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132 LUNES SKGUNDO<br />
bien pue<strong>de</strong> fcilliirnos cuando se posee la fuenle do el'os?<br />
Con él es uno porfeclamcnle feliz sobre la nionlana, en la<br />
llanura, en el ilesiorlo: sin él es sobremanera <strong>de</strong>sdichado,<br />
aun cuando uno estuviese en los palacios <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s,<br />
y sobre el Irono, Pero no se habla mas que <strong>de</strong> cruces en<br />
su compañía, no se ambiciona olra cosa que las humillaciones,<br />
no so aliinenla nías que con las adversida<strong>de</strong>s; en<br />
ella <strong>de</strong>be uno mortiíicarso, huir <strong>de</strong>l inundo , tener horror<br />
á sus máximas; pero esto mismo prueba que allí es don<strong>de</strong><br />
uno es sólidamente dii lioso. Poi que en un oslado lan aislado,<br />
en medio di', todo lo que es contrario á los sentidos,<br />
<strong>de</strong> lodo lo que incomoda tanto á la naturaleza, ¿quién pue<strong>de</strong><br />
causar una alegría tan inalterable, dalzuras lan suaves,<br />
ni conteuto tan colmado? Es preciso que la alegría<br />
sea muy sólida, quo la dicha sea muy real, cuando<br />
es tan sensible y !an permanente en el retiro. ¿Se halla<br />
una tranquilidad semejante en el gran mundo? La<br />
felicidad es un fruto estraño, <strong>de</strong>sconocido á las gentes<br />
<strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong>cimos nosotros mismos. Solo en el servicio<br />
<strong>de</strong> Dios y en segnimienlo <strong>de</strong> Jesucristo, es en don<strong>de</strong><br />
se le ve nacer, y en don<strong>de</strong> se gusta <strong>de</strong> ella á todo<br />
placer.<br />
Conce<strong>de</strong>d me, Seilor, por vaos! ra gracia, quo yo haga<br />
constantemente la dulce esperioncia <strong>de</strong> ello; yo quiero estar<br />
inseparablemente con vos todo el tiempo <strong>de</strong> mi vida;<br />
comprendo por el misterio <strong>de</strong> vuestra gloriosa Jjrasligiiracion,<br />
que es preciso oslar lejos <strong>de</strong>l tumulto, aimjr la mortificación,<br />
vivir en el recogimiento y el retiro, para lener<br />
parle en vuestra gloria, y este es puntualmente el partido<br />
que yo tomo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora.<br />
JACÜLATOIUAS.—Sí, Dios mió, yo pongo toda mi felicidad<br />
en unirme á vos. (Tsalm. 12.)<br />
No hay verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>sgracia sino al alejarse <strong>de</strong> vos,<br />
Dios mió. (Psalm. TS.)<br />
PROPÓSITOS.<br />
1 La separación <strong>de</strong>l gran mundo, ¡a raorlificaciun y el<br />
retiro son absolulamonle necesarios par a gnsiar las dulzuras<br />
do las comunicaciones con Dios, y para sacar miidio<br />
frulo <strong>de</strong> la abstinencia y <strong>de</strong>l ayuno. Si queréis hacerle<br />
útil, lomad estos medios. La soledad o^ amarga, es aun<br />
insoportable á los mundanos, porque necesitan <strong>de</strong>l lumullo<br />
y <strong>de</strong> la disipación para calmar los disgustos y los remordimientos<br />
mleriores <strong>de</strong> que son viclimas. Vivid en la<br />
inocencia y amareis el retiro; morliticad vuestros senlidos,<br />
y Diosos dará parte <strong>de</strong> las dulzuras que son el palri-<br />
UKÜIÍO <strong>de</strong>sús siervos. Huid las gran<strong>de</strong>s reuniones y el gran<br />
mundo, sobro todo durante el tiempo do cuaresma, y vivid<br />
en el recogimiento si queréis gustar el frulo <strong>de</strong> la peni<br />
lene" a.<br />
2 Una <strong>de</strong> las principales astucias <strong>de</strong>l enemigo <strong>de</strong> la<br />
salvación, durante osle sanio tiempo, es el hacer mas sensible<br />
y menos dulce el frulo <strong>de</strong>l ayuno por el tráfago, <strong>de</strong><br />
los negocios temporales: no los <strong>de</strong>scuidéis, pero arregladlos<br />
<strong>de</strong> modo que no obsten para el negocio <strong>de</strong> la salud, ni<br />
impidan oí recogimiento interior. Allí mismo en don<strong>de</strong> osláis<br />
, tened un dia eoda semana, por <strong>de</strong>cirlo así, cómodo<br />
retiro. Jesucristo os hará gustar la dulzura que se halla en<br />
su servicio si vuestro corazón no eslá dividido entre él y<br />
el mundo su gran<strong>de</strong> enemigo. Pasad hoy una media hora<br />
por lo ménos en la tar<strong>de</strong> dolante <strong>de</strong>l Santísimo Sacramenlo,<br />
consi<strong>de</strong>rando la dicha <strong>de</strong> los li es Apóstoles que fueron<br />
lesligos <strong>de</strong> su trasfiguracion gloriosa. Observad esta práctica<br />
todos los domingos <strong>de</strong> Cuaresma, haciendo media ó<br />
una hora <strong>de</strong> oración todas las lar<strong>de</strong>s.<br />
LÜNLS SEGUNDO DE CUARESMA.<br />
La misa <strong>de</strong> oslo dia comienza por estas palabras do!<br />
salmo 23: Tened misericordia do mí, Señor, y libradme<br />
<strong>de</strong> mis enemigos, porque yo he seguido siempre el camino<br />
recio do vuestros mandamionlos, y yo espero que no<br />
cesaré nunca <strong>de</strong> alabar vuestras mjsoricordias en las<br />
asambleas <strong>de</strong> los jusíos. David, perseguido por Saúl, so<br />
habia refugiado onlre los filisteos ó enlre los moabilas. Sus<br />
enemigos se aprovecharon <strong>de</strong> esla retirada para publicar<br />
mil calumnias contra él. Decian allamenle que era rebel<strong>de</strong><br />
á su príncipe ó infiel á su Dios; que habiéndose relirado<br />
entre los infieles lomaba parte en sus supersticiones, en<br />
sus impieda<strong>de</strong>s y aun en su idolatría, y quo por tanto <strong>de</strong>bía<br />
ser proscripto para siempre. David vivamonle conmovido<br />
por ima caummia tan negra, no recurro mas que á<br />
Dios poniéndole por testigo <strong>de</strong> su inocencia, y pidiéndole<br />
justicia contra sus enemigos. <strong>Los</strong> buenos pue<strong>de</strong>n aplicarse<br />
este salmo cuando se ven perseguidos por los malos, y servirse<br />
<strong>de</strong> él como <strong>de</strong> una sania - oración muy á proposito<br />
para obtener la paciencia y un nuevo esfuerzo en las adversida<strong>de</strong>s.<br />
La Epístola <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> osle dia conlionc una parto do<br />
la fervorosa oración que el profeta Daniel hizo áDios antes<br />
que el arcángel Gabriel le <strong>de</strong>scubriese el tiempo preciso<br />
do la venida <strong>de</strong>l Mesías y do la culera ruina doJerusalen,<br />
en el fin <strong>de</strong> las selenla semanas <strong>de</strong> años. Esle Profeta,<br />
conmovido <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sgracias <strong>de</strong> su nación, se sirvo<br />
do todos los motivos que cree á propósito para apaciguar<br />
el enojo <strong>de</strong> Dios, y para lograr que concluyese la larga<br />
cautividad en que gomia su pobre pueblo habia ya setenta<br />
años. La sola leclura <strong>de</strong> esla Epístola ofrece un mo<strong>de</strong>lo<br />
perfeclo <strong>de</strong> la oración mas viva, mas enérgica, mas inlercsanle<br />
y mas palélica que pue<strong>de</strong> hacerse á Dios en una<br />
calamidad pública y en el tiempo <strong>de</strong> los mayores azotes.<br />
Oídnos, Señor: aplacad Señor vuestro enojo: fijad en nosotros<br />
vuestros ojos y obrad. No lo dilatéis mas, Diosmio,<br />
por amor <strong>de</strong> vos mismo; porque esla ciudad y osle pueblo<br />
son vuestros, y tienen la gloria y la ventaja <strong>de</strong> perteneccros<br />
do un modo mas especial que el reslo <strong>de</strong> las naciones<br />
<strong>de</strong> la tierra. No lleven en vano el noinbre <strong>de</strong> pueblo<br />
do Dios. Apartad, Dios <strong>de</strong> misericordia, vuestro enojo y<br />
vuestra indignación <strong>de</strong> vuestra ciudad <strong>de</strong> Jerusalen y do<br />
vuestra montaña sania. Porque es verdad, yo lo confieso,<br />
que Jornsalen y vuestro pueblo son hoy el oprobio<br />
do todas las naciones que nos ro<strong>de</strong>an, á causa <strong>de</strong> nacs-<br />
Iros pecados y <strong>de</strong> las iniquida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestros padres.<br />
Pero yo me alrevo á <strong>de</strong>cir lo que es contra vuestro honor<br />
y vuestra gloria, el que los enemigos <strong>de</strong> vuestro sanio<br />
nombre lengan la maligna satisfacción y se glorien do<br />
haber arruinado para siempre vueslro sanio templo;<br />
dignaos, Señor, oiruos, y <strong>de</strong>jaos ablandar por mies-<br />
Iras lágrimas, por nuestros gemidos y por nueslros votos,<br />
ele.<br />
El Evangelio requiere'una oración semejanle. En él se<br />
refieren las terribles imprecaciones que Jesucrislo hacia á<br />
los judíos por su impenilencia, y la amenaza espantosa<br />
<strong>de</strong> abandonarlos y <strong>de</strong>jarlos morir en su pecado, porque<br />
se obstinaban en no quererle reconocer <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> lo-