27.08.2017 Views

Tomo Cuatro Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

426 DIA SEGUNDO<br />

ble?, y que están al nlcnnco do todo el mundo. JÍÍSUaisto<br />

continúa en segnida hablnndo <strong>de</strong> su divinidad, <strong>de</strong><br />

sii' encarnación , y <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> M muerte para<br />

la salvación <strong>de</strong> los hombres, y esto es lo que constituye<br />

el asunto <strong>de</strong>l Evangelio <strong>de</strong> la misa do este dia.<br />

«Dios ha amado al mundo,» dice el Sefior, «hasta dar á<br />

su Hijo único, á lin <strong>de</strong> que todo el que crea en él, y que<br />

viva conforme á sus máximas, no perezca, sino que ohleníra<br />

la vida eterna. Porque no es <strong>de</strong> presumir que el Padre,<br />

que es infinilamenle bueno , haya enviado á su Hijo<br />

único con el carácter principalmcnle dfejtfec rigoroso para<br />

castigar á los hombres por el contrario, le ha enviado como<br />

un mediador po<strong>de</strong>roso para obtenerles sus gracias.<br />

Dios podia con<strong>de</strong>nar á los hombres á las justas penas que<br />

merecen sus pecados; sin emb.irgo, ha enviudo á su Uijo<br />

solo para ponerlos á todos en estado <strong>de</strong> salvarse; por manera<br />

que si algunos se pier<strong>de</strong>n, se pier<strong>de</strong>n únicamente por<br />

su culpa, y contra la voluntad sincera que Dios tiene <strong>de</strong><br />

procurarles su salud. Este es propiamente el motivo y el<br />

fin que Dios se ha propuesto en e! misterio do la encarnación<br />

<strong>de</strong>l Yerbo; pero como el hombre es una criatura racional<br />

y libre, no ha querido Dios forzar su voluntad, y se<br />

ha contentado con satisfacer plenamente á la justicia divina,<br />

á la cual no podia satisfacer ningún puro hombre; y<br />

b ibicmlo ya osle divino Salvador puesto por este medio al<br />

hombre en estado <strong>de</strong> salvarse, con tal que corresponda á<br />

las gracias que Jesucristo le ha merecido con su muerte,<br />

no trata <strong>de</strong> hacer ninguna violencia á su libertad. So contenta<br />

con dar generalmente á todos las gracias necesarias<br />

para procurar su salvación, cuyas gracias no niega jamás<br />

á nadie. Esta es la rellcxion que hace san Agustín sobre<br />

este lugar <strong>de</strong> nuestro Kvangolio. «Nada te queda que hacér<br />

á este divino Médico,» dice este Padre, «para que el<br />

enfermo sea curado; él mismo so procura la muerte no<br />

queriendo seguir el parecer <strong>de</strong>l médico, ni observar sus<br />

preceptos, lia venido el Salvador al mundo, ¿y por qué<br />

s« ha llamado Salvador <strong>de</strong>l mundo, sino para salvar al<br />

mundo, y nó para juzgarle? ¿No quieres que Jesucristo<br />

te salve? Tú mismo eres entonces el que le juzgas,» y el<br />

que le con<strong>de</strong>nas al fuego eterno.<br />

Por lo <strong>de</strong>más, cusndo el Salvador dice que no ha vcuid-o<br />

para con<strong>de</strong>nar al mundo, <strong>de</strong>be enleu<strong>de</strong>rse esto do<br />

su primera venida y <strong>de</strong>l motivo <strong>de</strong> su encarnación, lo<br />

cual no obsta para que un dia pronuncie el <strong>de</strong>creto <strong>de</strong><br />

con<strong>de</strong>nación ^OHlra los que hubieren hecho inútiles los<br />

<strong>de</strong>signios <strong>de</strong> misericordia (pie habia formado sobre ellos:<br />

«El (pie crea, pues, en él y guarda sus mandamientos<br />

no será con<strong>de</strong>nado : por el contrario, el que no quiere ni<br />

creer en él ni obe<strong>de</strong>cerle, lleva ya en sí mismo su con<strong>de</strong>nación;»<br />

él mismo se hace sn proceso, su concienna<br />

íe sirve <strong>de</strong> acusador, su incredulidad y su ceguera voluntaria<br />

son lasque le con<strong>de</strong>nan.<br />

Aparece tan justa su con<strong>de</strong>nación que no puedt> quejarse<br />

dte ella j porgue osla luz divina (pie ilumina á las almas<br />

mucho mejor que la <strong>de</strong>l sol á los cuerpos, esta luz<br />

increada se \r\ maniíostado á los ojos <strong>de</strong> los hombres; pero<br />

los hombres ciegos por sus pasiones lian cerrado los<br />

ojos para no verla. Jcsuci islo lia venido al mundo como<br />

una luz viva. Su doctrina toda divina, su vida toda sania,<br />

sus milagros los mas brillantes que jamás se han obrado,<br />

ofnviatum leslimimio indudable en su favor. Eon todo eso<br />

los judíos han preferido las tinieblas á la luz. Tenazmeule<br />

apegados á sus falsas tradiciones y h sus proocnpíicionesabsolutamente<br />

terrenas, han cerrado los ojos á la luz<br />

<strong>de</strong> este divino sol que lonián <strong>de</strong>lante. Han querido mas<br />

atribuir al <strong>de</strong>monio los milagros <strong>de</strong>l Salvador, que reconocerlo<br />

por el Hijo <strong>de</strong> Dios y por el Mesías. El <strong>de</strong>sarreglo<br />

<strong>de</strong>sús costumbres es loque les ha impedido el que abriesen<br />

los ojos á esta luz divina , «porque todo el que obra<br />

mal, aborrece la luz.» Ellos no han querido abrir los ojos<br />

á ella, temiendo que les <strong>de</strong>scubriese su <strong>de</strong>formidad y la<br />

corrupción <strong>de</strong> su corazón. <strong>Los</strong> fariseos se han <strong>de</strong>sencadonado<br />

contra Jesucristo; los sacerdotes han concebido contra<br />

él un odio implacable, porque <strong>de</strong>scubría los errores<br />

<strong>de</strong> su doctrina y la corrupción <strong>de</strong> sus costumbres. Todo<br />

predicaba la santidad y la divinidad <strong>de</strong> Jesucristo en Jesucristo<br />

mismo. Ellos han cerrado los ojos, dice el Evangelio,<br />

y tapado sus oidos para no ver ni oir la verdad,<br />

«porque sus acciones eran malas.» Al contrario, aña<strong>de</strong> el<br />

Salvador, aquellos que sirven á Dios, que cumplen sus<br />

<strong>de</strong>beres, que tienen probidad y rectitud , no temen ser<br />

ilunúnados, porque siendo sus obras según Dios, no les<br />

sirven nunca <strong>de</strong> motivos <strong>de</strong> confusión. Por esto los buenos<br />

serán siempre aborrecidos <strong>de</strong> los libertinos y <strong>de</strong> los que<br />

viven según el espíritu <strong>de</strong>l mundo; por esto los imperfectos<br />

tendrán siempre una secreta antipatía contra las almas<br />

fervorosas; por el mismo principio los herejes estarán<br />

siempre do mal humor contra los católicos. La verda<strong>de</strong>ra<br />

religión, la sólida piedad , la virtud cristiana son<br />

una luz pura, brillante, que <strong>de</strong>slumhra y hiere los ojos<br />

enfermos. Aléjase <strong>de</strong> si la luz, cuando se consi<strong>de</strong>ra uno<br />

<strong>de</strong>forme y horrible; y siempre serán <strong>de</strong>l gusto <strong>de</strong> los pecadores<br />

la oscuridad y las tinieblas.<br />

. .b. a?» (w •'.•.»<br />

La oración <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este dia es como sigue:<br />

fíeus, qux opostolis luis O Dios, que habéis difundi-<br />

Sithcbm<strong>de</strong>disii Spirilum: do el Espíritu Santo sobre<br />

conce<strong>de</strong> plebi luce fice jie<br />

íilionis efjcclum; tn quibus<br />

<strong>de</strong>disli fi<strong>de</strong>m, largiaris<br />

el pacem. Per Vominum...<br />

in uniktle ejus<strong>de</strong>m<br />

Spiritus Sancli Deus...<br />

vuestros apóstoles, conce<strong>de</strong>d á<br />

vueslro pueblo lo que con humil<strong>de</strong>s<br />

ruegos os pi<strong>de</strong>, á fin<br />

do que aquellos á quienes llamasteis<br />

á la fé, gocen <strong>de</strong> una<br />

paz inalterable. Por nuestro<br />

Señoi Jesucristo, etc.<br />

La Epístola está tomada <strong>de</strong> los Uechos <strong>de</strong> los Apóstoles,<br />

cap. 40.<br />

In diebus illis : Apariens<br />

l'etrvs os sunm, dixit:<br />

Viri fralres, nobis<br />

prmepit Dominus predicare<br />

populo , et tcslificari<br />

qnia ipse est, ^uí coi^tilulns<br />

eét a Deoju<strong>de</strong>x iivorum<br />

el mortuunm.<br />

¡ímc omnes prophclaí leslimtmium<br />

perhibcnl, remimonem<br />

peccatornm accipere.<br />

per iwmen ejus omnes,<br />

qui eredunt in evm.<br />

Adltuc loque/nle l'clro verha<br />

ha'C, ceeidil Spiritus<br />

Sükávllt sv¡ier omnes, qui<br />

audicbaHl vcrbum. El ob-<br />

En aquellos dias, habiendo<br />

Pedro tomado la palabra, dijo:<br />

Hermanosmios, clSeñor mismo<br />

es el que nos ha mandado que<br />

predicásemos al pueblo, y diésemos<br />

testimonio <strong>de</strong> que él os<br />

á quien Dios ha establecido<br />

juez <strong>de</strong> vivos y <strong>de</strong> muertos. De<br />

él teslilican todos los profclas,<br />

que todos los (pie creen en éj<br />

reciben por su nombre el | ordon<br />

<strong>de</strong> los pecados. Aun hablaba<br />

Pedi o, y el Espíritu Santo<br />

<strong>de</strong>scendió sobro todos los<br />

quo oian el discurso, y los judíos<br />

li<strong>de</strong>s que habian venido<br />

con Pudro quedaron asombra-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!