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MARTES<br />
mas <strong>de</strong> engran<strong>de</strong>ciinienío y do fortuna, ¿se dirigen á Dios<br />
en lodas sus ambiciosas cmpi esas? ¡Ali! no se piensa en<br />
eslo, porque se cuenta poco con sus auxilios y con su protección.<br />
Póncnsc en movimionlo todos los medios humanos,<br />
y se <strong>de</strong>ja á los <strong>de</strong>votos el procurar los divinos, con<br />
los cuales cuentan. Que los paganos se apoyen no mas<br />
que en su pru<strong>de</strong>ncia, no es <strong>de</strong> eslrañar, ellos tienen por<br />
divinidad á la fortuna; pero que los cristianos observen ia<br />
misma conducta ¿no es preciso clamar impiedad, irreligión?<br />
Y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto ¿se estrañan tan estraordinarias<br />
revoluciones como suce<strong>de</strong>n? Estrañemos todavía masías<br />
que no suce<strong>de</strong>n; en la otra vida es en don<strong>de</strong> Dios se reserva<br />
el castigo.<br />
El Evangelio es <strong>de</strong>l <strong>de</strong> san Lucas <strong>de</strong>l cap. 1h.<br />
hx illa tempore i Stelit En aquel tiempo apareció<br />
Jesús in medio discípulo- Jesús en medio <strong>de</strong> sus discírum<br />
smrum, el dicit eis: pulos, y les dijo : La paz sea<br />
Vax vobis : ego sum , no- con vosotros : yo soy : no (Ülitc<br />
timere. Conlurhaii ve- mais. Pero en medio <strong>de</strong> la<br />
ro, el cmtervüi, existima- turbación y <strong>de</strong>l espanto en que<br />
¿aní se spirilum vi<strong>de</strong>re. estaban , creian ellos que no<br />
Et dixil eis : Quid íurbali veían mas que un espíritu.<br />
estiSy et cogilationes as- Díjoles : ¿Qué motivo tenéis<br />
cendunt in corda veslra? para estar tan atribulados? ¿y<br />
Vi<strong>de</strong>te mams meas el pe- por qué os apuráis con esos<br />
<strong>de</strong>s, quia cejo ipse sum : pensamientos que tenéis? Mipalpate,<br />
el vi<strong>de</strong>le : quia rad mis manos y mis piés; yo<br />
spirilus carnem, el ossa soy, tocad y ved. Un espíritu<br />
non ftaíiet, siml me vi<strong>de</strong>lis no tienecarne ni huesos, como<br />
habere. Et cum hoc dixk- veis que yo tengo; y habiendo<br />
sel, oslendit eis manus el dicho esto, les mostró sus mape<strong>de</strong>s.<br />
Ádhuc aulem illis nos y sus piés. Tan gran<strong>de</strong> era<br />
non cre<strong>de</strong>nlibus, el miran- el gozo que tenian que todavía<br />
tibus pm gaudio, dixil : no se <strong>de</strong>terminaban á creer, y<br />
IJubelis hic aliquid, quod estaban lodos como asombramanduceim'?<br />
At illi obiu- dos. Dijoles , pues : ¿ Tenéis<br />
lerunt eiparíem pi$cis as- alguna cosa que comer? Presi,elfavummellis.Etcim<br />
sentáronle parte <strong>de</strong> un pez<br />
manducassel coram eis, asado y un panal <strong>de</strong> miel, y<br />
sumens reliquias , <strong>de</strong>dil habiendo comido <strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />
eis. El dixil ad eos -.líocc ellos, lomó lo que quedaba, y<br />
sunt verba, qúm loculus se lo dió; <strong>de</strong>spués les dijo :<br />
SMÍÍÍ ad vos, cum adhuc Eslo es lo que y o os <strong>de</strong>cía cuanessemvobiscum,<br />
quoniam do estaba aun con vosotros,<br />
necesse esl implcri omnia, que era necesario que secumquoe<br />
scripla sunt in lege pliese lodo lo que ha sido es-<br />
Moysi, el Prophetis, et crílo <strong>de</strong> mí en la ley <strong>de</strong> Jlui-<br />
Psalnm. <strong>de</strong> me. Tune ape~ sós, en ios profetas y en lós<br />
ruit illissensum, ulinlel- salmos. Abriólos entonces el<br />
ligerenl Scripluras, Etdi- entendimiento para que compiléis:<br />
Quoniam sieserip- prendiesen las Escrituras, y<br />
ium est, et sic oporlebat Jes dijo : Así está escrito, que<br />
Chri'slumpali, et resurge- era necesario que el Cristo<br />
re a morluis lerúa die, et pa<strong>de</strong>ciese <strong>de</strong> este modo , que<br />
prcedicari in nomine ejus resucitase al tercero día, y<br />
pamilenliam, el remissio- que se predicase en su nomnem<br />
peccalorvM in omnes bre la penitencia y la remisión<br />
gentes,<br />
<strong>de</strong> Jos pecados á todos los<br />
pueblos.<br />
MEDITACION.<br />
De las señales <strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra resurrección espirilual<br />
PCNTO PIUMERO.-—Consi<strong>de</strong>ra que las señales seguras <strong>de</strong><br />
la verda<strong>de</strong>ra resurrección espiritual son, por <strong>de</strong>cirlo así,<br />
los efectos déla resurrección. La resurrección <strong>de</strong> Jesucristo<br />
á la vida gloriosa es el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> nuestra resurrección<br />
á la nueva vida <strong>de</strong> la gracia. La resurrección <strong>de</strong> Jesucristo<br />
compren<strong>de</strong> dos cosas: una mulacion <strong>de</strong> estado, y la<br />
constancia en este estado. Nuestra resurrección á la nueva<br />
vida <strong>de</strong>be también incluir particularmente una mutación<br />
<strong>de</strong> estado; por esto nos dice san Pablo que para participar<br />
<strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong> Jesucristo, es preciso, como él,<br />
caminar en una nueva vida, revistiéndonos <strong>de</strong>l hombre<br />
nuevo. ¿De qué sirve llorar, gemir, acusar ios pecados,<br />
humillarse por la penitencia, si no se muda <strong>de</strong> vida? Llantos<br />
inútiles, vanos gemidos, confesión infructuosa, sacrilega,<br />
si no se sale <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> pecado. Ni aun basta el<br />
mudar <strong>de</strong> estado; la resurrección á la nueva vida <strong>de</strong>be incluir<br />
la constancia en este estado, la perseverancia. Habiendo<br />
resucitado Jesucristo ya no muere. Del mismo modo,<br />
si hemos resucitado verda<strong>de</strong>ramente á la gracia, no<br />
<strong>de</strong>bemos ya morir por el pecado, sino que á ejemplo <strong>de</strong> la<br />
resurrección <strong>de</strong>l Salvador, la nuestra <strong>de</strong>be ser acompañada<br />
<strong>de</strong> la vida en la gracia. Si hemos resucitado verda<strong>de</strong>ramente<br />
á la nueva vida, no <strong>de</strong>bemos ya vivir sino para<br />
Dios y en la gracia y amistad <strong>de</strong> Dios. La Escritura hace<br />
mención <strong>de</strong> tres géneros <strong>de</strong> resurrecciones: la primera es<br />
la <strong>de</strong> Samuel, el cual por un encantamiento pareció presentarse<br />
resucitado á Saúl. Era fácil engañarse, y efectivamente<br />
se engañó; y el que veiay creia quecra Samuel,<br />
halló poco <strong>de</strong>spués que no era en la realidad mas que un<br />
fantasma. Tal es la pretendida resurrección <strong>de</strong> un gran<br />
número <strong>de</strong> pecadores que al parecer han resucitado en estas<br />
fiestas, porque parece que han <strong>de</strong>testadosus pecados;<br />
pero esta aparente resurrección <strong>de</strong>saparece con las ceremonias<br />
<strong>de</strong> la fiesta. La segunda fué la resurrección <strong>de</strong> Lázaro.<br />
Era, en efecto, verda<strong>de</strong>ra; pero era imperfecta<br />
puesto que Lázaro no había resucitado verda<strong>de</strong>ramentesino<br />
para morir, y tal es la resurrección <strong>de</strong> innumerables<br />
gentes, que habiendo resucitado verda<strong>de</strong>raraenteá lagracia<br />
en estas fiestas <strong>de</strong> Pascua por una sincera penitencia,<br />
no perseveran y recaen en el pecado, al cual habían renunciado.<br />
En fin, la tercera especie <strong>de</strong> resurrección es la<br />
<strong>de</strong> Jesucristo, única verda<strong>de</strong>ra y perfecta, y que únicamente<br />
<strong>de</strong>be ser el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la nuestra, si queremos que<br />
lo sea, puesto que Jesucristo es el único que ha resucitado<br />
verda<strong>de</strong>ramente para no volverá morir. ]Cuán lamentable<br />
es el hacer gran<strong>de</strong>s gastos, y no sacar <strong>de</strong> ellos utilidad<br />
alguna! Consi<strong>de</strong>remos á cuál <strong>de</strong> estos tres géneros <strong>de</strong> resurrecciones<br />
es semejante la nuestra. Muchas confesiones<br />
en la Pascua; pero ¿hay muchas conversiones? ¡Buen<br />
Dios! ¡qué <strong>de</strong> resurrecciones aparentes! jqué<strong>de</strong> resurrecciones<br />
imperfectas! ¡Cuan pocas verda<strong>de</strong>ras y perfectas<br />
resurrecciones! Juzguemos por los efectos, que son la<br />
pruelja <strong>de</strong> ellas.<br />
PUNTO SEGUNDO.—Consi<strong>de</strong>ra que no basta haber resucitado<br />
verda<strong>de</strong>ramente á una nueva vida por la gracia; es<br />
preciso valerse <strong>de</strong> todos los medios para conservar esta<br />
nueva vida, y precaver y evitar todo lo que pueda hacer<br />
que se pierda ó se <strong>de</strong>bilite. Una <strong>de</strong> las causas ordinarias