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402<br />
te, cí Jiert tlli . Amm ,<br />
commoda mihi tres panes,<br />
qnoniam amicus mus veítj't<br />
<strong>de</strong> via ad me, el non<br />
habeo quod ponam aule<br />
che, y lo dijese : Amigo mió,<br />
préstame Ircs panes , porque<br />
uno <strong>de</strong> mis amigos que va do<br />
camino, ha llegado á mi casa,<br />
y no tengo con que obsequiarle;<br />
y este amigo respondién-<br />
dolé <strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su ca-<br />
.«a, le dijese : No me imporlu-<br />
iüum, eí Ule <strong>de</strong>inlus respon<strong>de</strong>ns,<br />
dicat: Noli mihi<br />
moleslus C5sc,//ím ostium<br />
clausum esl, el pueri mei<br />
niecum sunl in cubili :noñ<br />
possum surgen, et daré<br />
tilñ. El si Ule perseveraveril<br />
pulsans : dico vobis,<br />
el si mndabit illisurgens,<br />
eo quod amicus eju$ sil,<br />
propler improbilatem lamen<br />
ejus surget, et dqbit<br />
ilíi quoiqmt kabel necessarios.<br />
Et ego dico vobis :<br />
Petile, el dubilur vobis:<br />
queerile , et inveuielis :<br />
púlsate, et aperittur vobis.<br />
Onmis enim, qui petit,<br />
accipit: el qui quceril, invenil<br />
: el pulsanli aperietur.<br />
Quis aulem ex vobis<br />
patrem petilpanem'.numquid<br />
lapi<strong>de</strong>m dabil illi?<br />
Autpiscem : numquid pro<br />
visee serpenlem dabil illi?<br />
Aul si peticril ouwm;<br />
numquid por ñget illiscorpionem?<br />
Siergovos, eum<br />
süis mali, noslis bona dala<br />
dare(iHisveslñs: quantn<br />
magis Paier vesler <strong>de</strong><br />
ríelo dabil spirilum bomm<br />
petentibus se?<br />
LAS<br />
nes, mi puerta está cerrada, y<br />
mis criados y yo estamos ya<br />
acostados; yo no puedo levantarme<br />
á dártelos; si, no obstante<br />
esto, el otro se empeñase<br />
en llamar, aun cuando este no<br />
se levantase para dárselos en<br />
fuerza <strong>de</strong> la amistad , yo os<br />
aseguro que para evitar la<br />
importunidad se levantaria y<br />
1c daria todo lo que necesitase.<br />
Y yo os digo también : pedid<br />
y se os dará; buscad y encontrareis;<br />
llamad y se os<br />
abrirá; porque cualquiera que<br />
pi<strong>de</strong> recibe; el que busca halla;<br />
y se le abro á aquel que<br />
llama. Si alguno <strong>de</strong> vosotros<br />
pi<strong>de</strong> á su padre un pan , ¿ le<br />
dará por ventura una piedra?<br />
O si le pi<strong>de</strong> un pez, ; le dará<br />
su padre una serpiente en lugar<br />
<strong>de</strong> un pez? ó si le pi<strong>de</strong> un<br />
huevo, ¿le dará acaso iia escorpión<br />
? Si pues vosotros,<br />
aunque sois tan malos, sabéis<br />
dar buenas cosas á vuestros<br />
hijos, ¿con cuánta mas razón<br />
vuestro Padre celestial dará el<br />
buen espíritu á los que se lo<br />
pi<strong>de</strong>n?<br />
MDITAC ON.<br />
De la oración.<br />
TINTO PRIMERO. — Consi<strong>de</strong>ra que la oración es una<br />
conversación con Dios, cu la que admitida el alma, por<br />
<strong>de</strong>cirlo así, ó introducida en el santuario, adora la suprema<br />
majestad <strong>de</strong> su Dios, se humilla <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> este soberano<br />
Señor <strong>de</strong>l universo, le espone con confianza sus<br />
necesida<strong>de</strong>s, le <strong>de</strong>scubre sus tentaciones y sus flaquezas,<br />
y penetrada délos mas vivos sentimientos <strong>de</strong> respeto, <strong>de</strong><br />
amor y <strong>de</strong> reconocimiento, trata <strong>de</strong> honrarle, tanto por<br />
su profunda sumisión á sus ór<strong>de</strong>nes, como por su confianza<br />
y por sus votos. ¿Qué otro acto <strong>de</strong> la religión pi<strong>de</strong> mayor<br />
atención y mas confianza? Nada ha omitido el Salvador<br />
para inspirárnosla. Estad seguros, nos dice, que<br />
«cualquiera cosa que quisiereis pedir en mi nombre, lo<br />
recibiréis infaliblemente. (Malth. 11> El oráculo es muy<br />
espreso, y la proposición no pue<strong>de</strong> ser mas universal. No<br />
bay mas que pedir; Jesucristo lo promete lodo, y á lodo<br />
género do personas: «Todo el (pie pi<strong>de</strong> recibe. (Malth.1.}»<br />
iX-i qué consiste, pues, que son <strong>de</strong>sechadas lanías peticioiK-á?<br />
«Pedís y no recibís,» dice el apóstol Santiago,<br />
ROGACIONES.<br />
«porque pedís mal.» Estráftaso que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> lodo lo<br />
que ha dicho el Salvador acerca <strong>de</strong> la inlifabilidad <strong>de</strong> la<br />
oración sean tan pocos oidos, y <strong>de</strong>beria parecemos mas<br />
estraflo, si pidiendo tan mal como lo hacemos, fuesen mas<br />
eficaces nuestras oraciones; no acusemos al Señor <strong>de</strong><br />
que restringe sus promesas y encarece sus gracias; nuestros<br />
frivolos motivos, nuestras malas disposiciones y aun<br />
nuestra poca religión en nuestras peticiones, le fuerzan,<br />
por <strong>de</strong>cirlo así, á no escucharnos. Nosotros sabemos que<br />
ios pecadores no merecen que Dios atienda á sus peticiones,<br />
y perseveramos voluntariamente en el pecado; y esta<br />
perversa voluntad es la que impi<strong>de</strong> que sean oídas nuestras<br />
peticiones. Pero, amadísimos hermanos, <strong>de</strong>cia san<br />
Juan, si nuestro corazón no nos arguye, tenemos un acceso<br />
libre para con Dios, y todo lo que pidiéramos lo alcanzaremos<br />
<strong>de</strong> él, porque guardamos sus mandamientos<br />
y hacemos continuamente lo que le agrada, y tales la<br />
condición para que todas nuestras oraciones sean eficaces.<br />
La oración pi<strong>de</strong> un espíritu bumil<strong>de</strong>. ¿Se le ocurre á nadie<br />
el faltar al respelo al mismo tiempo que se presenta una<br />
súplica al principe? ¿Qué suplicante omite los menores<br />
<strong>de</strong>beres <strong>de</strong>l <strong>de</strong>coro? Naturalmente es uno atento, respetuoso<br />
y aun culto cuando se pi<strong>de</strong> á los hombres. ¡Cosaestraña!<br />
solo cuando se pi<strong>de</strong> á Dios nos dispensamos <strong>de</strong><br />
estos <strong>de</strong>beres esenciales. Y, hablemos <strong>de</strong> buena fe, esas<br />
posturas lánguidas y <strong>de</strong>scuidadas, esos aires <strong>de</strong> inquietud<br />
y <strong>de</strong> disipación, ese disgusto, ese tedio que acompañan á<br />
nuestras oraciones, ¿son señales <strong>de</strong> un corazón humil<strong>de</strong>,<br />
religioso y crisliano? |Ah| ¿No parece muchas veces que<br />
mas que pedir á Dios es insultarle? Queremos que Dios<br />
nos oiga, y nosotros no nos oímos á nosotros mismos<br />
cuando pedimos; queremos que üios se ocupe <strong>de</strong> nuestras<br />
oraciones, al paso que nosotros ni aun pensamos, en ellas<br />
cuando las hacemos; ordinariamente no son mas quo<br />
nuestros labios los que honran á Dios; pero ¿qué parle<br />
tiene el corazón en unas oraciones que solo se recitan por<br />
rutina? Muévese pero el Señor <strong>de</strong> las alabanzas que se lo<br />
dan, <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s que se le esponen, y <strong>de</strong> los votos<br />
que so le hacen con un corazón ocupado <strong>de</strong> cualquiera<br />
otra cosa, y un espíritu distraído. No echemos la<br />
culpa á nadie mas quo á nosotros si nuestras peticiones<br />
son tan poco eficaces.<br />
PUNTO SEGUNDO. — Consi<strong>de</strong>ra que la perseverancia es<br />
absolutamente necesaria cu la oración, porque ella indica<br />
la confianza que se tiene en Dios, tan necesaria para orar<br />
bien. Es menester perseverar en la oración, pero nó en el<br />
hábito <strong>de</strong> orar mal. Dios quiere ser importunado, pero<br />
quiere serlo por quienes lo hagan con las disposiciones<br />
convenientes. Pocos milagros bay que Jesucristo no se<br />
haya dignado atribuir á la fó y á la confianza <strong>de</strong> los suplicantes.<br />
Dios nada niega á una conílaza perseverante y<br />
auna piedad humil<strong>de</strong>. Creed quesera oida vuestra oración,<br />
dice el Salvador, y recibiréis infaliblemente lo quo<br />
pidiereis.<br />
<strong>Los</strong> que no carecen ni <strong>de</strong> respeto ni <strong>de</strong> atención en sus<br />
peticiones, pecan muchas veces en los motivos. Pocos hay<br />
qtie no sean interesados, ménos todavía que sean conformes<br />
con la voluntad <strong>de</strong> Dios. No sabes lo que pi<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>cia<br />
el Dijo <strong>de</strong> Dios á la madre <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong>l Zebe<strong>de</strong>o. Nuestras<br />
miras, nuestras intenciones ¿son rectas? ¿son puros<br />
nuestros <strong>de</strong>seos? ¿ son cristianas todas nuestras peticiones?<br />
Yo le eoncedo <strong>de</strong> buena gana la sabiduría, dijo OioS