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oprobios <strong>de</strong> su muertu, sino <strong>de</strong> sus gloriosas consecuen- 1<br />
(•¡as, y singularmente <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong> su cuerpo al<br />
tercer dia. No bastaba habérselo confiado á sus discípulos,<br />
si lo hubiera reservado <strong>de</strong>sús enemigos; por tanto<br />
tambicnse ío manifestaba á estos cuando se presentaba la<br />
coyuntura. Unas veces se servia <strong>de</strong> espresiones misteriosas<br />
y íiguradas para <strong>de</strong>spertar su atención y su curiosidad.<br />
Vosotros rae preguntáis, les <strong>de</strong>cía, con quéautoridad<br />
arrojo á latigazos á los que por un tráüco indigno profanan<br />
el templo; <strong>de</strong>struid, pues, este templo, y yo le<br />
volveró á cdiCcar en tres dias. Y el templo <strong>de</strong> quo hablaha<br />
era, dice san Juan, su propio cuerpo. Después que hubiereis<br />
<strong>de</strong>struido por una muerte cruel é ignominiosa este<br />
templo visible, quo es mi cuerpo , yo mismo lo restableceré<br />
ai tercer dia en el mismo estado , y en un estado<br />
todavía mas perfecto. Vosotros me pedís, les <strong>de</strong>cia en<br />
otra parte , un nuevo milagro para convencer vuesli a incredulidad<br />
; los quo he hecho , y <strong>de</strong> cuya mayor parto<br />
habéis sido testigos, podrían bastaros; pero yo haré uno<br />
que pondrá el sello á todos los <strong>de</strong>más, y que ningún<br />
hombro pue<strong>de</strong> hacer sino Dios. Este será el quo representó<br />
en figura el profeta Jonás, arrojado con vida <strong>de</strong>l vientre<br />
<strong>de</strong> la ballena. No obstante quo eran figuradas, los judíos<br />
comprendieron bien estas espresiones, tanto se penetraron<br />
<strong>de</strong> su verda<strong>de</strong>ro senlido , que apenas murió fuéron<br />
incontinenti á Pilato y le dijeron : «Nos acordamos que<br />
aquel seductor ha dicho muchas veces durante su vida<br />
quo resucitarla al tercer dia ;» preciso es por consiguiente<br />
prevenir el error y cerrar todos los caminos á la impostura<br />
, lomando todas las precauciones posibles para impedir<br />
que sea robado <strong>de</strong>l sepulcro. En efecto , tomáronse estas<br />
precauciones: la autoridad <strong>de</strong>l príncipe, la <strong>de</strong>sconfianza<br />
<strong>de</strong> los sacerdotes, los artificios <strong>de</strong> los fariseos, la vigilancia<br />
<strong>de</strong> los guardas, el sello <strong>de</strong> los magistrados , todo se<br />
puso por obra para impedir cualquiera sorpresa ; y lodo<br />
sirvió á <strong>de</strong>specho <strong>de</strong> ellos para hacer mas incontestable y<br />
mas sensible la verdad <strong>de</strong> la resurrección. Si Pilato so<br />
hubiese contentado con enviar simplemente su guardia y<br />
dar las ór<strong>de</strong>nes para que se velase en <strong>de</strong>rredor <strong>de</strong>l sepulcro<br />
, los judíos, dice san Crisóstomo, hubieran podido<br />
<strong>de</strong>sconfiar <strong>de</strong> la fi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> unos soldados estranjeros<br />
que no les reconocían como señores; y para quitar este<br />
protesto á su incredulidad, Dios quiere que Pilato lo <strong>de</strong>je<br />
lodo á la disposición <strong>de</strong> los judíos, tan encaprichados en<br />
la i<strong>de</strong>a do abolir la memoria <strong>de</strong>l Salvador, y tan interesados<br />
en falsificar la predicción <strong>de</strong> su resurrección. Así es<br />
que para ello nada omiten; la piedra sola con que cuidan<br />
<strong>de</strong> cerrar la entrada <strong>de</strong>l sepulcro, hubiera bastado por<br />
su peso enorme para asegurarles. No contentos con haber<br />
establecido una guardia <strong>de</strong> soldados aguerridos y <strong>de</strong> confianza<br />
al re<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l sepulcro, ponen el selló sobre la<br />
piedra. lié aquí el sepulcro cerrado, sellado , y por <strong>de</strong>cirlo<br />
así, sitiado, i Qué aparato mas glorioso para la majeslad<br />
<strong>de</strong>l Salvador l dice un santo Padre ; ¿ pero hay alguna<br />
cosa mas brillante para la gloria <strong>de</strong> ¡a sabiduría y<br />
fiel po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Jesucristo ? porque en este mismo cuidado<br />
tan perspicaz y tan vivo <strong>de</strong> los judíos para procurar cuanto<br />
pudiese ser obstáculo á su <strong>de</strong>signio, dice uno <strong>de</strong> los<br />
mas célebres oradores cristianos, encuentra con que confundirlos.<br />
Quiere que aquellos furiosos nada tengan que<br />
acusarse respecto <strong>de</strong> la vigilancia , á fin <strong>de</strong> que en nada<br />
tengan que recusarlo respecto <strong>de</strong> la verdad. <strong>Los</strong> guardias<br />
DE UESURUECCíON. S47<br />
establecidos paca quitar á la resurrección los medios <strong>de</strong><br />
difundirse por el mundo, quitan á sus enemigos el medio<br />
<strong>de</strong> contestarla. Según sus miras , lo hecho eran oli os<br />
tantos obstáculos á la impostura; según las miras <strong>de</strong> Dios,<br />
oran otros tantos apoyos á la verdad. Sin los soldados,<br />
hubiera sido necesario que los apóstoles hubiesen sido los<br />
primeros <strong>de</strong>nunciadores <strong>de</strong> este prodigio ; gentes sospechosas<br />
é interesadas en publicar esto hecho ; en lugar <strong>de</strong><br />
que los mismos soldados son los que , testigos oculares <strong>de</strong><br />
la resurrección , la <strong>de</strong>nimcian á los pontífices y confun<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> este modo su malignidad. Porque acusar, como ellos<br />
lo hicieron , la negligencia y el sueño <strong>de</strong> tos soldados, es<br />
un efugio ridículo, dicesan Agustín, que hace lodavía<br />
mas inconleslable la milagrosa resurrección <strong>de</strong>l Salvador.<br />
Porque si los soldados velaban, ¿cómo han podido <strong>de</strong>jar<br />
á sangre fria romper c! sello, trastornar la piedra y robar<br />
el cuerpo? Si dormían , ¿son admisibles para negar el<br />
prodigio? La ficción es muy grosera para que tenga ni el<br />
menor vislumbre <strong>de</strong> probabilidad. ¿Es verosímil quo todo<br />
un cuerpo <strong>de</strong> guardia se haya dormido ? ¿que ni uno solo<br />
•<strong>de</strong> tantos soldados se haya <strong>de</strong>spertado al ruido que necesariamente<br />
ha <strong>de</strong>bido hacer un gran número <strong>de</strong> gentes<br />
para remover la piedra, para sacar el cuerpo <strong>de</strong>l sepulcro<br />
y hacerle pasar por una aberlura lan estrecha á fuerza<br />
do brazos? i qué letargo á prueba <strong>de</strong> lanío ruido y tanto<br />
tumulto! Pero, y ¿quién ha podido inspirar un ánimo<br />
tan repentino , un atrevimiento tan peligroso á un puñado<br />
<strong>de</strong> pobres pescadores que hablan huido apenas supieron<br />
la prisión <strong>de</strong>l Salvador, y <strong>de</strong> los que el mas <strong>de</strong>terminado<br />
había jurado que no era su discípulo , cuando una criada<br />
le acusaba <strong>de</strong> ello ? Mas aun; si los discípulos se ven reducidos<br />
á robar el cuerpo do su Maestro, era preciso quo<br />
estuviesen convencidos <strong>de</strong> que no podía resucílarse, <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> tantas segurida<strong>de</strong>s como les habia dado, y viesen<br />
claramente que no era mas quo un insigne impostor. Si<br />
es un impostor sobre este artículo esencial, ¿qué quieren<br />
hacer <strong>de</strong> su cuerpo ? ¿qué pue<strong>de</strong>n esperar <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong><br />
sus promesas ? ¿ qué interés lenian en engañar á toda una<br />
nación por sostener un impostor que les habla engañado<br />
á ellos? ¿Cuánto mayor por el contrario les resultaba<br />
<strong>de</strong> ganar las potesta<strong>de</strong>s, y aun ser recompensados<br />
<strong>de</strong> los escribas y <strong>de</strong> los fariseos, <strong>de</strong>scubriendo<br />
ellos mismos la impostura ? No teniendo ya nada que esperar<br />
<strong>de</strong> un hombre muerto que les ha engañado, ¿se bu<br />
hieran espuesto sin provecho alguno á los mas horrorosos<br />
tormentos? «Decid que vinieron sus discípulos <strong>de</strong> noche y<br />
lo han robado estando vosotros durmiendo.» ¿Podían servirse<br />
los judíos <strong>de</strong> un artificio mas-grosero, ni <strong>de</strong> una irapacería<br />
mas marcada? A fuerza <strong>de</strong> quererla disfrazar, manifiestan<br />
mas su negra malicia. Porque al fin si los soldados<br />
so han dormido, ¿quién no ve que <strong>de</strong>ben sor castigados<br />
por un <strong>de</strong>scuido tan criminal? y si los discípulos, cs!o<br />
es, aquellos pobres, aquellos tímidos pescadores han sido<br />
tan atrevidos que han forzado el cuerpo <strong>de</strong> guardia; si han<br />
osado arrebatar un cuerpo puesto en <strong>de</strong>pósito bajo <strong>de</strong>l sollo<br />
público, ¿qué investigaciones se han hecho? ¿qué castigóse<br />
ha exigido <strong>de</strong> imcrímen tan enorme? Se recompensa<br />
largamente la pretendida negligencia dolos soldrdo>,y<br />
no se dice una palabra á los que se los acusa <strong>de</strong> un crimen<br />
tan atroz. ¡Qué pruebas (an brillantes, dicen los Padre*,<br />
son déla verdad <strong>de</strong> este misterio, la irregularidad do osla<br />
conducta, estas contradicciones, estos artificios, estas su-