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Tomo Cuatro Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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n o<br />

pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que la incredulidad <strong>de</strong> los fariseos nos ha<br />

quitado todo preleslo <strong>de</strong> ser incrédiilos.<br />

<strong>Los</strong> enemigos <strong>de</strong>l Salvador creyeron que habiendo inlimidado<br />

al padre y a la madre podi ian allerar al hijo, y<br />

sacar <strong>de</strong> él un testimonio que pudiese al menos <strong>de</strong>bilitar<br />

Jos sentimientos <strong>de</strong> estima, <strong>de</strong> veneración y <strong>de</strong> admiración<br />

(¡ue teína producido en el púhlico este milagro. Llámanle,<br />

pues, segunda vez, y le dicen con un tono dulce y lisonjero<br />

: Tú no pue<strong>de</strong>s dará Dios mayor honor que confesando<br />

la verdad : dínos, pues, ingenuamente todo lo que ha<br />

hecho contigo aquel <strong>de</strong> quien tú hablas, como <strong>de</strong>l autor <strong>de</strong><br />

In curación. Tú no le conoces; nosotros le conocemos y<br />

sabmnos que es un malvado. Si es bueno, ó si es malvado,<br />

respondió, yo no entro á examinarlo ; vosotros juzgareis<br />

como os agradare. Vosotros sois sabios, y yo no lo soy;<br />

lodo lo que yo sé, y lo que no puedo ocultar, es que yo<br />

era ciego, y que ahora veo.<br />

Pero bien, prosiguieron ellos, ¿qué es lo que ha hecho<br />

contigo? ¿cómo le ha abierto los ojos? Confesemos que<br />

cuesta mucho al incrédulo, para justificarse consigo mismo,<br />

su incredulidad. No se trata <strong>de</strong> ¡lustrarse con la verdad,<br />

sino <strong>de</strong> tranquilizarse en su error. El pobre hombre<br />

fatigado con tantas preguntas y repreguntas, les respondió<br />

con un tono resuello é indignado: Os he dicho y vuelvo<br />

á <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> qué manera me ha dado la vista : os lo he<br />

dicho, vosotros lo habéis oido, ¿para qué queréis que lo<br />

repita? ¿acaso entraríais en gana <strong>de</strong> ser discípulos suyos?<br />

Esta palabra dicha con un aire natural é ingenuo, y sin<br />

<strong>de</strong>signio <strong>de</strong> ofen<strong>de</strong>rles, les chocó; no le respondieron mas<br />

que con injurias; sóaslo tú, si quieres, su discípulo; nosotros<br />

no queremos otro maestro que á Moisés, á quien sabemos<br />

que Dios habló. Este no sabemos quién es, ni <strong>de</strong><br />

dón<strong>de</strong> viene. Esto es lo maravilloso, repuso el hombre que<br />

había sido curado, que vosotros no sabéis <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> proce<strong>de</strong><br />

este hombre, ni quién es, y él me ha abierto los<br />

ojos á mí que be nacido ciego. Vosotros mismos nos<br />

enseñáis, que Dios no oye á los pecadores; que no hace<br />

milagros para autorizar la falsa piedad <strong>de</strong> los hipócrilas,<br />

sino que escucha benignamente á los que le sirven con<br />

fi<strong>de</strong>lidad. ¿Por ventura se ha oido jamás <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

principio <strong>de</strong> los siglos, que nadie haya abierto ios ojos <strong>de</strong><br />

im ciego <strong>de</strong> nacimiento? Este lo ha hecho; ¿y vosotros<br />

queréis que sea un malvado?.<br />

Una reflexión tan juiciosa y tan sabia no les pareció suportable<br />

á aquellos pretendidos doctores. Qué, le dijeron,<br />

¿lú que no eres mas que pecador; tú que no fuiste nunca<br />

nins que pecador; tú eras indigno <strong>de</strong> ver la luz, y tú le<br />

ingieres á hacer el dodor en esta asamblea? en verdad te<br />

cae bien, miserable, el darnos lecciones. Sal <strong>de</strong> aquí, y<br />

que jamás te se vea ya en esta asamblea. El Salvador,<br />

que no larda mucho en consolar á los que sufren por él,<br />

habiendo sabido que se le había echado y escoraulgado, le<br />

salió al encuentro, y habiéndole pregunfado sí creía en el<br />

Hijo <strong>de</strong> Dios: ¿Quién es, respondió el ciego curado? dádmele<br />

á conocer para que yo crea en él. Le has visto, le<br />

dijo Jesús: el que habla contigo, ese mismo es. Al oír estas<br />

palabras aquel pobre hombre trasportado <strong>de</strong> alegría:<br />

Yo creo, Sefior, esclamó, sí, yo creo; y arrojándose á sus<br />

pies, le adoró como á su Dios, su bienhechor y su soberano<br />

dueño. La fé viva <strong>de</strong> aquel nuevo discípulo consoló<br />

al Salvador <strong>de</strong>l endurecimiento <strong>de</strong> los fariseos. El milagro<br />

<strong>de</strong>l ciego curado los hizo á ellos todavía mas ciegos, la<br />

MIERCOLES CUARTO<br />

ceguera voluntaria es incurable. Dios previene. Dios solí -<br />

cila, Dios muevo, pero no nos convierte nunca si nosotros<br />

no queremos.<br />

La oración <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este día es como signe :<br />

Deus, quiet justis prwmia<br />

merilorum , ct peccainrihus<br />

perjejunium veniam proe'ies:<br />

miserere suppliñbus ínis,ul<br />

reatas nostri confessio indulgentiam<br />

valcai perciprre<br />

ddidorum. Per üominum...<br />

O Dios, que das á los justos<br />

el premio <strong>de</strong> sus méritos,<br />

y á los pecadores por virtud<br />

<strong>de</strong>l ayuno el perdón,<br />

compa<strong>de</strong>ceos <strong>de</strong> los que os<br />

suplican, á íin <strong>de</strong> que por la<br />

confesión <strong>de</strong> nuestros pecados<br />

podamos obtener el perdon<br />

<strong>de</strong> ellos. Por nuestro<br />

Señor, etc.<br />

La primera Epístola es lomada <strong>de</strong>l profcla Ezequicl, c. 36.<br />

¡Uve diril Dominas Deus: lié aquí lo que dice e'<br />

Sanctifieetá nomen mcim SaftOf Dios: Yo santificaré<br />

inagmm, quod pollulum est mi nombre gran<strong>de</strong> que ha<br />

iuter gentes, quod poUuislis sido profanado entre los<br />

hi medio earum: ut sciant gentiles, y que vosotros h i-<br />

genlcs quia ego Dominus, beis <strong>de</strong>shonrado en medio<br />

am sanctifmtus fuero invo- <strong>de</strong> ellos , para que las nabis<br />

coram eis. Tollam quippe clones idólatras sepan que<br />

vos <strong>de</strong> genlibus, et congrega- yo soy el Señor, cuando<br />

ho vos <strong>de</strong> imiversis terris, el hubiere sido santificado <strong>de</strong>addacam<br />

vos in terram ves- lante <strong>de</strong> ellas en medio do<br />

tram. El e(¡'nndani super vos vosotros. Yo os sacaré <strong>de</strong><br />

aquam mundam, el munda- entre los gentiles, osreunibimini<br />

ab ómnibus inquina- ré <strong>de</strong> lodos los pnises , y os<br />

meniis veslris, el abuniver- llevaré á vuestra tierra. Yo<br />

sis idolis veslris muadabo <strong>de</strong>rramaré sobre vosotros<br />

vos. El dabo vobis cor no- una agua pura, y quedareis<br />

vían, el spirihmnovum po- limpios <strong>de</strong> vuestras mannamin<br />

medio veslri: ct au- chas, y os purificaré <strong>de</strong> las<br />

feram cor tapi<strong>de</strong>um <strong>de</strong> carne inmundicias <strong>de</strong> lodos vnesveslra,<br />

el dabo vobis cor car- Iros ídolos. Yo os daré un<br />

neum. El spiriiam mmm corazón nuevo , y suscitaré<br />

ponam in medio veslri: et un espíritu nuevo en medio<br />

faciam ul in prwceplis meis <strong>de</strong> vosotros; quitaré do<br />

innhuU'lis , et judic.ia mea vueslra carne el corazón do<br />

euslodialis, el operemini. Et piedra, y os daré un corahahiiahiiis<br />

in tena , qnam zon <strong>de</strong> carne. Yo colocaré<br />

<strong>de</strong>dipalrilms veslris: el míís mi espírilti en medio <strong>de</strong> vonúhi<br />

populum, el ego ero vo- sotros, y haré que marchéis<br />

bis in Dcum: dicil Dominas por el camino <strong>de</strong> mis preomnipotens,<br />

ceplos , y (pie guardéis mis<br />

mandamientos , y los pongáis<br />

en práctica. Habitareis<br />

en la tierra que he dado á<br />

vuestros padres , seréis mi<br />

pueblo, y yo seré vuestro<br />

Dios, dice el Seüor omnipotente.<br />

Ezequiel no cesado echar en cara á los judíos sus abominaciones<br />

y su idolatría. Él predice un pue'do escogido y<br />

fiel á quien Dios dará un corazón y un espii itu nuevo. Esto<br />

Profeta fué muerto por un príncipe <strong>de</strong> su nación, á quien<br />

había reprendido porque adoraba los ídolos. El Martirologio<br />

romano hace mención <strong>de</strong> ól en el día 10 <strong>de</strong> abril.

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