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Tomo Cuatro Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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¿nos «iprcsnramos mucho para ir á visitarlo? ¿Es gran<strong>de</strong><br />

la mucluidíiinbre que va á los hospifalcs y á las prisiones,<br />

para asistir y consolar, por <strong>de</strong>cirio así, á Jesucristo en la<br />

pegona <strong>de</strong> los pohres? Y si alguna vez corremos á nuestros<br />

lomplos, ¿es siempre solo por ver á Jesucristo y rendirle<br />

nueslros lióme najes por lo que corremos?<br />

La oración <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este dia es como sigue:<br />

fía, qutmonus, omni-<br />

patots ¡mis: ut, qui in íoí<br />

advn sis ex uoslm infir-<br />

mitak dc¡icitíius, interce-<br />

G Dios omnipotente, que<br />

sabéis que nuestra flaqueza es<br />

la causa <strong>de</strong> que sucumbamosá<br />

tantos males como por todas<br />

<strong>de</strong>nle unigemii Füii tui partes nos oprimen, dignaos<br />

passionc, respiremns. Qui conce<strong>de</strong>rnos que respiremos<br />

lecum vivit,..<br />

animosos por los méritos <strong>de</strong> la<br />

pasión <strong>de</strong> vuestro Hijo único,<br />

el cual siendo Dios vive y reina,<br />

etc.<br />

La Bphlola es <strong>de</strong>l cap. 59 <strong>de</strong>l profeta Isaías.<br />

In diebus ülis : Dixít<br />

('Yo he entregado mi cuerpo á los que me herían, p ¿No<br />

Sc ha enlregudo el Señor mas 'que.á los insultos do los ju-<br />

^"s? ¿Son solos los judíos los que le han fallado al respeto.<br />

^ han uiu-ajado, han rehusado conocerle ? las sacríhaia.r.<br />

iHmdmts Deus apcruit<br />

mihi aurcm, ego au~<br />

tcm non conlradko, retrorsnm<br />

non rtlm. Corpus<br />

meum <strong>de</strong>di pemüientibus,<br />

tí genas vuas vellenlibus:<br />

faciem meam non averli<br />

ab iucrepanlibus, el coitspacnlibus<br />

in me, Domhms<br />

Deus auxiliatormeus, i<strong>de</strong>o<br />

non sum eonfnsus: i<strong>de</strong>o<br />

pusui faciem meam u t pe-<br />

ÍJ'Í/WÍ duriss'nnam, et scio<br />

quonum non confundar.<br />

Juxta est qui jmtificat<br />

me, quis wnlradicet mihft<br />

Stemus sííJíí/i, quisestadvñsarius<br />

meus? accedal<br />

ad me. Ecce fíomims üeus<br />

(luxilialor meus: quis est<br />

qui con<strong>de</strong>mnet me? Ecce<br />

omnes quasi vcstimentim<br />

conicrmur, tinea come<strong>de</strong>t<br />

eos. Quis ex vobis timens<br />

Dominum, audiens vocem<br />

servi sui? Qui ombulam<br />

in íenebris, el non esl lumen<br />

eí, speret in nomine<br />

Domiai, et imilatur super<br />

Deum sumí.<br />

En aquellos dias, dijo Isaías:<br />

El Señor mi Dios me ha abierto<br />

el oido, y yo no le contradigo,<br />

ni me he retirado atrás. Yo he<br />

entregado mi cuerpo á los que<br />

me berian, y mis mejillasá los<br />

que las mesaban: no be apartado-<br />

mi rostro <strong>de</strong> los que use<br />

cubrían <strong>de</strong> injurias y <strong>de</strong> salivas.<br />

El Señor mi Dios es mi<br />

protector; y por esto no be sido<br />

confundido. Yo he endurecitio<br />

mi rostro como una piedra durísima,<br />

y yo sé que no caeré<br />

en la confusión. El que mejuslitica<br />

está junto á mí; ¿ quién<br />

es el que se <strong>de</strong>clara contra mí?<br />

Presentémonos junios <strong>de</strong>lante<br />

<strong>de</strong>l juez: ¿quién es mi adversario?<br />

Llegúese á mí. Hé aquí<br />

el Señor mi Dios que viene en<br />

mi auxilio: ¿quién me con<strong>de</strong>nará?<br />

Todos ellos se gastarán<br />

como un vestido, y la polilla<br />

los consuminj. ¿Quién <strong>de</strong> vosotros<br />

teme á Dios, y quién<br />

oye la voz <strong>de</strong> su siervo? El<br />

que camina entre tinieblas, y<br />

no tiene luz, espere en el<br />

nombre <strong>de</strong>l Sefíor, y apóyese<br />

en el Señor su Dios.<br />

Ueliricndo el profeta Isaías todo lo que ha sufrido <strong>de</strong><br />

los judíos, sus insultos y sus ultrajes, y todossus males tratamientos,<br />

no tanto habla <strong>de</strong> sí mismo, corno <strong>de</strong> Jesucristo,<br />

d« quien él era la figura, y cuya persona, acciones y tor-<br />

'nentos represenlaba.<br />

REFLEXIONES.<br />

SANTO. 295<br />

logas profanactonos, las irrisiones impías, los insultantes<br />

<strong>de</strong>sprecios al Santo <strong>de</strong> los santos, ¿han sido cscesos cometidos<br />

solo por los habitantes <strong>de</strong> Jerusalen? ¿estas impieda<strong>de</strong>s<br />

han pasado ya? jAht Jesucristo por un esceso<br />

<strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> bondad, nos ha dado su cuerpo en la adorable<br />

Eucaristía: « Yeisme aquí que estoy con vosotros hasta<br />

todos los tiempos, hasta la consumación <strong>de</strong> los siglos. »<br />

(Matth. 28.) Él mismo nos <strong>de</strong>clara que lo que nos da es<br />

su propio cuerpo; pero aña<strong>de</strong>, este es mi cuerpo «que será<br />

entregado.)) (1. Cor. 11.) ¿No ha sido entregado este cuerpo<br />

adorable mas que á los insultos <strong>de</strong> los judíos? Este<br />

cuerpo precioso en quien habita corporahnente toda la<br />

divinidad, ¿no ha sido el blanco masque <strong>de</strong> los ultrajes<br />

<strong>de</strong> los gentiles? El cuerpo <strong>de</strong> Jesucristo está realmente sobre<br />

nuestros aliares; está allí para ser adorado <strong>de</strong> todos<br />

los cristianos; está para ser ailí in<strong>de</strong>mnizado <strong>de</strong> los ultrajes<br />

que ha recibido <strong>de</strong> los judíos, por la fé, por la piedad,<br />

por el respeto y las adoraciones <strong>de</strong> los fieles, Pero ¡ Dios<br />

miol ¿no sois todavía allí ultrajado por eslos mismos fieles?<br />

¿no se renuevan allí todos los dias los malos tralamienlos<br />

que recibisteis <strong>de</strong> los judíos en el tiempo <strong>de</strong> vuestra<br />

pasión? y loque <strong>de</strong>bo, por <strong>de</strong>cirlo así, seros todavía<br />

mas sensible, es que los que así ohran no son judíos ciegos<br />

y obstinados, son cristianos que hacen profesión <strong>de</strong> conoceros,<br />

son vuestros propios hijos. Recor<strong>de</strong>mos en nuestro<br />

ánimo todas las in<strong>de</strong>cencias, todas las irreverencias,<br />

lodos los actos <strong>de</strong> irreligión <strong>de</strong> que hemos sido testigos en<br />

nueslros templos, y quién sabe si también actores. Representémonos<br />

aquellos aires orgullosos, y me atrevo á <strong>de</strong>cir<br />

insuHanles, con que se entra en nucs'.ras iglesias; las posturas<br />

tan irreligiosas, las inmo<strong>de</strong>stias, las irreverencias<br />

con que parece burlarse <strong>de</strong> la paciencia <strong>de</strong> un Dios que<br />

calla. ¿ÍNo se diria que se Irala á Jesucristo sobre nuestros<br />

altares, con lanío <strong>de</strong>sprecio como se haria á un rey <strong>de</strong><br />

teatro, cuando se habla, cuando se ríe, cuando se le insulta<br />

inclinándose <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él á media rodilla? Pero ] y<br />

cuántos insultos secretos! ¡cuántas profanaciones invisibles!<br />

¡ cuántos besos traidores en lautas comuniones sacrilegas!<br />

¿No se hallan sacerdotes en la nueva ley que letraten<br />

todavía con mas indignidad que lo hicieron ios <strong>de</strong> la<br />

antigua? ¿No tiene razón el Salvador para <strong>de</strong>cir, á vista<br />

<strong>de</strong> la ingratitud, <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>voción, <strong>de</strong> la irreligión <strong>de</strong> tantos<br />

líeles indignos, yo be entregado, yo ho abandonado<br />

mi cuerpo á los que me herían? Y ¡cuántas quejas no tiene<br />

<strong>de</strong>recho para producir esto divino Salvador, este Dios<br />

oculto, <strong>de</strong> tantos herejes sacrilegos, que imitando á los judíos,<br />

por su falla <strong>de</strong> fé, y por su furor y su rabia, sobrepujan,<br />

por <strong>de</strong>cirlo así, á las hlasfemias y á las injurias <strong>de</strong><br />

que este divino Salvador ha sido cargado y como bario durante<br />

su pasión! ¿Qué no <strong>de</strong>ben hacerlas almas piadosas,<br />

los siervos fieles, para reparar con su fervor y con su religión<br />

tantos ultrajes? Demos nosotros pruebas <strong>de</strong> nuestra<br />

fé, por nuestra <strong>de</strong>voción y por nuestros respetos.<br />

El Evangelio <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este dia es <strong>de</strong> san Juan,<br />

capitulo 1%.<br />

Ante sex dies l'tischw<br />

venit Jesús Bethaniam,<br />

ubi Lazarus fuerat mor-<br />

Unís, qncm suscitavii Jesús.<br />

Fecerunt autem ci<br />

(«'íwtm ibi: el Martha mi-<br />

Seis dias ánles do ia pasión<br />

fué Jesús á líelhunia, en don<strong>de</strong><br />

había muerto Lázaro, el cual<br />

había resucitado. Dispusiéronle<br />

allí <strong>de</strong> cenar: Marta servia, y<br />

Lázaro era uno <strong>de</strong> los que ce-

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