillarse<br />
como <strong>de</strong>be seria necesario que se pusiese bajo <strong>de</strong><br />
¡a nada. Nuestra humildad se mi<strong>de</strong> con relación á nuestro<br />
orgullo. Queremos subir mas alio <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>bemos; no<br />
po<strong>de</strong>mos sufrir el vernos al nivel <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, y sin consultar<br />
ni la equidad, ni la razón, ni aun el buen sentido,<br />
aspiramos siempre á salimos do nuestra esfera imaginándonos<br />
que estaremos mejor en olro grado. Nos hallamos<br />
naturalmente inquietos en el que hemos nacido, mientras<br />
sabemos que hay uno superior. Hácense toda la vida esfuerzos<br />
para elevarse; caminase, trépase, fatígase para<br />
llegar adon<strong>de</strong> se ve que han llegado ya otros, sin advertir<br />
que los puestos mas elevados no son los mas tranqui-<br />
4G7<br />
los; las borrascas y las tempesta<strong>de</strong>s estallan por lo común<br />
en las alturas. Si tal vez se goza en ellas d« alguna calma,<br />
apenasa& mira <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tan alio sin que la cabeza se <strong>de</strong>svanezca.<br />
De aquí tan frecuentes caídas y tan tristes revoluciones.<br />
Lo que en el mundo se llaman gran<strong>de</strong>s fortunas,<br />
son no mas que gran<strong>de</strong>s palabras que significan muy poco.<br />
Una tierra que se ha comprado; algunos <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong><br />
preeminencia que se han adquirido; litulos antiguos ([ue<br />
se han trasladado á una nueva familia; un cargo <strong>de</strong> magistratura<br />
; un empleo en el ejercito; una rica herencia<br />
que saca á uno <strong>de</strong>l polvo <strong>de</strong> su condición ; un genio superior<br />
c industrioso; la amistad <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s; el favor <strong>de</strong>l<br />
príncipe; lodo esto da un nuevo lustre que lisonjea, que<br />
brilla, que <strong>de</strong>slumhra; pero en resumen, no es lodo ello<br />
á lo mas otra cosa que un barniz sobre un vaso <strong>de</strong> tierra.<br />
Por masque haya nacido gran<strong>de</strong>, no por eso se <strong>de</strong>ja <strong>de</strong><br />
ser hombro, y por consiguiente flaco, enfermo, mortal, y<br />
toda la gran<strong>de</strong>za humana viene á parar en un puñado <strong>de</strong><br />
ceniza. Pué<strong>de</strong>se nacer sobre el trono; pero no hay monarca<br />
alguno que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Ú trono no <strong>de</strong>scienda al sepulcro. La<br />
mas elevada superioridad, la nobleza mas esclarecida, «o<br />
esceptúan <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s.<br />
Nunca son las pasiones<br />
mas fieras ni mas imperiosas que en la prosperidad y en<br />
la abundancia. La enfermedad y la muerte no respetaron<br />
jamás á los gran<strong>de</strong>s. La autoridad mejor establecida, y<br />
el po<strong>de</strong>r mas estenso, no estuvieron nunca al abrigo délas<br />
adversida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> las humillaciones: todo nos humilla;<br />
hasta la misma gran<strong>de</strong>za. Nuestro propio corazón, nnes-<br />
Ira imaginación, nuestro espírilu, son nuestros tiranos en<br />
<strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> otros. Un avaro es pobre en medio <strong>de</strong> sus tesoros.<br />
¿Hubo jamás algún ambicioso contento en su elevación?<br />
la soberanía tiene sus altos y sus bajos, y la corona<br />
sus cruces y sus espinas. No hay dia sin niebla sobre la<br />
tierra; aun los mas serenos se ven con frecuencia turbados<br />
con tempesta<strong>de</strong>s inesperadas. La calma no es fruto<br />
natural <strong>de</strong> esta vida ; por eslo, en todos los sexos, cu todas<br />
las eda<strong>de</strong>s y en todas las condiciones encontramos un<br />
fondo <strong>de</strong> inquietud, <strong>de</strong> flaqueza, <strong>de</strong> pena y <strong>de</strong> disgusto<br />
que nos humilla. Son estas las pruebas in<strong>de</strong>lebles y los<br />
efectos propios <strong>de</strong> nuestra nada. Y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto ¿pue<strong>de</strong><br />
sernos penoso el humillarnos bajo déla mano po<strong>de</strong>rosa<br />
du nuestro Dios? i Ah! que en efecto nos cuesta <strong>de</strong>masiado,<br />
y eslo es lo que <strong>de</strong>be humillarnos mas. Nuestro<br />
orgullo natural es una <strong>de</strong> nuestras mas sensibles humillaciones.<br />
Ninguna cosa prueba mejor nuestra pobreza, nuestra<br />
imbecilidad y nuestra flaqueza. Riese uno cuando ve<br />
un mono vestido <strong>de</strong> héroe; laméntase cuando se encuentra<br />
con un moribundo que no cesa <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que va bien; le<br />
da lástima <strong>de</strong> un hombre <strong>de</strong> nada, que se imagina que es<br />
un gran príncipe. Solo pues en la verda<strong>de</strong>ra humildad es<br />
en don<strong>de</strong> se cifra propiamente toda la sabiduría.<br />
El Evangelio <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este dia está lomado <strong>de</strong>l <strong>de</strong><br />
san Lúeas, cap. 43.<br />
Inillo tempore : Eranl<br />
appropinquanlesad Jesum<br />
publicani et peccatores, «í<br />
audierent illum. El mur-<br />
En aquel tiempo, como los<br />
publícanos y los pecadores so<br />
acercasen á Jesús para oirle,<br />
murmuraban los fariseos y lus<br />
nmrabant pharisaei et escribas; Este hombre, <strong>de</strong>cían,<br />
scriba:, dicentes : Qaiahic<br />
recibe á los pecadores, y copeccatores<br />
recipil, et man- rae con ellos. Inmedialamenducal<br />
cuín iltis. Et ait ad<br />
le el Salvador les dijo esta pa-