Tomo Cuatro Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

27.08.2017 Views

lemer el esceso en esle punto, decía el sabio canciller de la universidad de París, mientras que hablemos de ella como inferior á Dios, y en el rango de las criaturas? no temáis llevar muy lejos vuestras alabanzas y vuestros pensamientos; sabed sí, únicamente, lo que nadie ignora, que lodos los bienes que ella tiene vienen de Dios, y que ella no es rica sino por ios bienes de su Hijo. Supuesta esta verdad, no temáis nada mas, hablando de María, continúa el mismo Doctor, que el decir muy poco , por grande, por estraordioario que parezca lo que se diga, teniendo presente que de quien se habla es de la Madre de Dios. El evangelista únicamente dice de María que es Madre de Jesús; pero diciendo esto, lo ha dicho lodo. ¿Débese lemer, en efecto, decir mucho, ó escederse en el culto que se la rinda ? ¿Quién no sabe que es honrar al Hijo, el honrar á la Madre? La devoción que se tiene á María no divide el corazón; por el contrario, le une mas estrechamente á Jesucristo. La confianza que tenemos en la protección de la Santísima Virgen, no disminuye la conüarua que debemos tener en su Hijo, antes bien la aumenta. Nuestro culto, nuestra devoción, nuestra confianza y nuestro amor á la Santísima Yírgen, es una prueba sensible de|nuestra fe en Jesucristo. Guiada de este espíritu, la Iglesia no pierde ocasión alguna de bom ar á la Madre de Dios, autoriza con placer lodo lo que tiende á aumentar la devoción de los fieles hacia este refugio de los pecadores y mulliplica tanto sus fiestas. La que se celebra en este dia bajo el título de nuestra Señora de la Piedad, ó de los Dolores, y de la pasión de la Santísima Yírgen, debe sernos tanto mas interesante, cuanto que nosotros somos la causa de que su alma haya sido traspasada de dolor. El Evangelio de la misa es tomado del de san Juan, capitulo 14. In illo lempore: Collegerunt ponüfices el pharisaii concilium adversus Jesum, et dicchant: Quid facimus, quia hic homo multa signa fácil? Si dimiiliinus eum ste, omnes credent in eum : et venient Romani, el tollent noslrum locum et genlem. Vms autem ex ipsis, Caiphas nomine, cum esset pontifex ami illius , dixit eis: Yos tiescilis quidquam , neo cogilalis quia expedü vobis «í mus vwrialur homo pro populo, et non tota gens pereal. Uoc autem a semetipso «OÍI dixit: sed, cum esset En aquel liempo los sacerdotes y los fariseos juntaron consejo contra Jesús: ¿Qué hacemos, decian, porque este hombre hace muchos milagros? Si le dejamos seguir obrando asi, todo el mundo creerá en él, y vendrán los romanos y destruirán nuestro pais y nuestra nación. Mas uno de ellos llamado Caifás, siendo gran sacerdote en aquel año, les dijo : Vosotros no lo entendéis y no hacéis reflexión que es interés vuestro que un hombre muera por la nación, y nó que toda ella perezca. No decia esto pontifex anni illius, prophe" tavit quod Jesús morilurus de sí mismo, sino que como trat pro gente, et non tantum pro gente, sed MÍ filios iteí, qui erant disper&i, con- Qregaret in unum. Ab illo erijo die cogitavermt ul inter- ficerenl eum. Jesús ergo jam era gran sacerdole en aquel año, dijo con espíritu profético, que Jesús debia morir por la nación, y no solo por la nación, sino también para reunir en un solo cuerwon tn palam ambulabat po los hijos de Dios que esaI>ud Judwos, sed abiü m TOHO, IV. taban dispersos. Así que, DE PASíOiN. regioncm juxla desei'tum, in civitatem, quee dicitur Ephrem , et ibi'morabalur cum discipulis suis. MEDITACION. 273 desde este dia ya no pensaron mas que en quitarle la vida. Por tanto Jesús ya no se presentaba públicamente entre los judíos, y se fué al pais vecino del desierto, á una ciudad llamada Ephren, y allí moraba con sus discípulos. De los Dolores de la Sanlisima Virgen. PUNTO PRIMERO.—Considera que no sin razón la Iglesia llama á la Santísima Virgen reina de los mártires. No hay ninguno entre aquellos héroes cristianos que haya sufrido un martirio mas doloroso que esta Madre afligida. ¿Queremos tener una idea justa de las penas de la Santísima Virgen? Comprendamos, si es posible, cuál ha sido la ternura, la grandeza, el ardor y la pureza de su amor á su querido Hijo. Los tormentos que obran sobre el cuerpo, pueden endulzarse y aun hacerse deleitables por las dulzuras interiores que Dios derrama en una alma, y se han visto mártires que hallaron refrigerio en medio de los braseros, como sucedió á los tres niños hebreos; pero ¿qué es loqua puede suspender ó dulcificarlos dolores del alma? El martirio del alma es un suplicio sin alivio. Cuando la misma alma es la que se siente traspasada, debe ser muy dolorosa la llaga, y tal ba sido el martirio déla Santísima Virgen. Sentirás el dolor mas vivo, lo habia dicho Simeón, cuando llevó su Hijo amado al templo ; los ultrajes que se harán á lu,Hijo, serán para tí como otros laníos cuchillos que se clavarán en tu pecho. Jamás madre alguna amó á su hijo como la Sanlisima Virgen amó al Salvador; sabemos loque ha sufrido el Salvador durante su vida mortal; ¡qué humillaciones, qué pobreza, qué persecuciones l y durante su pasión ¡qué dolores, qué oprobios! Concibamos por aquí lo que ha sufrido la Santísima Virgen que ha sido testigo de todo lo que ha sufrido su querido Hijo. Nunca hubo martirio mas largo ; la vida de treinta y tres años del Salvador, ha sido la medida de la duración del martirio de su divina Madre. Sus penas escedicron aun á la vida del Salvadorv ¿Qué no debió sufrir la Santísima Virgen, viéndose en Belén cercana al parlo, y rechazada de lodo el mundo, reducida á retirarse á un establo, sin socorro, sin otro alivio para un Hijo que es Dios, que el aliento de dos viles animales y un puñado do paja? hagámonos cargo cuánto debió sufrir en aquella ocasión, la mas tierna, la mas apasionada de las madres, en su persona y en la de su querido Hijo. Traigamos á la memoria sus temores, pensando el cruel é impío designio de Heredes de quitarle la vida; ¿qué no tuvo que padecer en su viaje y en su estancia en Egipto? Pero ¿estuvo mas tranquila, ó al menos fué mas feliz á lo del mundo en Nazareth? ¡Qué santas inquietudes por la falta de todo lo necesario á que frecuentemente la reducía su estado pobre y oscuro! ¡Qué agonía no padeció en los Ires dias que Jesucristo se quedó en Jerusalen 1 Pero, y ¡ qué no tuvo que sufrir viendo la ingratitud con que se pagaban los beneficios de su querido Hijo, y sabiendo bastí dónde llevaban su odio y su envidia los escribas y los fariseos! Seria necesario 35

274 SAIÍADO. conocer la ternura, el ardor, la perfección del corazón de María, para comprender io que ella ha sufrido á causa de los malos Iralamicntos que se han hetho á su querido Hijo. Haced, mi querida Madre, que yo mezcle mis llantos con los vuestros, y que el resto de mi vida participe con vos de los dolores que habéis sentido al pié de la cruz de mi Salvador. (Id.) PUMO SEGUNDO.—Considera lo que la Santísima Virgen fca sufrido principalmente en la pasión y en la muerte del Salvador. Se ha mirado siempre como el colmo de la inhumanidad, y el mas cruel de lodos los suplicios, el obligar álos hijos á ser testigos do los tormentos que se hacian sufrir á su padre, y estar presentes á su muerte, líéorlemos, pues, ahora, qué esceso de angustia, y qué aflicción 'tan morlal seria para la Santísima Virgen el saber con que indignidad, cen qué ultraje y crueldad era llevado el Salvador por la ciudad do Jcrusahm, con qué «acrílego desprecio era tratado en casa de los sacerdotes, en la de Pilatos, en la de Ilerodes y en lodos aquellos impíos tribunales. No sufre simplemente como la mas tierna de las madres, sufre también como una Madre -tierna que sabe qae aquel Hijo tan querido, á quien se trata con tanta infamia, es verdadero Dios. Presente á la PROPÓSITOS. 1 Una compasión seca y puramente especulativa es poco interesante. Participar de los dolores de una persona afligida, es sentirlos verdaderamente. Si el Salvador sufre y mucre por nuestra salud, también por amor nuestro sufre la Santísima Virgen un martirio tan largo y tan cruel, i Qué dureza, qué ingratitud mas negra, el tomar poco interés por lo que la Santísima Virgen ha sufrido por causa nuestra! Vituperaos el haber sido hasta aquí tan poco sensibles. ¡ Ah! ¿quién es el que piensa en honrar, en reconocer la pasión de la Saniísiina Virgen? ¡cuántos mueren sin haber pensado jamás en ellal Reparad este irreligioso olvido, por el zelo que debéis tener de aquí adelante en honrar particularmente, con todo género do prácticas de piedad, esta fiesta-, celebradla con devoción, flagelación, ¿ qué golpe de azote deácarga sobre el Hijo, comulgad con este fin, tened una devoción particular á la que no descargue sobre el corazón y el alma de la Madre ? Jesús, cuasi sin figura de hombre, es mostrado á aquel pueblo bárbaro para ver si se le mueve á alguna compasión ; y aquel pueblo, horror y execración del género hu- Diano, cual bestia feroz, se pone mas sediento de su sangre, y grita que se le crucifique. ¿Qué impresión baria gobre el corazón de esta Madre desolada un objeto tan triste? ¿y qué cuchillos no clavarian en su corazón aquellos gritos bárbaros? Sin embargo, las miras del Eterno Padre no se limitan á que la Santísima Virgen consienta en el sangriento sacriüeio de su querido Hijo, es preciso Santísima Virgen bajo de este título de nuestra Seflora de la Compasión. 2 Es una práctica de devoción muy religiosa el rezar todos los viernes del afío, y todos los dias de esta Octava, esto es, hasta el Viernes sanio, la prosa que comienza por estas palabras: «StabatMater dolorosa.» Imponeos una ley de guardar de hoy en adelante esta santa práctica. Honrad singularmente los misterios que se llaman dolorosos de esta Sanlisima Reina de los mártires: contemplad estos misterios todos los viernes en el rosario. Estos misterios dolorosos son: la agonía de nuestro Seíior en el huerto además que ella lo presencie; que le vea con sus propios de las Olivas; su flagelación; su coronación de espinas; ojos, exhausto de fuerzas y desangre, sucumbir bajo el peso de su cruz; es preciso que oiga todos los golpes del marlillo que se dan sobre los clavos que traspasan sus su postración bajo del peso de la cruz; su crucifixión. So medita cada uno de estos misterios en cada decena del rosario. Alistaos en la cofradía de la Santísima Virgen, piés y sus manos; es preciso, en fin, que le vea levantado bajo del título de nuestra Señora de los Dolores, la en la cruz, ultrajado en la cruz, espirar, en fin, en la •cruz, en medio de los dolores mas crueles y mas agudos. ¿Qué llaga, qué tormento, qué dolor hay en Jesucristo, que María no haya sufrido en su alma? y á no ser por uno Iglesia autoriza estas devociones, y nunca serán demasiadas las prácticas de piedad en que nos ejercitemos para honrar á la Santísima Virgen, y para merecer su protección. délos mayores milagros, ¿no debia espirarla Madre de dolor antes que el Hijo? ¿podia por lo menos sobrevivirle?¿IIubo, pues, jamás martirio mas cruel que el que ha sufrido por amor de nosotros la Santísima Virgen? ¿Y qué título mas justo, ni mejor adquirido, que el de lU'ina do los mártires? I'ero tengamos presente que ha sufrido con tanta resignación, en silencio y sin quejarse por amor de nuestra salud. ¡Qué sentimiento de amor, de ternura, de veneración y de reconocimiento no debemos tener para con esta Madre de Dios, que ha tejido como un honor, por decirlo así, el serlo también nuestra! SABADO DE PASION. El sábado después de la dominica de Pasión se ha llamado vacante en el órden del rezo romano; esto es, queno tenia oficio particular ni estación pública, á causa deque el papa estaba en este dia ocupado en repartir la limosna á los pobres, con que les proporcionaba el medio de que posasen mas cómodamente la Semana Santa y fiestas de Pascua en los ejercicios de religión y de piedad. Estas limosnas se hacian en la iglesia de San Pedro en el Vaticano, no solo á los pobres de la ciudad, sino también álos eslranjeros, y á los pobres enfermos de los diferentes cuarteles que no podían venir, ó que tenian vergüenza de Yo os pido, Señor, por la iulercesion de la Santísima presentarse allí. Hacíase también laceremonia de lavar los Virgen, estos piadosos y religiosos sentimientos; dignaos piés á los pobres, anticipando estas dos acciones queahora •recibir y confirmar para siempre el sacrificio que hago se hacen el Jueves santo, para que en este dia quedase totalmente de mí mismo, en obsequio de vuestra Santísima Madre. mas tiempo para vacar á los oficios y á las ceremonias de la Iglesia que son muy largos. J.VCÜLATOUUS.—O Madre llena de amor, haced que yo •sienta los golpes de dolor que traspasan vuestra alma, á El introito déla misa es el mismo que el de la misa del fin de que una mis lágrimas á las vuestras, (La Iglesia dia precedente: Interesaos, Señor, en mi aflicción, ella no eo el himno Stabul Mater.) puede ser mas grande. Toda mi confianza la tengo en vos;

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conocer la ternura, el ardor, la perfección <strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong><br />

María, para compren<strong>de</strong>r io que ella ha sufrido á causa<br />

<strong>de</strong> los malos Iralamicntos que se han hetho á su querido<br />

Hijo.<br />

Haced, mi querida Madre, que yo mezcle mis llantos<br />

con los vuestros, y que el resto <strong>de</strong> mi vida participe<br />

con vos <strong>de</strong> los dolores que habéis sentido al pié <strong>de</strong> la cruz<br />

<strong>de</strong> mi Salvador. (Id.)<br />

PUMO SEGUNDO.—Consi<strong>de</strong>ra lo que la Santísima Virgen<br />

fca sufrido principalmente en la pasión y en la muerte<br />

<strong>de</strong>l Salvador. Se ha mirado siempre como el colmo <strong>de</strong> la<br />

inhumanidad, y el mas cruel <strong>de</strong> lodos los suplicios, el<br />

obligar álos hijos á ser testigos do los tormentos que se<br />

hacian sufrir á su padre, y estar presentes á su muerte,<br />

líéorlemos, pues, ahora, qué esceso <strong>de</strong> angustia, y qué<br />

aflicción 'tan morlal seria para la Santísima Virgen el saber<br />

con que indignidad, cen qué ultraje y crueldad era<br />

llevado el Salvador por la ciudad do Jcrusahm, con qué<br />

«acrílego <strong>de</strong>sprecio era tratado en casa <strong>de</strong> los sacerdotes,<br />

en la <strong>de</strong> Pilatos, en la <strong>de</strong> Ilero<strong>de</strong>s y en lodos aquellos<br />

impíos tribunales. No sufre simplemente como la mas<br />

tierna <strong>de</strong> las madres, sufre también como una Madre<br />

-tierna que sabe qae aquel Hijo tan querido, á quien se<br />

trata con tanta infamia, es verda<strong>de</strong>ro Dios. Presente á la<br />

PROPÓSITOS.<br />

1 Una compasión seca y puramente especulativa es<br />

poco interesante. Participar <strong>de</strong> los dolores <strong>de</strong> una persona<br />

afligida, es sentirlos verda<strong>de</strong>ramente. Si el Salvador sufre<br />

y mucre por nuestra salud, también por amor nuestro<br />

sufre la Santísima Virgen un martirio tan largo y tan<br />

cruel, i Qué dureza, qué ingratitud mas negra, el tomar<br />

poco interés por lo que la Santísima Virgen ha sufrido por<br />

causa nuestra! Vituperaos el haber sido hasta aquí tan<br />

poco sensibles. ¡ Ah! ¿quién es el que piensa en honrar,<br />

en reconocer la pasión <strong>de</strong> la Saniísiina Virgen? ¡cuántos<br />

mueren sin haber pensado jamás en ellal Reparad este<br />

irreligioso olvido, por el zelo que <strong>de</strong>béis tener <strong>de</strong> aquí<br />

a<strong>de</strong>lante en honrar particularmente, con todo género do<br />

prácticas <strong>de</strong> piedad, esta fiesta-, celebradla con <strong>de</strong>voción,<br />

flagelación, ¿ qué golpe <strong>de</strong> azote <strong>de</strong>ácarga sobre el Hijo, comulgad con este fin, tened una <strong>de</strong>voción particular á la<br />

que no <strong>de</strong>scargue sobre el corazón y el alma <strong>de</strong> la Madre ?<br />

Jesús, cuasi sin figura <strong>de</strong> hombre, es mostrado á aquel<br />

pueblo bárbaro para ver si se le mueve á alguna compasión<br />

; y aquel pueblo, horror y execración <strong>de</strong>l género hu-<br />

Diano, cual bestia feroz, se pone mas sediento <strong>de</strong> su sangre,<br />

y grita que se le crucifique. ¿Qué impresión baria<br />

gobre el corazón <strong>de</strong> esta Madre <strong>de</strong>solada un objeto tan<br />

triste? ¿y qué cuchillos no clavarian en su corazón aquellos<br />

gritos bárbaros? Sin embargo, las miras <strong>de</strong>l Eterno<br />

Padre no se limitan á que la Santísima Virgen consienta en<br />

el sangriento sacriüeio <strong>de</strong> su querido Hijo, es preciso<br />

Santísima Virgen bajo <strong>de</strong> este título <strong>de</strong> nuestra Seflora <strong>de</strong><br />

la Compasión.<br />

2 Es una práctica <strong>de</strong> <strong>de</strong>voción muy religiosa el rezar<br />

todos los viernes <strong>de</strong>l afío, y todos los dias <strong>de</strong> esta Octava,<br />

esto es, hasta el Viernes sanio, la prosa que comienza por<br />

estas palabras: «StabatMater dolorosa.» Imponeos una<br />

ley <strong>de</strong> guardar <strong>de</strong> hoy en a<strong>de</strong>lante esta santa práctica.<br />

Honrad singularmente los misterios que se llaman dolorosos<br />

<strong>de</strong> esta Sanlisima Reina <strong>de</strong> los mártires: contemplad<br />

estos misterios todos los viernes en el rosario. Estos misterios<br />

dolorosos son: la agonía <strong>de</strong> nuestro Seíior en el huerto<br />

a<strong>de</strong>más que ella lo presencie; que le vea con sus propios <strong>de</strong> las Olivas; su flagelación; su coronación <strong>de</strong> espinas;<br />

ojos, exhausto <strong>de</strong> fuerzas y <strong>de</strong>sangre, sucumbir bajo el<br />

peso <strong>de</strong> su cruz; es preciso que oiga todos los golpes <strong>de</strong>l<br />

marlillo que se dan sobre los clavos que traspasan sus<br />

su postración bajo <strong>de</strong>l peso <strong>de</strong> la cruz; su crucifixión. So<br />

medita cada uno <strong>de</strong> estos misterios en cada <strong>de</strong>cena <strong>de</strong>l<br />

rosario. Alistaos en la cofradía <strong>de</strong> la Santísima Virgen,<br />

piés y sus manos; es preciso, en fin, que le vea levantado bajo <strong>de</strong>l título <strong>de</strong> nuestra Señora <strong>de</strong> los Dolores, la<br />

en la cruz, ultrajado en la cruz, espirar, en fin, en la<br />

•cruz, en medio <strong>de</strong> los dolores mas crueles y mas agudos.<br />

¿Qué llaga, qué tormento, qué dolor hay en Jesucristo,<br />

que María no haya sufrido en su alma? y á no ser por uno<br />

Iglesia autoriza estas <strong>de</strong>vociones, y nunca serán <strong>de</strong>masiadas<br />

las prácticas <strong>de</strong> piedad en que nos ejercitemos para<br />

honrar á la Santísima Virgen, y para merecer su protección.<br />

délos mayores milagros, ¿no <strong>de</strong>bia espirarla Madre <strong>de</strong><br />

dolor antes que el Hijo? ¿podia por lo menos sobrevivirle?¿IIubo,<br />

pues, jamás martirio mas cruel que el que<br />

ha sufrido por amor <strong>de</strong> nosotros la Santísima Virgen?<br />

¿Y qué título mas justo, ni mejor adquirido, que el <strong>de</strong><br />

lU'ina do los mártires? I'ero tengamos presente que ha<br />

sufrido con tanta resignación, en silencio y sin quejarse<br />

por amor <strong>de</strong> nuestra salud. ¡Qué sentimiento <strong>de</strong> amor,<br />

<strong>de</strong> ternura, <strong>de</strong> veneración y <strong>de</strong> reconocimiento no <strong>de</strong>bemos<br />

tener para con esta Madre <strong>de</strong> Dios, que ha tejido<br />

como un honor, por <strong>de</strong>cirlo así, el serlo también<br />

nuestra!<br />

SABADO DE PASION.<br />

El sábado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la dominica <strong>de</strong> Pasión se ha llamado<br />

vacante en el ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l rezo romano; esto es, queno<br />

tenia oficio particular ni estación pública, á causa <strong>de</strong>que<br />

el papa estaba en este dia ocupado en repartir la limosna<br />

á los pobres, con que les proporcionaba el medio <strong>de</strong> que<br />

posasen mas cómodamente la Semana Santa y fiestas <strong>de</strong><br />

Pascua en los ejercicios <strong>de</strong> religión y <strong>de</strong> piedad. Estas limosnas<br />

se hacian en la iglesia <strong>de</strong> San Pedro en el Vaticano,<br />

no solo á los pobres <strong>de</strong> la ciudad, sino también álos<br />

eslranjeros, y á los pobres enfermos <strong>de</strong> los diferentes<br />

cuarteles que no podían venir, ó que tenian vergüenza <strong>de</strong><br />

Yo os pido, Señor, por la iulercesion <strong>de</strong> la Santísima<br />

presentarse allí. Hacíase también laceremonia <strong>de</strong> lavar los<br />

Virgen, estos piadosos y religiosos sentimientos; dignaos<br />

piés á los pobres, anticipando estas dos acciones queahora<br />

•recibir y confirmar para siempre el sacrificio que hago<br />

se hacen el Jueves santo, para que en este dia quedase<br />

totalmente <strong>de</strong> mí mismo, en obsequio <strong>de</strong> vuestra Santísima<br />

Madre.<br />

mas tiempo para vacar á los oficios y á las ceremonias <strong>de</strong><br />

la Iglesia que son muy largos.<br />

J.VCÜLATOUUS.—O Madre llena <strong>de</strong> amor, haced que yo<br />

•sienta los golpes <strong>de</strong> dolor que traspasan vuestra alma, á El introito déla misa es el mismo que el <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong>l<br />

fin <strong>de</strong> que una mis lágrimas á las vuestras, (La Iglesia dia prece<strong>de</strong>nte: Interesaos, Señor, en mi aflicción, ella no<br />

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