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366 DOMINGO<br />
que esle domingo ponía el sello; <strong>de</strong> aquí ha venido el nombre<br />
<strong>de</strong> Pascua cerrada, que es el que se le da todavía en<br />
Francia. Ei nombre <strong>de</strong> domingo <strong>de</strong> Cuasimodo es en el dia<br />
<strong>de</strong> hoy el mas común y el mas usado: está lomado <strong>de</strong> la<br />
primera palabra <strong>de</strong>l inli oito <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este dia. Por fin,<br />
entre los eclesiásticos se llama el domingo «in Albis», esto<br />
es, el domingo que sigue á la semana en que los neófitos<br />
llevan el hábito blanco en señal <strong>de</strong> la inocencia que habían<br />
recibido en el bautismo. «Hoy, dice el padre san<br />
Agustín, queda terminada la solemnidad <strong>de</strong> la Pascua, y<br />
por esto los neófitos mudan <strong>de</strong> hábito; bien entendido,<br />
que no porque mu<strong>de</strong>n el hábito blanco, <strong>de</strong>ben abandonar<br />
jamás la blancura <strong>de</strong> su alma », que consiste en la inocencia.<br />
No por esto <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser aun la solemnidad <strong>de</strong> este día<br />
la fiesta, por <strong>de</strong>cirlo así, <strong>de</strong> los nuevamente bautizados; á<br />
ellos principalmente hace relación el introito y la Epístola<br />
<strong>de</strong> esle dia.<br />
También en esle dia, especialmente en Roma, distribuían<br />
los diáconos á los fieles <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la comunión, los<br />
«Agnus Dei» <strong>de</strong> pasta <strong>de</strong> cera que el papa había ben<strong>de</strong>cido<br />
Rolemnemente, como se ha dicho en otra parte, y que había<br />
comenzado él mismo á repartirla víspera entre el Agnus<br />
Dei y la comunión. En todos tiempos ha dado Diosa<br />
estas medallas <strong>de</strong> cera una virtud singular sobre los espíritus<br />
malignos, contra las injurias <strong>de</strong>l aire, y contra las<br />
enfermeda<strong>de</strong>s contagiosas: la bendición especial <strong>de</strong>l soberano<br />
pontífice les imprime esta eficacia, y esta es la causa<br />
porque en lodas las naciones se conservan con tanta veneración<br />
entre los fieles.<br />
El introito <strong>de</strong> la misa está tomado <strong>de</strong> la primera Epístola<br />
<strong>de</strong>l apóstol san Pedro. «Como niños que acaban <strong>de</strong><br />
nacer», sean vuestros primeros acentos «alabanzas al Seftor»,<br />
y acciones <strong>de</strong> gracias á este Padre <strong>de</strong> las misericordias<br />
por los señalados beneficios <strong>de</strong> que os ha colmado.<br />
Dirígese propiamente la Iglesia á los neófitos, y es esta<br />
una especie <strong>de</strong> exhortación que les hace. «Desead con ardor<br />
la leche pura <strong>de</strong> la sabiduría», y no ceséis <strong>de</strong> prorutnpir<br />
en cánticos <strong>de</strong> alabanzas y en bendiciones á un Dios<br />
que <strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong> las tinieblas os ha llamado á su admirable<br />
luz, á vosotros que ántes no erais pueblo <strong>de</strong> Dios, y<br />
ahora lo sois. «Desead sinceramente la leche.» Sigue<br />
siempre la misma alegoría á la infancia espiritual délos<br />
neófitos, que no habiendo mas que ocho días que habían<br />
nacido por el bautismo, tenían necesidad <strong>de</strong> ser alimentados<br />
con leche, pero con una leche pura y sin mezcla. Tened<br />
ansia por la doctrina santa y pura <strong>de</strong>l Evangelio. Algunos<br />
santos Padres enlíen<strong>de</strong>n por esla leche pura la Kucarinlin,<br />
la cual, en efecto, es la leche <strong>de</strong> los flacos y el<br />
alimento sólido <strong>de</strong> los que son fuertes; por eslo se les daba<br />
lodos los días <strong>de</strong> la octava á los recien bautizados. Tened<br />
hambre <strong>de</strong> esto divino alimenlo, á fin <strong>de</strong> que por medio<br />
<strong>de</strong> esta leche, dice el sanio Apóstol, crezcáis basta llegar<br />
á la robustez.<br />
La Epístola <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este día está lomada <strong>de</strong> aquel<br />
pasaje <strong>de</strong> la primera carta <strong>de</strong> san Juan, en que este apóstol<br />
sienta que los que han nacido <strong>de</strong> Dios quijdan victoriosos<br />
<strong>de</strong>l mundo, y que esla victoria es el efecto <strong>de</strong> la fé<br />
que tenemos en Jesucristo; eslo es, que lodos los hijos <strong>de</strong><br />
Dios, los verda<strong>de</strong>ros cristianos constituidos verda<strong>de</strong>ros hijos<br />
<strong>de</strong> Dios por el bautismo, quedan victoriosos <strong>de</strong>l mundo,<br />
victoriosos <strong>de</strong>l imperio que el <strong>de</strong>monio había establecido<br />
en el mundo, y en don<strong>de</strong> no <strong>de</strong>ja, aunque vencido,<br />
<strong>de</strong> lencr partidarios que sostienen lo que sus leyes, sos<br />
costumbres, sus máximas han prescrito en él. Hasta la<br />
muerte <strong>de</strong> Jesucristo, el <strong>de</strong>monio ufano por la <strong>de</strong>sgracia<br />
en que el hombre había incurrido por el pecado, á nada<br />
tenía consi<strong>de</strong>ración en el mundo, había erigido un imperio<br />
cuasi absoluto sobre esle hombre en <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> Dios,<br />
hasta hacer que se le erigiesen altares, se le diesen inciensos,<br />
se le hiciesen votos, y en todas partes reinasen<br />
sus tiránicas leyes y sus perniciosas máximas. De aquí los<br />
templos, los ídolos, los sacrificios: <strong>de</strong> aquí el torrente <strong>de</strong><br />
la idolatría quebabia inundado el universo. Habiendo quedado<br />
exenta <strong>de</strong>l contagio general por una singular predilección<br />
<strong>de</strong> Dios sola la nación judía, aun esla en casi todos<br />
los siglos había también sido tocada <strong>de</strong> él. Jesucristo<br />
por su muerte había ciertamente vencido á este fuerte armado,<br />
y triunfado <strong>de</strong> todas las potesta<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> todos los<br />
señores <strong>de</strong> este mundo, <strong>de</strong> este lugar <strong>de</strong> tinieblas; pero el<br />
mundo, acostumbrado á vivir bajo <strong>de</strong> esle tirano, había<br />
retenido sus máximas y su espíritu. Por esto aunque la<br />
religión cristiana baya purgado el mundo <strong>de</strong>l paganismo,<br />
los cristianos han tenido siempre que combalir el espíritu<br />
y las máximas <strong>de</strong>l mundo que se han atrincherado enlrc<br />
los ihundanos. Pero los verda<strong>de</strong>ros hijos <strong>de</strong> Dios han conseguido<br />
y consiguen aun lodos los días la victoria sobre<br />
esto mundo perverso: y esla victoria que hace victoriosos<br />
<strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong> las máximas perniciosas <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong>l<br />
espíritu contagioso <strong>de</strong>l mundo, es nuestra fé. El mundo<br />
inspira el amor <strong>de</strong>l placer, <strong>de</strong> las riquezas, <strong>de</strong> los falsos<br />
honores, <strong>de</strong> las comodida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la vida; la fé <strong>de</strong> los crislíanos<br />
les inspira senlimicntos <strong>de</strong>l lodo contrarios, y esla<br />
moral, aunque opuesta á los scnlidos, á las inclinaciones<br />
<strong>de</strong> la carne, al amor propio y á las máximas <strong>de</strong>l mundo,<br />
ha triunfado <strong>de</strong> todas. las preocupaciones á pesar <strong>de</strong> su<br />
prescripción. <strong>Los</strong> hombres mas orgullosos y mas sensuales<br />
han abrazado la doctrina <strong>de</strong>l Evangelio en el claustro<br />
y en los dcsíerlos, en medio <strong>de</strong>l mundo mas brillante y<br />
hasta en el Irono mismo: sabios dol mundo, gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />
mundo, partidarios <strong>de</strong>l mundo, lodo ha cedido, todo se ha<br />
rendido, todo se ha sometido al yugo <strong>de</strong> Jesucristo; á la<br />
fé, animada por la caridad, es á quien se <strong>de</strong>be esta victoría.<br />
¿Quién es el que consigue la victoria sobre el mundo,<br />
continúa el santo apóstol, sino el que cree que Jesús es<br />
Hijo <strong>de</strong> Dios? Ciertos pretendidos sabios paganos, ciertos<br />
pretendidos espíritus fucrlcs se han jactado, hasta han<br />
hecho ostentación <strong>de</strong> <strong>de</strong>spreciar el mundo, y al mismo<br />
tiempo han sido esclavos suyos ; solo la fé <strong>de</strong> los cristianos<br />
ha podido subyugarle. Hansc visto gentes fuera <strong>de</strong> la<br />
Iglesia que han podido <strong>de</strong>spreciar los honor^sj las riquezas;<br />
pero ¿se han hallado quienes hayan resistido á los<br />
atractivos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>leite, quienes hayan tenido ánimo para<br />
perdonar las injurias, quienes hayan llevado la caridad<br />
hasta amar con ternura á sus mas mortales enemigos?<br />
Nótese que el Apóstol no dice simplemente que la fé es la<br />
que ha conseguido esta victoria ; en este caso el hereje<br />
podría lisonjearse <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r tener parle en esta victoria;<br />
sino que dice «nuestra fé,» la féque tenían los apóstoles y<br />
los primeros fieles y que no se encuentra mas que en ia<br />
Iglesia romana; solo la fé <strong>de</strong> los católicos es la íé<strong>de</strong> los<br />
apóstoles y <strong>de</strong> los primeros cristianos. El mismo Jesucristo,<br />
afia<strong>de</strong> el Apóstol, es el que ha venido en el agua y<br />
en la sangre, lo que prueba que es lan verda<strong>de</strong>ro hombre<br />
como verda<strong>de</strong>ro Dios: Juan Bautista no ha venido mas que