Tomo Cuatro Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

27.08.2017 Views

• La oración que $e dice después de esta primera Bpislola, es como sigue: Deus , a quo et Judas tcatus sui pccnam, el conféssionis suce /airo proemium smnpsit : concede nobis tuce propitialionis efjectum : ut sicut in passione su a Jesús Chrislus Donúnus nosler diversa utrisque intulit slipendia mcrilorum; ita nobis, ablato wtustatis errore, resurrectioms sucegraliam largialur. Qui tecum vivil... In diebus illis : Dixit Dominus ad Moysen et Aaron in térra AZggpti : Mensis isle vobis principium mensium , primus erit in mensibus anni. Lo~ quimini ad universum CCBtum fdiorwn Israel, el didle eis : Décima die mensis hujus lollal umsquisque agmm per familias et domos suas. Sin autem wiíwor esl numerus ul sufficcrc possil ad vescendum (ujiinm, assuntet vicinum smm, quijunclus est domui suce, juxta numerum animarum quw su(¡iccrc possunt ad esum agni. Erit autem agnus absque "macula, masculus, anniculus, juxta quem rihm tollctis ct hcedum. Et servabitis eim usque ad qmrtamáccimam diem mensis hujus i immolabitque eum universa muíiitudo füiorum Israel ad vesperam. El sument de sanguine ejus, ac ponent super ulrumqm poslem, et in superliminaribus domorum, in quibus comedeni illum. El cdenl carnes noele illa assas igni, el azymos panes cum laetucis agreslibus. Non comedelis ex eo crudum quid, nec coctum aqua, sed tantum asswn igni: capul cum pedibus ejus ct iniesiinis vorabilis. Nec ¡Oh Dios! de quien Judas ha recibido el castigo de su pecado, y el ladrón el premio de su confesión, haced que nosotros esperimentemos el efecto de vuestra misericordia, para que asi como nuestro Señor Jesucristo ha tratado en su pasión al uno y al otro según su mérito, asi también , destruido lo que hay en nosotros del hombre viejo, nos dé parle en su resurrección gloriosa, el que siendo Dios vive y reina, etc. Segunda Epístola. En aquellos dias dijo el Sefior á Moisés y Aaron en la tierra de Egipto : Este mes será el principio de vuestros meses, y el primero do los meses del año. Hablad á toda la reunión de los hijos de Israel y decidles : En el décimo dia de eslc mes tome cada uno de vosotros un cordero por familia y por. casa; mas si el número de la familia es demasiado corto para poder comer un cordero, llamará á su mas próximo vecino, hasta el número de personas que sean suficientes para comer el cordero. Este cordero debe ser sin mancha, macho, y que no tenga mas que un aflo. Lo mismo observareis si es un cabrito, y le guardareis hasta el dia catorce de esto mismo mes. Entonces lodo el pueblo de Israel le inmolará por' la larde; y tomando de su sangre, la pon - drán á los dos lados, y en lo alto de las puertas de las casas en donde lo comieren; y en la misma noche comerán la carne asada al fuego con panes sin levadura , y lechugas silvestres. No comeréis cosa alguna de él crudo, ni cocido en agua, sino solo asado al fuego; CQmereis la cabeza con los piós y las entrañas, y no romperéis ninguno de sus huesos; nada conservareis de él para el dia siguiente, y si alguna cosa quedíyc la quemareis al fuego. Para comerlo lo haréis SANTO. remanebil quidquam ex eo usqne mane. Si quid residuum fnerü, igne comburelis. Sic autem comedelis illum : Renes vestros accingelis, et calmmcnia habebitis in pedibus, léñenles báculos in manibus, et comedelis festinanter : esl enim Phase (id 333 de esta manera : Ceñiréis vuestros lomos, tendréis calzados vuestros piés, tendréis los báculos en las manos, y 1c comeréis do priesa, porque es la Pascua (esto es, dítmMifo) del Sefior. csí, transüus] Domim. Los judíos comenzaban el mes con la nueva luna. El mes de que aquí se habla es el que ellos llaman Msan, el cual comienza con la luna do marzo. Dios quiso que fuese en adelante páralos israelitas el primer mes del año, en memoria de su libertad milagrosa que sucedió el l i de la luna, por supuesto del mes de marzo. REFLEXIONES. Además del sentido literal y alegórico contenido en esla Kpístola, tiene también un sentido moral; todo es misterioso en el pormenor de ceremonias para comer el cordero pascual. Si Dios quiere que esta víctima, figura de' divino Cordero , sea sin mancha , no exige menos pureza' é inocencia en una alma que come realmente el cuerpo y la sangre de Jesucristo en la comunión. Esta sangre adorable tiene mucha mas virtud que la sangre del cordero pascual, que no era mas que la simple figura; pero es necesario que las señales de esta preciosísima sangre no sean borradas por el pecado que ennegreciendo al alma hace que desaparezca de ella todo lo que impedia el quo pudiese recibir daño: el pan.sin levadura, y las lechugas amargas con que se obligaba á comer el cordero pascual, demuestran muy bien que sin la mortificación no es posible conservarse en la inocencia con que debo uno acercarse á los santos altares y á la sagrada mesa. Una alma sensual no permanece mucho tiempo sin pecado. La Pascua de los cristianos es infmitamenle mas santa que la de los israelitas; debe también celebrarse con disposiciones mucho mas santas. Dios les prohibía comer el cordero crudo, ó cocido en agua. Esta crudeza y esta carne cocida, indican bastante el carácter de las pasiones, y el de un corazón muelle, de una alma floja, que comulgan con disgusto. Todo debia estar asado al fuego. Solo el amor es el que puede dar á una alma aquel gusto, aquel fervor que son las disposiciones necesarias para acercarse con fruto á la adorable Eucaristía. Debia quemarse todo lo que sobraba ái él; esto es, que el fuego divino de que el alma debe estar abrasada al salir de la comunión, todo lo debe consumir. Debia comerse el cordero pascual con prontitud y de priesa , lo cual puede signiíicarnos con qué fervor, con qué empeño , con qué hambre debe comulgarse. La indiferencia, el poco ardor por comulgar , indica siempre un disgusto espiritual, señal cierta de que uno está enfermo. Cada comunión debia aumentar nuestra hambre. En fin , debia comerse el cordero , á guisa do viajero pronlo ya para partir. En efecto , ellos salieron inmediatamente de Egipto, y hé aquí lo que da á entender bastante con qué disposición debo comulgarse, es decir, prontos y del todo resueltos á salir del Egipto, á mudar de conducta, á reformar la vida y las costumbres, á dejar los hábilos pecamiiiüsos. Si no os este el fruto de nueslra comunión

33i pascual, si después do la comunión permanecemos aun en el Egipto, ¿qu6 debe pensarse de semejante comunión? £1 Evangelio es la Pasión de nualro Señor Jesucristo, según san Juan, cap. 22. In illo lempore : Egressus est Jesús cum discipulis suis trans torren (em Cedrón, ubi crathortus, in quem inlromt ipse, et disdpuli ejus. Sciebat autem et Judas, qui tradebal eum, locwn; quia frequenler Jesús convenerat iíluc cum discipulis suis. Judas ergo cum accepisset cohortem, el á pontificibus et pliarisieis ministros, venit Hluc cum luternis, et fasdbas, et armis. Jesús ilaque sciens omnia, quee ventura erant super eum, processü, et dicü eis : ií< Quem quairilis? C. Respondcrunl ci : S. Jesum Nazarenum. C. Dicil cis Jesús : >J< Fgo sum. C. Slabat autem el Judas, qui tradebal eum, cum ipsis. Vt ergo dixit eis, Ego sum, abierunl relrorsum, el cedderunl m terram. Herum ergo interrogavit eos : >$< Quem quoerilis ? C. lili autem dixerunl : S. Jesum Nazarenum. C. Itespondit Jesús: >í< Dixi vobis, quia ego sum : si ergo me qvcerilis, sinile hos abire. G. Ul implerctur sermo, quem dixit : Quia quos dcdisli viihi, non perdidi ex eis quemquam. Simón ergo l'etrus hubens gladium eduxit eum: et percussit pontificis servum, et absddit auriculam ejus dcxleram. Eral autem nomen servo Malchus. Dixit ergo Jesús Petro : i&Mitle gladium tuum in vaginam. Calicem, quem dedil mihi Pater, non bibam illum? C. Cokors ergo, et tribunas, et ministri Jndceorum comprehenderunt Jesum, et ligavermi eum, et adduxerunt eum ad Annam primum : eral enim socer l'aipha;, qui crat ponlifcx unm Ulius. Eral aulcm En aquel tiempo salió Jesús con sus discípulos para ir al otro lado del lorí enle do Cedrón, en donde Labia un huerto en el cual entró él y sus discípulos. Judas que le entregaba, sabia también el lugar , porque frecuentemenle se juntaban en él Jesús y sus discípulos. Habiendo, pues, Judas tomado una cohorte, y gentes enviadas por los pontífices y los fariseos, vino allí con linternas, hachas y armas. Enlre lanío sabiendo Jesús lodo lo que debia sucedcrlc, se adelantó y les dijo : ¿A quién buscáis? A Jesús de Nazareth, le respondieron ellos. Yo soy, les dijo Jesús. Judas que le entregaba estaba lambien con ellos. Apenas Jesús les hubo dicho : Yo soy, retrocediendo cayeron en tierra. Por segunda vez les preguntó Jesús : ¿A quién buscáis? A Jesús de Nazareth, le volvieron á responder. Os he dicho ya, les dijo Jesús, que soy Y0' Y Vues que es á mí á quien buscáis, dejad ir á estos : para que se cumpliese la palabra que habia dicho : No he perdido ninguno de los que me diste. En eslo Simón Pedro que tenia una espada, la sacó, y dando con ella á un criado del gran sacerdote, le corló la oreja derecha; llamábase Maleo el criado. Jesús, empero, le dijoá Pedro : Vuelve lu espada ála vaina; qué, ¿no he de beber el cáliz que mi Padre me ha dado? Inmedialanicute la cohorte y su comandanle y los oficiales de los judíos, se apoderaron de Jesús y le alaron. Lleváronle primero á casa de Anás, porque era suegro de Caifas, gran sacerdote en aquel aíío. Este mismo Caifas era el que habia dado á entender á los judíos, que convenia que muriese un hoinbre por la nación. Seguía á Jesús Simón Pedro con otro discípiir lo, y eslo discípulo que era Caiphas, qui consilium dederat Judais : Quia expedü unmu hominem mori pro populo. Scquebatur autem Jesum Simón Petras, et alias disdpulus. Discipulus autem Ule eral notas ponlifici, et introivit cum Jesu in alrium ponlificis. Pclrus autem slabat ad ostium foris. Exiñt ergo disdpulus alias, qui eral notas pontifici, el dixit ostiario}, et introduxil Petrum. Dicil ergo Petro ancilla ostiaria : S. Numquid et lu ex discipulis es hominis isliusl G. jjíctl Ule : S. Non sum. C. Stabant autem servi el ministri ad prunas, quia frigus eral, et calefaciebant se : eral autem cum ds et Petras stans, ct calefacicns se. I'ontifex ergo interrogavit Jesum de discipulis suis, el de doctrina ejus. Itespondit ei Jesu* : Ego palum loculus sum mundo : ego semper docui in synagoga, el in templo, quo omnes Judcei conveniunt: et in oceulto locutus sum nihií. Quid me interrogas? interroga eos, qui audierunt quid loculus sim ipsis : ecce hi sciunt, quee dixerim ego. G. Ucee autem cum dixissel, mus assistens ministrorum dedil atapam Jesu, dicens: S. Sic respondes ponlifid? G. Respondit ci Jesús : *¡i Si male locutus sum, teslimoniam perhibe de malo: si autem bene, quid me ccedis? C. Et misil eum Anuas ligatum ad Caiphamponlificem. Erat autem Simón Petras stans, el calefadens se. Dixerunl ergo ei: S. Nvmquidet lu ex disdpulis ejus es? C. Negavit Ule, et dixit: S. iVon sum. C. Dicil ei unus ex servisponlificis, cognalus ejus, cujas absddit Petras auriculam : S. iVrom¡e ego te vidi in horto cum illo? C. llenan ergo neguvil Petras; el slatim conocido del gran sacerdoío, entró en el alrio de su casa con Jesús; mas habiéndose quedado Pedro fuera de la puerta , el olio discípulo que era conocido del sumo sacerdote, salió, y habiendo hablado á la portera, hizo entrar á Pedro : díjole entonces la portera á Pedro : ¿No eres tú lambien do los discípulos de esle hombre ? Nó, la dijo él. Los domésticos y los oficiales estaban calentándose al fuego, porque hacia frió; y Pedro lambien estaba con ellos calentándose. Entonces el gran sacerdote preguntó á Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina ; y Jesús le respondió : Yo he hablado abierlamenle á lodos : siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo en donde lodos los judíos se juntan, y nada ho dicho ocultamente. ¿Por qué, pues, me preguntas? PregunUi á los que me ban oido, sobro lo quo les he dicho : ellos saben lo que yo Ies he ensefiado. Dichas eslas palabras, uno de los oficiales que estaban al lado de Jesús le dio una bofetada, diciendo : ¿Do este modo respondes al gran sacerdote? Repúsole Jesús, y le dijo : Si he hablado fuera de propósito, muéstrame en qué eslá el mal ; pero si he hablado al caso, ¿por qué motivo me hieres? Envióle Anás alado á casa de Caifas , gran sacerdote^ Como estuviese Simón Pedro todavía calentándose, le dijeron algunos : ¿No eres lú lambien de sus discípulos? Él lo negó, diciéndoles : No lo soy. Uno de los domésticos del gran sacerdote, pariente de aqudf á quien Pedro habia corlado la oreja, le dijo: ¿Pues qué? ¿no le he visto yo con él en el huerto? Pedro lo negó tercera vez, ó imnedialamenlo cantó el gallo. Llevaron, pues, á Jesús de casa de Caifas al pretorio; era eslo por ia mañana, y ellos no entraron en el pi e- torio, para no mancharse y ú íin de comer la Pascua. Salió, pues , Pilalo afuera adonde ellos estaban, y les dijo: ¿Cuál

33i<br />

pascual, si <strong>de</strong>spués do la comunión permanecemos aun en<br />

el Egipto, ¿qu6 <strong>de</strong>be pensarse <strong>de</strong> semejante comunión?<br />

£1 Evangelio es la Pasión <strong>de</strong> nualro Señor Jesucristo, según<br />

san Juan, cap. 22.<br />

In illo lempore : Egressus<br />

est Jesús cum discipulis<br />

suis trans torren (em<br />

Cedrón, ubi crathortus,<br />

in quem inlromt ipse, et<br />

disdpuli ejus. Sciebat autem<br />

et Judas, qui tra<strong>de</strong>bal<br />

eum, locwn; quia frequenler<br />

Jesús convenerat iíluc<br />

cum discipulis suis. Judas<br />

ergo cum accepisset cohortem,<br />

el á pontificibus et<br />

pliarisieis ministros, venit<br />

Hluc cum luternis, et fasdbas,<br />

et armis. Jesús ilaque<br />

sciens omnia, quee<br />

ventura erant super eum,<br />

processü, et dicü eis : ií<<br />

Quem quairilis? C. Respondcrunl<br />

ci : S. Jesum<br />

Nazarenum. C. Dicil cis<br />

Jesús : >J< Fgo sum. C.<br />

Slabat autem el Judas,<br />

qui tra<strong>de</strong>bal eum, cum ipsis.<br />

Vt ergo dixit eis, Ego<br />

sum, abierunl relrorsum,<br />

el ced<strong>de</strong>runl m terram.<br />

Herum ergo interrogavit<br />

eos : >$< Quem quoerilis ?<br />

C. lili autem dixerunl : S.<br />

Jesum Nazarenum. C.<br />

Itespondit Jesús: >í< Dixi<br />

vobis, quia ego sum : si<br />

ergo me qvcerilis, sinile<br />

hos abire. G. Ul implerctur<br />

sermo, quem dixit :<br />

Quia quos dcdisli viihi,<br />

non perdidi ex eis quemquam.<br />

Simón ergo l'etrus<br />

hubens gladium eduxit<br />

eum: et percussit pontificis<br />

servum, et absddit auriculam<br />

ejus dcxleram.<br />

Eral autem nomen servo<br />

Malchus. Dixit ergo Jesús<br />

Petro : i&Mitle gladium<br />

tuum in vaginam. Calicem,<br />

quem <strong>de</strong>dil mihi Pater,<br />

non bibam illum? C.<br />

Cokors ergo, et tribunas,<br />

et ministri Jndceorum<br />

comprehen<strong>de</strong>runt Jesum,<br />

et ligavermi eum, et adduxerunt<br />

eum ad Annam<br />

primum : eral enim socer<br />

l'aipha;, qui crat ponlifcx<br />

unm Ulius. Eral aulcm<br />

En aquel tiempo salió Jesús<br />

con sus discípulos para ir al<br />

otro lado <strong>de</strong>l lorí enle do Cedrón,<br />

en don<strong>de</strong> Labia un huerto<br />

en el cual entró él y sus<br />

discípulos. Judas que le entregaba,<br />

sabia también el lugar<br />

, porque frecuentemenle<br />

se juntaban en él Jesús y sus<br />

discípulos. Habiendo, pues,<br />

Judas tomado una cohorte, y<br />

gentes enviadas por los pontífices<br />

y los fariseos, vino allí<br />

con linternas, hachas y armas.<br />

Enlre lanío sabiendo Jesús<br />

lodo lo que <strong>de</strong>bia sucedcrlc,<br />

se a<strong>de</strong>lantó y les dijo : ¿A<br />

quién buscáis? A Jesús <strong>de</strong><br />

Nazareth, le respondieron<br />

ellos. Yo soy, les dijo Jesús.<br />

Judas que le entregaba estaba<br />

lambien con ellos. Apenas Jesús<br />

les hubo dicho : Yo soy,<br />

retrocediendo cayeron en tierra.<br />

Por segunda vez les preguntó<br />

Jesús : ¿A quién buscáis?<br />

A Jesús <strong>de</strong> Nazareth, le<br />

volvieron á respon<strong>de</strong>r. Os he<br />

dicho ya, les dijo Jesús, que<br />

soy Y0' Y Vues que es á mí á<br />

quien buscáis, <strong>de</strong>jad ir á estos<br />

: para que se cumpliese la<br />

palabra que habia dicho : No<br />

he perdido ninguno <strong>de</strong> los que<br />

me diste. En eslo Simón Pedro<br />

que tenia una espada, la sacó,<br />

y dando con ella á un criado<br />

<strong>de</strong>l gran sacerdote, le corló la<br />

oreja <strong>de</strong>recha; llamábase Maleo<br />

el criado. Jesús, empero,<br />

le dijoá Pedro : Vuelve lu espada<br />

ála vaina; qué, ¿no he<br />

<strong>de</strong> beber el cáliz que mi Padre<br />

me ha dado? Inmedialanicute<br />

la cohorte y su comandanle y<br />

los oficiales <strong>de</strong> los judíos, se<br />

apo<strong>de</strong>raron <strong>de</strong> Jesús y le alaron.<br />

Lleváronle primero á casa<br />

<strong>de</strong> Anás, porque era suegro<br />

<strong>de</strong> Caifas, gran sacerdote<br />

en aquel aíío. Este mismo<br />

Caifas era el que habia dado á<br />

enten<strong>de</strong>r á los judíos, que convenia<br />

que muriese un hoinbre<br />

por la nación. Seguía á Jesús<br />

Simón Pedro con otro discípiir<br />

lo, y eslo discípulo que era<br />

Caiphas, qui<br />

consilium<br />

<strong>de</strong><strong>de</strong>rat Judais : Quia expedü<br />

unmu hominem mori<br />

pro populo. Scquebatur<br />

autem Jesum Simón Petras,<br />

et alias disdpulus.<br />

Discipulus autem Ule eral<br />

notas ponlifici, et introivit<br />

cum Jesu in alrium<br />

ponlificis. Pclrus autem<br />

slabat ad ostium foris.<br />

Exiñt ergo disdpulus<br />

alias, qui eral notas pontifici,<br />

el dixit ostiario}, et<br />

introduxil Petrum. Dicil<br />

ergo Petro ancilla ostiaria<br />

: S. Numquid et lu ex<br />

discipulis es hominis isliusl<br />

G. jjíctl Ule : S. Non<br />

sum. C. Stabant autem<br />

servi el ministri ad prunas,<br />

quia frigus eral, et<br />

calefaciebant se : eral autem<br />

cum ds et Petras<br />

stans, ct calefacicns se.<br />

I'ontifex ergo interrogavit<br />

Jesum <strong>de</strong> discipulis suis, el<br />

<strong>de</strong> doctrina ejus. Itespondit<br />

ei Jesu* : Ego palum<br />

loculus sum mundo :<br />

ego semper docui in synagoga,<br />

el in templo, quo<br />

omnes Judcei conveniunt:<br />

et in oceulto locutus sum<br />

nihií. Quid me interrogas?<br />

interroga eos, qui audierunt<br />

quid loculus sim ipsis<br />

: ecce hi sciunt, quee<br />

dixerim ego. G. Ucee autem<br />

cum dixissel, mus<br />

assistens ministrorum <strong>de</strong>dil<br />

atapam Jesu, dicens:<br />

S. Sic respon<strong>de</strong>s ponlifid?<br />

G. Respondit ci Jesús : *¡i<br />

Si male locutus sum, teslimoniam<br />

perhibe <strong>de</strong> malo:<br />

si autem bene, quid me<br />

ccedis? C. Et misil eum<br />

Anuas ligatum ad Caiphamponlificem.<br />

Erat autem<br />

Simón Petras stans, el<br />

calefa<strong>de</strong>ns se. Dixerunl<br />

ergo ei: S. Nvmqui<strong>de</strong>t lu<br />

ex disdpulis ejus es? C.<br />

Negavit Ule, et dixit: S.<br />

iVon sum. C. Dicil ei unus<br />

ex servisponlificis, cognalus<br />

ejus, cujas absddit<br />

Petras auriculam : S.<br />

iVrom¡e ego te vidi in horto<br />

cum illo? C. llenan ergo<br />

neguvil Petras; el slatim<br />

conocido <strong>de</strong>l gran sacerdoío,<br />

entró en el alrio <strong>de</strong> su casa<br />

con Jesús; mas habiéndose<br />

quedado Pedro fuera <strong>de</strong> la<br />

puerta , el olio discípulo que<br />

era conocido <strong>de</strong>l sumo sacerdote,<br />

salió, y habiendo hablado<br />

á la portera, hizo entrar á<br />

Pedro : díjole entonces la portera<br />

á Pedro : ¿No eres tú<br />

lambien do los discípulos <strong>de</strong><br />

esle hombre ? Nó, la dijo él.<br />

<strong>Los</strong> domésticos y los oficiales<br />

estaban calentándose al fuego,<br />

porque hacia frió; y Pedro<br />

lambien estaba con ellos calentándose.<br />

Entonces el gran<br />

sacerdote preguntó á Jesús<br />

acerca <strong>de</strong> sus discípulos y <strong>de</strong><br />

su doctrina ; y Jesús le respondió<br />

: Yo he hablado abierlamenle<br />

á lodos : siempre he<br />

enseñado en la sinagoga y en<br />

el templo en don<strong>de</strong> lodos los<br />

judíos se juntan, y nada ho<br />

dicho ocultamente. ¿Por qué,<br />

pues, me preguntas? PregunUi<br />

á los que me ban oido, sobro<br />

lo quo les he dicho : ellos saben<br />

lo que yo Ies he ensefiado.<br />

Dichas eslas palabras, uno<br />

<strong>de</strong> los oficiales que estaban al<br />

lado <strong>de</strong> Jesús le dio una bofetada,<br />

diciendo : ¿Do este modo<br />

respon<strong>de</strong>s al gran sacerdote?<br />

Repúsole Jesús, y le dijo :<br />

Si he hablado fuera <strong>de</strong> propósito,<br />

muéstrame en qué eslá<br />

el mal ; pero si he hablado al<br />

caso, ¿por qué motivo me hieres?<br />

Envióle Anás alado á casa<br />

<strong>de</strong> Caifas , gran sacerdote^<br />

Como estuviese Simón Pedro<br />

todavía calentándose, le dijeron<br />

algunos : ¿No eres lú lambien<br />

<strong>de</strong> sus discípulos? Él lo<br />

negó, diciéndoles : No lo soy.<br />

Uno <strong>de</strong> los domésticos <strong>de</strong>l gran<br />

sacerdote, pariente <strong>de</strong> aqudf á<br />

quien Pedro habia corlado la<br />

oreja, le dijo: ¿Pues qué? ¿no<br />

le he visto yo con él en el<br />

huerto? Pedro lo negó tercera<br />

vez, ó imnedialamenlo cantó<br />

el gallo. Llevaron, pues, á Jesús<br />

<strong>de</strong> casa <strong>de</strong> Caifas al pretorio;<br />

era eslo por ia mañana,<br />

y ellos no entraron en el pi e-<br />

torio, para no mancharse y ú<br />

íin <strong>de</strong> comer la Pascua. Salió,<br />

pues , Pilalo afuera adon<strong>de</strong><br />

ellos estaban, y les dijo: ¿Cuál

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!