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Tomo Cuatro Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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172 LUNES TERCERO<br />

fio, quedando cnieramcnle<br />

limpio. Después <strong>de</strong> esto volvió<br />

con toda su cornil iva para<br />

ver al hombre <strong>de</strong> Dios, y<br />

presentándose á él le dijo:<br />

Estoy cierto que no hay otro<br />

Dios en toda la tierra mas<br />

que el que hay en Israel.<br />

El cuarto libro do los Reyes conliene la historia <strong>de</strong><br />

trescientos y ocho años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Josafat<br />

acaecida el año <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> 3113, hasta la ruina <strong>de</strong>l<br />

reino <strong>de</strong> Juda en 3Í16. <strong>Los</strong> profetas Elias y Elíseo sostuvieron<br />

con fortaleza y con todo el zelo posible la religión<br />

alterada y vacilante en los reinos do Israel y <strong>de</strong>Judá por<br />

la impiedad <strong>de</strong> muchos reyes, y por la licencia <strong>de</strong> los<br />

pueblos, a<br />

REFLEXIONES.<br />

Aun cuando el profeta te hubiese or<strong>de</strong>nado una cosa<br />

dtffct), <strong>de</strong>bei ius ciertamente hacerla, ¿cuánto mas habiéndole<br />

mandado solo que te laves, y quedarás limpio ? »<br />

¿ A cuántos se les podrá hacer esta reconvención á la<br />

hora déla muerte?¿ A cuántos seles pue<strong>de</strong>haceHuraníe<br />

Ja vida? Aun cuando Dios hubiera exigido <strong>de</strong> todos los<br />

beles que se hubiesen sepultado en el <strong>de</strong>sierto; aun<br />

cuando hubiese pedido á todos la niortihcacion mas austera,<br />

la mas severa penitencia para salvarse; aun cuando<br />

la salvación hubiera <strong>de</strong>bido ser el fruto <strong>de</strong> un ayuno continuo;<br />

aunque hubiera sido aun necesario para eviiarel<br />

infierno dar su vida en el suplicio mas horrible, y aiirK¡uc<br />

no huhiesen podido entrar en el cielo mas que los mártires,<br />

ni hubiesen podido evitar la eternidad <strong>de</strong>sgraciada sino<br />

los penitentes austeros, ¿ habría habido dificultad en <strong>de</strong>liberar<br />

entre unos fuegos eternos, ó un puñado <strong>de</strong> dias<br />

consagrado á los rigores <strong>de</strong> la penitencia 9 ¿entre privarse<br />

dmante una vida tan corla <strong>de</strong> todos los placeres, ó quedar<br />

privados por toda una eternidad <strong>de</strong> las <strong>de</strong>licias celestiales ?<br />

¿Qué hombre, por poco racional quo fuese, hubiera <strong>de</strong>bido<br />

dudar un momento en la elección? ¿Con cuánta<br />

mayor razón <strong>de</strong>bemos o<strong>de</strong><strong>de</strong>cer á Dios, cuando no exige<br />

<strong>de</strong> nosotros para salvarnos mas que el amarle con todo<br />

nuestro corazón, servirle y agradarle? En verdad, ¿qué<br />

es lo que el Señor reclama <strong>de</strong> nosotros que no sea muy<br />

dulce y sobradamente fácil? ¿ Cuesta algún trabajo el<br />

amar á un Dios infinitamenre amable,y que nos ama infinitamente<br />

? Pi<strong>de</strong> que guar<strong>de</strong>mos sus mandamientos ; ¿hay<br />

vmo solo que no sea en ventaja nuestra? Jesucristo mismo<br />

nos asegura que no hubo jamás un yugo mas dulce que<br />

el suyo, ni una carga mas lijera que llevar. Comparemos<br />

loque Dios pi<strong>de</strong> do sus fieles siervos, con lo que el mundo,<br />

este señor imaginario,exigo do sus esclavos. Comparemos<br />

lo que estamos obligados á hacer por una familia, para<br />

llenar las obligaciones <strong>de</strong> un empleo, para hacer una<br />

fortuna caduca ; en el ejército, en el comercio, en el servicio<br />

<strong>de</strong> un señor, molesto, difícil, caprichoso ; para complacerá<br />

un amigo ; para obligar á un ingrato ; para adquirir<br />

reputación y nombre en el mundo. ¡Qué trabajas quo<br />

sufrir! | Qué sinsabores que aguantar! | Qué disgustos que<br />

<strong>de</strong>vorar 1 \ Qué sudores, qué vigilias! Se aniquila uno con<br />

gastos eslraordinRrio?, se consume la salud, se abrevia la<br />

vida, y todo esto sin fruto. ¿ A qué precio tan alto no se<br />

comprar» la salud, según la opinión misma <strong>de</strong> los mundanos,<br />

si para conseguirla fuese necesario hacerse tantas<br />

violencias y sub ir lautas incomodida<strong>de</strong>s? Después <strong>de</strong> esto<br />

se mira una Cuaresma como <strong>de</strong>masiado larga, algunos<br />

dias <strong>de</strong> abstinencia y <strong>de</strong> ayuno como muy duros, la menor<br />

mortificación por Dios como impracticable. Estamos cubiertos<br />

<strong>de</strong> lepra, cargados <strong>de</strong> pecados, la iniquidad nos<br />

hace <strong>de</strong>formes; se nos dice : «Lavaos y quedareis limpios,»<br />

Jesucristo nos prepara un baño saludable <strong>de</strong> su<br />

sangre, se nos exhorta que recurramos al sacramento <strong>de</strong><br />

la penitencia, por cuya virtud po<strong>de</strong>mos recobrar la inocencia,<br />

y ¡ rehusamos servirnos <strong>de</strong> estos medios! ¿ Pero<br />

qué reconvención mas cruel y mas justa que la que se<br />

puedo hacer á muchas personas religiosas, que obligadas<br />

por su estado á aspirar á la perfección <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber<br />

hecho lo mas, se <strong>de</strong>primen indignamente en el polvo <strong>de</strong><br />

una vida tibia, lánguida, imperfecta, peligrosa para la salud<br />

eterna, y esto por <strong>de</strong>scuidar las observancias mas<br />

iijeras? Nada mas se pi<strong>de</strong> á aquella persona que todo lo<br />

ha <strong>de</strong>jado solemnemente por Dios, sino un poco mas <strong>de</strong><br />

recogimiento interior, un poco mas <strong>de</strong> puntualidad, laob- ,<br />

sei vancia <strong>de</strong> las reglas mas pequeñas, para gustar <strong>de</strong> la<br />

dub.ura <strong>de</strong> su estado, para gozar <strong>de</strong> té paz mas dulce,<br />

para asegurarse la muerte mas preciosa, para sacar todo<br />

el fruto <strong>de</strong> su gran<strong>de</strong> sacrificio, y la mayor parte quieren<br />

mas gemir toda su vida en la humillante amargura <strong>de</strong> su<br />

relajación, que procurarse todas estas ventajas, observando<br />

lo que ellos mismos llaman minuciosida<strong>de</strong>s. « Aun<br />

cuando el profeta te hubiese or<strong>de</strong>nado una cosa difícil,<br />

<strong>de</strong>berías ciertamente hacerla ; ¿ cuánto mas habiéndote<br />

mandato solo que to laves, y quedarás limpio ? »<br />

7:7 Evangelio <strong>de</strong> ¡a misa es <strong>de</strong> san Lucas, cap. A.<br />

In illo lempore: Dixü Jesús<br />

phariswis: Ulique dicetis<br />

mihi Itanc smililudinem:<br />

Medice, cura teipsim: quanla<br />

audivimus facía in Cajtharnnum,<br />

fac el hic in patria<br />

lúa, Ait autem: Amen<br />

dico vohis, quia nemo propheta<br />

acceplus cst in patria<br />

sua. In veritale dico vobis,<br />

muJtwviduw eranl in dielms<br />

Elirii in Israel, cuando clauswn<br />

cst cwlum amis tribus,<br />

ct mensibus sex, cum [acta<br />

csset [ames magna in omni<br />

Ierra : el ad nullam illarum<br />

missus est Elias, nisi in Sarcphta<br />

Sidoncu ad mulicrem<br />

viduam. Et mulii leprosi<br />

erant in Israel sub Elíseo<br />

propheta 1 el nemo eorum<br />

mundatus esl nisi Naamon<br />

Syrus. Et repleti sunt omnes<br />

ñi synagóga ira, luce avdientes.<br />

Et surrexcrunl, ct ejecerunl<br />

illum extra chitatm,<br />

ct duxcrunl illum usque ad<br />

supercühm montis, svpcr<br />

qum civilas illorum erat<br />

wdifcala, ut pnvcipilarent<br />

En aquel tiempo dijo Jesús<br />

á los fariseos: Tal vez<br />

me argüiréis con este proverbio:<br />

Médico, cúrate á tí<br />

mismo ; hemos oído cuántos<br />

prodigios has hecho en<br />

Cal'arnaum, hazlos también<br />

aquí en tu patria. En verdad<br />

os digo, añadió, que<br />

ningún profeta es bien recibido<br />

en su patria. Os digo,<br />

pues, en verdad, que en los<br />

dias <strong>de</strong> Elias, cuando el cielo<br />

se cerró por tres años y<br />

seis meses, <strong>de</strong> modo que so<br />

esperimentó una gran<strong>de</strong><br />

hambre en todo el país, bahía<br />

muchas viudas en Is -<br />

rael, y á ninguna <strong>de</strong> ellas<br />

fué enviado Elias, sino á<br />

una viuda <strong>de</strong> Sarepla en el<br />

país <strong>de</strong> Sidon. Muchos le<br />

proses había en Israel en<br />

tiempo <strong>de</strong> Elíseo profeta, y<br />

ninguno <strong>de</strong> ellos fué limpio,<br />

mas que Naamán que era<br />

sirio. Esle discurso llenó <strong>de</strong><br />

indignación á todos los que<br />

e.slal¡an en la sinagoga, <strong>de</strong><br />

suerte, que habiéndose le-

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