Tomo Cuatro Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

27.08.2017 Views

inomonlo, precipitó en los infiernos, y condenó !>1 suplicio eterno un gran mímero decrialiirus lan escelenlos (pie podían dar á Dios lanía gloria por toda la eternidad , y que Dios habia criado singulannenle para su gloria. Concibamos después de esto, si es posible, lo que es un pecado moría!. Este pecado que se cooietc tan fácilmente y cuasi sin remordimienlos; osle pecado lan universal en todas las. edades di' la vida; éfele pecado que se comete basta riéndose y sin sentirlo. Dios mió, ¿conocemos esta religión? ¿lenemos siquiein una lintura de ella? Nos familiarizamos con el pecado, y el menor pecado 11101 lal es el mayor mal » el único mal qué hay en el inundo; ¿y se vive un momonlo en pecado? l'i vro SI:GLNDO.—Considera que por mas terrible que sea la pena con que üios castiga el pecado, nunca iguala á toda su malicia. Un solo pecado do desobediencia privó al primer hombre de la justicia original, le despojó de todos los dones sobrenaturales, le atrajo á él y á loJa su posteridad la mullilud cuasi iníinila de lodo gém'ro dómales que nos harán gemir basta el fin de los siglos. Seis mi! años hace ya que Dios se venga; su venganza ne está todavía satisfecha; ella durará tanto como el mundo; el fuego del iníierno que osle enojo ha encendido durará una eternidad; concibamos, repito , si es posible, por unos efectos lan terribles , la malicia de la causa que los produce. ¡Cuántas personas de una virtud dislinguidn, ricas en méritos, que habían llegado á un grado sublime, por un solo pecado modal se han condenado desgraciadamentel Aun cuando se haya vivido seseóla y ochenta años en el ejercicio de la penilencia; aun cuando se hayan praclicado los actos de las virtudes mas heroicas; aun cuando se haya convertido lodo el universo, y aun cuando se haya hecho hasta milagros; un solo pecado mortal destruye, aniquila, por decirlo así, todo esto en un momento; en un momenlose cae en desgracia de Dios; en un momento se hace uno horrible á sus ojos; y si se muere en el pecado , se hace eternamenlc objeto fala! de su cólera y de sus venganzas. Es, pui'S, innegable que el pecado, propiamente hablando, no solamente, es el único mal, sino que no puede bab.irotro mal que él; ^y se le mira como íal? ¡Ah! el pecado agrada, el pecado tiene atractivos, y podría decirso que muchos no hallan gusto en los placeres sino cuando están, por decirlo así, sazonados por algún pecado. ¿No soy yo de esle número? ^üué. horror he tenido yo hasta aquí del pecado? ¡Ah Señor! si consulto mi facilidad en cometerle, y el poco dolor que he tenido de haberle comelido, ¿qué es ío (pie debo pensar? ¿qué puedo yo decir? ¡Yo detesto, ó Dios mío, mi ceguera ! ¡yo admiro, jo adoro vuestra bondad y vuestra paciencia! Perdonadme mis desórdenes pasados; mi dolor lo va á dar á conocer mi peuiteucia. El pecado es el único mal qüe yo tengo que temer; ¿ será en efoclo el único (pie temeré ? JACULATORIAS.—Borrad, Señor, miiniquidad", y si soy tan dichoso que ya esté purificado, lavadme todavía mas y mas, purilicadme aun m is. (Psalm. ;>0.) ¿Seria posible, ó Dios mió, que yo pudiese jamás co- DE CUAIUÍSMA. meter un mal lan .Genes. 39.) 217 grande, y resolverme á oféndelos? ntoPósiTOS. 1 «Huid del pecado como de una serpiente,» dice el Sabio, «a la cual si os acercáis os picará.» No tengáis horror de hoy mas sino al pecado. Las enfermedades, la pérdida de los bienes, las adversidades y los accidentes mas molestos de la vida merecen poco el nombre de mal, puesto que todo esto puede ser útil. No deseis nada, no emprendáis nada á que no acompañe este temor saludable, y haced muchas veces al día, ó por lo ménos todas las mañanas esta bella oración de la Iglesia: «Sefior Dios omlíipotcnle, sostenedme con vuestra divina gracia en este dia para que no cometa ningún pecado, sino que lodos mis pensamientos, mis palabras y mis acciones no se dirijan mas que á cumplir vuestra santa voluntad, y que todas sean según las reglas de vuestra justicia; por nuestro Sefior Jesucristo. Amen.» 2 No basta tener horror al pecado, es preciso también tener cuidado de inspirar este horror á todos los que. están bajo de nuestro mai.dj. La mayor parle de los hijos serian lan santos como un san Luis, si lodos los padres fuesen lan religiosos como la reina Ulanca. No pasaba dia en que esta piadosa princesa no dijese muchas veces al jó\eu rey: Hijo mío, por grande que sea la ternura con que le amo, querria mas, sin embargo, verle muerto, que el saber que hubieses de cometer un solo pecado mortal durante fu vida. Aprovechaos de esta instrucción; imitad este ejemplo. No paséis dia alguno sin que deis una lección semejante á vuestríis hijos; anticipaos aunque tengan uso de razón, para'inspirarlcs este horror al pecado y este temor saludable. ¡Cuánlos vivirían en la inocencia, cuánlas familias serían felices, si se mirase como una obligación el inspirar desde muy teniprano á los niños este horror al pecado I MIÉRCOLES CUARTO DE CUARESMA. Llámase esle día el miércoles del ciego de nacimienlo, á causa del Evangelio que se lee en la misa : se. llamaba también el día del grande Escrulinio, porque en esle dia se hacia solemnemenle el examen de los catecúmenos que debían admitirse al bautismo diez y ocho dias después. Se llama este examen el grande Escrulinio, porque era precedido y seguido de algunos otros ménos considerables- ¡labia onliiianamenle siele escrutinios; es decir, siete dias de Cuaresma,destinados para examinar é inslruirálos que pedían el b iulism;); pero el que se hacia en este dia era el principal y el mas solemne, lo que ha dado motivo para que se dé á esle dia el nombre de «feria de los Escrutinios» con preferencia á los otros seis. Toda la misa hace reía cioit al bautismo. El introito: «Yo derramaré sobre vosotros una agua pura y saludable.» La Epístola de donde eslá lomado esle introito, es un compendio de los efectos del bautismo; y el Evangelio del ciego de nacimienlo á quien el Salvador no quiso dar la vista sino con la precisión de que fuéso á lavarse en la piscina , représenla la ceguera espiritual del alma ánles de ser reengendrada por esle admirable sacramento. A la hora de tercia se hacían venir á la iglesia á lodos los que debían ser bautizados; se escribían sus nombres y Toai3 iv. 28

2t8 los di; las personas que debi.'m tonoilus on la faente Inulismal. SÍ', hacian exorcismos sobre ellos, y la un; ion do la saliva. Se Icia la lección del proíela Ezcquie), que es la primera Epístola de la misa, y despuos la de Isaías que es la segunda, con sus graduales. Después se liacia la ceremonia de la aberlura de las orejas, como para poner los calecúmenos en estado do escm bar el Evangelio y el símbolo do la fé que se los iba á osponer, y oslo ha hecho qnc se llamase lambió» osle dia el miércoles de. la abet lura do los oídos. La esposicion de! Evangelio era seguida de la noticia del símbolo, en la cual so proponía á los calecúmenos idóneos, y deslinadíis al bautismo próximo, el símbolo de la fó, y esta doble ceremonia era procedida de las renuncias á las vanidades y pompas del mundo, y á las sugestiones del demonio y de la carno que so les hacia hacer. Se pasaba del símbolo i la oración dominical, y oslas santas y sagradas ceremonias del grande oscrulinio duraban una gran parlo del dia. Como no debían bautizar mas que los adultos, so empleaban muchos dias en las ceremonias del bautismo. Después que la Iglesia hacroklo á propósito y aun necesario el conferir el buulisino á los niíios, se han reducido lodas eslas solemnidades, sin omilir ninguna de las principales ceremonias. «Guando hubiere sid) santificado en medio de vosotros, os congregaré de lodas las parles de la tierra, y derramaré S)bro vosotros una agua pura, y vosotros seréis purificados do todas vuestras manchas, y os daré un espíritu nuevo. Por esta profecía do E/.equiol comienza la misa de esto dia. Se vo basíanle la relación que eslas palabras tienen con el bautismo, cuyas principales ceremonias se hacian en osle din como so ha dicho. La primera Epístola os ima figura emblemática de él. Eslá tomada del capítulo 3G del profeta Ezoquiol, on dondo Dios promeic á su pueblo sacarle do la Iristo Dauüvidad en que gomia, derramar sobro él una agua pura, y puriücarledo todo lo que lo manchaba; lo cual es una predicción muy clara de! bautismo do Jesucristo, cuya sangro comunica al agua la virtud do borrar el pecado de los que croen on él. Dios dice también por boca del mismo profeta, que les dará un corazón nuevo y un nuevo espíritu, arrancando al mismo tiempo de ellos el corazón duro y terreno de quo oslaban animados, y el cnlendimionto grosero y craso que les hacia indóciles. Yo eslableceró mi espíritu en medio do vosotros, el cual os ilustrará, os descubrirá el vacío y la nada de los bienes criados, y el falso brillo do lodo lo que deslumhra los sentidos, do todo lo quo agrada, y haciéndoos conocer el precio de los bionoá espirituales, o? dará ol gusto do ellos, dándoos la inteligencia de los mas altos misterios. La gracia que yo dorramf.rócn vosotros con mi espíritu, os hará guardar mis mandamientos con alegría, os hará marchar por mis caminos con fervor, añade el Señor: vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios, y os miraré como el objeto de mi ternura. A la verdad, después do la vuelta do la cautividad losjudíosdieronménos motivo de queja y denota, espocialmcnlo con respecto á la idolatría y á los demás, desórdenes que con tanta frecuencia se les habían ochado en cara por los profetas, antes de la cautividad; poro está muy lójos de que hayan llenado en rigor loda la idea doporíocciun que aquí y en otros patajes do la Escritura se los traza. ¿Qué ilc.-arreglos no habia en el pueblo en tiempo de Nohomías? MIERCOLES CUAUTO ¿y hasla qué [imitono llevaron los mismos sacerdotes la idolatría on los dias de los Macaboos, en medio do Jerusalon y á la vista del templo? ¿qué impiedades, qué ahominacioneson tiempo do Jason, usurpador del nombre y do ta dignidad do gran sacordolo? Solo en la Iglesia es on donde debia cumplirse esta profecía. Solo Jesucristo ha sido el que propiamente ha obrado on sus fieles las uuilacionos maravillosas quo señala aquí. Él es oí quo quila con su gracia el corazón do piedra, aquel corazón duroy torrono, aquel corazón lodo material y sensual que formaba el carácter de los judíos; él os el que d'a un corazón do carni1, esto os, un corazón tierno, un corazón dócil y reconocido; él es, on fin, ol que derrama im ospírilu nuevo, y arroja el ospírilu antiguo; él nos purifica do nuestras méínchas, y por medio do su gracia nos da fuerzas para porsoverar libremente en el bien. Con el mismo ospírilu y on o! mismo sentido ha elegido la Iglesia para ti segunda Ep.íslaia do la misa de esto dia, aquel pasaje del profeta Isaías en que descubriéndonos Dios los tesoros mQnilos de su misericordia, y las riquezas do su bondad, nos manda que nos purifiquemos de nuestras iniquidades, y nos lavemos do nuestras manchas. Lavaos, purificaos. No pide un lavatorio, ni una purificación estorior, como parecía quo lo onlendiau los judíos: quiere una pureza interior, una purificación del alma que no sobaco sino por la conversión del corazón, por la penitencia, por la caridad; lo (pío sigue manifiesta bástanle que Dios no habla mas quo de la inocencia ; quitad do dolante do mis ojos la mrdignidad do vuestros deseos y do vueslros pensamientos, y cesad do obrar el mal. No basta, continúa, cesar do obrar el mal; aprended á hacer ol bien, á huir el mal, porque en hacer ol bien es en lo que consiste la justicia. Amad la rectitud, guardad buena fé, y no hagáis agravio á nadie. Asistid al pobre, haced justicia al huérfano, defended la viuda, ejercitaos en las obras de misericordia, haced bien á lodos; y después de esto, yo os permito que os quejéis do mi severidad, y me acuséis do que soy un señor duro y austero, Í-¡ OS miro con malos ojos, si os despido cuando viniereis á mí, si cierro mis oídos á vuestros votos y á vuestras peticiones. En verdados digo quo aun cuando vuestros pecados fuesen tan visibles como ia escarlata, y vuestra alma estuviese fon teñida como ol paño teñido do nn rojo vivo, se pondrá blanca como la nievo. Sí, aun cuando fuesen tan-rojos vuestros pecados comí la grana, so blanquearán como la lana mas blanca. No os esto decir que el picado dejonunca de ser pecado; lo que Dios quiere darnos á entender os quo por mas enormes que sean nuestros pecados, por grande quesea su número, luego que el pecador so convierte de buena fé, Dios le perdona lodos sus pecados, y on virtud do esto perdón, el alma recobra la inocencia. ¡Qué misericordioso y qué bueno es nuestro Dios! ¡Qué motivo tan poderoso de confianza ofrecen estas espresiones! Nada osprosa mejor los efectos maravillosos del banlismo y do la penitencia quo estas comparaciones. No tiene ménos relación con el ofoclo do estos sacrair.cnlos ol Evangelio do la misa do esto dia; en él se contiene la curación del ciego do nacimiento. Nada hay tan admirable como esto milagro. Pafiando el Salvador un sábado por una callo do Jorusa- IQQ vió un hombro ciego do nacimiento; so compadeció do él, y resolvió curarle. Pero áulos do obrar esto gran mi-

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los di; las personas que <strong>de</strong>bi.'m tonoilus on la faente Inulismal.<br />

SÍ', hacian exorcismos sobre ellos, y la un; ion do<br />

la saliva. Se Icia la lección <strong>de</strong>l proíela Ezcquie), que es la<br />

primera Epístola <strong>de</strong> la misa, y <strong>de</strong>spuos la <strong>de</strong> Isaías que es<br />

la segunda, con sus graduales. Después se liacia la ceremonia<br />

<strong>de</strong> la aberlura <strong>de</strong> las orejas, como para poner los<br />

calecúmenos en estado do escm bar el Evangelio y el símbolo<br />

do la fé que se los iba á osponer, y oslo ha hecho qnc<br />

se llamase lambió» osle dia el miércoles <strong>de</strong>. la abet lura do<br />

los oídos. La esposicion <strong>de</strong>! Evangelio era seguida <strong>de</strong> la<br />

noticia <strong>de</strong>l símbolo, en la cual so proponía á los calecúmenos<br />

idóneos, y <strong>de</strong>slinadíis al bautismo próximo, el símbolo<br />

<strong>de</strong> la fó, y esta doble ceremonia era procedida <strong>de</strong> las renuncias<br />

á las vanida<strong>de</strong>s y pompas <strong>de</strong>l mundo, y á las<br />

sugestiones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio y <strong>de</strong> la carno que so les hacia hacer.<br />

Se pasaba <strong>de</strong>l símbolo i la oración dominical, y oslas<br />

santas y sagradas ceremonias <strong>de</strong>l gran<strong>de</strong> oscrulinio duraban<br />

una gran parlo <strong>de</strong>l dia. Como no <strong>de</strong>bían bautizar<br />

mas que los adultos, so empleaban muchos dias en las<br />

ceremonias <strong>de</strong>l bautismo. Después que la Iglesia hacroklo<br />

á propósito y aun necesario el conferir el buulisino á los<br />

niíios, se han reducido lodas eslas solemnida<strong>de</strong>s, sin omilir<br />

ninguna <strong>de</strong> las principales ceremonias.<br />

«Guando hubiere sid) santificado en medio <strong>de</strong> vosotros,<br />

os congregaré <strong>de</strong> lodas las parles <strong>de</strong> la tierra, y <strong>de</strong>rramaré<br />

S)bro vosotros una agua pura, y vosotros seréis purificados<br />

do todas vuestras manchas, y os daré un espíritu<br />

nuevo. Por esta profecía do E/.equiol comienza la misa <strong>de</strong><br />

esto dia. Se vo basíanle la relación que eslas palabras tienen<br />

con el bautismo, cuyas principales ceremonias se<br />

hacian en osle din como so ha dicho.<br />

La primera Epístola os ima figura emblemática <strong>de</strong> él.<br />

Eslá tomada <strong>de</strong>l capítulo 3G <strong>de</strong>l profeta Ezoquiol, on dondo<br />

Dios promeic á su pueblo sacarle do la Iristo Dauüvidad<br />

en que gomia, <strong>de</strong>rramar sobro él una agua pura, y puriücarledo<br />

todo lo que lo manchaba; lo cual es una predicción<br />

muy clara <strong>de</strong>! bautismo do Jesucristo, cuya sangro<br />

comunica al agua la virtud do borrar el pecado <strong>de</strong> los<br />

que croen on él. Dios dice también por boca <strong>de</strong>l mismo<br />

profeta, que les dará un corazón nuevo y un nuevo espíritu,<br />

arrancando al mismo tiempo <strong>de</strong> ellos el corazón duro<br />

y terreno <strong>de</strong> quo oslaban animados, y el cnlendimionto<br />

grosero y craso que les hacia indóciles. Yo eslableceró mi<br />

espíritu en medio do vosotros, el cual os ilustrará, os <strong>de</strong>scubrirá<br />

el vacío y la nada <strong>de</strong> los bienes criados, y el falso<br />

brillo do lodo lo que <strong>de</strong>slumhra los sentidos, do todo lo<br />

quo agrada, y haciéndoos conocer el precio <strong>de</strong> los bionoá<br />

espirituales, o? dará ol gusto do ellos, dándoos la inteligencia<br />

<strong>de</strong> los mas altos misterios. La gracia que yo dorramf.rócn<br />

vosotros con mi espíritu, os hará guardar mis<br />

mandamientos con alegría, os hará marchar por mis caminos<br />

con fervor, aña<strong>de</strong> el Señor: vosotros seréis mi pueblo,<br />

y yo seré vuestro Dios, y os miraré como el objeto <strong>de</strong><br />

mi ternura.<br />

A la verdad, <strong>de</strong>spués do la vuelta do la cautividad losjudíosdieronménos<br />

motivo <strong>de</strong> queja y <strong>de</strong>nota, espocialmcnlo<br />

con respecto á la idolatría y á los <strong>de</strong>más, <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes que<br />

con tanta frecuencia se les habían ochado en cara por los<br />

profetas, antes <strong>de</strong> la cautividad; poro está muy lójos <strong>de</strong><br />

que hayan llenado en rigor loda la i<strong>de</strong>a doporíocciun que<br />

aquí y en otros patajes do la Escritura se los traza. ¿Qué<br />

ilc.-arreglos no habia en el pueblo en tiempo <strong>de</strong> Nohomías?<br />

MIERCOLES CUAUTO<br />

¿y hasla qué [imitono llevaron los mismos sacerdotes la<br />

idolatría on los dias <strong>de</strong> los Macaboos, en medio do Jerusalon<br />

y á la vista <strong>de</strong>l templo? ¿qué impieda<strong>de</strong>s, qué ahominacioneson<br />

tiempo do Jason, usurpador <strong>de</strong>l nombre y<br />

do ta dignidad do gran sacordolo? Solo en la Iglesia es on<br />

don<strong>de</strong> <strong>de</strong>bia cumplirse esta profecía. Solo Jesucristo ha<br />

sido el que propiamente ha obrado on sus fieles las uuilacionos<br />

maravillosas quo señala aquí. Él es oí quo quila con<br />

su gracia el corazón do piedra, aquel corazón duroy torrono,<br />

aquel corazón lodo material y sensual que formaba el<br />

carácter <strong>de</strong> los judíos; él os el que d'a un corazón do<br />

carni1, esto os, un corazón tierno, un corazón dócil y reconocido;<br />

él es, on fin, ol que <strong>de</strong>rrama im ospírilu nuevo,<br />

y arroja el ospírilu antiguo; él nos purifica do nuestras<br />

méínchas, y por medio do su gracia nos da fuerzas para<br />

porsoverar libremente en el bien.<br />

Con el mismo ospírilu y on o! mismo sentido ha elegido<br />

la Iglesia para ti segunda Ep.íslaia do la misa <strong>de</strong> esto<br />

dia, aquel pasaje <strong>de</strong>l profeta Isaías en que <strong>de</strong>scubriéndonos<br />

Dios los tesoros mQnilos <strong>de</strong> su misericordia, y las riquezas<br />

do su bondad, nos manda que nos purifiquemos <strong>de</strong><br />

nuestras iniquida<strong>de</strong>s, y nos lavemos do nuestras manchas.<br />

Lavaos, purificaos. No pi<strong>de</strong> un lavatorio, ni una purificación<br />

estorior, como parecía quo lo onlendiau los judíos:<br />

quiere una pureza interior, una purificación <strong>de</strong>l alma que<br />

no sobaco sino por la conversión <strong>de</strong>l corazón, por la penitencia,<br />

por la caridad; lo (pío sigue manifiesta bástanle<br />

que Dios no habla mas quo <strong>de</strong> la inocencia ; quitad do dolante<br />

do mis ojos la mrdignidad do vuestros <strong>de</strong>seos y do<br />

vueslros pensamientos, y cesad do obrar el mal. No basta,<br />

continúa, cesar do obrar el mal; apren<strong>de</strong>d á hacer ol bien,<br />

á huir el mal, porque en hacer ol bien es en lo que consiste<br />

la justicia. Amad la rectitud, guardad buena fé, y<br />

no hagáis agravio á nadie. Asistid al pobre, haced justicia<br />

al huérfano, <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>d la viuda, ejercitaos en las obras<br />

<strong>de</strong> misericordia, haced bien á lodos; y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto,<br />

yo os permito que os quejéis do mi severidad, y me acuséis<br />

do que soy un señor duro y austero, Í-¡ OS miro con<br />

malos ojos, si os <strong>de</strong>spido cuando viniereis á mí, si cierro<br />

mis oídos á vuestros votos y á vuestras peticiones. En verdados<br />

digo quo aun cuando vuestros pecados fuesen tan<br />

visibles como ia escarlata, y vuestra alma estuviese fon<br />

teñida como ol paño teñido do nn rojo vivo, se pondrá<br />

blanca como la nievo. Sí, aun cuando fuesen tan-rojos<br />

vuestros pecados comí la grana, so blanquearán como la<br />

lana mas blanca. No os esto <strong>de</strong>cir que el picado <strong>de</strong>jonunca<br />

<strong>de</strong> ser pecado; lo que Dios quiere darnos á enten<strong>de</strong>r<br />

os quo por mas enormes que sean nuestros pecados, por<br />

gran<strong>de</strong> quesea su número, luego que el pecador so convierte<br />

<strong>de</strong> buena fé, Dios le perdona lodos sus pecados, y<br />

on virtud do esto perdón, el alma recobra la inocencia.<br />

¡Qué misericordioso y qué bueno es nuestro Dios! ¡Qué<br />

motivo tan po<strong>de</strong>roso <strong>de</strong> confianza ofrecen estas espresiones!<br />

Nada osprosa mejor los efectos maravillosos <strong>de</strong>l banlismo<br />

y do la penitencia quo estas comparaciones.<br />

No tiene ménos relación con el ofoclo do estos sacrair.cnlos<br />

ol Evangelio do la misa do esto dia; en él se contiene<br />

la curación <strong>de</strong>l ciego do nacimiento. Nada hay tan<br />

admirable como esto milagro.<br />

Pafiando el Salvador un sábado por una callo do Jorusa-<br />

IQQ vió un hombro ciego do nacimiento; so compa<strong>de</strong>ció do<br />

él, y resolvió curarle. Pero áulos do obrar esto gran mi-

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