You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
31 SEGUNDO DOMINGO<br />
practicar aquella raoiüficacion ó aquella virtud que os es<br />
tan necesaria. En fin, <strong>de</strong>íermiuar el ejercitaros en algún<br />
acto <strong>de</strong> virtud, aunque no sea mas que una oración ó una<br />
l^era limosna, para dar hoy una prueba <strong>de</strong> la voluntad<br />
sincera que tenéis <strong>de</strong> conseguir vuestra salvación y <strong>de</strong> poner<br />
lodos los medios para ello.<br />
Sl-GUNDO DOMINGO DESPUES DE LA EI'II ANIA.<br />
Como el espacio que media éntrela fiesta <strong>de</strong> Navidad y<br />
la Epifanía, llamada comunmente la fiesta <strong>de</strong> los Reyes, se<br />
compone <strong>de</strong> solos doce dias, no pue<strong>de</strong> haber en él mas<br />
que dos domingos, que se llaman vacantes, porque no<br />
tienen oficio propio ó dominical, ocupándose con el <strong>de</strong> alguna<br />
fiesta <strong>de</strong> santo ó el <strong>de</strong> la octava <strong>de</strong> Navidad para el<br />
primero, o el <strong>de</strong> la vigilia do la Epifanía cuando cae en<br />
domingo. Así que nada se dice aquí <strong>de</strong> este último, el<br />
-cual ha sido ya colocado en el mes <strong>de</strong> enero. El dodomingo<br />
déqlrp <strong>de</strong> la octava <strong>de</strong> la Epifanía se ha fijado<br />
en nuestros ejercicios <strong>de</strong> piedad al 9 <strong>de</strong> enero, en cuyo<br />
dia se refiere toda su historia. De aquí es, que hasta la<br />
Septuagésima restan á lo mas cinco domingos, que muchas<br />
veces aun no llegan á este, número, ^cgun la época<br />
<strong>de</strong>l dia <strong>de</strong> Pascua, la cual regla lodos los domingos y todas<br />
las fiestas movibles <strong>de</strong>l aflo ; los ejercicios <strong>de</strong> piedad,<br />
propios <strong>de</strong> estos domingos y su historia tomada <strong>de</strong>l Evangelio<br />
<strong>de</strong>l dia, es lo que se va á dar aquí.<br />
La Iglesia comienza la misa <strong>de</strong> este dia por las palabras<br />
<strong>de</strong>l tercer versículo <strong>de</strong>l salmo ÍTJ, don<strong>de</strong> David convida á<br />
toda la tierra á adorar y ben<strong>de</strong>cir al Señor. «Tuda la tierra<br />
os adore y os bendiga : entone cánticos á la gloria <strong>de</strong><br />
vuestro nombre, jó Altísimo 1» David hace bablar en este<br />
salmo al pueblo judío, que agra<strong>de</strong>ce á Diossu libertad y<br />
convida á loda la tierra á que se una á él para dar gracias<br />
al Señor, <strong>Los</strong> judíos libres <strong>de</strong> su cautividad son la figura<br />
<strong>de</strong> los gentiles libertados <strong>de</strong> la esclavitud <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio<br />
por el bautismo. Pue<strong>de</strong> también enten<strong>de</strong>rse que el<br />
profeta habla en nombre <strong>de</strong> lodos los hombres rescatados<br />
por Jesucristo.<br />
La Epístola <strong>de</strong> la misa está tomada <strong>de</strong>l capítulo 12 <strong>de</strong> la<br />
carta <strong>de</strong>l apóstol san Pablo á los romanos, don<strong>de</strong> les advierte<br />
que renuncien á la vanidad <strong>de</strong>l siglo, para consagrarse<br />
enteramente á Dios, sin engreírse por los dones<br />
que han recibido, y sin pasar los límites <strong>de</strong> estos dones,<br />
aplicándose cada uno á las funciones <strong>de</strong> su minis'.erio, y<br />
á cumplir las obligaciones <strong>de</strong> su estado; refiriéndolo todo<br />
á la utilidad <strong>de</strong>) prójimo, con el cual <strong>de</strong>ben hacer un lodo<br />
como hacen los miembros <strong>de</strong> un mismo cuerpo, sin que el<br />
uno se ingici'a en las funciones <strong>de</strong>l otro. La comparación<br />
<strong>de</strong> ¡ue aquí se sirve el santo apóstol es espresiva. Como<br />
lodos nosotros no formamos mas que un solo cuerpo <strong>de</strong><br />
Jesucristo, lodos recíprocamente somos miembros los unos<br />
<strong>de</strong> los otros, para aliviarnos por aquella función que es<br />
propia á cada miembro en parlicular. Así, como todos leñemos<br />
dones difeicules, según la gracia que se nos ha<br />
dado, es preciso que cada uno emplee sus talentos para<br />
el bien común. A la manera que en un solo cuerpo cada<br />
miembro linie sus funciones particulares, que ejerce sin<br />
zelos <strong>de</strong> parle <strong>de</strong> los otros miembros, así en la Iglesia cada<br />
fiel ha recibido <strong>de</strong> Dios el don que le ex propio, y no <strong>de</strong>be<br />
envidiar álos <strong>de</strong>más el que ellos han recibido, sino contentarse<br />
con la medida <strong>de</strong> gracia que le ha sido acordada. La<br />
caridad <strong>de</strong>be hacernos comunes los favores que se han<br />
hecho á nuestros hermanos, y no <strong>de</strong>bemos envidiárselos,<br />
así como la mano no envidia al ojo la facultad <strong>de</strong> ver,ni<br />
ai pié la <strong>de</strong> caminar. Es preciso que haya una subordinación<br />
<strong>de</strong> los unos á los otros; y una comuniepcion <strong>de</strong> servicios,<br />
semejante á la que se ve en los diferentes miembros<br />
<strong>de</strong> un mismo cuerpo. El que está autorizado para<br />
predicar el Evangelio , y para interpretar las Escrituras<br />
, hágalo, nó según las luces <strong>de</strong> su propio juicio,<br />
sino según las <strong>de</strong> la fé , <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> la<br />
Iglesia, á cuyas luces <strong>de</strong>be estar sometido todo espíritu<br />
pai ticular; y guár<strong>de</strong>nse <strong>de</strong> dogmatizar aquellos á quienes<br />
Dios no ha escogido para este minislerio. El que<br />
ha recibido el don <strong>de</strong> engañar, hágalo con solicitud;<br />
y el que está encargado <strong>de</strong> la conduela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más,<br />
compórtese con ellos con mucha dulzura y candad. El<br />
Apóstol, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber instruido á los que ocupan los<br />
empleos, pasa á dar lecciones generales y propias para todos<br />
los fieles. No seáis lardos, aña<strong>de</strong>, en hacer en favor<br />
<strong>de</strong> vuestros hermanos todos ios buenos oficios que pudiereis,<br />
y rto hagáis <strong>de</strong>sear vuestros servicios ; muebo ménos<br />
los hagáis comprar <strong>de</strong>masiado caros. Sed fieles en cumplir<br />
con puntualidad todas vuestras obligaciones. Tened<br />
siempre un nuevo fervor en el servicio <strong>de</strong> Dios. Prevenios<br />
con urbanidad ios unos á los otros ; el agasajo, la cortesanía<br />
aun, sin afectación y sin artificio, honran la piedad,<br />
y le son ordinarias. La esperanza cristiana <strong>de</strong>be inspirarnos<br />
siempre alegría. Perseverad en la oración y en el ejercicio<br />
<strong>de</strong> las buenas obras. Tomad parle en las necesida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> los fieles, y ayudadlos con vuestras obras <strong>de</strong> misericordia.<br />
Ejercitad con gusto la hospitalidad. La paciencia<br />
es ia virtud <strong>de</strong> los pobres, ta caridad <strong>de</strong>be ser la virtud <strong>de</strong><br />
los ricos; ellos no han recibido mas bienes que los otros,<br />
sino para socorrer las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los que viven en la<br />
pobreza, y frecuentemente carecen do todo. Haced bien<br />
hasta á vuestros enemigos, hasta aquí <strong>de</strong>be ir el heroísmo<br />
y la perfección <strong>de</strong> la caridad cristiana; esta virtud heroica<br />
es la que <strong>de</strong>be hacer sentir al cristiano lodos los bienes<br />
y lodos los males que suce<strong>de</strong>n á sus hermanos. Aumenta<br />
su alegría en el tiempo <strong>de</strong> su prosperidad por la parte que<br />
le ven tomar en ella ; y endulza sus lágrimas, mezclando<br />
las suyas con las que ellos <strong>de</strong>rraman. No alterquéis, la<br />
diversidad <strong>de</strong> pareceres agria tanto el corazón como los espíritus.<br />
Al paso que se acalora la disputa, se resfria la caridad.<br />
No penséis presuntaosamenle <strong>de</strong> vosotros mismos.<br />
La presunción es una vanidad necia, que nace <strong>de</strong> la ceguedad<br />
en que estamos con respecto á nosotros mismos;<br />
nada bay mas opuesto al espíritu <strong>de</strong>l cristianismo, que<br />
esta ridicula vanidad. Sed Immil<strong>de</strong>s, compasivos, dulces y<br />
mo<strong>de</strong>stos; no seáis sabios á vuestros propios ojos, porque<br />
nos engañan siempre sobre lo que á nosotros nos interesa.<br />
Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que esta Epístola es el compendio <strong>de</strong> toda<br />
la moral cristiana.<br />
El Evangelio no es ménos instructivo. Conlicne la historia<br />
<strong>de</strong>l primer milagro <strong>de</strong> Jesucristo , verificado eú las<br />
bodas <strong>de</strong> Cap á rueges <strong>de</strong> la Santísima Virgen. lié aquí<br />
como lo refiere san Juan.<br />
lll)ia ya comenzado el Salvadora predicar, <strong>de</strong>spués do<br />
baber concluido su ayuno <strong>de</strong> cuarenta dias en el <strong>de</strong>sierto,<br />
don<strong>de</strong> se habia retirado <strong>de</strong>spués que san Juan líautista dió<br />
<strong>de</strong> él un testimonio tan brillante. Acababa también <strong>de</strong> elegir<br />
algunos discípulos; san Pedro, san Andrés, san Eeli-