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200 DOMINGO CUARTO.<br />
<strong>de</strong> bien. No hay nadie dichoso sino mientras que es sanio,<br />
cualquiera otra ¡<strong>de</strong>a <strong>de</strong> felicidad es quimérica.<br />
El Evangelio <strong>de</strong> esle dia es tomado <strong>de</strong>l capitulo G <strong>de</strong><br />
In illo tempore: Ahiil Jesús<br />
trans mure GalilaecB^VLod<br />
est fémaiis: et sequebalur<br />
eum muhitudo magna, quia<br />
vi<strong>de</strong>bant signa, qim faciebat<br />
super his, qui infmnabatitur.<br />
Sabal ergo in mmitem Jesús,<br />
et ibi se<strong>de</strong>bal cum discipulis<br />
suis. Erat aulem proximum<br />
Paschay dics [estas Juioaorum.<br />
Cum subkvasscl ergo<br />
oculos Jesús, el vidisset quia<br />
muhitudo máxima venit ai<br />
eum, dixit ad Philippum:<br />
Und¿ ememus panes, ni manducenl<br />
hi? IIoc autm dicebat<br />
tcntans cum: ipse enim sciebat<br />
quid esset faclurus. Respondit<br />
ei Philippus: Duccntorum<br />
<strong>de</strong>nariorum panes non<br />
sufíicimleis, ul unusquisque<br />
modicum quid accipiat. DÍcil<br />
ei ums ex discipidis ejus,<br />
Andreas frater Simonis Petri:<br />
Esl puer mus hic, qui<br />
habet quinqué panes hor<strong>de</strong>aceos,<br />
el duospisces; sed hwc<br />
qxúdsunl ínter tantos? Dicii<br />
ergo Jesús; Faeile homines<br />
discumbere. Erat aulem<br />
((cnnm'multum in loco. Discubuerunt<br />
ergo viri, numero<br />
quasi quinqué millia. Accepil<br />
ergo Jesus panes: et cum<br />
gralias egisset, distribuit<br />
discumhentibas : similiter el<br />
ex piseibus , quantum volchant.<br />
üt aulem impleti smt,<br />
dixil discipulis suis: Colligile<br />
quw superavcrunl fragmenta,<br />
ne pereanl. Coll'gemnt<br />
ergo, et impleverunt<br />
duo<strong>de</strong>cim cophinos [ragmmtorum<br />
ex quinqué panibus<br />
hor<strong>de</strong>accis, qiue superfucrunl<br />
his , qui manducaveranl.<br />
lili ergo homines, cum<br />
ñdissenl quod Jesus fecerai<br />
signum, diecbant: Quia hic<br />
esl rere Propheia, qui venlurus<br />
esl in mundum. Jesus<br />
ergo cum cognovisset, quia<br />
venluri essent ut raperenl<br />
eum, el faccrent eum regem,<br />
fugil iterum in montcm ipse<br />
solus.<br />
san Juan.<br />
En aquel tiempo pasó Jesús<br />
al otro lado <strong>de</strong>l mar <strong>de</strong><br />
Galilea, qus es el <strong>de</strong> Tiberia<strong>de</strong>s,<br />
y una gran multitud<br />
le seguia, porque veian los<br />
milagros que hacia en favor<br />
<strong>de</strong> los que estaban enfermos.<br />
Subió, pues, Jesús<br />
á una montaña, y se sentó<br />
allí con sus discípulos. Estaba<br />
próxima la Pascua, dia<br />
festivo para los judíos. Habiendo,<br />
pues, levantado Jesus<br />
los ojos, y visto la gran<br />
muchedumbre que venia á<br />
él, dijo á Felipe: ¿ Con qué<br />
compraremos pan para que<br />
estos coman ? Esto lo <strong>de</strong>cia<br />
para probarle , porque el<br />
sabia bien lo que habia <strong>de</strong><br />
hacer. Felipe le respondió:<br />
El pan que pue<strong>de</strong> comprarse,<br />
con doscientos <strong>de</strong>narios*<br />
no bastaría para dar un pedazo<br />
á cada uno. Andrés,<br />
hermano <strong>de</strong> Simón Pedro,<br />
uno <strong>de</strong> los discípulos <strong>de</strong> Jesus,<br />
le dijo: Hay aquí un<br />
mozuelo que tiene cinco panes<br />
<strong>de</strong> cebada y dos peces;<br />
pero ¿qué vale esto para<br />
tanta gente? Daced que todos<br />
so sienten, dijo Jesus.<br />
Habia mucho Ueno en aqtiel<br />
sitio. Sentáronse , pues , en<br />
nú mero <strong>de</strong> cerca do cinco<br />
mil varones. Tomó luego<br />
Jesus el pan, y habiendo<br />
dado gracias, lo distribuyó<br />
entro los que estaban sentados<br />
, y lo mismo <strong>de</strong> los<br />
peces cuanto quisieron. Luego<br />
que se hubieron satisfecho,<br />
dijo á sus discípulos:<br />
Recoged los pedazos que<br />
han quedado para que no<br />
se <strong>de</strong>sperdicien. Recogiéronles,<br />
en efecto, y <strong>de</strong> los<br />
pedazos que quedaron <strong>de</strong><br />
los cinco panes <strong>de</strong> cebada á<br />
los que hablan comido, llenaron<br />
doce canastas. Al ver<br />
aquellas gentes el mitagro<br />
que Jesuc¡ isto habia obrado,<br />
<strong>de</strong>cían: Esle es sin duda<br />
e! profeta que <strong>de</strong>bo venir al<br />
mundo. Mas SÍ bu ndo Jesús<br />
MEDITACION.<br />
que iban á venir para llevarle<br />
y hacerlo rey, se íuó<br />
segunda vez solo á la montana.<br />
De los medios que lodos tenemos para obrar nueslra<br />
salvación.<br />
PUNTO Piiomno.—Consi<strong>de</strong>ra que uno dolos mas crueles<br />
y mas <strong>de</strong>sespcranlcs suplicios <strong>de</strong> los reprobos es la memoria<br />
viva y cierna, la representación clara y <strong>de</strong>tallada<br />
<strong>de</strong> los medios seguros y fáciles que han tenido para obrar<br />
su salvación. Yo he podido hacerme santo; Dios así loquería<br />
y yo he querido llegar á serlo: compren<strong>de</strong>mos toda la<br />
fuerza <strong>de</strong> esta convicción; pero ¿concebimos toda su amargura?<br />
No hay una sola criatura que consi<strong>de</strong>rada en sí mismí»<br />
no nos ofrezca un medio para conocer y para amar áDios,<br />
y si alguna se convierle en un obstáculo, es solo por el abuso<br />
que hacemos <strong>de</strong> ellas. <strong>Los</strong> bienes y los males <strong>de</strong> esta<br />
vida, los mismos castigos <strong>de</strong> que Dios se sirve para castigar<br />
nuestras infi<strong>de</strong>lida<strong>de</strong>s, todo pue<strong>de</strong> servir para nuestra<br />
salvación.<br />
Las riquezas son como la moneda con que se puedo<br />
comprar el cielo por medio <strong>de</strong> las limosnas; la pobreza es<br />
un título para salvarse; los hombres y la prosperidad pue<strong>de</strong>n<br />
presentar ocasiones escolentes para gran<strong>de</strong>s sacrificios<br />
; las <strong>de</strong>sgracias y las adversida<strong>de</strong>s abren un camino<br />
espacioso para la gloria. Si la salud es un don <strong>de</strong> Dios, no<br />
lo es menos la enfermedad: sufrir mucho por Dios, es<br />
mayor mérito todavía que el hacer mucho por él. En fin,<br />
el enfendíiníenlo es un talento, la simplicidad es una virtud<br />
, Dios se complace en comunicarse á las almas sencillas.<br />
En una palabra, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que lodo se puedo<br />
consi<strong>de</strong>rar como tálenlos. Hasta nuestros <strong>de</strong>fectos pue<strong>de</strong>n<br />
sernos útiles; no tenemos un enemigo mas furioso<br />
<strong>de</strong> nuestra salvación que el <strong>de</strong>monio; sin embargo, sus<br />
mismas astucias y sus teulacicnes que<strong>de</strong>n servir'para<br />
nuestra salvación. ¡Qué abundancia <strong>de</strong> mediosl ¡qué<br />
mnllilud <strong>de</strong> santas industrias! todas las cosas, dice ol<br />
Apóstol, contribuyen al bien <strong>de</strong> los que aman á Dios.<br />
(IVom. 8.)<br />
Es necesaria indispcnsablcmentela gracia para hacernos<br />
santos, sin ella lodos nuestros esfuerzos serán inúliles; oslamos<br />
también seguros <strong>de</strong> que nosotros po<strong>de</strong>mos fallar á<br />
la gracia; pero que la gracia no nos faltará, y que no hay<br />
un solo condonado que no lo haya sido por culpa suya, que<br />
no so haya con<strong>de</strong>nado porque no ha querido servirse <strong>de</strong><br />
los medios que letiia para lograr su salvación ; ¡qué senlimientol<br />
Somos flacos, es verdad, los ^peligros son frecuentes,<br />
las tentaciones son violentas; pero leñemos una fortaleza,<br />
una virtud singular en los sacramentos: sacrarnentos<br />
en los que se nos aplican los méritos <strong>de</strong> Jesucristo:<br />
sacramentos que nos presentan, por <strong>de</strong>cirlo así, un baño do<br />
su sangre, y por medio <strong>de</strong> los cuales encuentra el alma<br />
tan gran<strong>de</strong>s socorros en todas sus necesida<strong>de</strong>s: sacramenlos<br />
que son unos remedios saludables para todo género do<br />
malos, fuentes iuagolables <strong>de</strong> lanías gracias.<br />
Seáis euteramontó bendito, glor ificado, alabado ¡ó Salvador<br />
mío! por haljcrme dado medios lan po<strong>de</strong>rosos para