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DESPUES DE PASCUA. 395<br />
ántcs que le se proiKmgan; lú <strong>de</strong>sctibres lo mas socrelo<br />
<strong>de</strong>l corazón , «y eslo es lo que nos hace creer que has salido<br />
templo. La Epístola habia sido escrita poco tiempo ántus<br />
<strong>de</strong> su muerte, hacia el año 62 <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
<strong>de</strong> Dios.» Solo Dios es el qno pue<strong>de</strong> penetrar el fondo<br />
<strong>de</strong>l corazón, y <strong>de</strong>senhrir los mas secretos pensamieníos;<br />
así es , quenada nos confirma mas en la fé en que estamos<br />
<strong>de</strong> que lú eres el verda<strong>de</strong>ro Mesías, y el verda<strong>de</strong>ro Uijo<br />
<strong>de</strong> Dios.<br />
RKFLEXIOINES.<br />
«Si hay alguno que no haga mas que escuchar la palabra<br />
, sin ponerla en ejecución , á este lal se le coniiKirará<br />
á un hombre que mira su rostro natural en un espejo,<br />
(pie luego que se ha visto se retira , y se olvida inmediatamente<br />
La oración <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> esle dia es como sigue:<br />
lo que era. «Pocos libros espirituales liay , pocos<br />
De.us, a qm hona cunda<br />
priH'cdunt , laryire su¡)-<br />
plicibus luis : ul cotjilemus,<br />
te inspirante, qua:<br />
O Dios, que sois el aulor y<br />
la l'uenle do lodo bien, suplicámooá<br />
con el mayor encarecimienlo<br />
que os digneis conce<strong>de</strong>rnos<br />
discursos crislianos que no sean espejos heles , en don<strong>de</strong><br />
cada uno pue<strong>de</strong> verse lal como es. En efecto , por poco<br />
tálenlo (pie uno tenga , se reconoce fácilmente eti el retrato<br />
que hace un predicador cristiano y hábil; hállase<br />
recta sunl, el le gubcrliante,<br />
la gracia <strong>de</strong> que uno pintado al natural en la lectura que hace <strong>de</strong> un libro<br />
ea<strong>de</strong>m [adamas. Per<br />
Dominum...<br />
conozcamos lo (]ue <strong>de</strong>bemos ha •<br />
cor, y la <strong>de</strong> hacer lo que <strong>de</strong>bemos.<br />
Por nuestro Scftor Jesucristo,<br />
etc.<br />
<strong>de</strong> piedad. Están lan marcados sus rasgos, sus <strong>de</strong>fectos,<br />
sus <strong>de</strong>sarreglos, sus pasiones, su humor eslravagante,<br />
su natural inmortüicado , la irregularidad <strong>de</strong> su conducta,<br />
lodo se ve allí lan semejante que no pue<strong>de</strong> uno menos do<br />
reeonocerse en ello. Nuestra conciencia nos dice en cada<br />
/,(( Epístola está tomada <strong>de</strong> la <strong>de</strong>l apóstol Saníiago, capitulo<br />
I.<br />
página y en cada carácter : « lú mismo eres » <strong>de</strong> quien<br />
aquí se hace el relíalo ; tu mal humor, tu ira . tus arrebatos,<br />
Charissimi: Eslole [actores<br />
Amadísimos hei'manos :<br />
tu avaricia, tu dureza con tus hermanos, tu numda-<br />
verbi, elnonaudilo-<br />
res lantum, [áltenles vosmetipsos.<br />
Qaia siquis auditor<br />
est verbi, et non [actor,<br />
hic comparabilur viro<br />
eonsi<strong>de</strong>ranii vullum nalivitaíis<br />
Practicad la palabra, y no os<br />
conlcnteis solo con oírla, engafiándoos<br />
á vosotros mismos:<br />
poique si hay alguno que no<br />
baga mas que escuchar la palabra<br />
, sin ponerla cu ejminidad<br />
, tu molicie, esto e.j lo que aquí se pinta. Yo me leo<br />
en esle retrato, yo me veo en esle espejo; contra mis hábitos<br />
viciosos, contra mis intrigas criminales, <strong>de</strong>clama<br />
también el predicador , él habla <strong>de</strong> la inulilidad , <strong>de</strong>l poco<br />
fruto <strong>de</strong> mis confesiones y do mis comuniones ; ese pecador<br />
eüdiirecido y clernanietile rebel<strong>de</strong> á la gracia ; esa<br />
sum vi spceulo : cion, á este tal so le compara<br />
mujer mundana tan escandalosa ; ese hombre embriagado<br />
consi<strong>de</strong>ravil cnim se, cí<br />
statim oblilus esl quulis<br />
[ueril : qui autem perspexeril<br />
in legem pcrfeclam<br />
itbertatis, et permauscril<br />
in ea, non auditor obliviosus<br />
factus, sed [ador opeñs,<br />
hic beatas Íii[adosuo<br />
eñl. Si quis aalem puíat<br />
se religiosum esse, non rerá<br />
á un hombre (pie mira su<br />
rostro natural en un espejo,<br />
que luego que se ha visto se<br />
relira, y se olvida iumedialamenle<br />
lo que era. Mas el que<br />
consi<strong>de</strong>ra con aleucion la ley<br />
peiiecla, que vei da<strong>de</strong>ramenle<br />
libra, y se apegare á ella, nó<br />
como un homhre que escucha<br />
y que olvida , sino como un<br />
en el cuidado <strong>de</strong> los negocios temporales , y que ni piensa<br />
en el <strong>de</strong> su salvación ; esa persona <strong>de</strong>vota en apariencia<br />
, y en el fondo lan inmorlilirada , lan imperfecta; eso<br />
jóven aturdido; ese libertino mas pagano que cristiano;<br />
esc soy yo. Por mas que se quiera aplicar lo que se iee ó<br />
se oye á cualquiera otro , la conciencia no cesa <strong>de</strong> clamar:<br />
tú mismo eres. El retrato es muy semejante para que no<br />
hiera; el espejo es muy fiel para que en él se vea olra<br />
imágen. Se ve uno allí, roconócenso allí las manchas, l;i<br />
<strong>de</strong>formidad , las irregularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los rasgos nos chocan;<br />
[renans linguam suam, hombre que pone por obra lo vemos en ellas toda su fealdad , y la gracia interior nos<br />
sed seducens cor saum, que contiene, esle será bienaventurado<br />
inspira el horror. ¿Quién no diría que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberse<br />
hujus vana est religio. Religio<br />
munda, d iminarulata<br />
apnd Deum el Palrem,<br />
líate esl : Visitare piijiillos<br />
en su couducia. Si<br />
alguno piensa que liene religión,<br />
no poniendo freno á su<br />
lengua, sino eni;afiándose á sí<br />
uno visto en esle espejo, (al como es ; que al salir<br />
<strong>de</strong>l sermón que lanío nos ha movido ; <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber<br />
hecho aquella lectura tan patética que nos fcg horrorizado,<br />
íbamos al momento á trabajar, á reformar las costumbres,<br />
H viduas in tribululioan mismo, su religión es bien<br />
á reparar las malas confesiones , á roslituir la<br />
eomm, el iinmumlalum frivola. La religión pura y sinmancha<br />
hacienda tan mal adquirida, á romper aquel hábito,<br />
secuslodirc ab hocsarulu.<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Dios nueso<br />
lio Pudre, es esla : visitar lshuérf;iiios<br />
y las viudas cri su<br />
aflicción, y preservarse <strong>de</strong> la<br />
inmundicia <strong>de</strong> esle siglo.<br />
aquella intriga criminal ; quién no diría que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
haberse uno visto lan feo, tan irregular, lan horrible en<br />
este espejo fiel, iba sin <strong>de</strong>mora á lavar estas manchas , á<br />
reformar lodos estos rasgos ii regulaies, que iba en fin á<br />
convertirse y á reformarse? pues nádamenos que esto.<br />
Kralau universalmenle eslimadala virtud <strong>de</strong>Santiaíío Todo esto nos ha hecho eco , nos ha movido basta arrancarnos<br />
lágrimas, nos ha espantado; pero apenas nos he<br />
(pío ella le adquirió el nombre <strong>de</strong> Jtislo.VA sumo ponüíice<br />
Anauo, hijo <strong>de</strong>l célebre Anano ó Anás, fué i-l que le hizo<br />
(pillar la vida, llízosele subir ámi paraje muy elevado <strong>de</strong>l<br />
lempio; preguulóseie allí lo que se <strong>de</strong>bía creer <strong>de</strong> Jcsuerislo;<br />
y él respondió en altavoz: Que era el llji<strong>de</strong><br />
Dios , sentado á la dieslra <strong>de</strong>l Padre, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> <strong>de</strong>bia venir<br />
á juzgar á los vivos y á ios muerlos. A estás palabras<br />
'michos creyeron en Jesucrislo.; pero los dodores y los<br />
mos visto y retirado, cuando nos hemos olvidado <strong>de</strong> lo<br />
que somos. Un negocio á que volvemos á aplicarnos cu<br />
cuanto salimos <strong>de</strong> allí, una diversión que se renueva,<br />
una conversación que se tiene , una noticia que se oye,<br />
una persona que se ve , un libro profano que se lee, nos<br />
hace olvidar el retrato horrible que acabamos <strong>de</strong> ver <strong>de</strong><br />
nuestro interior, <strong>de</strong> nueslra alma; aquel proyecto, aquel<br />
fariseos le precipitaron ellos mismos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo alio <strong>de</strong>l aparato <strong>de</strong> conversión se esliugue en su nacimienlo , y