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121 SAIUDO PRIMERO<br />
lliis paUsbras <strong>de</strong>l profeta Roy : Mis mas próximos parioriles<br />
me lian <strong>de</strong>jado; pero Dios se lia dignado encargürse <strong>de</strong> mí;<br />
¿qué tengo yo que temer?<br />
2 . l'oned toda vuestra conDanza en Dios, sobre lodo cu<br />
las adversida<strong>de</strong>s. Sed flelcs en su servicio, eslad cun él,<br />
y éi estará con vosotros : con semejante apoyo no podrán<br />
dañaros los vientos mas furiosos. Reanimad vuestra confianza<br />
todas ¡as mañanas y muciias veces en el dia; y<br />
cuando la pru<strong>de</strong>ncia cristiana exigiere que os sirváis <strong>de</strong>l<br />
crédilo y <strong>de</strong> la benevolencia <strong>de</strong> vuestros protectores, <strong>de</strong>cid<br />
á Dios, que sin embargo <strong>de</strong> lo que baccis, solo en él<br />
ponéis toda vuestra confianza. Tenedla muy singular en<br />
ta protección <strong>de</strong> la Santísima Virgen, confiar en ella<br />
es coníiar en Dios. La confianzalfo nuestro ángel <strong>de</strong> la<br />
guarda y en los santos es también muy útii. Son protectores<br />
seguros y amigos con quienes po<strong>de</strong>mos contar seguramente.<br />
SÁBADO PRIMERO DE CUARESMA,<br />
LLAMADO COMUNMENTE DE LAS CUATRO TÉMPORAS.<br />
Todo es misterioso en los oficios do Cuaresma, lodo es<br />
instruclivo en ellos, y todo concurre á inspirarnos el espíriln<br />
<strong>de</strong> penitencia. La misa <strong>de</strong> este dia comienza por<br />
aquellas hermosas palabras <strong>de</strong>l salmo 87 : Señor, llegue<br />
mi corazón basta vos, aplicad vuestro oido á los votos<br />
que yo os dirijo. Señor, mi Dios, mi libertador, yo no ceso<br />
dia y noche do importunaros con mis clamores para<br />
que me ayudéis. David, perseguido por Absalon y representando<br />
á Dios sus males en la oración, es una figura<br />
sensible <strong>de</strong> Jesucristo que ruega á su Padre en él tiempo<br />
<strong>de</strong> su pasión. Todo este salmo es una imagen profélica, y<br />
al mismo tiempo una viva espresion <strong>de</strong> los soniimienlos<br />
<strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> Jesucristo, tan ignominiosamente tratado,<br />
tan cruelmente perseguido por un pueblo <strong>de</strong> quien era el<br />
rey y el padre.<br />
En la misa <strong>de</strong> este dia se leen seis lecciones según se<br />
acostumbra hacer en lodos los sábados <strong>de</strong> las cuatro témporas.<br />
Ksío uso es muy antiguo en la Iglesia. Queda dicho<br />
ya en el sábado <strong>de</strong> las cuatro témporas <strong>de</strong> diciembre, por<br />
que se habia dado al sábado <strong>de</strong> las cuatro témporas ol<br />
nombre <strong>de</strong> «dia <strong>de</strong> las doce lecciones.» Aunque el ayuno<br />
<strong>de</strong> las cualro témporas en las cuatro estaciones <strong>de</strong>l año<br />
sea <strong>de</strong> institución apostólica, sin embargo, hasta el undécimo<br />
siglo, en tiempo <strong>de</strong>l papa san Gregorio VU, no se fijaron<br />
las cualro témporas <strong>de</strong> primavera á la primera semana<br />
do Cuaresma, y las <strong>de</strong> estío á Pentecostés; lo cual<br />
fué confirmado por un nuevo <strong>de</strong>creto <strong>de</strong> diez años <strong>de</strong>spués,<br />
en el concilio do Clermonl en Auvorgne, dado por el papa<br />
Urbano U que presidió en él.<br />
La primera <strong>de</strong> las seis lecciones <strong>de</strong>stinadas á la misa do<br />
este dia es lomada <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong>l Deuleronomio, en don<strong>de</strong><br />
Dios or<strong>de</strong>na á su pueblo el pago <strong>de</strong> un diezmo particular,<br />
pero trienal, es <strong>de</strong>cir, solo <strong>de</strong> tres en Ires años<br />
(Deut. 26.}, para el manlenimienlo délos levitas ó ministros<br />
<strong>de</strong>l templo, y para asistir á los estranjeros, las<br />
viudas y los huérfanos. Cumplido este <strong>de</strong>ber, les proscribe<br />
Dios una especie <strong>de</strong> fórmula, por la cual so obligan<br />
solomnemonle dolante <strong>de</strong> él á no tener jamás otro Dios<br />
ni otro Señor; y Dios también les protesta haberles elegido<br />
para que sean su pueblo particular y ia nación privilegiada.<br />
La segunda está tomada <strong>de</strong>l mismo libro, en la que pro"<br />
mete Dios á su pueblo, que si es fiel en observar el precepto<br />
que le ha impuesto do amar al Señor su Dios, marchar<br />
por todos sus caminos, y <strong>de</strong> estar inviolablcmenlo<br />
adherido á su servicio, esterminará á su visla todas las<br />
naciones mas po<strong>de</strong>rosas y mas fuertes que él, y lo pondrá<br />
en posesión <strong>de</strong>l pais que ellas babilaban; y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
baberle hecho rico y po<strong>de</strong>roso , le hará formidable á toda<br />
la tierra. (Dcuter. 11.) Todas estas recompensas materiales<br />
no eran mas que la figura <strong>de</strong> las recompensas espirituales<br />
prometidas al pueblo <strong>de</strong> la nueva alianza, á esta uacicn<br />
sania, que son los cristianos.<br />
La tercera lección está sacada <strong>de</strong>l segundo libro <strong>de</strong> los<br />
Macabcos: contiene la oración que los sacerdotes <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> la vui'lta <strong>de</strong> la cautividad <strong>de</strong> Babilonia hicieron<br />
á Dios con Nohcmías, durante el sacrificio que consumía<br />
ol fuego sagrado, que se habia ocultado en el hondo<br />
<strong>de</strong> un pozo ánles <strong>de</strong> la cautividad, y que so habia<br />
vuelto una agua lodosa y espesa ; la cual, habiendo sido<br />
<strong>de</strong>rraimula sobro la leña y la víctima que se habia colocado<br />
sobro el altar, se convirtió milagrosamente cu<br />
fuego luego que salió ol sol. Mientras el fuego milagroso<br />
consumia el sacrificio, Nehemías, Jonatás y los <strong>de</strong>más<br />
sacerdotes hacian la oración contenida en osla tercera<br />
lección.<br />
La cuarta está lomada <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong>l Eclesiáslico, en<br />
don<strong>de</strong> el aulor <strong>de</strong> este libro dirige á Dios una fervorosa<br />
oración para suplicarle que so compa<strong>de</strong>zca <strong>de</strong> su pueblo<br />
afligido, disperso, y en todas partos mallratado. Cuando el<br />
aulor <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong>l Eclesiástico escribía, oslaba la nación<br />
judía dispersa en Egipto, en la Siria y en todas las provincias<br />
<strong>de</strong> Oriente, y aun los mismos que estaban en Judca<br />
y en Jerusalcn eran oprimidos por los príncipes vecinos<br />
bajo quienes estaban subyugados. Como todas eslas<br />
adversida<strong>de</strong>s eran la figura do las que <strong>de</strong>bian afligir algún<br />
dia á los fieles, la Iglesia renueva á Dios las mismas oraciones<br />
por lodos sus hijos.<br />
La quinta, quo es la úllima <strong>de</strong> las que se loman <strong>de</strong>l<br />
antiguo Testamento, está sacada <strong>de</strong>l profeta Daniel, y refiere<br />
la maravilla <strong>de</strong> los tres niños hebreos, quo arrojados<br />
en un horno ardiendo, por haber sido fieles á Dios, hallaron<br />
rofrigorio en medio do las llamas, y cantaron allí las<br />
alabanzas <strong>de</strong> Dios, que la Iglesia repite aquí en esta<br />
lección.<br />
En fio, la sexta, quo es propiamente la Epístola <strong>de</strong> la<br />
misa <strong>de</strong> esto dia, es una instrucción que el apóstol san<br />
Pablo da á los cristianos do Tesalónica en la primera caria<br />
quo íes escribe, y con motivo do ellos á lodos los fieles.<br />
Puedo.<strong>de</strong>cirse que es un compendio <strong>de</strong> toda la moral <strong>de</strong><br />
Jesucristo, y el resumen mas suave <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong>l<br />
Evangelio. «Corregid á los chismosos,» los dice: el apóstol<br />
habla <strong>de</strong> aquellos espíritus inquietos, orgullosos, (urbulenlos,<br />
que no pue<strong>de</strong>n vivir en repoeo ni <strong>de</strong>jar vivir en<br />
él á los <strong>de</strong>más; que introducen la disensión en las socieda<strong>de</strong>s<br />
mas santas, <strong>de</strong> las cuales son el azote ; gentes do<br />
partido, susceptibles <strong>de</strong> lodos los errores , y que parecen<br />
no haber nacido sino para sembrar en todas p.irtes la l\-<br />
zaña, la división y ol cisma. «Sufrid á los flacos» y á los<br />
imperfectos; «consolad á aquellos que se <strong>de</strong>saniman» ^<br />
visla <strong>de</strong> las menores diliculia<strong>de</strong>s. La caridad que <strong>de</strong>be trfte<br />
racleri/ar á todos los cristianos es paciente, compasiva,<br />
todo lo sufre, no es aceptadora <strong>de</strong> personas. No hay ani-